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EE.UU. enviará a 300 pandilleros a la megacárcel de El Salvador: cuánto le pagará al gobierno de Bukele

WASHINGTON.- El acuerdo entre Estados Unidos y El Salvador para el envío de pandilleros que serán encarcelados bajo el régimen de mano dura de Nayub Bukele avanza y ya tiene un valor: 6 millones de dólares. Eso es lo que le pagará la Casa Blanca al país centroamericano para alojar durante un año a unos 300 supuestos miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua en una su emblemática prisión.

El acuerdo se produce luego de la reunión del mes pasado entre el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, sobre el alojamiento de migrantes en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la megacárcel de máxima seguridad inaugurada hace algo más de dos años.

El gobierno de Bukele arrestó a más de 84.000 personas desde marzo de 2022 bajo un régimen de excepción –cuestionado por organismos internacionales que denuncian detenciones arbitrarias y otras violaciones a los derechos humanos-, como parte de su ofensiva contra las pandillas que habían sometido al país a una grave ola de violencia.

Pandilleros dentro de su celda en el Centro de Máxima Seguridad para el Confinamiento del Terrorismo (Cecot)

Los memorandos que detallan la transferencia no revelaron cómo el gobierno Trump identificó a las aproximadamente 300 personas como miembros de Tren de Aragua, una banda criminal de origen venezolano que Trump destacó repetidamente en la campaña y declaró como una organización terrorista.

El país centroamericano y el gobierno de Trump llegaron el mes pasado a un acuerdo para albergar a migrantes detenidos en Estados Unidos. El gobierno de Trump sostuvo que El Salvador podría incluso recibir a convictos estadounidenses, aunque Estados Unidos no puede deportar a sus ciudadanos a otro país.

Rubio y Bukele discutieron los detalles de la nueva transferencia, que incluye un costo de aproximadamente 20.000 dólares para albergar a cada prisionero durante el año. Un documento del Departamento de Estado también sugiere que podría reservar 15 millones de dólares para enviar a El Salvador para albergar a miembros adicionales de la pandilla.

El memorando salvadoreño también confirmó que el país aceptaría a dos hombres que, según dijo, eran pandilleros de la MS-13 (Mara Salvatrucha), una organización que inicialmente estaba compuesta por migrantes salvadoreños a Estados Unidos y que había ganado una creciente presencia en El Salvador antes de la ofensiva de Bukele.

El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, conversa con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en su residencia en Lago Coatepeque, en El Salvador, el lunes 3 de febrero de 2025

Un hombre, César Eliseo Sorto Amaya, fue condenado por doble homicidio en El Salvador antes de ser atrapado ingresando ilegalmente a Estados Unidos, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos. El otro fue acusado bajo el gobierno del expresidente Joe Biden de ser un líder de alto rango de la pandilla MS-13.

“Hemos ofrecido a los Estados Unidos la oportunidad de tercerizar parte de su sistema penitenciario. Estamos dispuestos a recibir únicamente a criminales condenados (incluyendo ciudadanos estadounidenses condenados) en nuestra mega prisión (Cecot) a cambio de una tarifa”, había anunciado Bukele el mes pasado, después de recibir a Rubio.  “La tarifa sería relativamente baja para Estados Unidos, pero significativa para nosotros, haciendo que todo nuestro sistema penitenciario sea sostenible”, agregó.

“Ningún país ha hecho nunca una oferta de amistad como esta”, agradeció por su lado el secretario de Estado.

Emblema de la guerra antipandillas, el Cecot, considerada la cárcel más grande de América Latina, fue inaugurado por Bukele hace poco más de dos años en las afueras de Tecoluca, 75 km al sureste de San Salvador. La prisión, rodeada de enormes muros de concreto, está diseñada para 40.000 detenidos, pero actualmente hay unos 15.000 de las pandillas MS-13 y Barrio 18, que por décadas aterrorizaron a la población salvadoreña.

El Tren de Aragua

La pandilla de Tren de Aragua se originó en una prisión de Venezuela y acompañó a un éxodo de millones de venezolanos, la inmensa mayoría en busca de mejores condiciones de vida tras el hundimiento de la economía de su nación en la última década.

Trump y sus aliados convirtieron a la pandilla en el rostro de la supuesta amenaza que suponen los inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos y el mes pasado la designaron formalmente “organización terrorista extranjera”.

Las autoridades de varios países han informado de detenciones de miembros del Tren de Aragua, incluso cuando el gobierno de Venezuela afirma haber eliminado la organización criminal.

El gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro no ha readmitido a inmigrantes deportados de Estados Unidos, salvo en contadas ocasiones. En las últimas semanas, unas 350 personas fueron deportadas a Venezuela, incluidas unas 180 que pasaron hasta 16 días en la base naval estadounidense de Guantánamo, en Cuba.

El gobierno de Trump ha alegado que los venezolanos enviados a la base naval son miembros del Tren de Aragua, pero ha ofrecido pocas pruebas que lo respalden.

Agencia AP

WASHINGTON.- El acuerdo entre Estados Unidos y El Salvador para el envío de pandilleros que serán encarcelados bajo el régimen de mano dura de Nayub Bukele avanza y ya tiene un valor: 6 millones de dólares. Eso es lo que le pagará la Casa Blanca al país centroamericano para alojar durante un año a unos 300 supuestos miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua en una su emblemática prisión.

El acuerdo se produce luego de la reunión del mes pasado entre el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, sobre el alojamiento de migrantes en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la megacárcel de máxima seguridad inaugurada hace algo más de dos años.

El gobierno de Bukele arrestó a más de 84.000 personas desde marzo de 2022 bajo un régimen de excepción –cuestionado por organismos internacionales que denuncian detenciones arbitrarias y otras violaciones a los derechos humanos-, como parte de su ofensiva contra las pandillas que habían sometido al país a una grave ola de violencia.

Pandilleros dentro de su celda en el Centro de Máxima Seguridad para el Confinamiento del Terrorismo (Cecot)

Los memorandos que detallan la transferencia no revelaron cómo el gobierno Trump identificó a las aproximadamente 300 personas como miembros de Tren de Aragua, una banda criminal de origen venezolano que Trump destacó repetidamente en la campaña y declaró como una organización terrorista.

El país centroamericano y el gobierno de Trump llegaron el mes pasado a un acuerdo para albergar a migrantes detenidos en Estados Unidos. El gobierno de Trump sostuvo que El Salvador podría incluso recibir a convictos estadounidenses, aunque Estados Unidos no puede deportar a sus ciudadanos a otro país.

Rubio y Bukele discutieron los detalles de la nueva transferencia, que incluye un costo de aproximadamente 20.000 dólares para albergar a cada prisionero durante el año. Un documento del Departamento de Estado también sugiere que podría reservar 15 millones de dólares para enviar a El Salvador para albergar a miembros adicionales de la pandilla.

El memorando salvadoreño también confirmó que el país aceptaría a dos hombres que, según dijo, eran pandilleros de la MS-13 (Mara Salvatrucha), una organización que inicialmente estaba compuesta por migrantes salvadoreños a Estados Unidos y que había ganado una creciente presencia en El Salvador antes de la ofensiva de Bukele.

El secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, conversa con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en su residencia en Lago Coatepeque, en El Salvador, el lunes 3 de febrero de 2025

Un hombre, César Eliseo Sorto Amaya, fue condenado por doble homicidio en El Salvador antes de ser atrapado ingresando ilegalmente a Estados Unidos, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos. El otro fue acusado bajo el gobierno del expresidente Joe Biden de ser un líder de alto rango de la pandilla MS-13.

“Hemos ofrecido a los Estados Unidos la oportunidad de tercerizar parte de su sistema penitenciario. Estamos dispuestos a recibir únicamente a criminales condenados (incluyendo ciudadanos estadounidenses condenados) en nuestra mega prisión (Cecot) a cambio de una tarifa”, había anunciado Bukele el mes pasado, después de recibir a Rubio.  “La tarifa sería relativamente baja para Estados Unidos, pero significativa para nosotros, haciendo que todo nuestro sistema penitenciario sea sostenible”, agregó.

“Ningún país ha hecho nunca una oferta de amistad como esta”, agradeció por su lado el secretario de Estado.

Emblema de la guerra antipandillas, el Cecot, considerada la cárcel más grande de América Latina, fue inaugurado por Bukele hace poco más de dos años en las afueras de Tecoluca, 75 km al sureste de San Salvador. La prisión, rodeada de enormes muros de concreto, está diseñada para 40.000 detenidos, pero actualmente hay unos 15.000 de las pandillas MS-13 y Barrio 18, que por décadas aterrorizaron a la población salvadoreña.

El Tren de Aragua

La pandilla de Tren de Aragua se originó en una prisión de Venezuela y acompañó a un éxodo de millones de venezolanos, la inmensa mayoría en busca de mejores condiciones de vida tras el hundimiento de la economía de su nación en la última década.

Trump y sus aliados convirtieron a la pandilla en el rostro de la supuesta amenaza que suponen los inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos y el mes pasado la designaron formalmente “organización terrorista extranjera”.

Las autoridades de varios países han informado de detenciones de miembros del Tren de Aragua, incluso cuando el gobierno de Venezuela afirma haber eliminado la organización criminal.

El gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro no ha readmitido a inmigrantes deportados de Estados Unidos, salvo en contadas ocasiones. En las últimas semanas, unas 350 personas fueron deportadas a Venezuela, incluidas unas 180 que pasaron hasta 16 días en la base naval estadounidense de Guantánamo, en Cuba.

El gobierno de Trump ha alegado que los venezolanos enviados a la base naval son miembros del Tren de Aragua, pero ha ofrecido pocas pruebas que lo respalden.

Agencia AP

 El acuerdo contempla un costo de aproximadamente 20.000 dólares por cada prisionero por un año; según la Casa Blanca, los delincuentes que serán deportados pertenecen al Tren de Aragua  LA NACION

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