Quién era Agostina Rubini, la argentina cuyos restos fueron encontrados en un basural en España
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El misterio detrás de la desaparición de Agostina Rubini, una argentina que se encontraba desaparecida en España desde octubre, se resolvió este viernes cuando la Policía española confirmó que sus restos fueron hallados en un basural de Son Reus, cerca de Palma. La joven vivía hace varios años en Mallorca junto a su familia y estudiaba Integración Social en la zona.
Rubini desapareció el pasado 2 de octubre luego de juntarse a tomar algo con sus amigos y, desde entonces, no se habían tenido noticias de ella. Según la investigación realizada por el Grupo de Homicidios de la Policía de Baleares, la marplatense ingresó a un contenedor de basura en la zona y, luego, perdió el conocimiento.
Por ello, el contenedor fue recogido por un camión de basura con ella dentro y trasladado a la planta de tratamiento de residuos. Según el jefe de Homicidios, Ángel Ruiz, es imposible sobrevivir una vez que se ingresa al camión de basura debido a se llevan “hasta diez toneladas de basura que se prensan y se almacenan de forma que no hay oxígeno dentro”.
Hace un tiempo que Rubini y su familia se habían trasladado a Mallorca para una nueva vida. Desde entonces, según el medio marplatense 0223, la argentina había comenzado a estudiar Diseño en la isla, aunque más tarde abandonó dicha carrera y se pasó a Integración Social, una carrera donde sus profesionales son encargados de prevenir o resolver problemas relacionados con el riesgo de exclusión de la sociedad. Aquella formación se cursaba en un centro privado que estaba a 20 minutos del Paseo Marítimo, lugar donde la joven se encontró con sus amigos a tomar algo.
Tras su desaparición, la ONG SOS Desaparecidos difundió imágenes del rostro de Rubini por si alguien la encontraba. Allí, la describieron como una mujer de pelo castaño y lacio y de ojos marrones que medía 1,60 metros. Además, tenía un particular tatuaje en la espalda. Allí también compartieron cómo se encontraba vestida aquella noche donde fue vista por última vez a las 23.57 en el cruce entre la plaza des Pont y la calle Andrea Doria de Palma: tenía unos jeans, una camiseta marrón y, arriba, una blusa con un estampado de leopardo.
Parte de la vestimenta -la blusa y el bolso- fueron encontrados afuera del contenedor, cuidadosamente doblados y apoyados. Esto fue uno de los indicios que hizo creer a las autoridades que Rubini ingresó al contenedor por su cuenta y que no había intervención de terceros en su caso. La hipótesis principal de la investigación es que la joven sufrió los efectos de haber ingerido alcohol junto con una medicación que ya tomaba, lo que podría haber provocado que resultara inconsciente tras caer dentro del contenedor.
También creen que la joven ingresó al contenedor porque perdió alguna pertenencia, lo que explicaría por qué su ropa se encontraba en perfecto estado a su lado. A través de la señal de su celular fue que la Policía pudo identificar el recorrido de la joven desde el contenedor, hasta el camión de basura y finalmente la planta de tratamiento de residuos. Allí, el Grupo de Homicidios pidió paralizar la actividad en la planta e iniciar la revisión de 60.000 toneladas de residuos por más de un mes.
Luego de identificar más de 1000 restos óseos, los agentes del Instituto de Medicina Legal de Baleares determinaron que dos de ellos eran humanos y, tras chequear en el laboratorio, identificaron que pertenecían a Rubini. Aunque la investigación no frenará hasta identificar el cuerpo, esto cierra una parte central de su desaparición.
El misterio detrás de la desaparición de Agostina Rubini, una argentina que se encontraba desaparecida en España desde octubre, se resolvió este viernes cuando la Policía española confirmó que sus restos fueron hallados en un basural de Son Reus, cerca de Palma. La joven vivía hace varios años en Mallorca junto a su familia y estudiaba Integración Social en la zona.
Rubini desapareció el pasado 2 de octubre luego de juntarse a tomar algo con sus amigos y, desde entonces, no se habían tenido noticias de ella. Según la investigación realizada por el Grupo de Homicidios de la Policía de Baleares, la marplatense ingresó a un contenedor de basura en la zona y, luego, perdió el conocimiento.
Por ello, el contenedor fue recogido por un camión de basura con ella dentro y trasladado a la planta de tratamiento de residuos. Según el jefe de Homicidios, Ángel Ruiz, es imposible sobrevivir una vez que se ingresa al camión de basura debido a se llevan “hasta diez toneladas de basura que se prensan y se almacenan de forma que no hay oxígeno dentro”.
Hace un tiempo que Rubini y su familia se habían trasladado a Mallorca para una nueva vida. Desde entonces, según el medio marplatense 0223, la argentina había comenzado a estudiar Diseño en la isla, aunque más tarde abandonó dicha carrera y se pasó a Integración Social, una carrera donde sus profesionales son encargados de prevenir o resolver problemas relacionados con el riesgo de exclusión de la sociedad. Aquella formación se cursaba en un centro privado que estaba a 20 minutos del Paseo Marítimo, lugar donde la joven se encontró con sus amigos a tomar algo.
Tras su desaparición, la ONG SOS Desaparecidos difundió imágenes del rostro de Rubini por si alguien la encontraba. Allí, la describieron como una mujer de pelo castaño y lacio y de ojos marrones que medía 1,60 metros. Además, tenía un particular tatuaje en la espalda. Allí también compartieron cómo se encontraba vestida aquella noche donde fue vista por última vez a las 23.57 en el cruce entre la plaza des Pont y la calle Andrea Doria de Palma: tenía unos jeans, una camiseta marrón y, arriba, una blusa con un estampado de leopardo.
Parte de la vestimenta -la blusa y el bolso- fueron encontrados afuera del contenedor, cuidadosamente doblados y apoyados. Esto fue uno de los indicios que hizo creer a las autoridades que Rubini ingresó al contenedor por su cuenta y que no había intervención de terceros en su caso. La hipótesis principal de la investigación es que la joven sufrió los efectos de haber ingerido alcohol junto con una medicación que ya tomaba, lo que podría haber provocado que resultara inconsciente tras caer dentro del contenedor.
También creen que la joven ingresó al contenedor porque perdió alguna pertenencia, lo que explicaría por qué su ropa se encontraba en perfecto estado a su lado. A través de la señal de su celular fue que la Policía pudo identificar el recorrido de la joven desde el contenedor, hasta el camión de basura y finalmente la planta de tratamiento de residuos. Allí, el Grupo de Homicidios pidió paralizar la actividad en la planta e iniciar la revisión de 60.000 toneladas de residuos por más de un mes.
Luego de identificar más de 1000 restos óseos, los agentes del Instituto de Medicina Legal de Baleares determinaron que dos de ellos eran humanos y, tras chequear en el laboratorio, identificaron que pertenecían a Rubini. Aunque la investigación no frenará hasta identificar el cuerpo, esto cierra una parte central de su desaparición.
La marplatense vivía hace varios años en Mallorca con su familia y estudiaba Integración Social; se encontraba desaparecida desde octubre LA NACION