Cómo cultivar la planta que se usa para hacer un famoso aderezo
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Hay plantas que son un desafío gratificante ya que no sólo aportan variedad y color a la huerta o a un cantero, sino que también enriquecen tu cocina con sabores frescos y únicos.
Es el caso de la mostaza, una planta que perteneciente a la familia de las Brassicaceae, es muy fácil de cultivar y se adapta bien a diferentes climas. Tiene la particularidad de que se pueden consumir tanto sus hojas como las semillas y las flores y también tiene algunas aplicaciones medicinales como aliviar dolores musculares e hinchazón.
Las hojas tiernas y crujientes se pueden utilizar en ensaladas y las semillas se transforman en un delicioso condimento
La mostaza se adapta muy bien a jardines y también se puede cultivar en espacios reducidos como macetas en terrazas o balcones
Además de útiles en la cocina, las plantas de mostaza son muy decorativas. Las adultas pueden alcanzar entre 70 centímetros y un metro de altura. Sus flores amarillas son muy llamativas y de ellas obtendremos los frutos para preparar el clásico aderezo a base de mostaza.
Para comenzar, es fundamental elegir la variedad adecuada. Existen tres: mostaza blanca (Sinapis alba), mostaza negra (Sinapis nigra) y Brassica juncea ‘Red Giant’, de hojas grandes y tiernas, ideal para el consumo.
¿Cómo se cultiva la mostaza?
La mostaza se siembra en marzo en almácigos o en el lugar definitivo. En ambos casos se debe utilizar un sustrato rico en materia orgánica, esponjoso y con buen drenaje. Si las semillas son de calidad y tienen buen poder germinativo, a los 6 u 8 días de la siembra ya estarán brotando.
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Las hojas de mostaza pueden cortarse para consumir alrededor de un mes después de su plantación
Es necesario un riego inicial para mantener la humedad del suelo; luego deberán ser regulares, cuidando de evitar los excesos.
“Las hojas de mostaza pueden comenzar a consumirse un mes después de su plantación, se deben ir cortando primero las inferiores para permitir que se sigan desarrollando las de la parte superior de la planta. Siempre es conveniente dejar algunas hojas para que se complete el ciclo y así obtener los frutos”, explica Álvaro Lamas.
Si se trata de la variedad de mostaza de hoja ancha (Brassica juncea) se deben cortar las hojas con su penca desde bien abajo antes de que la planta supere los 60 o 70 centímetros, para evitar que su textura y sabor sean demasiado fuertes.
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Momento de cosechar los frutos
A medida que termina la floración comienza la formación de silicuas, pequeñas vainas que contendrán los frutos. Cuando la maduración de las vainas avanza, su color va cambiando del verde claro al castaño oscuro. Este proceso ocurre de abajo hacia arriba.
Es importante cortar las silicuas antes de que caigan naturalmente, de lo contrario los frutos caerán y perderemos una gran parte
La cosecha se realiza en primavera. Se retiran las vainas con cuidado y se colocan en un recipiente donde podamos romperlas con la mano para liberar los pequeños granos (frutos).
¿Cómo preparar el condimento de mostaza?
Para realizar un aderezo clásico necesitaremos estos ingredientes:
50 gramos de mostaza
80 ml de vinagre (puede ser de alcohol o de vino)
80 ml de agua, sal, pimienta
1 cucharada de miel (opcional para un toque dulce)
La mostaza casera puede variar en sabor y picante según el tipo de semillas y el tiempo de reposo. Si se quiere lograr un condimento suave, se debe acortar el tiempo de reposo o usar más vinagre
- Moler las semillas: para comenzar, se deben moler las semillas de mostaza en un mortero o en un molinillo de especias. Se pueden dejar algunas semillas enteras para una textura más rústica.
- Mezclar ingredientes: en un tazón, se combinan las semillas molidas con el vinagre, el agua, la sal y la miel. Se mezcla bien hasta obtener una pasta homogénea.
- Reposar: se tapa el tazón y se deja reposar la mezcla en un lugar fresco durante al menos 24 horas. Esto permitirá que los sabores se integren y que la mostaza adquiera un sabor más profundo.
- Ajustar la textura: después del reposo se puede verifica la consistencia. Si está demasiado espesa, se puede añadir un poco más de agua o vinagre hasta lograr la textura deseada.
- Almacenar: se traspasa la mostaza a un frasco limpio y hermético para conservarla en la heladera por varias semanas.
Hay plantas que son un desafío gratificante ya que no sólo aportan variedad y color a la huerta o a un cantero, sino que también enriquecen tu cocina con sabores frescos y únicos.
Es el caso de la mostaza, una planta que perteneciente a la familia de las Brassicaceae, es muy fácil de cultivar y se adapta bien a diferentes climas. Tiene la particularidad de que se pueden consumir tanto sus hojas como las semillas y las flores y también tiene algunas aplicaciones medicinales como aliviar dolores musculares e hinchazón.
Las hojas tiernas y crujientes se pueden utilizar en ensaladas y las semillas se transforman en un delicioso condimento
La mostaza se adapta muy bien a jardines y también se puede cultivar en espacios reducidos como macetas en terrazas o balcones
Además de útiles en la cocina, las plantas de mostaza son muy decorativas. Las adultas pueden alcanzar entre 70 centímetros y un metro de altura. Sus flores amarillas son muy llamativas y de ellas obtendremos los frutos para preparar el clásico aderezo a base de mostaza.
Para comenzar, es fundamental elegir la variedad adecuada. Existen tres: mostaza blanca (Sinapis alba), mostaza negra (Sinapis nigra) y Brassica juncea ‘Red Giant’, de hojas grandes y tiernas, ideal para el consumo.
¿Cómo se cultiva la mostaza?
La mostaza se siembra en marzo en almácigos o en el lugar definitivo. En ambos casos se debe utilizar un sustrato rico en materia orgánica, esponjoso y con buen drenaje. Si las semillas son de calidad y tienen buen poder germinativo, a los 6 u 8 días de la siembra ya estarán brotando.
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Las hojas de mostaza pueden cortarse para consumir alrededor de un mes después de su plantación
Es necesario un riego inicial para mantener la humedad del suelo; luego deberán ser regulares, cuidando de evitar los excesos.
“Las hojas de mostaza pueden comenzar a consumirse un mes después de su plantación, se deben ir cortando primero las inferiores para permitir que se sigan desarrollando las de la parte superior de la planta. Siempre es conveniente dejar algunas hojas para que se complete el ciclo y así obtener los frutos”, explica Álvaro Lamas.
Si se trata de la variedad de mostaza de hoja ancha (Brassica juncea) se deben cortar las hojas con su penca desde bien abajo antes de que la planta supere los 60 o 70 centímetros, para evitar que su textura y sabor sean demasiado fuertes.
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Momento de cosechar los frutos
A medida que termina la floración comienza la formación de silicuas, pequeñas vainas que contendrán los frutos. Cuando la maduración de las vainas avanza, su color va cambiando del verde claro al castaño oscuro. Este proceso ocurre de abajo hacia arriba.
Es importante cortar las silicuas antes de que caigan naturalmente, de lo contrario los frutos caerán y perderemos una gran parte
La cosecha se realiza en primavera. Se retiran las vainas con cuidado y se colocan en un recipiente donde podamos romperlas con la mano para liberar los pequeños granos (frutos).
¿Cómo preparar el condimento de mostaza?
Para realizar un aderezo clásico necesitaremos estos ingredientes:
50 gramos de mostaza
80 ml de vinagre (puede ser de alcohol o de vino)
80 ml de agua, sal, pimienta
1 cucharada de miel (opcional para un toque dulce)
La mostaza casera puede variar en sabor y picante según el tipo de semillas y el tiempo de reposo. Si se quiere lograr un condimento suave, se debe acortar el tiempo de reposo o usar más vinagre
- Moler las semillas: para comenzar, se deben moler las semillas de mostaza en un mortero o en un molinillo de especias. Se pueden dejar algunas semillas enteras para una textura más rústica.
- Mezclar ingredientes: en un tazón, se combinan las semillas molidas con el vinagre, el agua, la sal y la miel. Se mezcla bien hasta obtener una pasta homogénea.
- Reposar: se tapa el tazón y se deja reposar la mezcla en un lugar fresco durante al menos 24 horas. Esto permitirá que los sabores se integren y que la mostaza adquiera un sabor más profundo.
- Ajustar la textura: después del reposo se puede verifica la consistencia. Si está demasiado espesa, se puede añadir un poco más de agua o vinagre hasta lograr la textura deseada.
- Almacenar: se traspasa la mostaza a un frasco limpio y hermético para conservarla en la heladera por varias semanas.
Se adapta muy bien a jardines y hasta balcones, tiene infinidad de usos y crece rápido LA NACION