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El trigo está en carrera y tomó velocidad: no conviene detenerlo

Una vez que se toma impulso en una carrera es mejor no frenar el envión. Esto vale para el deporte como para la agricultura. El trigo, uno de los principales cultivos del país, ofrece una oportunidad para impulsar esta idea.

Decreto de Milei: apoyos y dudas en un cliente estratégico del Banco Nación por la decisión del Gobierno de convertirlo en SA

La campaña agrícola 2024/25 del cereal, la primera íntegramente realizada bajo la administración Milei, arrojó cifras interesantes. Según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la cosecha tuvo un aumento de 23,2% respecto del ciclo anterior al alcanzar los 18,6 millones de toneladas. Esa cifra, a su vez, fue un 8,8% más elevada del promedio de las últimas cinco campañas. El área sembrada creció un 7% en comparación con el ciclo 2023/24 y alcanzó los 6,3 millones de hectáreas. La entidad, en su informe de final de ciclo, destacó que se sumaron 100.000 hectáreas respecto de la previsión inicial por la mejora de precios y las precipitaciones otoñales.

Esta mejora de la producción tiene su correlato en el aporte económico del complejo triguero, estimado en US$2860 millones, un 26% más que el año pasado, de acuerdo con la información de la Bolsa de Cereales.

Aunque hubo factores climáticos y de mercado que contribuyeron al crecimiento del trigo hay otra razón que permitió darle impulso al cereal: el Gobierno eliminó las barreras para exportar al derogar la fórmula de “volúmenes de equilibrio” por los cuales, desde el Estado, se fijaba en los hechos un cupo de exportación que distorsionaba la fijación de precios. Esta política fue heredera directa de la que impuso Guillermo Moreno en 2007 cuando manejaba la Secretaría de Comercio, al ordenarles a los exportadores que paguen un precio máximo al trigo. Ya pocos recuerdan que esa intervención fue anterior a la de la 125, por las retenciones móviles y llevó a que en la Argentina se planteara la necesidad de importar trigo.

Finalmente, se demuestra que el levantamiento de las restricciones a las exportaciones no provoca la escasez del cereal en el mercado interno.

Pero así como la administración Milei dio un paso positivo al asegurar la no intervención en el mercado, estuvo a punto de pegarse un tiro en el pie cuando a poco de asumir le propuso al Congreso incrementar los Derechos de Exportación (DEX) al cereal en tres puntos porcentuales. La oposición en el Congreso lo hizo entrar en razones.

Ahora se abre un nuevo escenario. El Gobierno dispuso la reducción temporal de los DEX para el trigo de 12% a 9,5%. Será hasta el 30 de junio. En la cadena ya surgieron voces que alertan sobre la necesidad de no volver a incrementar la alícuota y van un paso más allá: directamente piden eliminarla. Esto fue lo que hizo la Mesa Nacional del Trigo que se reunió la semana pasada en Leones al celebrarse la Fiesta Nacional del Trigo. “La baja de retenciones debe continuar y no ser temporaria”, expresaron en el documento y enfatizaron que “sería necesario que fuera por ley”.

Entidades agropecuarias y organizaciones que participaron en la 11º Mesa Nacional de Trigo, realizada en la Ciudad de Leones

En el acta, introdujeron un concepto que no tiene una discusión amplia entre los economistas: “el equilibrio fiscal real es sin retenciones”. En otras palabras, cuando el Gobierno se ufana de haber alcanzado el superávit no menciona que en parte lo logra con un tributo que es claramente distorsivo como los DEX. Claro que también dice está en contra de este impuesto, pero a la hora de eliminarlo se muestra reticente a hacerlo.

El presidente de Coninagro, Lucas Magnano, presente en Leones, felicitó al Gobierno por la reducción y señaló que “una excelente señal de incentivo a la siembra sería eliminarlas [por las retenciones] definitivamente”. Además, recordó, “No es una gran suma, son alrededor de 200 millones de dólares que el productor, sin duda, compensaría en volumen e inversión hacia adelante, lo cual sería algo perfectamente realizable”. La cadena triguera tiene evidencias suficientes para demostrar que cuando se eliminan los DEX y las trabas al comercio se incrementa la producción. Eso, a su vez, mejora el aporte de la actividad a la economía, que incluye el incremento en el pago de tributos, con lo cual podría más que compensar la caída de ingresos fiscales por la eliminación de retenciones. Un verdadero círculo virtuoso.

Además, la Mesa Nacional del Trigo elaboró una verdadera hoja de ruta para impulsar una clara mejora de la competitividad del cereal, con temas que van desde la comercialización, la transparencia de mercado, el apoyo a la investigación, la sustentabilidad y las medidas de calidad y segregación, entre otras.

Si la Argentina ya comenzó a correr la carrera del trigo sería bueno que no se frene el impulso.

Una vez que se toma impulso en una carrera es mejor no frenar el envión. Esto vale para el deporte como para la agricultura. El trigo, uno de los principales cultivos del país, ofrece una oportunidad para impulsar esta idea.

Decreto de Milei: apoyos y dudas en un cliente estratégico del Banco Nación por la decisión del Gobierno de convertirlo en SA

La campaña agrícola 2024/25 del cereal, la primera íntegramente realizada bajo la administración Milei, arrojó cifras interesantes. Según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la cosecha tuvo un aumento de 23,2% respecto del ciclo anterior al alcanzar los 18,6 millones de toneladas. Esa cifra, a su vez, fue un 8,8% más elevada del promedio de las últimas cinco campañas. El área sembrada creció un 7% en comparación con el ciclo 2023/24 y alcanzó los 6,3 millones de hectáreas. La entidad, en su informe de final de ciclo, destacó que se sumaron 100.000 hectáreas respecto de la previsión inicial por la mejora de precios y las precipitaciones otoñales.

Esta mejora de la producción tiene su correlato en el aporte económico del complejo triguero, estimado en US$2860 millones, un 26% más que el año pasado, de acuerdo con la información de la Bolsa de Cereales.

Aunque hubo factores climáticos y de mercado que contribuyeron al crecimiento del trigo hay otra razón que permitió darle impulso al cereal: el Gobierno eliminó las barreras para exportar al derogar la fórmula de “volúmenes de equilibrio” por los cuales, desde el Estado, se fijaba en los hechos un cupo de exportación que distorsionaba la fijación de precios. Esta política fue heredera directa de la que impuso Guillermo Moreno en 2007 cuando manejaba la Secretaría de Comercio, al ordenarles a los exportadores que paguen un precio máximo al trigo. Ya pocos recuerdan que esa intervención fue anterior a la de la 125, por las retenciones móviles y llevó a que en la Argentina se planteara la necesidad de importar trigo.

Finalmente, se demuestra que el levantamiento de las restricciones a las exportaciones no provoca la escasez del cereal en el mercado interno.

Pero así como la administración Milei dio un paso positivo al asegurar la no intervención en el mercado, estuvo a punto de pegarse un tiro en el pie cuando a poco de asumir le propuso al Congreso incrementar los Derechos de Exportación (DEX) al cereal en tres puntos porcentuales. La oposición en el Congreso lo hizo entrar en razones.

Ahora se abre un nuevo escenario. El Gobierno dispuso la reducción temporal de los DEX para el trigo de 12% a 9,5%. Será hasta el 30 de junio. En la cadena ya surgieron voces que alertan sobre la necesidad de no volver a incrementar la alícuota y van un paso más allá: directamente piden eliminarla. Esto fue lo que hizo la Mesa Nacional del Trigo que se reunió la semana pasada en Leones al celebrarse la Fiesta Nacional del Trigo. “La baja de retenciones debe continuar y no ser temporaria”, expresaron en el documento y enfatizaron que “sería necesario que fuera por ley”.

Entidades agropecuarias y organizaciones que participaron en la 11º Mesa Nacional de Trigo, realizada en la Ciudad de Leones

En el acta, introdujeron un concepto que no tiene una discusión amplia entre los economistas: “el equilibrio fiscal real es sin retenciones”. En otras palabras, cuando el Gobierno se ufana de haber alcanzado el superávit no menciona que en parte lo logra con un tributo que es claramente distorsivo como los DEX. Claro que también dice está en contra de este impuesto, pero a la hora de eliminarlo se muestra reticente a hacerlo.

El presidente de Coninagro, Lucas Magnano, presente en Leones, felicitó al Gobierno por la reducción y señaló que “una excelente señal de incentivo a la siembra sería eliminarlas [por las retenciones] definitivamente”. Además, recordó, “No es una gran suma, son alrededor de 200 millones de dólares que el productor, sin duda, compensaría en volumen e inversión hacia adelante, lo cual sería algo perfectamente realizable”. La cadena triguera tiene evidencias suficientes para demostrar que cuando se eliminan los DEX y las trabas al comercio se incrementa la producción. Eso, a su vez, mejora el aporte de la actividad a la economía, que incluye el incremento en el pago de tributos, con lo cual podría más que compensar la caída de ingresos fiscales por la eliminación de retenciones. Un verdadero círculo virtuoso.

Además, la Mesa Nacional del Trigo elaboró una verdadera hoja de ruta para impulsar una clara mejora de la competitividad del cereal, con temas que van desde la comercialización, la transparencia de mercado, el apoyo a la investigación, la sustentabilidad y las medidas de calidad y segregación, entre otras.

Si la Argentina ya comenzó a correr la carrera del trigo sería bueno que no se frene el impulso.

 Tras la buena campaña 2024/25, la cadena del cereal pide que la baja de retenciones no sea transitoria y que se apunte a la eliminación  LA NACION

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