Murió el adolescente que disparó y mató a su padre en un country de Berazategui
Tras dos días de internación, este martes murió el adolescente de 14 años que el domingo mató a su padre a tiros e hirió a su madre y a su hermana en un violento episodio ocurrido en el country Fincas de Hudson, ubicado en el municipio bonaerense de Berazategui. El chico, que intentó suicidarse tras el ataque a su familia, permanecía en terapia intensiva en el Instituto Argentino de Diagnóstico, ubicado en el centro porteño.
Fuentes de la investigación confirmaron a LA NACION que el joven se encontraba en grave estado, con “muerte cerebral”. Tras confirmarse su fallecimiento, se efectuó la ablación de órganos por parte del Incucai bajo actuaciones labradas en la comisaría vecinal 2.ª B de Policía de la Ciudad.
Según indicó el medio Hecho en Quilmes, la Vicaría de Educación de la Diócesis de Quilmes comunicó “con profundo dolor” el fallecimiento porque el joven era estudiante del Instituto Manuel Belgrano de Berazategui, dependiente del obispado. “Los obispos de Quilmes Carlos Tissera y Eduardo Redondo, y los miembros de la Vicaría de Educación, se unen al dolor de la familia, de sus amigos y de toda comunidad educativa en este momento particular de dolor. E invitan a la diócesis a unirse en la oración por su descanso en paz”, informaron desde la Diócesis.
El drama familiar se desató este 1.º de diciembre cuando el joven, en circunstancias que aún se investigan, tomó un arma y comenzó a disparar a sus familiares. Los estruendos alertaron a la comunidad y, tras un llamado al 911 desde la cabina de seguridad del barrio cerrado, agentes de la policía bonaerense se trasladaron hasta el complejo situado en la Calle 137 sin número, donde encontraron a un hombre muerto y a una mujer gravemente herida en la casa ubicada en el lote K20.
Como contó LA NACION, en la planta baja yacía el cuerpo del padre de la familia, identificado como Ramiro Rotelo, que presentaba una herida de bala en el pecho con orificio de salida por la espalda. En tanto, en la planta superior estaba el chico de 14 años: tenía un impacto en el lado derecho de la cabeza y presentaba signos vitales débiles por lo que fue trasladado inicialmente al hospital de Berazategui.
Luego los efectivos vieron que en la vereda de enfrente de la casa donde ocurrió el ataque estaba Ruth Aida Caridad Semeszczuk, madre del atacante y esposa de Rotelo. La mujer, que se desempeña como médica forense en el Poder Judicial de la Nación, tenía un disparo en el abdomen y también debió ser trasladada de urgencia a un centro de salud.
En tanto, la cuarta integrante del grupo familiar, una niña de ocho años, fue rozada por una bala a la altura del abdomen. La pequeña estaba en la casa de unos vecinos, quienes la asistieron al ver que estaba herida. Si bien fue trasladada al hospital local, enseguida confirmaron que estaba fuera de peligro. Fue ella justamente quien ratificó ante los investigadores que el autor de los disparos había sido su hermano mayor.
Tras dos días de internación, este martes murió el adolescente de 14 años que el domingo mató a su padre a tiros e hirió a su madre y a su hermana en un violento episodio ocurrido en el country Fincas de Hudson, ubicado en el municipio bonaerense de Berazategui. El chico, que intentó suicidarse tras el ataque a su familia, permanecía en terapia intensiva en el Instituto Argentino de Diagnóstico, ubicado en el centro porteño.
Fuentes de la investigación confirmaron a LA NACION que el joven se encontraba en grave estado, con “muerte cerebral”. Tras confirmarse su fallecimiento, se efectuó la ablación de órganos por parte del Incucai bajo actuaciones labradas en la comisaría vecinal 2.ª B de Policía de la Ciudad.
Según indicó el medio Hecho en Quilmes, la Vicaría de Educación de la Diócesis de Quilmes comunicó “con profundo dolor” el fallecimiento porque el joven era estudiante del Instituto Manuel Belgrano de Berazategui, dependiente del obispado. “Los obispos de Quilmes Carlos Tissera y Eduardo Redondo, y los miembros de la Vicaría de Educación, se unen al dolor de la familia, de sus amigos y de toda comunidad educativa en este momento particular de dolor. E invitan a la diócesis a unirse en la oración por su descanso en paz”, informaron desde la Diócesis.
El drama familiar se desató este 1.º de diciembre cuando el joven, en circunstancias que aún se investigan, tomó un arma y comenzó a disparar a sus familiares. Los estruendos alertaron a la comunidad y, tras un llamado al 911 desde la cabina de seguridad del barrio cerrado, agentes de la policía bonaerense se trasladaron hasta el complejo situado en la Calle 137 sin número, donde encontraron a un hombre muerto y a una mujer gravemente herida en la casa ubicada en el lote K20.
Como contó LA NACION, en la planta baja yacía el cuerpo del padre de la familia, identificado como Ramiro Rotelo, que presentaba una herida de bala en el pecho con orificio de salida por la espalda. En tanto, en la planta superior estaba el chico de 14 años: tenía un impacto en el lado derecho de la cabeza y presentaba signos vitales débiles por lo que fue trasladado inicialmente al hospital de Berazategui.
Luego los efectivos vieron que en la vereda de enfrente de la casa donde ocurrió el ataque estaba Ruth Aida Caridad Semeszczuk, madre del atacante y esposa de Rotelo. La mujer, que se desempeña como médica forense en el Poder Judicial de la Nación, tenía un disparo en el abdomen y también debió ser trasladada de urgencia a un centro de salud.
En tanto, la cuarta integrante del grupo familiar, una niña de ocho años, fue rozada por una bala a la altura del abdomen. La pequeña estaba en la casa de unos vecinos, quienes la asistieron al ver que estaba herida. Si bien fue trasladada al hospital local, enseguida confirmaron que estaba fuera de peligro. Fue ella justamente quien ratificó ante los investigadores que el autor de los disparos había sido su hermano mayor.
El chico, de 14 años, estaba internado en el Instituto del Diagnóstico de la ciudad de Buenos Aires desde el domingo, día en que atacó a su familia y luego se disparó; sus órganos fueron donados LA NACION