Diputados | Martín Menem se encamina a ser reelecto, pero con reproches y ausencias en los bloques
En un clima tenso y enrarecido, Martín Menem se encamina a ser reelecto como presidente de la Cámara de Diputados. El principal bloque opositor, Unión por la Patria, amenaza con no dar quorum o bien abstenerse a la hora de votar su continuidad al frente del cuerpo, molesto por el manejo administrativo y político que hizo el riojano a lo largo de su primer año de gestión. El resto de las bancadas, por el contrario, aseguraron su presencia.
El bloque que conduce Germán Martínez se reunirá poco antes de la sesión preparatoria para tomar la decisión final. “Tenemos tres posibilidades: no dar quorum; bajar al recinto y votar por la abstención o avalar su reelección. Esta última posibilidad es muy difícil que suceda”, deslizó un encumbrado miembro de la bancada tras una primera reunión, anoche, en el despacho de Martínez.
Las restantes bancadas opositoras, si bien comparten por lo bajo varios de los reproches a la gestión de Menem, adelantaron que avalarán su continuidad; esto aseguraría el quorum en el recinto. El riojano, cuyo mandato vence el 10 de este mes, está ubicado tercero en la línea de sucesión presidencial, por lo que el rechazo a su postulación sería visto como un tiro directo a la línea de flotación del Gobierno.
Anoche, los principales jefes de bloque se reunieron en el despacho de Menem. Hasta allí se dirigió Eduardo “Lule” Menem, adláter de Karina Milei. Desde la Casa Rosada ya suenan las advertencias. “No hay razón válida para que Menem no sea reelegido; cualquier otra cosa sería un golpe institucional”, aseguró una importante voz del Poder Ejecutivo al ser consultado por LA NACION.
Más allá de lo que suceda en la sesión preparatoria de esta tarde, lo cierto es que la reelección de Menem no será por unanimidad. Uno de los escenarios plausibles es que el recinto luzca raleado por las ausencias a la hora de la votación y que el riojano reciba tantos avales como abstenciones; una situación que horadaría su legitimidad y su fortaleza política al frente del cuerpo, interpretan los más críticos de su gestión.
La otra posibilidad es que, por falta de acuerdo entre los bloques –anoche también estaba muy discutido quiénes ocuparán las tres vicepresidencias del cuerpo- la sesión quede trunca. Este es el escenario menos probable aunque no sería la primera vez que suceda. En efecto, en 2022 la entonces presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, no pudo ser reelegida tras haber suspendido la designación de cuatro representantes del cuerpo al Consejo de la Magistratura, lo que desató la furia de los opositores de Juntos por el Cambio.
No obstante, la diputada massista continuó en el cargo ya que el reglamento de la Cámara establece que si, vencidos los mandatos, las autoridades del cuerpo no son reemplazados, éstos continuarán en el desempeño de sus funciones hasta la convocatoria a una nueva sesión. Esto podría suceder con Menem en el caso de que la sesión preparatoria de mañana fracase.
El malestar de bloque de Unión por la Patria con la gestión de Menem se remonta desde hace meses; la sesión preparatoria es la oportunidad que aprovechan para pasarle viejas facturas.
Las recriminaciones provienen de distintos bloques, aunque es en el kirchnerismo donde se escuchan más fuerte pese al guiño que le hizo el oficialismo la semana pasada al contribuir, con ocho ausencias propias, que se frustrara la sesión sobre “ficha limpia”, iniciativa que de convertirse en ley complicaría las posibilidades de Cristina Kirchner de competir como candidata a diputada nacional.
Pese al gesto, los peronistas no olvidan. “Nos ninguneó a lo largo de todo el año. Nos restó la representación que nos correspondía en las comisiones, nos gasearon en la movilización contra la Ley Bases, permitió que una delegación de libertarios visitara a genocidas en Ezeiza y, por si fuera poco, (José Luis) Espert clausuró la Comisión de Presupuesto. Tampoco conformaron las comisiones bicamerales. La lista es larga. No hay diálogo político, hay prepotencia”, reprochan los más molestos.
No solo la continuidad de Menem está en suspenso; también la de los actuales vicepresidentes. El radicalismo dialoguista pugna para que Julio Cobos continúe como vicepresidente segundo, cargo que la UCR disidente pretende para Mario Barletta. En el bloque Pro insisten en que les corresponde ese sitial y lo reivindican para Silvia Lospennato, actual vicepresidenta tercera.
En un clima tenso y enrarecido, Martín Menem se encamina a ser reelecto como presidente de la Cámara de Diputados. El principal bloque opositor, Unión por la Patria, amenaza con no dar quorum o bien abstenerse a la hora de votar su continuidad al frente del cuerpo, molesto por el manejo administrativo y político que hizo el riojano a lo largo de su primer año de gestión. El resto de las bancadas, por el contrario, aseguraron su presencia.
El bloque que conduce Germán Martínez se reunirá poco antes de la sesión preparatoria para tomar la decisión final. “Tenemos tres posibilidades: no dar quorum; bajar al recinto y votar por la abstención o avalar su reelección. Esta última posibilidad es muy difícil que suceda”, deslizó un encumbrado miembro de la bancada tras una primera reunión, anoche, en el despacho de Martínez.
Las restantes bancadas opositoras, si bien comparten por lo bajo varios de los reproches a la gestión de Menem, adelantaron que avalarán su continuidad; esto aseguraría el quorum en el recinto. El riojano, cuyo mandato vence el 10 de este mes, está ubicado tercero en la línea de sucesión presidencial, por lo que el rechazo a su postulación sería visto como un tiro directo a la línea de flotación del Gobierno.
Anoche, los principales jefes de bloque se reunieron en el despacho de Menem. Hasta allí se dirigió Eduardo “Lule” Menem, adláter de Karina Milei. Desde la Casa Rosada ya suenan las advertencias. “No hay razón válida para que Menem no sea reelegido; cualquier otra cosa sería un golpe institucional”, aseguró una importante voz del Poder Ejecutivo al ser consultado por LA NACION.
Más allá de lo que suceda en la sesión preparatoria de esta tarde, lo cierto es que la reelección de Menem no será por unanimidad. Uno de los escenarios plausibles es que el recinto luzca raleado por las ausencias a la hora de la votación y que el riojano reciba tantos avales como abstenciones; una situación que horadaría su legitimidad y su fortaleza política al frente del cuerpo, interpretan los más críticos de su gestión.
La otra posibilidad es que, por falta de acuerdo entre los bloques –anoche también estaba muy discutido quiénes ocuparán las tres vicepresidencias del cuerpo- la sesión quede trunca. Este es el escenario menos probable aunque no sería la primera vez que suceda. En efecto, en 2022 la entonces presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, no pudo ser reelegida tras haber suspendido la designación de cuatro representantes del cuerpo al Consejo de la Magistratura, lo que desató la furia de los opositores de Juntos por el Cambio.
No obstante, la diputada massista continuó en el cargo ya que el reglamento de la Cámara establece que si, vencidos los mandatos, las autoridades del cuerpo no son reemplazados, éstos continuarán en el desempeño de sus funciones hasta la convocatoria a una nueva sesión. Esto podría suceder con Menem en el caso de que la sesión preparatoria de mañana fracase.
El malestar de bloque de Unión por la Patria con la gestión de Menem se remonta desde hace meses; la sesión preparatoria es la oportunidad que aprovechan para pasarle viejas facturas.
Las recriminaciones provienen de distintos bloques, aunque es en el kirchnerismo donde se escuchan más fuerte pese al guiño que le hizo el oficialismo la semana pasada al contribuir, con ocho ausencias propias, que se frustrara la sesión sobre “ficha limpia”, iniciativa que de convertirse en ley complicaría las posibilidades de Cristina Kirchner de competir como candidata a diputada nacional.
Pese al gesto, los peronistas no olvidan. “Nos ninguneó a lo largo de todo el año. Nos restó la representación que nos correspondía en las comisiones, nos gasearon en la movilización contra la Ley Bases, permitió que una delegación de libertarios visitara a genocidas en Ezeiza y, por si fuera poco, (José Luis) Espert clausuró la Comisión de Presupuesto. Tampoco conformaron las comisiones bicamerales. La lista es larga. No hay diálogo político, hay prepotencia”, reprochan los más molestos.
No solo la continuidad de Menem está en suspenso; también la de los actuales vicepresidentes. El radicalismo dialoguista pugna para que Julio Cobos continúe como vicepresidente segundo, cargo que la UCR disidente pretende para Mario Barletta. En el bloque Pro insisten en que les corresponde ese sitial y lo reivindican para Silvia Lospennato, actual vicepresidenta tercera.
La sesión preparatoria está convocada para las 14; el kirchnerismo podría abstenerse; el resto de las bancadas darán su aval, incluido Pro pese al malestar por la caída de la ficha limpia LA NACION