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Qué es el coping y cómo puede utilizarse para detener el estrés, según los psicólogos

El estrés es una reacción natural frente a los desafíos de la vida, pero su gestión puede marcar la diferencia entre el bienestar emocional y el desgaste mental. En este contexto, los psicólogos destacan el concepto de coping como una herramienta clave para enfrentar las situaciones que generan tensión. Este término derivado del inglés significa “hacer frente” y describe el conjunto de estrategias que las personas utilizan para afrontar los retos y problemas diarios.

El portal especializado en salud mental Uno Bravo define el coping como “las estrategias y mecanismos que las personas aplican para gestionar factores estresantes en la vida cotidiana”. Aunque el coping se relaciona estrechamente con la resiliencia, que implica adaptarse y fortalecerse tras superar adversidades, se centra en las acciones concretas y los recursos empleados para afrontar dichas situaciones.

Tipos de coping

No todas las estrategias de esta práctica tienen el mismo impacto en el bienestar. Los psicólogos diferencian dos grandes categorías: el coping adaptativo y el disfuncional. Estas categorías agrupan las diversas formas en que las personas intentan lidiar con el estrés.

Coping disfuncional:

El coping disfuncional incluye estrategias que ofrecen un alivio momentáneo, pero resultan ineficaces o perjudiciales a largo plazo. Entre las principales estrategias de este tipo se encuentran:

Evitación. Consiste en eludir las situaciones estresantes. Aunque puede reducir la ansiedad por algún tiempo, no resuelve los problemas ni permite una adaptación efectiva.Abuso de sustancias. El consumo de alcohol o drogas para aliviar el estrés puede proporcionar un alivio temporal, pero conlleva riesgos de dependencia y empeora la situación.Rumiación. Implica concentrarse en pensamientos negativos de manera repetitiva, lo cual incrementa la ansiedad y refuerza una sensación de impotencia.Qué es el coping y cómo puede utilizarse para frenar el estrés, según los psicólogos

Coping adaptativo:

El coping adaptativo, en cambio, se basa en estrategias saludables y constructivas que promueven una mejor gestión del estrés. Estas son las principales formas de coping adaptativo:

Centrado en las emociones. Busca regular las emociones asociadas a una situación estresante. Estrategias como buscar apoyo social, practicar el autocuidado o expresar emociones contribuyen a reducir el impacto emocional antes de enfrentar el problema.Centrado en el problema. Implica identificar la causa del estrés y tomar medidas concretas para resolverla. Este enfoque práctico incluye planificar, analizar las causas y poner en marcha acciones para manejar la situación de manera directa.

Cómo aplicar el coping en la vida cotidiana

Los expertos recomiendan identificar las estrategias de afrontamiento que mejor se adapten a cada situación. En momentos de estrés intenso, buscar apoyo social, practicar técnicas de relajación o hacer un deporte puede ayudar a calmar las emociones. Por otro lado, para problemas específicos, diseñar un plan de acción resulta más eficaz y ayuda a no sentir un desborde ante aquellos actos que no fueron pensados.

El coping, al igual que otras herramientas psicológicas, no es una solución única, pero ofrece una guía para gestionar el estrés de manera saludable. Los psicólogos insisten en que adoptar estrategias adaptativas puede mejorar significativamente la calidad de vida y reducir los efectos negativos del estrés en el cuerpo y la mente. Aunque siempre es recomendable acudir a un especialista en salud mental para que pueda evaluar al paciente y ayudarlo a seguir un tratamiento que más se adapte a su cuadro de estrés.

El estrés es una reacción natural frente a los desafíos de la vida, pero su gestión puede marcar la diferencia entre el bienestar emocional y el desgaste mental. En este contexto, los psicólogos destacan el concepto de coping como una herramienta clave para enfrentar las situaciones que generan tensión. Este término derivado del inglés significa “hacer frente” y describe el conjunto de estrategias que las personas utilizan para afrontar los retos y problemas diarios.

El portal especializado en salud mental Uno Bravo define el coping como “las estrategias y mecanismos que las personas aplican para gestionar factores estresantes en la vida cotidiana”. Aunque el coping se relaciona estrechamente con la resiliencia, que implica adaptarse y fortalecerse tras superar adversidades, se centra en las acciones concretas y los recursos empleados para afrontar dichas situaciones.

Tipos de coping

No todas las estrategias de esta práctica tienen el mismo impacto en el bienestar. Los psicólogos diferencian dos grandes categorías: el coping adaptativo y el disfuncional. Estas categorías agrupan las diversas formas en que las personas intentan lidiar con el estrés.

Coping disfuncional:

El coping disfuncional incluye estrategias que ofrecen un alivio momentáneo, pero resultan ineficaces o perjudiciales a largo plazo. Entre las principales estrategias de este tipo se encuentran:

Evitación. Consiste en eludir las situaciones estresantes. Aunque puede reducir la ansiedad por algún tiempo, no resuelve los problemas ni permite una adaptación efectiva.Abuso de sustancias. El consumo de alcohol o drogas para aliviar el estrés puede proporcionar un alivio temporal, pero conlleva riesgos de dependencia y empeora la situación.Rumiación. Implica concentrarse en pensamientos negativos de manera repetitiva, lo cual incrementa la ansiedad y refuerza una sensación de impotencia.Qué es el coping y cómo puede utilizarse para frenar el estrés, según los psicólogos

Coping adaptativo:

El coping adaptativo, en cambio, se basa en estrategias saludables y constructivas que promueven una mejor gestión del estrés. Estas son las principales formas de coping adaptativo:

Centrado en las emociones. Busca regular las emociones asociadas a una situación estresante. Estrategias como buscar apoyo social, practicar el autocuidado o expresar emociones contribuyen a reducir el impacto emocional antes de enfrentar el problema.Centrado en el problema. Implica identificar la causa del estrés y tomar medidas concretas para resolverla. Este enfoque práctico incluye planificar, analizar las causas y poner en marcha acciones para manejar la situación de manera directa.

Cómo aplicar el coping en la vida cotidiana

Los expertos recomiendan identificar las estrategias de afrontamiento que mejor se adapten a cada situación. En momentos de estrés intenso, buscar apoyo social, practicar técnicas de relajación o hacer un deporte puede ayudar a calmar las emociones. Por otro lado, para problemas específicos, diseñar un plan de acción resulta más eficaz y ayuda a no sentir un desborde ante aquellos actos que no fueron pensados.

El coping, al igual que otras herramientas psicológicas, no es una solución única, pero ofrece una guía para gestionar el estrés de manera saludable. Los psicólogos insisten en que adoptar estrategias adaptativas puede mejorar significativamente la calidad de vida y reducir los efectos negativos del estrés en el cuerpo y la mente. Aunque siempre es recomendable acudir a un especialista en salud mental para que pueda evaluar al paciente y ayudarlo a seguir un tratamiento que más se adapte a su cuadro de estrés.

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