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De ser la gran estrella de Disney Channel a repartir huevos y trabajar de fletero: el rostro inolvidable de la TV que está listo para volver

Quienes crecieron en la década de los 2000 seguro lo recuerdan, sobre todo, porque lo primero que hacían cuando regresaban de la escuela era prepararse la merienda y sentarse frente al televisor, sintonizar Disney Channel y deleitarse con Zapping Zone, el show en vivo que entretenía a los más chicos con series y juegos que incluían premios para la audiencia. Pero, no solo era el contenido de la señal de origen estadounidense el que ‘enganchaba’, sino también la magia que transmitían sus conductores, motivo por el que el ciclo permaneció al aire durante doce años y Dany Martins fue quien estuvo de principio a fin al frente.

Muchos lo conocen por ser el presentador del éxito televisivo; sin embargo, Dany comenzó a trabajar en TV a los 13 años con publicidades. “Yo jugaba en Argentinos Juniors con Esteban ‘Cuchu’ Cambiasso, Federico ‘El Pocho’ Insúa y también mi hermano. Cuando le tocaba a él, yo me la pasaba en la tribuna haciendo payasadas, entonces, la madre de César La Paglia le dice a mi vieja ‘¿por qué no lo llevás a hacer castings?’ Y ahí fue que me anotaron en la agencia Mabel Humer”, contó en diálogo con LA NACION.

La convocatoria era para una reconocida marca de gaseosas y tenía como consigna gritar un gol en familia. Sin imaginarlo, ese sería el primer paso de todo lo que vendría después, sin dimensionar en aquel entonces que se trataba de un trabajo. “Lo tomé como un juego hasta la etapa de Cris Morena, que fue a mis 15 años. Cris me enseñó a ser profesional y a decir ‘vos trabajás y nosotros te damos plata. Es un trabajo, es decir, una responsabilidad’. Ahí empecé a maquinar el tema del profesionalismo, pero en ese momento no tenía ni idea. Confiaban en que podía ser un buen jugador de fútbol, no jugaba mal y corrían muchas posibilidades, pero la vida me fue llevando y empecé a dedicarme a esto”, sostuvo.

De la mano de Chiquititas, ficción en la que se puso en la piel de Javier Mendoza, novio de Mili (Agustina Cherri), su popularidad escaló tan alto que la gente no lo dejaba caminar por la calle. “Fue rarísimo. Dejé de ir al shopping porque prácticamente no podía entrar y en la escuela no salía a los recreos porque me veían y me pedían autógrafos. Lo vivía con mucha vergüenza, no era algo de lo que me sentía orgulloso”, se sinceró sobre aquel gran primer éxito.

En 1996, un año después de haber interpretado a uno de los galanes de la tira juvenil, Dany hizo un solo casting para Caramelito en barra (eltrece), programa con el que Cecilia ‘Caramelito’ Carrizo divertía al público infantil junto a su grupo de bailarines, e inmediatamente lo llamaron. “En ese momento, Coco Fernández (Gerente de producción de Artear) me dice ‘vos tenés que conducir, tenés pasta de conductor’; además, fue el que me dijo que iba a hacer una parte del programa que se llamaba Caramegol”, señaló.

Y continuó: “Cuando terminé Caramelito, me llamó Martín Kweller de P&P Endemol y me dijo ‘nosotros queremos manejarte la carrera’. Firmé un contrato de cinco años y ahí hice Gemelos, con Horacio Cabak y Adolfo Castelo, donde yo era el movilero rebelde. Ahí estuve poco tiempo porque había salido otro proyecto para actuar en Los Acosta, una sitcom que tenía los guiones muy parecidos a Casados con Hijos, pero como era el año 98 no sabían si iba a funcionar en Argentina, entonces decidieron no sacarla al aire. Estaban Carla Peterson, Osvaldo Santoro, Zulma Faiad, Juan y Ana Acosta”.

Como suele ocurrir en el ambiente, Dany estuvo un año en stand-by, pero no por eso dejó de trabajar. “De los 18 a los 19 años me puse a repartir huevos y fui fletero, porque en ese momento no había nada de laburo. Esos fueron los únicos dos trabajos que tuve que no tenían nada que ver con televisión”, confió.

Cuando las grabaciones de Caramelito en barra le quitaban mucho tiempo, dejó la escuela, pero le prometió a su mamá que en algún momento la iba a terminar. “Había pasado mucho tiempo desde que yo se lo había prometido y nunca podía retomar, porque después de estar como fletero, vino Zapping Zone, que demandaba muchas horas”, rememoró. Sin embargo, lo que prometió, lo cumplió y así fue que en 2014 la terminó.

Martins nunca paró, ni antes ni después de ser el conductor estrella de Zapping Zone; tanto es así que en 2017 interpretó a Alan en la serie 011CE (Disney+), un personaje que comienza como ayudante de campo del equipo de los Halcones y luego asciende a director técnico; incluso, condujo eventos en la pandemia a través de la plataforma Zoom. “Entre las empresas con las que trabajo, hay una con las que hago eventos, como, por ejemplo, cumpleaños de 15. Cuando empezó la pandemia, me llamaron y me dijeron que íbamos a estar encerrados un tiempo y dije ‘no, estos son 15 días y arrancamos’”, contó.

A medida que pasaban los días, las restricciones seguían, por lo que decidieron reinventarse. Ahí fue que le propusieron hacer los eventos por Zoom y su respuesta fue: “¿Qué es Zoom?”; sin embargo, se adaptó rápidamente y formó parte de 350 cumpleaños virtuales.

Hoy, con sus 44 años y luego de haberse reinventado de varias maneras, se prepara para un nuevo desafío. “Tengo un proyecto que vamos a empezar a grabar en breve por Disney, pero no se puede contar”, indicó y se animó a decir la palabra “regreso” como pista. Sin lugar a dudas, Dany Martins demuestra que, a más de dos décadas de su gran debut en Disney, la relación con el canal que lo consolidó como un conductor estrella sigue intacta, pero ¿cuál es la clave para mantenerse vigente? “Mi secreto fue siempre insistir y nunca bajar los brazos. Siempre estoy atento, como proyectando el próximo trabajo”, cerró feliz.

Quienes crecieron en la década de los 2000 seguro lo recuerdan, sobre todo, porque lo primero que hacían cuando regresaban de la escuela era prepararse la merienda y sentarse frente al televisor, sintonizar Disney Channel y deleitarse con Zapping Zone, el show en vivo que entretenía a los más chicos con series y juegos que incluían premios para la audiencia. Pero, no solo era el contenido de la señal de origen estadounidense el que ‘enganchaba’, sino también la magia que transmitían sus conductores, motivo por el que el ciclo permaneció al aire durante doce años y Dany Martins fue quien estuvo de principio a fin al frente.

Muchos lo conocen por ser el presentador del éxito televisivo; sin embargo, Dany comenzó a trabajar en TV a los 13 años con publicidades. “Yo jugaba en Argentinos Juniors con Esteban ‘Cuchu’ Cambiasso, Federico ‘El Pocho’ Insúa y también mi hermano. Cuando le tocaba a él, yo me la pasaba en la tribuna haciendo payasadas, entonces, la madre de César La Paglia le dice a mi vieja ‘¿por qué no lo llevás a hacer castings?’ Y ahí fue que me anotaron en la agencia Mabel Humer”, contó en diálogo con LA NACION.

La convocatoria era para una reconocida marca de gaseosas y tenía como consigna gritar un gol en familia. Sin imaginarlo, ese sería el primer paso de todo lo que vendría después, sin dimensionar en aquel entonces que se trataba de un trabajo. “Lo tomé como un juego hasta la etapa de Cris Morena, que fue a mis 15 años. Cris me enseñó a ser profesional y a decir ‘vos trabajás y nosotros te damos plata. Es un trabajo, es decir, una responsabilidad’. Ahí empecé a maquinar el tema del profesionalismo, pero en ese momento no tenía ni idea. Confiaban en que podía ser un buen jugador de fútbol, no jugaba mal y corrían muchas posibilidades, pero la vida me fue llevando y empecé a dedicarme a esto”, sostuvo.

De la mano de Chiquititas, ficción en la que se puso en la piel de Javier Mendoza, novio de Mili (Agustina Cherri), su popularidad escaló tan alto que la gente no lo dejaba caminar por la calle. “Fue rarísimo. Dejé de ir al shopping porque prácticamente no podía entrar y en la escuela no salía a los recreos porque me veían y me pedían autógrafos. Lo vivía con mucha vergüenza, no era algo de lo que me sentía orgulloso”, se sinceró sobre aquel gran primer éxito.

En 1996, un año después de haber interpretado a uno de los galanes de la tira juvenil, Dany hizo un solo casting para Caramelito en barra (eltrece), programa con el que Cecilia ‘Caramelito’ Carrizo divertía al público infantil junto a su grupo de bailarines, e inmediatamente lo llamaron. “En ese momento, Coco Fernández (Gerente de producción de Artear) me dice ‘vos tenés que conducir, tenés pasta de conductor’; además, fue el que me dijo que iba a hacer una parte del programa que se llamaba Caramegol”, señaló.

Y continuó: “Cuando terminé Caramelito, me llamó Martín Kweller de P&P Endemol y me dijo ‘nosotros queremos manejarte la carrera’. Firmé un contrato de cinco años y ahí hice Gemelos, con Horacio Cabak y Adolfo Castelo, donde yo era el movilero rebelde. Ahí estuve poco tiempo porque había salido otro proyecto para actuar en Los Acosta, una sitcom que tenía los guiones muy parecidos a Casados con Hijos, pero como era el año 98 no sabían si iba a funcionar en Argentina, entonces decidieron no sacarla al aire. Estaban Carla Peterson, Osvaldo Santoro, Zulma Faiad, Juan y Ana Acosta”.

Como suele ocurrir en el ambiente, Dany estuvo un año en stand-by, pero no por eso dejó de trabajar. “De los 18 a los 19 años me puse a repartir huevos y fui fletero, porque en ese momento no había nada de laburo. Esos fueron los únicos dos trabajos que tuve que no tenían nada que ver con televisión”, confió.

Cuando las grabaciones de Caramelito en barra le quitaban mucho tiempo, dejó la escuela, pero le prometió a su mamá que en algún momento la iba a terminar. “Había pasado mucho tiempo desde que yo se lo había prometido y nunca podía retomar, porque después de estar como fletero, vino Zapping Zone, que demandaba muchas horas”, rememoró. Sin embargo, lo que prometió, lo cumplió y así fue que en 2014 la terminó.

Martins nunca paró, ni antes ni después de ser el conductor estrella de Zapping Zone; tanto es así que en 2017 interpretó a Alan en la serie 011CE (Disney+), un personaje que comienza como ayudante de campo del equipo de los Halcones y luego asciende a director técnico; incluso, condujo eventos en la pandemia a través de la plataforma Zoom. “Entre las empresas con las que trabajo, hay una con las que hago eventos, como, por ejemplo, cumpleaños de 15. Cuando empezó la pandemia, me llamaron y me dijeron que íbamos a estar encerrados un tiempo y dije ‘no, estos son 15 días y arrancamos’”, contó.

A medida que pasaban los días, las restricciones seguían, por lo que decidieron reinventarse. Ahí fue que le propusieron hacer los eventos por Zoom y su respuesta fue: “¿Qué es Zoom?”; sin embargo, se adaptó rápidamente y formó parte de 350 cumpleaños virtuales.

Hoy, con sus 44 años y luego de haberse reinventado de varias maneras, se prepara para un nuevo desafío. “Tengo un proyecto que vamos a empezar a grabar en breve por Disney, pero no se puede contar”, indicó y se animó a decir la palabra “regreso” como pista. Sin lugar a dudas, Dany Martins demuestra que, a más de dos décadas de su gran debut en Disney, la relación con el canal que lo consolidó como un conductor estrella sigue intacta, pero ¿cuál es la clave para mantenerse vigente? “Mi secreto fue siempre insistir y nunca bajar los brazos. Siempre estoy atento, como proyectando el próximo trabajo”, cerró feliz.

 Dany Martins desembarcó en el canal de televisión infantil cuando tenía 19 años y, desde ese momento, no paró jamás; tanto así que hasta condujo eventos por Zoom e incursionó en otros rubros; en diálogo con LA NACION reveló la clave de su éxito  LA NACION

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