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Cuáles son los árboles que nunca hay que plantar en el jardín de tu casa porque levantan el piso

Tener un jardín hermoso y bien cuidado puede ser uno de los grandes placeres de la vida. Las plantas, los árboles y las flores le dan vida y personalidad a cualquier espacio, pero hay ciertos desafíos que vienen con el mantenimiento de este espacio exterior. Uno de ellos radica en la elección correcta de los árboles que se van a plantar. Algunas especies, por muy atractivas que sean, tienen raíces invasivas que pueden causar daños significativos.

El sistema radicular de un árbol tiene una función vital: buscar agua y nutrientes para alimentarse. Algunos ejemplares de árboles, en particular, desarrollan raíces superficiales muy robustas y agresivas que se extienden horizontalmente para cumplir con esta tarea. Esto sucede especialmente cuando el suelo carece de la profundidad necesaria o si hay un acceso más fácil a nutrientes y humedad cerca de la superficie. Entonces, al encontrarse con obstáculos como veredas o cimientos, crecen con fuerza y ejercen presión hacia arriba.

De acuerdo al medio Gardening Know How, los primeros signos de que podría haber un problema con un árbol de raíces invasivas son muy claros: grietas en el suelo, baldosas desalineadas o abultamientos en el césped. También es posible notar que la superficie cerca del tronco comienza a elevarse y a deformarse. Si estos síntomas se observan, es probable que el árbol ejerza presión sobre todo lo que lo rodea.

Más allá de levantar el piso, estas plantas también pueden causar problemas serios en otras áreas. Las raíces invasivas pueden dañar cimientos de viviendas, al romper y reemplazar estructuras, así como generar problemas de humedad. Asimismo, pueden dañar tuberías subterráneas, dificultar el crecimiento de otras plantas del jardín y comprometer la seguridad de las veredas, lo que crea superficies irregulares que aumentan el riesgo de accidentes.

En estos casos, se debe tomar una serie de medidas para minimizar el impacto de las raíces invasivas. La primera recomendación es podar las que causan daños, siempre que esto no ponga en riesgo la estabilidad del árbol. Es posible también instalar barreras físicas para redirigir el crecimiento de las raíces hacia zonas donde no causen problemas. Además, si el daño es considerable, se podría considerar la opción de reemplazar el árbol por una especie menos invasiva.

¿Cuáles son los árboles que levantan el piso?

Hay ciertas especies de árboles que tienen fama de tener raíces muy agresivas, según informa la empresa australiana The Relining. Entre los principales culpables se encuentran el ficus, el sauce llorón, el plátano de sombra, el olmo y el eucalipto.

El ficus, ya sea Ficus benjamina o Ficus elastica, es muy popular en jardines y veredas por su sombra, pero sus raíces son especialmente fuertes y problemáticas. El sauce llorón por su lado tiende a buscar agua a grandes distancias, lo que causa daños importantes si se planta cerca de estructuras.

El plátano de sombra es muy utilizado en espacios públicos por su porte majestuoso, pero su crecimiento puede ser devastador para el suelo y las superficies cercanas. Los olmos también presentan raíces robustas que crecen superficialmente, y causan deformaciones. Finalmente, el eucalipto es capaz de levantar el suelo con facilidad, debido a su gran tamaño y la búsqueda constante de agua.

Si a pesar de todo se decide plantar alguno de estos árboles, es importante tomar ciertas precauciones, de acuerdo al medio especializado Tree Care Tips. Se recomienda plantarlos a una distancia considerable de estructuras como casas, caminos y veredas. Como regla general, la distancia ideal debería ser al menos igual a la altura que el árbol alcanzará al madurar.

Árboles alternativos con raíces menos problemáticas

Por otro lado, también hay opciones menos invasivas y de crecimiento más controlado que pueden ocupar el rol de estos árboles:

El árbol de Judea tiene un porte hermoso y sus raíces no suelen ser problemáticas.La magnolia ofrece una sombra agradable y flores hermosas sin los problemas de raíces invasivas.El ciruelo de jardín es ideal para jardines pequeños y aporta un toque ornamental con sus hojas de color púrpura.La acacia de Constantinopla, con su follaje delicado y hermoso, tampoco suele causar problemas con sus raíces.

Tener un jardín hermoso y bien cuidado puede ser uno de los grandes placeres de la vida. Las plantas, los árboles y las flores le dan vida y personalidad a cualquier espacio, pero hay ciertos desafíos que vienen con el mantenimiento de este espacio exterior. Uno de ellos radica en la elección correcta de los árboles que se van a plantar. Algunas especies, por muy atractivas que sean, tienen raíces invasivas que pueden causar daños significativos.

El sistema radicular de un árbol tiene una función vital: buscar agua y nutrientes para alimentarse. Algunos ejemplares de árboles, en particular, desarrollan raíces superficiales muy robustas y agresivas que se extienden horizontalmente para cumplir con esta tarea. Esto sucede especialmente cuando el suelo carece de la profundidad necesaria o si hay un acceso más fácil a nutrientes y humedad cerca de la superficie. Entonces, al encontrarse con obstáculos como veredas o cimientos, crecen con fuerza y ejercen presión hacia arriba.

De acuerdo al medio Gardening Know How, los primeros signos de que podría haber un problema con un árbol de raíces invasivas son muy claros: grietas en el suelo, baldosas desalineadas o abultamientos en el césped. También es posible notar que la superficie cerca del tronco comienza a elevarse y a deformarse. Si estos síntomas se observan, es probable que el árbol ejerza presión sobre todo lo que lo rodea.

Más allá de levantar el piso, estas plantas también pueden causar problemas serios en otras áreas. Las raíces invasivas pueden dañar cimientos de viviendas, al romper y reemplazar estructuras, así como generar problemas de humedad. Asimismo, pueden dañar tuberías subterráneas, dificultar el crecimiento de otras plantas del jardín y comprometer la seguridad de las veredas, lo que crea superficies irregulares que aumentan el riesgo de accidentes.

En estos casos, se debe tomar una serie de medidas para minimizar el impacto de las raíces invasivas. La primera recomendación es podar las que causan daños, siempre que esto no ponga en riesgo la estabilidad del árbol. Es posible también instalar barreras físicas para redirigir el crecimiento de las raíces hacia zonas donde no causen problemas. Además, si el daño es considerable, se podría considerar la opción de reemplazar el árbol por una especie menos invasiva.

¿Cuáles son los árboles que levantan el piso?

Hay ciertas especies de árboles que tienen fama de tener raíces muy agresivas, según informa la empresa australiana The Relining. Entre los principales culpables se encuentran el ficus, el sauce llorón, el plátano de sombra, el olmo y el eucalipto.

El ficus, ya sea Ficus benjamina o Ficus elastica, es muy popular en jardines y veredas por su sombra, pero sus raíces son especialmente fuertes y problemáticas. El sauce llorón por su lado tiende a buscar agua a grandes distancias, lo que causa daños importantes si se planta cerca de estructuras.

El plátano de sombra es muy utilizado en espacios públicos por su porte majestuoso, pero su crecimiento puede ser devastador para el suelo y las superficies cercanas. Los olmos también presentan raíces robustas que crecen superficialmente, y causan deformaciones. Finalmente, el eucalipto es capaz de levantar el suelo con facilidad, debido a su gran tamaño y la búsqueda constante de agua.

Si a pesar de todo se decide plantar alguno de estos árboles, es importante tomar ciertas precauciones, de acuerdo al medio especializado Tree Care Tips. Se recomienda plantarlos a una distancia considerable de estructuras como casas, caminos y veredas. Como regla general, la distancia ideal debería ser al menos igual a la altura que el árbol alcanzará al madurar.

Árboles alternativos con raíces menos problemáticas

Por otro lado, también hay opciones menos invasivas y de crecimiento más controlado que pueden ocupar el rol de estos árboles:

El árbol de Judea tiene un porte hermoso y sus raíces no suelen ser problemáticas.La magnolia ofrece una sombra agradable y flores hermosas sin los problemas de raíces invasivas.El ciruelo de jardín es ideal para jardines pequeños y aporta un toque ornamental con sus hojas de color púrpura.La acacia de Constantinopla, con su follaje delicado y hermoso, tampoco suele causar problemas con sus raíces. Algunas plantas pueden generar problemas luego de varios años debido a la forma en la que crecen; qué hay que tener en cuenta para evitar esta situación  LA NACION

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