Horizon, la epopeya trágica de la conquista del Oeste de Kevin Costner con destino de clásico que finalmente llegó a Max
Horizon, An American Saga, Chapter One (Estados Unidos/2024). Dirección: Kevin Costner. Guión: Kevin Costner y Jon Baird. Fotografía: J. Michael Muro. Música: John Debney. Edición: Miklos Wright. Elenco: Kevin Costner, Sienna Miller, Sam Worthington, Giovanni Ribisi, Jena Malone, Danny Huston, Michael Rooker, Owen Crowe Shoe. Duración: 181 minutos. Nuestra opinión: excelente.
Desde hace casi dos décadas Kevin Costner viene imaginando y construyendo en su cabeza la idea de un nuevo western. La magnitud, el vuelo, la emoción y el esplendor que apreciamos a simple vista en Horizon explican por qué le llevó tanto tiempo concretar ese sueño. Lo que Costner tuvo en su cabeza durante tanto tiempo es algo que resultará difícil de olvidar para quien la esté viendo con los ojos y el espíritu de su creador.
Tal vez Horizon no figure en los libros que registran los éxitos más grandes de la producción cinematográfica de Hollywood desde los números, las semanas en cartel o los éxitos y los fracasos cuantificados. Pero quedará tallada a fuego en la memoria de quienes todavía creen en el cine clásico. En esas narraciones poderosas que engrandecen el espíritu de descubrimiento, de asombro y de curiosidad, que queremos vivir junto a personajes ejemplares desde la dimensión del mito (porque funcionan ante nuestros ojos como héroes) y de la vida cotidiana, porque también persiguen el anhelo de una vida tranquila, con la que nos podemos identificar. La épica de la vida cotidiana.
Si Horizon tiene destino de clásico es porque Costner puso en ella toda su vida de gran actor, de notable cineasta y, por qué no, de estrella. El estreno en streaming de su primera parte (de tres horas que resultan escasas para todo lo que allí se cuenta) es uno de los grandes acontecimientos del año, tal vez el más importante de todo 2024 desde la perspectiva del cine entendido como el relato de la aventura humana más grandiosa en medio de una naturaleza majestuosa, fascinante y a la vez hostil, peligrosa, letal. (N. de la R.: tras varias postergaciones, luego del anuncio de que la plataforma Max la pondría a disposición de sus suscriptores el 9 de agosto, finalmente está disponible hoy).
Horizon es la versión actualizada de La conquista del Oeste, aquella superproducción con tres directores y un elenco multiestelar a través de la cual Hollywood quiso compilar todos los tópicos del western desde la perspectiva de un gran espectáculo visual. Seis décadas después, aquel retrato de varias generaciones de pioneros se reelabora desde la memoria, la experiencia, la búsqueda y la convicción de un artista que lleva buena parte de su vida convencido de que no hay nada más importante para él que volver a narrar esta compleja epopeya.
Quienes le reprochan a Costner la falta de momentos de acción intensa, batallas de todo tipo, persecuciones al galope o duelos al sol quizás olvidan que el western al mismo tiempo privilegia otras cuestiones. Su esencia pasa por episodios que en apariencia pueden resultar triviales, pero en realidad expresan cuestiones más trascendentes, identitarias del género: la conquista de un territorio (con las carretas llenas de recién llegados emprendiendo un largo viaje en caravana hacia el Oeste), la construcción de una comunidad, la convivencia entre nativos y recién llegados, el aprendizaje y ejercicio de ciertos oficios, el lugar que ocupan las mujeres en una tierra sin ley (que por extensión habilita y libera a los abusadores), la convivencia cotidiana con la muerte y el restablecimiento de los valores afectivos y familiares cada vez que se pierde a un padre, a un hijo o a un esposo.
Costner captura, registra y retrata esos momentos con una mirada que reconoce en plenitud la influencia del cine de John Ford, porque en el fondo Horizon no es otra cosa que el cruce entre una gran reminiscencia fordiana y la propia historia cinematográfica de Costner, en la que el western es clave. La aventura desplegada ante nuestros ojos en Silverado, las tensiones entre blancos y nativos en Danza con lobos, los avatares del héroe en Wyatt Earp (la incomprendida película de Walter Hill que tuvo a Costner como protagonista), la naturaleza y el progreso frente a frente en la magistral Pacto de justicia.
Y también está Yellowstone. Costner pasó mucho tiempo junto a Taylor Sheridan, el gran artífice de una renovada mirada, clásica y contemporánea al mismo tiempo, sobre el western, su realidad, su historia, su identidad y sus tipos humanos. De su vínculo con Sheridan, Costner llevó a Horizon la idea clave de que en cualquier momento puede aparecer frente a alguna situación límite o una decisión insoslayable el lado oscuro de las personas como algo imposible de evitar. No puede haber en este mundo una línea constante, fija y rígida que separe al bien del mal, y a veces se hace necesario ser duro y cruel con los demás para no causar daños mayores al prójimo y a sí mismo. La lucha por la tierra, el honor y la protección de los seres queridos también nos puede llevar a escenarios incómodos y situaciones desagradables.
De paso, hay que ver la gran serie documental Yellowstone 150 años (disponible en Paramount+) para entender cómo Costner se conecta con el entorno natural del western. Allí, el actor narra y también vive en primera persona la experiencia del contacto directo con un enorme e indescriptible espacio geográfico del norte de los Estados Unidos, el primer parque nacional de la historia, que mejor simboliza la idea del western como una gran aventura que transcurre sobre todo en espacios abiertos. Horizon también es el resultado de esta visión: algunas de las vastas zonas rurales de Utah elegidas por Costner para el rodaje de este primer episodio tienen una belleza indescriptible y se integran de manera perfecta a la acción.
Un elenco ejemplar en el que todos brillan (en especial la luminosa Sienna Miller) expresa desde la dimensión humana toda la esencia y la evolución del género: el pionero, el cowboy, el que está fuera de la ley, el sheriff, el indio, el colono, las mujeres y los niños forzados a sobrevivir y crecer sin sus padres. La historia muestra de entrada su naturaleza episódica sin caer en la dispersión porque jamás perdemos el hilo central, la idea fuerza que mueve y anima a toda esta compleja historia que promete (y al final hay un compilado de imágenes que lo sugiere) otros tres episodios.
Que este primer capítulo que llega al streaming en la Argentina se haya estrenado en el Festival de Cannes y el segundo haga lo propio a comienzos de septiembre en Venecia tiene sentido. Horizon inventa un nuevo formato narrativo: es una miniserie hecha con genuina y profunda identidad cinematográfica. Debería y merece verse en pantalla grande.
Todo lo que piensa Costner sobre la configuración y el destino de los Estados Unidos (la american saga invocada en el título original) se resume en las palabras que en un momento pronuncia el coronel Albert Houghton (Danny Huston), el jefe de un fuerte del Ejército que ocupa un lugar de avanzada en la conquista del nuevo territorio: “El apache cree que si llena de muertos la tierra impedirá que sigan llegando carretas que arruinarán el lugar. Pero fíjese en las carretas. Desde allí divisan todas esas tumbas y no les cambia nada. La mala suerte no es la del lugar, sino del infeliz que murió”. Horizon es la crónica de una epopeya trágica. Es también la obra definitiva de Kevin Costner. Y la película más grande del año.
Horizon, An American Saga, Chapter One (Estados Unidos/2024). Dirección: Kevin Costner. Guión: Kevin Costner y Jon Baird. Fotografía: J. Michael Muro. Música: John Debney. Edición: Miklos Wright. Elenco: Kevin Costner, Sienna Miller, Sam Worthington, Giovanni Ribisi, Jena Malone, Danny Huston, Michael Rooker, Owen Crowe Shoe. Duración: 181 minutos. Nuestra opinión: excelente.
Desde hace casi dos décadas Kevin Costner viene imaginando y construyendo en su cabeza la idea de un nuevo western. La magnitud, el vuelo, la emoción y el esplendor que apreciamos a simple vista en Horizon explican por qué le llevó tanto tiempo concretar ese sueño. Lo que Costner tuvo en su cabeza durante tanto tiempo es algo que resultará difícil de olvidar para quien la esté viendo con los ojos y el espíritu de su creador.
Tal vez Horizon no figure en los libros que registran los éxitos más grandes de la producción cinematográfica de Hollywood desde los números, las semanas en cartel o los éxitos y los fracasos cuantificados. Pero quedará tallada a fuego en la memoria de quienes todavía creen en el cine clásico. En esas narraciones poderosas que engrandecen el espíritu de descubrimiento, de asombro y de curiosidad, que queremos vivir junto a personajes ejemplares desde la dimensión del mito (porque funcionan ante nuestros ojos como héroes) y de la vida cotidiana, porque también persiguen el anhelo de una vida tranquila, con la que nos podemos identificar. La épica de la vida cotidiana.
Si Horizon tiene destino de clásico es porque Costner puso en ella toda su vida de gran actor, de notable cineasta y, por qué no, de estrella. El estreno en streaming de su primera parte (de tres horas que resultan escasas para todo lo que allí se cuenta) es uno de los grandes acontecimientos del año, tal vez el más importante de todo 2024 desde la perspectiva del cine entendido como el relato de la aventura humana más grandiosa en medio de una naturaleza majestuosa, fascinante y a la vez hostil, peligrosa, letal. (N. de la R.: tras varias postergaciones, luego del anuncio de que la plataforma Max la pondría a disposición de sus suscriptores el 9 de agosto, finalmente está disponible hoy).
Horizon es la versión actualizada de La conquista del Oeste, aquella superproducción con tres directores y un elenco multiestelar a través de la cual Hollywood quiso compilar todos los tópicos del western desde la perspectiva de un gran espectáculo visual. Seis décadas después, aquel retrato de varias generaciones de pioneros se reelabora desde la memoria, la experiencia, la búsqueda y la convicción de un artista que lleva buena parte de su vida convencido de que no hay nada más importante para él que volver a narrar esta compleja epopeya.
Quienes le reprochan a Costner la falta de momentos de acción intensa, batallas de todo tipo, persecuciones al galope o duelos al sol quizás olvidan que el western al mismo tiempo privilegia otras cuestiones. Su esencia pasa por episodios que en apariencia pueden resultar triviales, pero en realidad expresan cuestiones más trascendentes, identitarias del género: la conquista de un territorio (con las carretas llenas de recién llegados emprendiendo un largo viaje en caravana hacia el Oeste), la construcción de una comunidad, la convivencia entre nativos y recién llegados, el aprendizaje y ejercicio de ciertos oficios, el lugar que ocupan las mujeres en una tierra sin ley (que por extensión habilita y libera a los abusadores), la convivencia cotidiana con la muerte y el restablecimiento de los valores afectivos y familiares cada vez que se pierde a un padre, a un hijo o a un esposo.
Costner captura, registra y retrata esos momentos con una mirada que reconoce en plenitud la influencia del cine de John Ford, porque en el fondo Horizon no es otra cosa que el cruce entre una gran reminiscencia fordiana y la propia historia cinematográfica de Costner, en la que el western es clave. La aventura desplegada ante nuestros ojos en Silverado, las tensiones entre blancos y nativos en Danza con lobos, los avatares del héroe en Wyatt Earp (la incomprendida película de Walter Hill que tuvo a Costner como protagonista), la naturaleza y el progreso frente a frente en la magistral Pacto de justicia.
Y también está Yellowstone. Costner pasó mucho tiempo junto a Taylor Sheridan, el gran artífice de una renovada mirada, clásica y contemporánea al mismo tiempo, sobre el western, su realidad, su historia, su identidad y sus tipos humanos. De su vínculo con Sheridan, Costner llevó a Horizon la idea clave de que en cualquier momento puede aparecer frente a alguna situación límite o una decisión insoslayable el lado oscuro de las personas como algo imposible de evitar. No puede haber en este mundo una línea constante, fija y rígida que separe al bien del mal, y a veces se hace necesario ser duro y cruel con los demás para no causar daños mayores al prójimo y a sí mismo. La lucha por la tierra, el honor y la protección de los seres queridos también nos puede llevar a escenarios incómodos y situaciones desagradables.
De paso, hay que ver la gran serie documental Yellowstone 150 años (disponible en Paramount+) para entender cómo Costner se conecta con el entorno natural del western. Allí, el actor narra y también vive en primera persona la experiencia del contacto directo con un enorme e indescriptible espacio geográfico del norte de los Estados Unidos, el primer parque nacional de la historia, que mejor simboliza la idea del western como una gran aventura que transcurre sobre todo en espacios abiertos. Horizon también es el resultado de esta visión: algunas de las vastas zonas rurales de Utah elegidas por Costner para el rodaje de este primer episodio tienen una belleza indescriptible y se integran de manera perfecta a la acción.
Un elenco ejemplar en el que todos brillan (en especial la luminosa Sienna Miller) expresa desde la dimensión humana toda la esencia y la evolución del género: el pionero, el cowboy, el que está fuera de la ley, el sheriff, el indio, el colono, las mujeres y los niños forzados a sobrevivir y crecer sin sus padres. La historia muestra de entrada su naturaleza episódica sin caer en la dispersión porque jamás perdemos el hilo central, la idea fuerza que mueve y anima a toda esta compleja historia que promete (y al final hay un compilado de imágenes que lo sugiere) otros tres episodios.
Que este primer capítulo que llega al streaming en la Argentina se haya estrenado en el Festival de Cannes y el segundo haga lo propio a comienzos de septiembre en Venecia tiene sentido. Horizon inventa un nuevo formato narrativo: es una miniserie hecha con genuina y profunda identidad cinematográfica. Debería y merece verse en pantalla grande.
Todo lo que piensa Costner sobre la configuración y el destino de los Estados Unidos (la american saga invocada en el título original) se resume en las palabras que en un momento pronuncia el coronel Albert Houghton (Danny Huston), el jefe de un fuerte del Ejército que ocupa un lugar de avanzada en la conquista del nuevo territorio: “El apache cree que si llena de muertos la tierra impedirá que sigan llegando carretas que arruinarán el lugar. Pero fíjese en las carretas. Desde allí divisan todas esas tumbas y no les cambia nada. La mala suerte no es la del lugar, sino del infeliz que murió”. Horizon es la crónica de una epopeya trágica. Es también la obra definitiva de Kevin Costner. Y la película más grande del año.
Costner escribió, produjo, dirigió y protagonizó la obra de su vida, un ambicioso fresco que recupera la mejor esencia del western; tras varias postergaciones de Max, la plataforma la puso hoy a disposición de sus suscriptores LA NACION