En Miami-Dade, 900 familias tienen hasta mayo de 2025 para mudarse o serán desalojadas: “Pagaron la casa”
El futuro de 900 familias en el parque de casas móviles Lil’ Abner, ubicado en Sweetwater, Miami-Dade, se torna cada vez más incierto. La administración del terreno anunció su cierre definitivo para mayo de 2025, un hecho que obliga a los residentes a buscar nuevas alternativas habitacionales en un contexto marcado por el aumento sostenido de los alquileres.
El Urban Group, responsable de la gestión del parque, ofreció un paquete de incentivos financieros a las familias que decidan desocupar sus viviendas antes del plazo final. Este contempla hasta US$14.000 para quienes se muden antes de enero de 2025, pero el monto desciende a US$7000 si lo hacen antes del 31 de marzo y a US$3000 si se retiran en abril. Sin embargo, para muchos vecinos, estas cifras son insuficientes frente a los altos costos de reubicación en una de las zonas más caras de Florida.
Sergio Zamora, residente del parque por más de tres décadas, expresó su indignación: “Pagaron la casa para que les digan que ya no tienen un lugar donde vivir. Imagínense decir que son dueños de una propiedad y que alguien les diga que no. Los US$14.000 no es un pago inicial para nada”.
Como informó WPLG Local 10, Zamora no es el único que considera inadecuado el incentivo. Otros vecinos señalaron que, en ausencia de opciones asequibles, algunos se verán obligados a vivir en vehículos o enfrentar la posibilidad de quedar sin techo.
Qué pasará con el parque que cierra
La estratégica ubicación del parque, cercano a universidades, centros comerciales y hospitales, hace que sea un objetivo atractivo para proyectos inmobiliarios de mayor valor. Según los planes de la administración, el terreno será destinado a la construcción de viviendas asequibles, un centro comunitario y servicios de salud.
Aunque el Urban Group asegura que su oferta supera los requisitos legales en Florida, los residentes destacan que no tienen alternativas reales en el mercado local. La comunidad comenzó a exigir mayores garantías y apoyo gubernamental para reducir el impacto del desalojo.
José “Pepe” Díaz, alcalde de Sweetwater, aseguró que su administración trabaja en la búsqueda de financiamiento adicional y posibles extensiones del plazo. En un comunicado, Díaz dijo que están comprometidos en encontrar soluciones para las familias afectadas y minimizar los impactos de esta situación.
Vivienda asequible, un problema cada vez peor
El caso de Lil’ Abner pone en evidencia la crisis de vivienda en Miami-Dade. La falta de opciones asequibles, sumada al alza descontrolada de los alquileres, generó una presión constante sobre familias de bajos ingresos. Mientras las autoridades buscan alternativas para los residentes del parque, muchos enfrentan un panorama de incertidumbre que refleja una problemática mayor: el acceso desigual a una vivienda digna en una de las regiones más costosas del país.
El cierre de Lil’ Abner desplaza a cientos de familias y marca la urgencia de implementar políticas públicas que prioricen soluciones habitacionales sostenibles y asequibles para las comunidades más vulnerables.
El futuro de 900 familias en el parque de casas móviles Lil’ Abner, ubicado en Sweetwater, Miami-Dade, se torna cada vez más incierto. La administración del terreno anunció su cierre definitivo para mayo de 2025, un hecho que obliga a los residentes a buscar nuevas alternativas habitacionales en un contexto marcado por el aumento sostenido de los alquileres.
El Urban Group, responsable de la gestión del parque, ofreció un paquete de incentivos financieros a las familias que decidan desocupar sus viviendas antes del plazo final. Este contempla hasta US$14.000 para quienes se muden antes de enero de 2025, pero el monto desciende a US$7000 si lo hacen antes del 31 de marzo y a US$3000 si se retiran en abril. Sin embargo, para muchos vecinos, estas cifras son insuficientes frente a los altos costos de reubicación en una de las zonas más caras de Florida.
Sergio Zamora, residente del parque por más de tres décadas, expresó su indignación: “Pagaron la casa para que les digan que ya no tienen un lugar donde vivir. Imagínense decir que son dueños de una propiedad y que alguien les diga que no. Los US$14.000 no es un pago inicial para nada”.
Como informó WPLG Local 10, Zamora no es el único que considera inadecuado el incentivo. Otros vecinos señalaron que, en ausencia de opciones asequibles, algunos se verán obligados a vivir en vehículos o enfrentar la posibilidad de quedar sin techo.
Qué pasará con el parque que cierra
La estratégica ubicación del parque, cercano a universidades, centros comerciales y hospitales, hace que sea un objetivo atractivo para proyectos inmobiliarios de mayor valor. Según los planes de la administración, el terreno será destinado a la construcción de viviendas asequibles, un centro comunitario y servicios de salud.
Aunque el Urban Group asegura que su oferta supera los requisitos legales en Florida, los residentes destacan que no tienen alternativas reales en el mercado local. La comunidad comenzó a exigir mayores garantías y apoyo gubernamental para reducir el impacto del desalojo.
José “Pepe” Díaz, alcalde de Sweetwater, aseguró que su administración trabaja en la búsqueda de financiamiento adicional y posibles extensiones del plazo. En un comunicado, Díaz dijo que están comprometidos en encontrar soluciones para las familias afectadas y minimizar los impactos de esta situación.
Vivienda asequible, un problema cada vez peor
El caso de Lil’ Abner pone en evidencia la crisis de vivienda en Miami-Dade. La falta de opciones asequibles, sumada al alza descontrolada de los alquileres, generó una presión constante sobre familias de bajos ingresos. Mientras las autoridades buscan alternativas para los residentes del parque, muchos enfrentan un panorama de incertidumbre que refleja una problemática mayor: el acceso desigual a una vivienda digna en una de las regiones más costosas del país.
El cierre de Lil’ Abner desplaza a cientos de familias y marca la urgencia de implementar políticas públicas que prioricen soluciones habitacionales sostenibles y asequibles para las comunidades más vulnerables.
En Sweetwater, Miami-Dade, 900 familias del parque Lil’ Abner enfrentan un desalojo para mayo de 2025. Con la crisis de alquileres en Florida, los residentes luchan por encontrar opciones asequibles, mientras reciben incentivos financieros insuficientes para la reubicación. ¡Conoce los detalles! LA NACION