Milei-Macri: escenas tóxicas de un noviazgo ¿en crisis?
Mauricio Macri coquetea, cada vez con mayor frecuencia, con la idea de que el PRO compita el año que viene en soledad, sin cerrar una alianza electoral con La Libertad Avanza (LLA). Quienes lo frecuentan y lo conocen, lo mencionan como un hecho novedoso.
Del otro lado, en Casa Rosada, el triángulo de hierro que integran el presidente Javier Milei, su hermana Karina y el empoderadísimo asesor Santiago Caputo surfea una ola de optimismo, alimentada por la estabilidad económica, la baja sostenida de la inflación y ciertos objetivos políticos, como domar a la liga de gobernadores.
No sos vos.
Las encuestas de octubre coinciden en que fue el mejor mes para el Gobierno y para la imagen presidencial y, a medida que crece la percepción positiva del experimento libertario, en Milei gana terreno la convicción de que no necesita a Macri para ganar las elecciones de medio término.
Si, como dice el expresidente, antes de casarse -aliarse- necesita intimar con su pareja -Milei-, podría decirse que el noviazgo no atraviesa su mejor momento y la foto nupcial todavía se ve borrosa. Hasta se podría hablar de una crisis.
El juego del amague.
Desde la reunión que Macri tuvo con Caputo los primeros días de octubre, los contactos de cúpula están cortados. Voceros de la Rosada mencionan algún llamado la semana pasada, pero nadie lo confirma. Hoy la relación se reduce al ámbito parlamentario y lo llevan el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el presidente del bloque del PRO, Cristian Ritondo.
Hubo algunos escarceos en los últimos días. El vocero presidencial, Manuel Adorni, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, le rayaron un poquito el auto a Macri. Desde el macrismo, otra vez, jugaron la carta que vienen jugando hace tiempo: antes de una sesión importante, instalan con voces en off the record la idea de que el PRO duda en defender los intereses del Gobierno en el Congreso, pero al final se terminan ordenando.
Los límites.
El juego de la amenaza y el posterior recule pasó con la defensa a los dos vetos presidenciales, la ley jubilatoria y la ley de financiamiento universitario, y pasó también este fin de semana, previo a la sesión en que un pacto de peronistas y dialoguistas buscaba propinarle un doble golpe a Milei, con la reforma a la ley que regula el trámite de los DNU y el rechazo al decreto para eludir las condiciones de la ley de administración financiera para renegociar deuda pública.
«Hace tres o cuatro meses están con la lógica de que esta es la última vez que nos acompañan», advierte un funcionario con despacho propio en Casa Rosada. «Pero no lo pueden hacer porque se le rompe el bloque», completa. Según sus cálculos, los «halcones» de la bancada amarilla terminarían alineándose con LLA y el costo para Macri sería altísimo. Además, entienden en el Ejecutivo, el macrismo no tiene narrativa para justificar esa diferenciación. «Todo lo que está pasando es lo que ellos siempre dijeron que querían», agregó la fuente consultada.
El acuerdo, frío.
Esta semana, Facundo Pérez Carletti, secretario general del PRO y una figura en ascenso en el ecosistema macrista, dejó algunas definiciones que reflejan cuál es hoy el estado de situación entre los comandos macristas y libertarios. Dijo que las conversaciones sobre un acuerdo electoral están frías, «congeladas», agregó; que hoy lo único que los une es un «electorado común»; y que es una posibilidad concreta que el PRO y LLA vayan separados en 2025 en la provincia de Buenos Aires.
Hasta aquí, la mesa política de Macri siempre trabajó sobre la hipótesis de un acuerdo con Milei para no dividir el voto por derecha, pero ya empezaron a evaluar alternativas. Este jueves está convocada una reunión de la mesa nacional del macrismo y estas opciones se pondrán sobre la mesa.
La foto de 2025.
En el PRO entienden que la cúpula libertaria, sumida en el éxtasis coyuntural, empieza a convencerse de que pueden extender este clima económico, político y social hasta las elecciones del año que viene. Y que, por eso, están empezando a sentir que no necesitan a nadie. «Se equivocan, esta no va a ser la foto en 2025», apunta un dirigente macrista que participa de varias de las reuniones que arma Macri en sus oficinas de Olivos. Molesto, dice que Milei no quiere un acuerdo electoral, sino «una rendición».
Las líneas cortadas no se limitan a los grandes jugadores: en las provincias también se frizaron las conversaciones entre los dirigentes locales. En el macrismo creen que es por orden de la presidenta de LLA, Karina Milei.
El riesgo de Macri.
Macri está enojado. Siente que le están tomando el pelo. Algunos de sus hombres de confianza lo ven apurado en cerrar un pacto con Milei, como si sintiera que con el paso del tiempo sus acciones fueran a perder valor. En esas conversaciones, privadas, le remarcan que no ven en el Gobierno una voluntad de construcción y que los Milei y Caputo solo buscan ganar tiempo. Uno de los que le señaló esto fue su primo y jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. El expresidente se topa siempre con la misma frustración: ve una brecha gigante entre lo que Milei dice y lo que después hace. Esa sensación es la única constante en la relación.
El PRO mandó a hacer una encuesta entre sus propios votantes. Según ese sondeo, la mitad no está de acuerdo con la gestión de Milei y la otra mitad valora positivamente lo que viene consiguiendo el Gobierno hasta aquí, sobre todo la estabilidad económica. Dicho de otro modo: el apoyo del macrismo al presidente, según este trabajo, está atado a los resultados. Y si esos resultados empezaran a menguar, la corriente arrastraría ese apoyo. La duda es qué porción de la torta electoral representa el «voto macrista».
Otro de los datos que emergen de esos trabajos revelan la trampa en la que está sumido Macri. La imagen negativa de Horacio Rodríguez Larreta trepa al 80% en el universo amarillo. «Los que se pusieron enfrente del Gobierno hoy están fusilados electoralmente», analizó un hombre del Calabrés que tuvo en sus manos la encuesta. Intentar diferenciarse, al menos por ahora, no es redituable.
Fuente: CORTA
Mauricio Macri coquetea, cada vez con mayor frecuencia, con la idea de que el PRO compita el año que viene en soledad, sin cerrar una alianza electoral con La Libertad Avanza (LLA). Quienes lo frecuentan y lo conocen, lo mencionan como un hecho novedoso. Del otro lado, en Casa Rosada, el triángulo de hierro que integran el presidente Javier Milei, su Leer más