Se viene la segunda subasta de “chatarra ferroviaria”
CÓRDOBA.- Trenes Argentinos Infraestructura, dependiente de la Secretaría de Transporte de la Nación, lanzó la segunda subasta online de “chatarra ferroviaria”; son 33 lotes con 2.000 toneladas de chatarra ferrosa; 58.000 unidades de durmientes de madera y hormigón; y 3.500 toneladas de durmientes de madera tipo leña. El cierre del proceso es el 8 de este mes.
Los lotes están publicados en la plataforma de Narvaezbid, un desarrollo de Narvaez Subastas y Superbid, que combina la experiencia tecnológica de ambas compañías para ofrecer un sistema de compra “transparente y seguro” y se especializa en la valuación y comercialización de bienes de capital y consumo. La empresa fue elegida por licitación pública.
Las subastas buscan “ordenar y limpiar” los terrenos ferroviarios, para darle una “mejor utilidad operativa, eliminar costos de seguridad privada y generar ingresos genuinos para la empresa”. Los materiales están en diferentes predios en las provincias de Buenos Aires, Salta, Jujuy y Tucumán.
El material subastado es denominado “producido de obra no útil”, son aquellos que fueron reemplazados durante los trabajos de renovación y, una vez calificados, ya no tienen utilidad ferroviaria por lo que se consideran materiales en condición de rezago (“chatarra ferroviaria”).
La iniciativa le permitirá a Trenes Argentinos Infraestructura “optimizar los recursos de todos los argentinos y al mismo tiempo lograr limpiar los terrenos ferroviarios para darle una mejor utilidad operativa”.
Juan Pablo Ardohain, CEO de la plataforma, explicó a LA NACION que en la primera subasta los valores estuvieron “por encima” de lo esperado. Los oferentes son los “chatarreros” que “limpian el material y después lo ofrecen a los hornos” y como hay rieles viejos, “participan también las acereras”. Enfatiza que los lotes “no son muy grandes para que esté al alcance de todos; en la primera hubo unas 2.800 ofertas. Con lo que el precio que se obtiene es el que realmente el mercado está dispuesto a pagar”.
Para el proceso en marcha, la expectativa es de alcanzar unos $600 millones. “Además de obtener fondos, estas operaciones refuerzan la idea de la economía circular, reducir la contaminación”, añadió.
La primera subasta electrónica de “chatarra ferroviaria” fue a comienzos de octubre e incluyó 1756 toneladas de material ferroso entre rieles y chatarra metálica; 1627 unidades de durmientes de madera y 31.488 de hormigón partidos. En esa oportunidad se registró un promedio de 72 ofertas por lote (eran 38) y participaron unas 20 empresas. Entre los 18 ganadores dejaron $448.684.569.
Cualquier persona o empresa puede participar desde la plataforma; todo el proceso se realiza de manera virtual y existe la posibilidad de coordinar una visita a los lotes. Para ofertar, sólo hay que registrarse en la web y, una vez que su usuario haya sido validado, iniciar la habilitación en la subasta.
Las unidades publicadas se encuentran disponibles para recibir ofertas hasta el día y horario de cierre de la subasta. A partir de ese momento, cada oferta nueva que ingrese agregará tres minutos extras al reloj, hasta que la última oferta en ingresar se convierta en la ganadora de la subasta. En las condiciones de participación de las subastas, se pueden encontrar todos los gastos de la operación detallados.
También durante la gestión del macrismo se realizaron este tipo de subastas. Se instrumentaron desde 2017 también con el objetivo de liberar espacios para generar mejoras en la operación de los trenes de pasajeros y cargas y, a la vez, eliminar focos de proliferación de contaminación y plagas en zonas urbanas y suburbanas.
Déficit
Trenes Argentinos es una de las empresas estatales más deficitarias, solo superada por Enarsa; en 2023 registró un rojo operativo de casi $ 363.000 millones; los gastos operativos (salarios, bienes y servicios) fueron de $ 372.000 millones, mientras que los ingresos operativos (venta de boletos) fueron de $ 9.850 millones
Hace dos semanas el Gobierno anunció la privatización del Belgrano Cargas. “El año pasado el Estado puso US$112 millones en esta empresa, dinero que salió de cada uno de nosotros, todos los argentinos”, dijo el vocero Manuel Adorni y agregó, para dimensionar “el deficiente estado del sistema ferroviario argentino de cargas, la distancia media transportada hoy es de 500 kilómetros, la misma medida que se transportaba hace 50 años en la República Argentina, es decir, en medio siglo no hemos avanzado absolutamente nada”.
El año pasado el Belgrano Cargas tuvo ingresos registrados por un total aproximado de $66.625 millones; el Estado Nacional transfirió lo necesario para el 51% de su operación, mientras que unos $36.800 millones provinieron de recursos propios. La empresa avanzó con acuerdos comerciales con concesionarias, los que permitieron 14 nuevos accesos ferroviarios de carga y descarga, habilitando la entrada directa de las formaciones a las plantas de acopio y a los puertos a través de la infraestructura de vía construida por los clientes privados.
Según datos oficiales, la planta del Belgrano Carga está compuesta por 4429 personas. La memoria y estados contables de Belgrano Cargas y Logística S.A. indicó que al cierre de 2019, final de gestión macrista, la empresa tenía 1168 empleados que, al sumar a los trabajadores que absorbió de las líneas San Martín, Urquiza, Belgrano y Tafí Viejo, llegaba a 3939. Es decir, si se comparara esta cifra con la que encontró Milei al llegar al poder, se podría afirmar que incorporó a 122 personas por año (uno cada tres días) durante la administración massista al frente del transporte en el Gobierno de Alberto Fernández.
Entre los 300 edificios públicos e inmuebles que se rematarán a través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) “con el objetivo de reducir gastos innecesarios y mejorar la eficiencia en el manejo de los bienes del Estado” también hay terrenos ferroviarios.
CÓRDOBA.- Trenes Argentinos Infraestructura, dependiente de la Secretaría de Transporte de la Nación, lanzó la segunda subasta online de “chatarra ferroviaria”; son 33 lotes con 2.000 toneladas de chatarra ferrosa; 58.000 unidades de durmientes de madera y hormigón; y 3.500 toneladas de durmientes de madera tipo leña. El cierre del proceso es el 8 de este mes.
Los lotes están publicados en la plataforma de Narvaezbid, un desarrollo de Narvaez Subastas y Superbid, que combina la experiencia tecnológica de ambas compañías para ofrecer un sistema de compra “transparente y seguro” y se especializa en la valuación y comercialización de bienes de capital y consumo. La empresa fue elegida por licitación pública.
Las subastas buscan “ordenar y limpiar” los terrenos ferroviarios, para darle una “mejor utilidad operativa, eliminar costos de seguridad privada y generar ingresos genuinos para la empresa”. Los materiales están en diferentes predios en las provincias de Buenos Aires, Salta, Jujuy y Tucumán.
El material subastado es denominado “producido de obra no útil”, son aquellos que fueron reemplazados durante los trabajos de renovación y, una vez calificados, ya no tienen utilidad ferroviaria por lo que se consideran materiales en condición de rezago (“chatarra ferroviaria”).
La iniciativa le permitirá a Trenes Argentinos Infraestructura “optimizar los recursos de todos los argentinos y al mismo tiempo lograr limpiar los terrenos ferroviarios para darle una mejor utilidad operativa”.
Juan Pablo Ardohain, CEO de la plataforma, explicó a LA NACION que en la primera subasta los valores estuvieron “por encima” de lo esperado. Los oferentes son los “chatarreros” que “limpian el material y después lo ofrecen a los hornos” y como hay rieles viejos, “participan también las acereras”. Enfatiza que los lotes “no son muy grandes para que esté al alcance de todos; en la primera hubo unas 2.800 ofertas. Con lo que el precio que se obtiene es el que realmente el mercado está dispuesto a pagar”.
Para el proceso en marcha, la expectativa es de alcanzar unos $600 millones. “Además de obtener fondos, estas operaciones refuerzan la idea de la economía circular, reducir la contaminación”, añadió.
La primera subasta electrónica de “chatarra ferroviaria” fue a comienzos de octubre e incluyó 1756 toneladas de material ferroso entre rieles y chatarra metálica; 1627 unidades de durmientes de madera y 31.488 de hormigón partidos. En esa oportunidad se registró un promedio de 72 ofertas por lote (eran 38) y participaron unas 20 empresas. Entre los 18 ganadores dejaron $448.684.569.
Cualquier persona o empresa puede participar desde la plataforma; todo el proceso se realiza de manera virtual y existe la posibilidad de coordinar una visita a los lotes. Para ofertar, sólo hay que registrarse en la web y, una vez que su usuario haya sido validado, iniciar la habilitación en la subasta.
Las unidades publicadas se encuentran disponibles para recibir ofertas hasta el día y horario de cierre de la subasta. A partir de ese momento, cada oferta nueva que ingrese agregará tres minutos extras al reloj, hasta que la última oferta en ingresar se convierta en la ganadora de la subasta. En las condiciones de participación de las subastas, se pueden encontrar todos los gastos de la operación detallados.
También durante la gestión del macrismo se realizaron este tipo de subastas. Se instrumentaron desde 2017 también con el objetivo de liberar espacios para generar mejoras en la operación de los trenes de pasajeros y cargas y, a la vez, eliminar focos de proliferación de contaminación y plagas en zonas urbanas y suburbanas.
Déficit
Trenes Argentinos es una de las empresas estatales más deficitarias, solo superada por Enarsa; en 2023 registró un rojo operativo de casi $ 363.000 millones; los gastos operativos (salarios, bienes y servicios) fueron de $ 372.000 millones, mientras que los ingresos operativos (venta de boletos) fueron de $ 9.850 millones
Hace dos semanas el Gobierno anunció la privatización del Belgrano Cargas. “El año pasado el Estado puso US$112 millones en esta empresa, dinero que salió de cada uno de nosotros, todos los argentinos”, dijo el vocero Manuel Adorni y agregó, para dimensionar “el deficiente estado del sistema ferroviario argentino de cargas, la distancia media transportada hoy es de 500 kilómetros, la misma medida que se transportaba hace 50 años en la República Argentina, es decir, en medio siglo no hemos avanzado absolutamente nada”.
El año pasado el Belgrano Cargas tuvo ingresos registrados por un total aproximado de $66.625 millones; el Estado Nacional transfirió lo necesario para el 51% de su operación, mientras que unos $36.800 millones provinieron de recursos propios. La empresa avanzó con acuerdos comerciales con concesionarias, los que permitieron 14 nuevos accesos ferroviarios de carga y descarga, habilitando la entrada directa de las formaciones a las plantas de acopio y a los puertos a través de la infraestructura de vía construida por los clientes privados.
Según datos oficiales, la planta del Belgrano Carga está compuesta por 4429 personas. La memoria y estados contables de Belgrano Cargas y Logística S.A. indicó que al cierre de 2019, final de gestión macrista, la empresa tenía 1168 empleados que, al sumar a los trabajadores que absorbió de las líneas San Martín, Urquiza, Belgrano y Tafí Viejo, llegaba a 3939. Es decir, si se comparara esta cifra con la que encontró Milei al llegar al poder, se podría afirmar que incorporó a 122 personas por año (uno cada tres días) durante la administración massista al frente del transporte en el Gobierno de Alberto Fernández.
Entre los 300 edificios públicos e inmuebles que se rematarán a través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) “con el objetivo de reducir gastos innecesarios y mejorar la eficiencia en el manejo de los bienes del Estado” también hay terrenos ferroviarios.
Las ofertas para la actual contienda pueden presentarse hasta el próximo viernes LA NACION