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Pity Martínez está de regreso en River: por qué ya superó lo hecho en 2023 y qué destaca Gallardo de esta etapa de “madurez”

Gonzalo Martínez es una bocanada de aire fresco para el fútbol de River. Ese shock emocional que un equipo inconsistente hoy rescata para volver a confiar en su talento individual y colectivo. Con un puñado de minutos en cuatro partidos demostró que su cabeza sigue funcionando con un clic diferente al resto. Anoche, en Córdoba, le dio una exquisita asistencia de tres dedos a Facundo Colidio para el 3-2 a Instituto. Y a su clásico repertorio de gambeta, pase y pegada hoy empieza a sumarle esa pausa inteligente que la maduración a los 31 años de edad le permite afianzar. El Pity está de regreso. En un momento más que necesario.

El atacante que lleva el número 18 en la espalda sumó 83 minutos en sus últimos cuatro ingresos en el segundo tiempo: 22′ ante Defensa y Justicia (0-0), 26′ con Atlético Mineiro (0-0), 15′ contra Banfield (3-1) y 20′ ayer con Instituto (3-2). Sus pinceladas aparecieron desde su regreso en Florencio Varela tras 286 días sin jugar oficialmente y el equipo volvió a sumar una pieza clave para romper un partido desde el banco de suplentes, pero con la condición excluyente de ir sumando minutos lentamente. “Hay que manejar un poquito la ansiedad con el Pity”, había dicho Gallardo semanas antes de su retorno.

Ahora, aquel fatídico 13 de enero en la pretemporada en Estados Unidos ya empieza a quedar atrás. El mendocino trabajó arduamente durante 10 meses para recuperarse de la ruptura del ligamento anterior de su rodilla izquierda y superar una barrera mental tras su tercera lesión en cuatro años: en Al-Nassr de Arabia Saudita había sufrido la rotura de los ligamentos cruzados de su rodilla derecha en marzo de 2021 y la rotura de los ligamentos cruzados de su rodilla izquierda en febrero de 2023.

Además, en 2022 también había atravesado una pericarditis, una afección por hinchazón e irritación del tejido delgado circundante al corazón, que le demandó un tratamiento médico. Así, en Arabia, desde la primera lesión en 2021 hasta su regreso a River en agosto de 2023 en plena recuperación, solo jugó 29 partidos.

La gran asistencia de Pity a Colidio y lo mejor de River en Córdoba

Tras ocho encuentros durante el año pasado en los que sumó 82′, ahora con tan solo cuatro juegos en fila ya superó esa cantidad. Y aunque Gallardo sabe que tiene que llevarlo de a poco, también se deshizo en elogios para una histórica debilidad suya: “Hoy no está para más de 30 minutos, pero sigue sumando y eso es positivo para el equipo. El Pity es un jugador mucho más maduro respecto del que se fue hace varios años, que era más un jugador de tener mejores cualidades en el uno contra uno. Hoy está un poco más pensante, mas reflexivo”.

Además, el Muñeco agregó: “Me gusta también su estado de exigencia porque más allá de haber puesto un pase maravilloso para el gol de Colidio, él no estaba del todo contento. Perdió muchas pelotas y eso es bueno porque más allá de un jugador de la calidad que tiene Pity, siente como que no puede perder la cantidad de pelotas que perdió. Y en ese pase fantástico que le dio a Colidio mostró una categoría enorme”.

Desequilibrio, pase filtrado, remate de media distancia y una visión de juego privilegiada. El combo Pity Martínez no solo se ata a su historia y al vínculo emocional con el hincha, sino que el volante ofensivo de 31 años todavía tiene hilo en el carretel para seguir luciéndose con la camiseta millonaria. “Tremenda pelota me puso, creo que es la primera vez que juego con él desde que volvió, me venía diciendo que me iba a asistir y hoy me dejó mano a mano. Por suerte lo pude hacer”, contó Colidio tras la importante victoria en Córdoba.

River todavía sueña con disputarle a Vélez y Huracán la pelea por el título de la Liga Profesional, mientras busca seguir agrandando su colchón de puntos en la tabla anual para meterse en la próxima Copa Libertadores. Para eso, Gallardo sabe que debe encontrar un equipo más regular y confiable lo antes posible para enfilar una racha de triunfos con seis partidos por disputarse. En el banco, Pity espera. Y el DT sabe que ya tiene disponible ese arma que, con pocos instantes en el campo, cambia realmente la ecuación.

Gonzalo Martínez es una bocanada de aire fresco para el fútbol de River. Ese shock emocional que un equipo inconsistente hoy rescata para volver a confiar en su talento individual y colectivo. Con un puñado de minutos en cuatro partidos demostró que su cabeza sigue funcionando con un clic diferente al resto. Anoche, en Córdoba, le dio una exquisita asistencia de tres dedos a Facundo Colidio para el 3-2 a Instituto. Y a su clásico repertorio de gambeta, pase y pegada hoy empieza a sumarle esa pausa inteligente que la maduración a los 31 años de edad le permite afianzar. El Pity está de regreso. En un momento más que necesario.

El atacante que lleva el número 18 en la espalda sumó 83 minutos en sus últimos cuatro ingresos en el segundo tiempo: 22′ ante Defensa y Justicia (0-0), 26′ con Atlético Mineiro (0-0), 15′ contra Banfield (3-1) y 20′ ayer con Instituto (3-2). Sus pinceladas aparecieron desde su regreso en Florencio Varela tras 286 días sin jugar oficialmente y el equipo volvió a sumar una pieza clave para romper un partido desde el banco de suplentes, pero con la condición excluyente de ir sumando minutos lentamente. “Hay que manejar un poquito la ansiedad con el Pity”, había dicho Gallardo semanas antes de su retorno.

Ahora, aquel fatídico 13 de enero en la pretemporada en Estados Unidos ya empieza a quedar atrás. El mendocino trabajó arduamente durante 10 meses para recuperarse de la ruptura del ligamento anterior de su rodilla izquierda y superar una barrera mental tras su tercera lesión en cuatro años: en Al-Nassr de Arabia Saudita había sufrido la rotura de los ligamentos cruzados de su rodilla derecha en marzo de 2021 y la rotura de los ligamentos cruzados de su rodilla izquierda en febrero de 2023.

Además, en 2022 también había atravesado una pericarditis, una afección por hinchazón e irritación del tejido delgado circundante al corazón, que le demandó un tratamiento médico. Así, en Arabia, desde la primera lesión en 2021 hasta su regreso a River en agosto de 2023 en plena recuperación, solo jugó 29 partidos.

La gran asistencia de Pity a Colidio y lo mejor de River en Córdoba

Tras ocho encuentros durante el año pasado en los que sumó 82′, ahora con tan solo cuatro juegos en fila ya superó esa cantidad. Y aunque Gallardo sabe que tiene que llevarlo de a poco, también se deshizo en elogios para una histórica debilidad suya: “Hoy no está para más de 30 minutos, pero sigue sumando y eso es positivo para el equipo. El Pity es un jugador mucho más maduro respecto del que se fue hace varios años, que era más un jugador de tener mejores cualidades en el uno contra uno. Hoy está un poco más pensante, mas reflexivo”.

Además, el Muñeco agregó: “Me gusta también su estado de exigencia porque más allá de haber puesto un pase maravilloso para el gol de Colidio, él no estaba del todo contento. Perdió muchas pelotas y eso es bueno porque más allá de un jugador de la calidad que tiene Pity, siente como que no puede perder la cantidad de pelotas que perdió. Y en ese pase fantástico que le dio a Colidio mostró una categoría enorme”.

Desequilibrio, pase filtrado, remate de media distancia y una visión de juego privilegiada. El combo Pity Martínez no solo se ata a su historia y al vínculo emocional con el hincha, sino que el volante ofensivo de 31 años todavía tiene hilo en el carretel para seguir luciéndose con la camiseta millonaria. “Tremenda pelota me puso, creo que es la primera vez que juego con él desde que volvió, me venía diciendo que me iba a asistir y hoy me dejó mano a mano. Por suerte lo pude hacer”, contó Colidio tras la importante victoria en Córdoba.

River todavía sueña con disputarle a Vélez y Huracán la pelea por el título de la Liga Profesional, mientras busca seguir agrandando su colchón de puntos en la tabla anual para meterse en la próxima Copa Libertadores. Para eso, Gallardo sabe que debe encontrar un equipo más regular y confiable lo antes posible para enfilar una racha de triunfos con seis partidos por disputarse. En el banco, Pity espera. Y el DT sabe que ya tiene disponible ese arma que, con pocos instantes en el campo, cambia realmente la ecuación.

 Tras ocho encuentros durante el año pasado en los que sumó 82′, ahora con tan solo cuatro juegos en fila ya superó esa cantidad  LA NACION

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