El Gobierno oficializó la intervención de la Casa de Moneda y designó a Pedro Cavagnaro a cargo
Dentro de su plan de reducir el Estado argentino lo máximo posible, el Gobierno decretó la intervención de una nueva entidad. Esta vez fue el turno de la Casa de Moneda, organismo encargado de la emisión de los billetes de curso legal, el cual fue intervenido por 180 días.
La medida fue anunciada mediante el decreto 964/2024, publicado en el Boletín Oficial. En el mismo se designó como interventor a Pedro Cavagnaro -nombrado por Diego Chaher, titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas-, cuya principal función será notificar al Ministerio de Economía sobre el estado del organismo y recomendar acciones beneficiarias a promover el equilibrio fiscal.
Tal como había anticipado LA NACION, sus más de 1100 empleados serán despedidos. En esta línea, el documento establece entre sus funciones: “Relevar, evaluar y modificar mediante acuerdo los Convenios Colectivos de Trabajo para el Personal de la sociedad y/o negociar unos nuevos; y ejercer la representación patronal frente a entidades gremiales y personal de la empresa realizando una revisión de las pautas remunerativas, salariales, parámetros indemnizatorios y acuerdos de desvinculación”.
En paralelo con el afán del Poder Ejecutivo de reducir la planta de empleados y de gastos estatales, el nuevo funcionario tendrá a cargo el trabajo de revisar la administración de compras y contrataciones de la sociedad; elaborar un plan de reformulación, readecuación y acción; y efectuar las contrataciones de bienes y servicios que resulten necesarias para el cumplimiento de las facultades otorgadas, entre muchas otras.
Por su parte, el Gobierno consideró relevante destacar que “resulta fundamental renegociar los contratos suscriptos por la Casa de Moneda con el fin de dar continuidad a los servicios que esta presta en pos del buen funcionamiento de la sociedad, a saber: impresión de pasaportes, impresión de chapas-patentes, impresión de estampillas, entre otros”.
Además, el Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo, dispondrá los ajustes necesarios en el Presupuesto General de la Administración Nacional a efectos de atender los requerimientos respecto a la entidad.
Según pudo saber LA NACION, también se cerrarán otros cuatro o cinco organismos al igual que la Casa de Moneda, aunque las fuentes no precisaron de cuáles se trata.
La decisión ya había sido anticipada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, e, incluso, la imprenta estatal responsable de fabricar billetes en la Argentina había dejado de producir papel moneda desde el lunes 28 de octubre a las 22.
“Se informa que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) nos ha comunicado la decisión de rescindir los contratos de denominación de $1000 y $2000 que se encuentran vigentes al día de la fecha con Casa de Moneda”, habían expresado en un correo interno destinado a su personal.
Dentro de su plan de reducir el Estado argentino lo máximo posible, el Gobierno decretó la intervención de una nueva entidad. Esta vez fue el turno de la Casa de Moneda, organismo encargado de la emisión de los billetes de curso legal, el cual fue intervenido por 180 días.
La medida fue anunciada mediante el decreto 964/2024, publicado en el Boletín Oficial. En el mismo se designó como interventor a Pedro Cavagnaro -nombrado por Diego Chaher, titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas-, cuya principal función será notificar al Ministerio de Economía sobre el estado del organismo y recomendar acciones beneficiarias a promover el equilibrio fiscal.
Tal como había anticipado LA NACION, sus más de 1100 empleados serán despedidos. En esta línea, el documento establece entre sus funciones: “Relevar, evaluar y modificar mediante acuerdo los Convenios Colectivos de Trabajo para el Personal de la sociedad y/o negociar unos nuevos; y ejercer la representación patronal frente a entidades gremiales y personal de la empresa realizando una revisión de las pautas remunerativas, salariales, parámetros indemnizatorios y acuerdos de desvinculación”.
En paralelo con el afán del Poder Ejecutivo de reducir la planta de empleados y de gastos estatales, el nuevo funcionario tendrá a cargo el trabajo de revisar la administración de compras y contrataciones de la sociedad; elaborar un plan de reformulación, readecuación y acción; y efectuar las contrataciones de bienes y servicios que resulten necesarias para el cumplimiento de las facultades otorgadas, entre muchas otras.
Por su parte, el Gobierno consideró relevante destacar que “resulta fundamental renegociar los contratos suscriptos por la Casa de Moneda con el fin de dar continuidad a los servicios que esta presta en pos del buen funcionamiento de la sociedad, a saber: impresión de pasaportes, impresión de chapas-patentes, impresión de estampillas, entre otros”.
Además, el Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo, dispondrá los ajustes necesarios en el Presupuesto General de la Administración Nacional a efectos de atender los requerimientos respecto a la entidad.
Según pudo saber LA NACION, también se cerrarán otros cuatro o cinco organismos al igual que la Casa de Moneda, aunque las fuentes no precisaron de cuáles se trata.
La decisión ya había sido anticipada por el vocero presidencial, Manuel Adorni, e, incluso, la imprenta estatal responsable de fabricar billetes en la Argentina había dejado de producir papel moneda desde el lunes 28 de octubre a las 22.
“Se informa que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) nos ha comunicado la decisión de rescindir los contratos de denominación de $1000 y $2000 que se encuentran vigentes al día de la fecha con Casa de Moneda”, habían expresado en un correo interno destinado a su personal.
La medida fue anunciada en el Boletín Oficial y tendrá un periodo de 180 días; la entidad había dejado de producir papel moneda desde el lunes LA NACION