Denuncia: un centro de salud mental clave para más de 8000 pacientes, en riesgo por la subasta de inmuebles nacionales
Engrosar las arcas del Estado es uno de los principales objetivos del Gobierno, para lo cual se vale de dos estrategias paralelas: achicar gastos y atraer inversores. Para dar un paso más en esta búsqueda, el viernes pasado se anunció la subasta de más de 400 inmuebles fiscales, entre los que figura el Centro de Salud Mental N° 1, situado sobre Manuela Pedraza, entre Avenida del Libertador y Arribeños, en el barrio porteño de Núñez.
No es la primera vez que la institución corre riesgo de ser vendida por resolución de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), dado que el terreno pertenece al gobierno nacional, aunque este lo entregó en comodato a la Ciudad. La primera vez que apareció en la lista de inmuebles pasibles de ser enajenados fue en 2016, con el decreto 952/16, firmado por el entonces presidente Mauricio Macri y su jefe de Gabinete, Marcos Peña.
En ese entonces, en el hospital se enteraron de la decisión prácticamente por casualidad al leer los diarios. Gustavo Slatoplsky, coordinador de La Cigarra, el sector que se centra en autismo y psicosis infantil, contó a LA NACION que gracias a las movilizaciones habían logrado frenar esa medida. Entre 2017 y 2018 la agencia estatal volvió a poner sobre la mesa la subasta, pero esa vez les ofrecieron, a cambio, la construcción de un inmueble para que siguieran funcionando y habían estipulado no vender el original hasta tanto no estuviera habilitado el nuevo. “Iban a comprar una casa que estaba en venta a unas cuadras. Nos iban a construir un edificio nuevo para quedarse con el terreno. Nosotros no estábamos de acuerdo, peleamos, pero por lo menos ahí se tuvo en cuenta lo que no se había tenido en cuenta antes, porque la primera vez nadie se había puesto en contacto con nosotros, y se habían desentendido olímpicamente de los pacientes”, recordó Slatoplsky.
El Centro N° 1 fue creado en 1968. Actualmente, realizan entre 8000 y 9000 prestaciones mensuales, y cuenta con cerca de 110 empleados: psicólogos, psiquiatras, musicoterapeutas, terapistas ocupacionales, trabajo social, administrativos y farmacéutica, quienes brindan atención a niños, adolescentes, jóvenes, adultos, adultos mayores, consumos problemáticos, psicosis, autismo y neurociencia. En la ciudad de Buenos Aires, además de este solo existe otro centro de salud mental, el N° 3, en Córdoba 3120, Balvanera. En tanto, los hospitales más conocidos son monovalentes, es decir, tratan una especialidad (psiquiatría) y funcionan con internación, como el Borda, el Moyano y el Tobar García, un neuropsiquiátrico infantojuvenil.
Aunque la posible venta en 2018 “se cayó”, el viernes pasado en conferencia de prensa el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció un nuevo decreto. “Quiero contarles que la Agencia de Administración de Bienes del Estado va a subastar más de 400 inmuebles y poner a la venta otras 800 propiedades, con el único objetivo de reducir gastos innecesarios del Estado. Se estima que estos inmuebles tienen un valor estimado total de 800 millones de dólares”, detalló.
“Esta medida, obviamente, apunta a tener una gestión más eficiente de los bienes públicos. Además, implica ingresos considerables para las arcas del Estado. Las subastas se van a ir publicando progresivamente en los próximos días, y todas las propiedades van a estar disponibles en argentina.gob.ar/bienesdelestado”, agregó.
Slatoplsky contó que a ellos nadie los notificó, pero que, teniendo el precedente de 2016 y 2018, tras la conferencia de Adorni empezaron a leer el decreto 950/2024, que establece la enajenación de los inmuebles que se listaban en el 952 de 2016. “No dicen que es un hospital que tiene gente adentro. Yo soy el coordinador de autismo y psicosis en la infancia y adolescentes. Esto es lo único que tienen estos pibes: venir a este lugar. No los podés trasladar a otro lugar como si fueran a darse una vacuna”, sostuvo.
También contó que no tuvieron comunicación con la Ciudad y que las únicas reuniones las realizaron entre ellos, con jefes de hospitales y asambleas. La exigencia está dirigida al jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, para que “tome cartas en el asunto”, ya que –explicó el profesional– el centro de salud depende del director de Salud Mental y, por ende, del Ministerio de Salud de la Capital.
“Exigimos quedar excluidos de la nómina, porque cuando ponen de vuelta en funcionamiento el decreto de 2016 excluyen algunos bienes, no entran todos los que estaban en ese momento. Nosotros decimos que no se puede vender un hospital, que la salud no se subasta. A mi hospital no solamente viene gente angustiada, hay gente que escucha voces, hay pibes que se rompen la cabeza contra la pared. Es decir, es de complejidad. Esto implica un trabajo artesanal, y años y años de formación de quienes estamos acá adentro”, remarcó.
Fuentes del Ministerio de Salud de la ciudad respondieron a LA NACION que no recibieron ningún tipo de comunicación oficial respecto de la puesta en subasta del inmueble. Sobre el pedido por parte del hospital de que el gobierno porteño tome cartas en el asunto, dijeron que por el momento –y en función de la ausencia de notificación– no fue puesto en agenda. Por su parte, voceros de la cartera sanitaria nacional sostuvieron que esto no es competencia de esa dependencia, ya que “la institución no depende del ministerio y el terreno/edificio no es del ministerio”. Además, derivaron la consulta a la Jefatura de Gabinete de la Nación, bajo cuya órbita está la AABE.
Consultadas la Jefatura de Gabinete nacional y la Jefatura de Gobierno porteña, no hubo respuesta hasta el cierre de esta nota.
Para visibilizar la problemática, ayer se realizó una asamblea en el centro de salud y anunciaron otra para el 6 de noviembre a las 10, también en la sede de Manuela Pedraza, en la que participarán profesionales, pacientes, diputados y legisladores. A la vez, habilitaron una página para juntar firmas contra el cierre de la institución.
“El Centro N° 1 es el centro de referencia del barrio. Es el hospital de derivación de todas las escuelas, de todos los centros de neurología de la ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires. Es el riñón del sistema”, concluyó Slatoplsky.
Engrosar las arcas del Estado es uno de los principales objetivos del Gobierno, para lo cual se vale de dos estrategias paralelas: achicar gastos y atraer inversores. Para dar un paso más en esta búsqueda, el viernes pasado se anunció la subasta de más de 400 inmuebles fiscales, entre los que figura el Centro de Salud Mental N° 1, situado sobre Manuela Pedraza, entre Avenida del Libertador y Arribeños, en el barrio porteño de Núñez.
No es la primera vez que la institución corre riesgo de ser vendida por resolución de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), dado que el terreno pertenece al gobierno nacional, aunque este lo entregó en comodato a la Ciudad. La primera vez que apareció en la lista de inmuebles pasibles de ser enajenados fue en 2016, con el decreto 952/16, firmado por el entonces presidente Mauricio Macri y su jefe de Gabinete, Marcos Peña.
En ese entonces, en el hospital se enteraron de la decisión prácticamente por casualidad al leer los diarios. Gustavo Slatoplsky, coordinador de La Cigarra, el sector que se centra en autismo y psicosis infantil, contó a LA NACION que gracias a las movilizaciones habían logrado frenar esa medida. Entre 2017 y 2018 la agencia estatal volvió a poner sobre la mesa la subasta, pero esa vez les ofrecieron, a cambio, la construcción de un inmueble para que siguieran funcionando y habían estipulado no vender el original hasta tanto no estuviera habilitado el nuevo. “Iban a comprar una casa que estaba en venta a unas cuadras. Nos iban a construir un edificio nuevo para quedarse con el terreno. Nosotros no estábamos de acuerdo, peleamos, pero por lo menos ahí se tuvo en cuenta lo que no se había tenido en cuenta antes, porque la primera vez nadie se había puesto en contacto con nosotros, y se habían desentendido olímpicamente de los pacientes”, recordó Slatoplsky.
El Centro N° 1 fue creado en 1968. Actualmente, realizan entre 8000 y 9000 prestaciones mensuales, y cuenta con cerca de 110 empleados: psicólogos, psiquiatras, musicoterapeutas, terapistas ocupacionales, trabajo social, administrativos y farmacéutica, quienes brindan atención a niños, adolescentes, jóvenes, adultos, adultos mayores, consumos problemáticos, psicosis, autismo y neurociencia. En la ciudad de Buenos Aires, además de este solo existe otro centro de salud mental, el N° 3, en Córdoba 3120, Balvanera. En tanto, los hospitales más conocidos son monovalentes, es decir, tratan una especialidad (psiquiatría) y funcionan con internación, como el Borda, el Moyano y el Tobar García, un neuropsiquiátrico infantojuvenil.
Aunque la posible venta en 2018 “se cayó”, el viernes pasado en conferencia de prensa el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció un nuevo decreto. “Quiero contarles que la Agencia de Administración de Bienes del Estado va a subastar más de 400 inmuebles y poner a la venta otras 800 propiedades, con el único objetivo de reducir gastos innecesarios del Estado. Se estima que estos inmuebles tienen un valor estimado total de 800 millones de dólares”, detalló.
“Esta medida, obviamente, apunta a tener una gestión más eficiente de los bienes públicos. Además, implica ingresos considerables para las arcas del Estado. Las subastas se van a ir publicando progresivamente en los próximos días, y todas las propiedades van a estar disponibles en argentina.gob.ar/bienesdelestado”, agregó.
Slatoplsky contó que a ellos nadie los notificó, pero que, teniendo el precedente de 2016 y 2018, tras la conferencia de Adorni empezaron a leer el decreto 950/2024, que establece la enajenación de los inmuebles que se listaban en el 952 de 2016. “No dicen que es un hospital que tiene gente adentro. Yo soy el coordinador de autismo y psicosis en la infancia y adolescentes. Esto es lo único que tienen estos pibes: venir a este lugar. No los podés trasladar a otro lugar como si fueran a darse una vacuna”, sostuvo.
También contó que no tuvieron comunicación con la Ciudad y que las únicas reuniones las realizaron entre ellos, con jefes de hospitales y asambleas. La exigencia está dirigida al jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, para que “tome cartas en el asunto”, ya que –explicó el profesional– el centro de salud depende del director de Salud Mental y, por ende, del Ministerio de Salud de la Capital.
“Exigimos quedar excluidos de la nómina, porque cuando ponen de vuelta en funcionamiento el decreto de 2016 excluyen algunos bienes, no entran todos los que estaban en ese momento. Nosotros decimos que no se puede vender un hospital, que la salud no se subasta. A mi hospital no solamente viene gente angustiada, hay gente que escucha voces, hay pibes que se rompen la cabeza contra la pared. Es decir, es de complejidad. Esto implica un trabajo artesanal, y años y años de formación de quienes estamos acá adentro”, remarcó.
Fuentes del Ministerio de Salud de la ciudad respondieron a LA NACION que no recibieron ningún tipo de comunicación oficial respecto de la puesta en subasta del inmueble. Sobre el pedido por parte del hospital de que el gobierno porteño tome cartas en el asunto, dijeron que por el momento –y en función de la ausencia de notificación– no fue puesto en agenda. Por su parte, voceros de la cartera sanitaria nacional sostuvieron que esto no es competencia de esa dependencia, ya que “la institución no depende del ministerio y el terreno/edificio no es del ministerio”. Además, derivaron la consulta a la Jefatura de Gabinete de la Nación, bajo cuya órbita está la AABE.
Consultadas la Jefatura de Gabinete nacional y la Jefatura de Gobierno porteña, no hubo respuesta hasta el cierre de esta nota.
Para visibilizar la problemática, ayer se realizó una asamblea en el centro de salud y anunciaron otra para el 6 de noviembre a las 10, también en la sede de Manuela Pedraza, en la que participarán profesionales, pacientes, diputados y legisladores. A la vez, habilitaron una página para juntar firmas contra el cierre de la institución.
“El Centro N° 1 es el centro de referencia del barrio. Es el hospital de derivación de todas las escuelas, de todos los centros de neurología de la ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Buenos Aires. Es el riñón del sistema”, concluyó Slatoplsky.
Funciona en el barrio porteño de Núñez, que atiende todo tipo de población y de patologías LA NACION