Cómo usar autobronceante correctamente de forma casera
Tener un bronceado dorado y luminoso no necesariamente implica pasar horas bajo el sol. Hoy en día, existen métodos efectivos y seguros que permiten conseguir ese tono dorado en casa, y sin los riesgos asociados a la exposición solar prolongada, como las quemaduras o el envejecimiento prematuro. Uno de ellos es la utilización de autobronceante, un producto que permite que la piel tome un color más dorado. Sin embargo, es sumamente importante tener en cuenta algunos detalles para evitar aplicarlo incorrectamente y que queden manchas o un acabado irregular en el cuerpo. También es clave consultar al dermatólogo de cabecera para saber qué productos se pueden o deben sumar para lograr el objetivo buscado.
A continuación, algunos consejos para usar autobronceado desde la comodidad del hogar.
Exfoliación previa
El primer paso fundamental para un bronceado sin sol es preparar la piel adecuadamente. Una buena exfoliación es esencial para eliminar las células muertas de la superficie de la piel. Así se consigue una base limpia y suave para la aplicación del autobronceador. Esto ayuda a evitar que el producto se adhiera de manera desigual, lo que podría generar manchas o parches indeseados.
Para exfoliar la piel, se puede usar un exfoliante corporal con partículas suaves o una esponja vegetal. Es importante concentrarse en las áreas más secas del cuerpo, como los codos, rodillas y tobillos, donde el producto tiende a acumularse más. Siempre hay que exfoliarse uno o dos días antes de aplicar el autobronceador para que la piel se haya recuperado del todo y esté lista para absorber el producto de manera uniforme.
Hidratación profunda
Después de exfoliar, la hidratación es clave. Una piel bien hidratada no solo se verá más luminosa, sino que también facilitará una mejor absorción del autobronceador y ayudará a prolongar la duración del bronceado. Es recomendable asegurarse de aplicar una crema o loción hidratante que se absorba rápidamente, especialmente en las zonas secas mencionadas anteriormente.
Un buen truco es hidratar las áreas más secas del cuerpo, como las rodillas y codos, con una capa adicional de crema justo antes de aplicar el autobronceador. Esto evitará que estas zonas se vean más oscuras o desiguales.
Elección del autobronceador adecuado
Existen distintos tipos de autobronceadores, cada uno con sus ventajas. La elección del producto va a depender de las preferencias personales y del tipo de acabado que se desee conseguir:
Autobronceadores en mousse: son ligeros y fáciles de aplicar. Suelen secarse rápido, lo que los hace ideales para quienes tienen poco tiempo.Autobronceadores en crema: son más hidratantes, perfectos para pieles secas. Suelen proporcionar un bronceado más gradual que se va intensificando con el tiempo, después de algunas aplicaciones.Spray autobronceantes: ofrecen una aplicación rápida y uniforme. Son ideales para llegar a zonas del cuerpo difíciles de alcanzar, como la espalda.Gotas autobronceadoras: pueden mezclarse con la crema hidratante habitual para lograr un bronceado gradual y controlado.
Es importante elegir un tono que se adapte al color de piel. Si es muy clara, es preferible optar por autobronceantes con un tono suave para evitar un resultado demasiado artificial. Si se tiene una piel más oscura, se puede elegir tonos más intensos para resaltar el brillo natural de esta.
Aplicación correcta
Uno de los aspectos más importantes al usar un autobronceador es la forma en que se aplica. Para evitar manchas y conseguir un acabado uniforme, es recomendable utilizar un guante especial para autobronceantes. Este ayuda a distribuir el producto de manera uniforme y evita que se acumulen residuos en las manos.
Se empieza por aplicar el producto desde las piernas hacia arriba, usando movimientos circulares y asegurándose de cubrir todas las áreas. Hay que tener especial cuidado con las zonas más secas del cuerpo, ya que tienden a absorber más producto y pueden quedar más oscuras.
Además, hay que evitar mojarse o sudar durante al menos 6-8 horas después de aplicar el autobronceador, dado que esto podría afectar el resultado. Si se usa uno gradual, se recomienda repetir la aplicación cada dos o tres días para alcanzar el color deseado.
Tener un bronceado dorado y luminoso no necesariamente implica pasar horas bajo el sol. Hoy en día, existen métodos efectivos y seguros que permiten conseguir ese tono dorado en casa, y sin los riesgos asociados a la exposición solar prolongada, como las quemaduras o el envejecimiento prematuro. Uno de ellos es la utilización de autobronceante, un producto que permite que la piel tome un color más dorado. Sin embargo, es sumamente importante tener en cuenta algunos detalles para evitar aplicarlo incorrectamente y que queden manchas o un acabado irregular en el cuerpo. También es clave consultar al dermatólogo de cabecera para saber qué productos se pueden o deben sumar para lograr el objetivo buscado.
A continuación, algunos consejos para usar autobronceado desde la comodidad del hogar.
Exfoliación previa
El primer paso fundamental para un bronceado sin sol es preparar la piel adecuadamente. Una buena exfoliación es esencial para eliminar las células muertas de la superficie de la piel. Así se consigue una base limpia y suave para la aplicación del autobronceador. Esto ayuda a evitar que el producto se adhiera de manera desigual, lo que podría generar manchas o parches indeseados.
Para exfoliar la piel, se puede usar un exfoliante corporal con partículas suaves o una esponja vegetal. Es importante concentrarse en las áreas más secas del cuerpo, como los codos, rodillas y tobillos, donde el producto tiende a acumularse más. Siempre hay que exfoliarse uno o dos días antes de aplicar el autobronceador para que la piel se haya recuperado del todo y esté lista para absorber el producto de manera uniforme.
Hidratación profunda
Después de exfoliar, la hidratación es clave. Una piel bien hidratada no solo se verá más luminosa, sino que también facilitará una mejor absorción del autobronceador y ayudará a prolongar la duración del bronceado. Es recomendable asegurarse de aplicar una crema o loción hidratante que se absorba rápidamente, especialmente en las zonas secas mencionadas anteriormente.
Un buen truco es hidratar las áreas más secas del cuerpo, como las rodillas y codos, con una capa adicional de crema justo antes de aplicar el autobronceador. Esto evitará que estas zonas se vean más oscuras o desiguales.
Elección del autobronceador adecuado
Existen distintos tipos de autobronceadores, cada uno con sus ventajas. La elección del producto va a depender de las preferencias personales y del tipo de acabado que se desee conseguir:
Autobronceadores en mousse: son ligeros y fáciles de aplicar. Suelen secarse rápido, lo que los hace ideales para quienes tienen poco tiempo.Autobronceadores en crema: son más hidratantes, perfectos para pieles secas. Suelen proporcionar un bronceado más gradual que se va intensificando con el tiempo, después de algunas aplicaciones.Spray autobronceantes: ofrecen una aplicación rápida y uniforme. Son ideales para llegar a zonas del cuerpo difíciles de alcanzar, como la espalda.Gotas autobronceadoras: pueden mezclarse con la crema hidratante habitual para lograr un bronceado gradual y controlado.
Es importante elegir un tono que se adapte al color de piel. Si es muy clara, es preferible optar por autobronceantes con un tono suave para evitar un resultado demasiado artificial. Si se tiene una piel más oscura, se puede elegir tonos más intensos para resaltar el brillo natural de esta.
Aplicación correcta
Uno de los aspectos más importantes al usar un autobronceador es la forma en que se aplica. Para evitar manchas y conseguir un acabado uniforme, es recomendable utilizar un guante especial para autobronceantes. Este ayuda a distribuir el producto de manera uniforme y evita que se acumulen residuos en las manos.
Se empieza por aplicar el producto desde las piernas hacia arriba, usando movimientos circulares y asegurándose de cubrir todas las áreas. Hay que tener especial cuidado con las zonas más secas del cuerpo, ya que tienden a absorber más producto y pueden quedar más oscuras.
Además, hay que evitar mojarse o sudar durante al menos 6-8 horas después de aplicar el autobronceador, dado que esto podría afectar el resultado. Si se usa uno gradual, se recomienda repetir la aplicación cada dos o tres días para alcanzar el color deseado.
Existen algunos trucos caseros que permiten aumentar los niveles de melanina de manera natural y tener un tono más dorado en la piel, sin necesidad de exponerse al sol; la importancia de consultar con un dermatólogo LA NACION