Nuevo récord. Se viene una gran cosecha de soja en el mundo: podría llegar a 430 millones de toneladas
¿Qué proyecciones de producción de soja hay hoy? Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), en la campaña 2024/25, la cosecha mundial podría acercarse a 430 millones de toneladas, lo que constituiría un récord histórico, si se considera que en el ciclo 2023/24 se produjeron 395 millones de toneladas y en 2022/23, 378 millones de toneladas.
La estimación para Brasil se ubica en 169 millones de toneladas; para Estados Unidos, con la cosecha muy avanzada, en 125 millones de toneladas y para la Argentina, 51 millones de toneladas. Es decir que, “a nivel global, se ve un mercado muy ofertado y con una relación stock/ consumo que pasaría de 29,3% en la campaña 202/24 a 33,4% en la 2024/25, con una suba de algo más de cuatro puntos porcentuales y riesgo de que esta situación genere bajas de precios”, adelanta Carlos Pouiller, director de AZ-Group.
“Nos esquivó rotundamente”: inquietud donde todavía no llegó la tregua de las lluvias
Para Brasil, el principal productor y exportador mundial, la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) anticipa 166 millones de toneladas. De cumplirse las proyecciones de ambos organismos, se estaría superando entre 12 y 15 millones de toneladas, según fuente, el récord anterior.
A su vez, tanto el USDA como la Conab están estimando que las exportaciones brasileñas de soja van a alcanzar los 105 millones de toneladas durante el ciclo 2024/25. Este volumen también sería récord y superaría al de la actual campaña en 12-13 millones de toneladas.
“En Brasil venía demorándose la siembra por el retraso en la llegada de las lluvias a la zona central de cultivo, sobre todo a Mato Grosso y Goiás, que conforman la zona núcleo sojera. Sin embargo, la semana pasada ya empezó a llover y se está normalizando la situación hídrica”, aclara Pouiller. Por lo tanto, hay altas posibilidades de que el rinde promedio de soja en Brasil no resulte afectado por la demora en el inicio del cultivo. Sí puede verse comprometida, con retrasos significativos, la siembra del maíz safrinha, que se implanta a partir de la cosecha de soja, y que es el principal responsable de la producción brasileña y el que se exporta en altísima proporción.
Pouiller resume así el panorama de precios de la soja: “se vaticina un mercado muy ofertado, con tendencia de cotizaciones a la baja, aunque con alguna volatilidad que se podría ver en los precios argentinos en función del comportamiento del clima, a partir del pronóstico de evento La Niña”.
Maíz más sostenido
En el caso de maíz, las proyecciones mundiales del USDA consideran una cosecha levemente inferior a la del ciclo anterior (1217 millones de toneladas versus 1226 millones). Es decir, en este cultivo cambia el panorama de abundancia de mercadería porque hay caídas en la producción de la Unión Europea y de Ucrania. El segundo es un gran exportador y viene perdiendo mercado por problemas climáticos y por el conflicto bélico con Rusia.
A su vez, Brasil tendría una cosecha levemente mejor a la del ciclo anterior pero lejos del récord de dos campañas atrás, y donde hay más incógnitas es en la Argentina. En nuestro país el área sembrada podría caer hasta un 20% y enfrenta la amenaza de La Niña, que también puede afectar los rendimientos. “De hecho, en algunas zonas no se pudo sembrar el maíz temprano como se esperaba debido a la falta de humedad en los suelos”, plantea Pouiller.
Estados Unidos está terminando de recolectar una cosecha de 386 millones de toneladas, que puede constituirse en el segundo récord histórico de producción, con un volumen probable de exportaciones de 59 millones de toneladas. Es decir, “Estados Unidos va a tener mucho maíz y va a ser un actor de gran protagonismo en el mercado internacional”, destaca el analista.
Encontrá acá toda la información sobre los próximos remates ganaderos
Por su parte, las estimaciones de la Conab para Brasil están diciendo que podría cosechar 119 millones de toneladas de maíz, un volumen superior en 4 millones de toneladas respecto del ciclo anterior, que fue muy malo, y alejado del récord de 132 millones de toneladas de la campaña 2022/23.
Además, según este organismo, Brasil no va a exportar más de 34 millones de toneladas de maíz versus 36 millones de la campaña 2023/24 y 55 millones que se embarcaron en el ciclo 2022/23. Es decir que “el país vecino caerá en su participación como exportador en el mercado mundial, comportamiento que también se podría esperar de la Argentina, a partir de la reducción de área sembrada y de una producción proyectada de 48 millones de toneladas o menos, según el clima”, anticipa Pouiller. Por ejemplo, si en nuestro país se exportaran 27 millones de toneladas, se reduciría en cinco millones de toneladas lo embarcado en la campaña 2023/24.
En síntesis: en el mundo, por un lado, se encuentra Estados Unidos con una buena cosecha y un saldo exportable importante como factor bajista; por otro, Brasil y la Argentina caerán en términos de volumen exportable, mientras la Unión Europea y Ucrania alcanzan menor producción, como factores alcistas. En ese escenario, el panorama comercial del maíz es bastante más alentador que el de la soja y se puede esperar cierta volatilidad de precios en función del clima en Sudamérica, donde queda mucho por definirse en la Argentina y en Brasil, sobre todo con el área de safrinha. Pero “seguramente se va a ver un escenario de precios mucho más alentador que en el caso de la soja”, resume el consultor.
¿Qué proyecciones de producción de soja hay hoy? Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), en la campaña 2024/25, la cosecha mundial podría acercarse a 430 millones de toneladas, lo que constituiría un récord histórico, si se considera que en el ciclo 2023/24 se produjeron 395 millones de toneladas y en 2022/23, 378 millones de toneladas.
La estimación para Brasil se ubica en 169 millones de toneladas; para Estados Unidos, con la cosecha muy avanzada, en 125 millones de toneladas y para la Argentina, 51 millones de toneladas. Es decir que, “a nivel global, se ve un mercado muy ofertado y con una relación stock/ consumo que pasaría de 29,3% en la campaña 202/24 a 33,4% en la 2024/25, con una suba de algo más de cuatro puntos porcentuales y riesgo de que esta situación genere bajas de precios”, adelanta Carlos Pouiller, director de AZ-Group.
“Nos esquivó rotundamente”: inquietud donde todavía no llegó la tregua de las lluvias
Para Brasil, el principal productor y exportador mundial, la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) anticipa 166 millones de toneladas. De cumplirse las proyecciones de ambos organismos, se estaría superando entre 12 y 15 millones de toneladas, según fuente, el récord anterior.
A su vez, tanto el USDA como la Conab están estimando que las exportaciones brasileñas de soja van a alcanzar los 105 millones de toneladas durante el ciclo 2024/25. Este volumen también sería récord y superaría al de la actual campaña en 12-13 millones de toneladas.
“En Brasil venía demorándose la siembra por el retraso en la llegada de las lluvias a la zona central de cultivo, sobre todo a Mato Grosso y Goiás, que conforman la zona núcleo sojera. Sin embargo, la semana pasada ya empezó a llover y se está normalizando la situación hídrica”, aclara Pouiller. Por lo tanto, hay altas posibilidades de que el rinde promedio de soja en Brasil no resulte afectado por la demora en el inicio del cultivo. Sí puede verse comprometida, con retrasos significativos, la siembra del maíz safrinha, que se implanta a partir de la cosecha de soja, y que es el principal responsable de la producción brasileña y el que se exporta en altísima proporción.
Pouiller resume así el panorama de precios de la soja: “se vaticina un mercado muy ofertado, con tendencia de cotizaciones a la baja, aunque con alguna volatilidad que se podría ver en los precios argentinos en función del comportamiento del clima, a partir del pronóstico de evento La Niña”.
Maíz más sostenido
En el caso de maíz, las proyecciones mundiales del USDA consideran una cosecha levemente inferior a la del ciclo anterior (1217 millones de toneladas versus 1226 millones). Es decir, en este cultivo cambia el panorama de abundancia de mercadería porque hay caídas en la producción de la Unión Europea y de Ucrania. El segundo es un gran exportador y viene perdiendo mercado por problemas climáticos y por el conflicto bélico con Rusia.
A su vez, Brasil tendría una cosecha levemente mejor a la del ciclo anterior pero lejos del récord de dos campañas atrás, y donde hay más incógnitas es en la Argentina. En nuestro país el área sembrada podría caer hasta un 20% y enfrenta la amenaza de La Niña, que también puede afectar los rendimientos. “De hecho, en algunas zonas no se pudo sembrar el maíz temprano como se esperaba debido a la falta de humedad en los suelos”, plantea Pouiller.
Estados Unidos está terminando de recolectar una cosecha de 386 millones de toneladas, que puede constituirse en el segundo récord histórico de producción, con un volumen probable de exportaciones de 59 millones de toneladas. Es decir, “Estados Unidos va a tener mucho maíz y va a ser un actor de gran protagonismo en el mercado internacional”, destaca el analista.
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Por su parte, las estimaciones de la Conab para Brasil están diciendo que podría cosechar 119 millones de toneladas de maíz, un volumen superior en 4 millones de toneladas respecto del ciclo anterior, que fue muy malo, y alejado del récord de 132 millones de toneladas de la campaña 2022/23.
Además, según este organismo, Brasil no va a exportar más de 34 millones de toneladas de maíz versus 36 millones de la campaña 2023/24 y 55 millones que se embarcaron en el ciclo 2022/23. Es decir que “el país vecino caerá en su participación como exportador en el mercado mundial, comportamiento que también se podría esperar de la Argentina, a partir de la reducción de área sembrada y de una producción proyectada de 48 millones de toneladas o menos, según el clima”, anticipa Pouiller. Por ejemplo, si en nuestro país se exportaran 27 millones de toneladas, se reduciría en cinco millones de toneladas lo embarcado en la campaña 2023/24.
En síntesis: en el mundo, por un lado, se encuentra Estados Unidos con una buena cosecha y un saldo exportable importante como factor bajista; por otro, Brasil y la Argentina caerán en términos de volumen exportable, mientras la Unión Europea y Ucrania alcanzan menor producción, como factores alcistas. En ese escenario, el panorama comercial del maíz es bastante más alentador que el de la soja y se puede esperar cierta volatilidad de precios en función del clima en Sudamérica, donde queda mucho por definirse en la Argentina y en Brasil, sobre todo con el área de safrinha. Pero “seguramente se va a ver un escenario de precios mucho más alentador que en el caso de la soja”, resume el consultor.
En la Argentina se prevé una siembra mayor a 18 millones de hectáreas versus 16,4 millones de la campaña pasada, que enfrentará un mercado muy ofertado LA NACION