NacionalesUltimas Noticias

AySA, agua para un solo molino

Como parte del plan motosierra, el gobierno sigue pasando revista al uso de los recursos del Estado. El listado de compañías cuya privatización se evalúa incluye ocho empresas: una de ellas es Agua y Saneamiento Argentinos (AySA). El vocero presidencial Manuel Adorni denunció gastos innecesarios por 4800 millones de dólares durante la gestión anterior de dicha empresa.

Una irregular compra de vehículos oficiales, realizada en septiembre del año pasado, había sido denunciada entonces por Juntos por el Cambio. Adorni confirmó que se trató de 613 camionetas Renault Kangoo a 42.000 dólares cada una, el triple de su valor real a la fecha de adquisición. Apenas una punta del agua congelada.

En noviembre 2023, la Coalición Cívica denunció a Malena Galmarini, presidenta del directorio de AySA (2019-2023) y esposa del exministro de Economía y excandidato presidencial Sergio Massa, por irregularidades contractuales en favor de Mauricio Filiberti, dueño de Transclor SA y amigo de su familia, a quien le aseguraron millonarios ingresos designándolo proveedor hasta 2028. Fue acusada por ello de fraude a la administración pública y violación de los deberes de funcionario público. Ella simplemente rechazó las acusaciones, una vez más, denunciando intereses con “fines electoralistas”.

Adorni informó que de los más de 200 millones de dólares destinados a obras, un cuarto correspondió a los distritos de Tigre y Malvinas argentinas, drenando fondos para construcciones políticas propias. El financiamiento de actividades deportivas y sociales como el Triatlon IronMan y el Challenger de Tigre también priorizó a municipios afines. Malena Galmarini jugaba con agua, también en el vistoso Carnaval de San Fernando que junto a otros eventos habrían concentrado entre 2022 y 2023 más “gastos innecesarios” por 1,3 millones de dólares.

Respecto de la compra de un edificio en la calle Tucumán que involucró casi 32 millones de dólares, el vocero destacó que se contrataron reparaciones por encima de los 9 millones de dólares, pero que la obra nunca se terminó.

La extitular de AySA no pierde oportunidad de criticar al actual Presidente. “Yo siempre dije que Olivos te encierra, por eso nunca viviría ahí”, afirmó quien seguramente soñó con una estadía en la quinta que las urnas le negaron, según ella, “por las trampas del balotaje”. No olvidemos el “plan platita” y tantas otras medidas que su proactivo marido llevó adelante –y cuyas consecuencias aún pagamos todos– para catapultarse al poder; empecinado en convencernos de que era “el tipo que necesita la Argentina”, en palabras de su compañera de vida y de fechorías. Lejos de llamarse a silencio y presta para retomar protagonismo, luego del golpe electoral se mostró dispuesta a discutir liderazgos, siendo incluso capaz de reconocer que “la gente se hinchó las pelotas del peronismo”. Para picar en punta, no se privó tampoco de destacar que su marido sacó dos puntos más que Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires.

Los fuertes lazos que unen a la familia Massa-Galmarini llevaron a Sebastián, hermano de Malena y director del Banco Provincia de Buenos Aires, a atacar al vocero que sinceró que AySA “funcionó como una plataforma de campaña para los funcionarios de turno”. En su descargo describió que se trataría de un “cinismo psiquiátrico”, de “colifas”, pues “algunas (denuncias) ya fueron realizadas y cerradas por inexistencia de delito”. Adorni, por su parte, dejó abierta la puerta: “Todo lo que ocurre con la presunción de corrupción o del mal uso de los fondos públicos que tenga los elementos para judicializarlo, se judicializa”.

No terminarán acá las sorpresas al sumergirse en las entrañas de un Estado engordado y destripado por años de malas políticas. Funcionarios y exfuncionarios de dudosa calaña que aún conservan peso e influencia pretenden seguir llevando agua para sus molinos. Bienvenidos los esfuerzos por transparentar lo actuado y castigar a todos los que aún pretenden seguir comiendo del bolsillo de los argentinos. Que el mandato ciudadano se cumpla para que la Justicia haga su trabajo y condene ejemplarmente a quienes corresponda.

Como parte del plan motosierra, el gobierno sigue pasando revista al uso de los recursos del Estado. El listado de compañías cuya privatización se evalúa incluye ocho empresas: una de ellas es Agua y Saneamiento Argentinos (AySA). El vocero presidencial Manuel Adorni denunció gastos innecesarios por 4800 millones de dólares durante la gestión anterior de dicha empresa.

Una irregular compra de vehículos oficiales, realizada en septiembre del año pasado, había sido denunciada entonces por Juntos por el Cambio. Adorni confirmó que se trató de 613 camionetas Renault Kangoo a 42.000 dólares cada una, el triple de su valor real a la fecha de adquisición. Apenas una punta del agua congelada.

En noviembre 2023, la Coalición Cívica denunció a Malena Galmarini, presidenta del directorio de AySA (2019-2023) y esposa del exministro de Economía y excandidato presidencial Sergio Massa, por irregularidades contractuales en favor de Mauricio Filiberti, dueño de Transclor SA y amigo de su familia, a quien le aseguraron millonarios ingresos designándolo proveedor hasta 2028. Fue acusada por ello de fraude a la administración pública y violación de los deberes de funcionario público. Ella simplemente rechazó las acusaciones, una vez más, denunciando intereses con “fines electoralistas”.

Adorni informó que de los más de 200 millones de dólares destinados a obras, un cuarto correspondió a los distritos de Tigre y Malvinas argentinas, drenando fondos para construcciones políticas propias. El financiamiento de actividades deportivas y sociales como el Triatlon IronMan y el Challenger de Tigre también priorizó a municipios afines. Malena Galmarini jugaba con agua, también en el vistoso Carnaval de San Fernando que junto a otros eventos habrían concentrado entre 2022 y 2023 más “gastos innecesarios” por 1,3 millones de dólares.

Respecto de la compra de un edificio en la calle Tucumán que involucró casi 32 millones de dólares, el vocero destacó que se contrataron reparaciones por encima de los 9 millones de dólares, pero que la obra nunca se terminó.

La extitular de AySA no pierde oportunidad de criticar al actual Presidente. “Yo siempre dije que Olivos te encierra, por eso nunca viviría ahí”, afirmó quien seguramente soñó con una estadía en la quinta que las urnas le negaron, según ella, “por las trampas del balotaje”. No olvidemos el “plan platita” y tantas otras medidas que su proactivo marido llevó adelante –y cuyas consecuencias aún pagamos todos– para catapultarse al poder; empecinado en convencernos de que era “el tipo que necesita la Argentina”, en palabras de su compañera de vida y de fechorías. Lejos de llamarse a silencio y presta para retomar protagonismo, luego del golpe electoral se mostró dispuesta a discutir liderazgos, siendo incluso capaz de reconocer que “la gente se hinchó las pelotas del peronismo”. Para picar en punta, no se privó tampoco de destacar que su marido sacó dos puntos más que Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires.

Los fuertes lazos que unen a la familia Massa-Galmarini llevaron a Sebastián, hermano de Malena y director del Banco Provincia de Buenos Aires, a atacar al vocero que sinceró que AySA “funcionó como una plataforma de campaña para los funcionarios de turno”. En su descargo describió que se trataría de un “cinismo psiquiátrico”, de “colifas”, pues “algunas (denuncias) ya fueron realizadas y cerradas por inexistencia de delito”. Adorni, por su parte, dejó abierta la puerta: “Todo lo que ocurre con la presunción de corrupción o del mal uso de los fondos públicos que tenga los elementos para judicializarlo, se judicializa”.

No terminarán acá las sorpresas al sumergirse en las entrañas de un Estado engordado y destripado por años de malas políticas. Funcionarios y exfuncionarios de dudosa calaña que aún conservan peso e influencia pretenden seguir llevando agua para sus molinos. Bienvenidos los esfuerzos por transparentar lo actuado y castigar a todos los que aún pretenden seguir comiendo del bolsillo de los argentinos. Que el mandato ciudadano se cumpla para que la Justicia haga su trabajo y condene ejemplarmente a quienes corresponda.

 Bienvenidos los esfuerzos por transparentar lo actuado y castigar a todos los que aún pretenden seguir lucrando con el bolsillo de los argentinos  LA NACION

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Cerrar