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“Fascinados”: el emprendedor que cada vez más les está haciendo tomar un emblema de la Argentina a los rusos

Andrés Leonardo Bogdan nació en la Argentina 48 años atrás, pero hace 36 que vive en Moscú, donde es un promotor del mate. Recuerda que, de niño en Misiones con su abuelo Demetrio hacían yerba barbacúa (proceso lento, artesanal y natural del secado lento). Hace algo más de una década empezó a llevar el producto desde la Argentina; en un tiempo tuvo el emprendimiento MateinBar que reemplazó después por Punto Mate. Vende yerba, mates, bombillas y hace probar la infusión en distintos restaurantes. El medio kilo de yerba cuesta entre US$7 y US$15.

Jugar en primera: un mensaje contundente al mundo y, esta vez, sin vuelta atrás para la carne

Los padres de Bogdan -Juan y Elsa- dejaron la Argentina en los ‘80 y se radicaron en Rusia para trabajar como traductores, a la vez que su papá después realizó diferentes negocios con su país de origen. “Ya más grandes, decidieron quedarse, pero en la Argentina tenemos amigos y familia -explica Bogdan a LA NACION-. Siempre me gustó el mate y tengo parientes que se dedican a esa industria, por lo que conozco del tema”.

Repasa que, a comienzos del 2000, Rusia abrió su mercado y comenzaron a ingresar variantes de té y café (“no solo té negro como antes”) y también “entró algo de yerba mate”. Señala que en los comienzos se ligaba la infusión tradicional de la Argentina “a chamanes, a rituales espirituales; lo tomaban como una sopa en la calabaza. Mucha información poco confiable, nada seria”.

Bogdan es sociólogo y economista; fue consultor para la compraventa de jugadores de fútbol y, además, puso en marcha el sitio Promate. Indica que lo creó en 2005 con el apoyo de la embajada argentina en Rusia, para que “el consumidor tome conciencia y no se deje engañar por vendedores sin escrúpulos”. Sostiene que “cada vez son más los fascinados con la yerba mate”. Calcula que unas 30.000 personas lo consumen cada día.

Encontrá acá toda la información sobre los remates ganaderos

“Para los rusos soy extranjero y para los argentinos soy ‘gringo’ por el acento, por las costumbres -insiste-. Quería que la gente conociera la historia, supiera de qué se trata la yerba”. Participó de estudios con la Academia Médica de Moscú y con la Facultad de Farmacopea sobre la planta de yerba mate (herba ilicis paraguariensis) que “buscaron establecer un parámetro de lo que era la yerba, porque ingresaba de todo bajo ese concepto”.

Casi la totalidad de la yerba que ingresa a Rusia proviene de Europa. Un problema de los últimos años es el aumento del costo de los fletes, que pasaron de US$4000 a US$16000 desde la Argentina.

Bogdan eligió trabajar con establecimientos más pequeños, como Don German. Y, en un viaje a Estados Unidos, “descubrió” en un local un envase metalizado de 250 gramos de la yerba “Reserva del Che”. Bogdan indica que el nombre es por “che” de “amigos” en la Argentina y no por Ernesto Guevara.

Juan Carlos Domínguez es uno de los que participa en la producción de la yerba en la chacra de El Soberbio, en Misiones: “Es un proceso artesanal, con mucho tiempo de estacionamiento y de calidad superior”. Hacen unas 30 toneladas al año, de las que la mayor parte van a Rusia. En el mercado interno se vende con la marca Reserva de Misiones, en presentaciones de un kilo y de diez por el momento.

“Como buscaba calidad y exclusividad además de que no podía comprar contenedores, me puse en contacto y empezamos a trabajar juntos -añade Bogdan-. Son seis variedades y eso permite apuntar a distintos paladares”. En las fiestas del 9 de Julio que realiza la embajada argentina, Bogdan lleva su stand.

MateinBar fue su iniciativa entre 2018 y el inicio de la pandemia: “Fue el primer lugar donde se tomaba mate bien argentino en Moscú. Además, fue la oportunidad de explicar, de contar de qué se trataba. Empezamos a hacer cocktails con yerba, algo de pastelería y, en verano, tereré. Y seguimos haciéndolo en Punto Mate”.

Subraya que los rusos “aceptaron que el mate es rico cuando se toma en compañía, como los argentinos son bastante filosóficos, les gusta hablar, compartir el mate”. Añade que, por supuesto, que los jugadores de fútbol como Lionel Messi o el francés Antoinne Griezmann aparecieran tomando mate “ayudó mucho” a la promoción.

Se publicó el 17 de septiembre de 2024

Andrés Leonardo Bogdan nació en la Argentina 48 años atrás, pero hace 36 que vive en Moscú, donde es un promotor del mate. Recuerda que, de niño en Misiones con su abuelo Demetrio hacían yerba barbacúa (proceso lento, artesanal y natural del secado lento). Hace algo más de una década empezó a llevar el producto desde la Argentina; en un tiempo tuvo el emprendimiento MateinBar que reemplazó después por Punto Mate. Vende yerba, mates, bombillas y hace probar la infusión en distintos restaurantes. El medio kilo de yerba cuesta entre US$7 y US$15.

Jugar en primera: un mensaje contundente al mundo y, esta vez, sin vuelta atrás para la carne

Los padres de Bogdan -Juan y Elsa- dejaron la Argentina en los ‘80 y se radicaron en Rusia para trabajar como traductores, a la vez que su papá después realizó diferentes negocios con su país de origen. “Ya más grandes, decidieron quedarse, pero en la Argentina tenemos amigos y familia -explica Bogdan a LA NACION-. Siempre me gustó el mate y tengo parientes que se dedican a esa industria, por lo que conozco del tema”.

Repasa que, a comienzos del 2000, Rusia abrió su mercado y comenzaron a ingresar variantes de té y café (“no solo té negro como antes”) y también “entró algo de yerba mate”. Señala que en los comienzos se ligaba la infusión tradicional de la Argentina “a chamanes, a rituales espirituales; lo tomaban como una sopa en la calabaza. Mucha información poco confiable, nada seria”.

Bogdan es sociólogo y economista; fue consultor para la compraventa de jugadores de fútbol y, además, puso en marcha el sitio Promate. Indica que lo creó en 2005 con el apoyo de la embajada argentina en Rusia, para que “el consumidor tome conciencia y no se deje engañar por vendedores sin escrúpulos”. Sostiene que “cada vez son más los fascinados con la yerba mate”. Calcula que unas 30.000 personas lo consumen cada día.

Encontrá acá toda la información sobre los remates ganaderos

“Para los rusos soy extranjero y para los argentinos soy ‘gringo’ por el acento, por las costumbres -insiste-. Quería que la gente conociera la historia, supiera de qué se trata la yerba”. Participó de estudios con la Academia Médica de Moscú y con la Facultad de Farmacopea sobre la planta de yerba mate (herba ilicis paraguariensis) que “buscaron establecer un parámetro de lo que era la yerba, porque ingresaba de todo bajo ese concepto”.

Casi la totalidad de la yerba que ingresa a Rusia proviene de Europa. Un problema de los últimos años es el aumento del costo de los fletes, que pasaron de US$4000 a US$16000 desde la Argentina.

Bogdan eligió trabajar con establecimientos más pequeños, como Don German. Y, en un viaje a Estados Unidos, “descubrió” en un local un envase metalizado de 250 gramos de la yerba “Reserva del Che”. Bogdan indica que el nombre es por “che” de “amigos” en la Argentina y no por Ernesto Guevara.

Juan Carlos Domínguez es uno de los que participa en la producción de la yerba en la chacra de El Soberbio, en Misiones: “Es un proceso artesanal, con mucho tiempo de estacionamiento y de calidad superior”. Hacen unas 30 toneladas al año, de las que la mayor parte van a Rusia. En el mercado interno se vende con la marca Reserva de Misiones, en presentaciones de un kilo y de diez por el momento.

“Como buscaba calidad y exclusividad además de que no podía comprar contenedores, me puse en contacto y empezamos a trabajar juntos -añade Bogdan-. Son seis variedades y eso permite apuntar a distintos paladares”. En las fiestas del 9 de Julio que realiza la embajada argentina, Bogdan lleva su stand.

MateinBar fue su iniciativa entre 2018 y el inicio de la pandemia: “Fue el primer lugar donde se tomaba mate bien argentino en Moscú. Además, fue la oportunidad de explicar, de contar de qué se trataba. Empezamos a hacer cocktails con yerba, algo de pastelería y, en verano, tereré. Y seguimos haciéndolo en Punto Mate”.

Subraya que los rusos “aceptaron que el mate es rico cuando se toma en compañía, como los argentinos son bastante filosóficos, les gusta hablar, compartir el mate”. Añade que, por supuesto, que los jugadores de fútbol como Lionel Messi o el francés Antoinne Griezmann aparecieran tomando mate “ayudó mucho” a la promoción.

Se publicó el 17 de septiembre de 2024

 Radicado hace 36 años, Andrés Leonardo Bogdan empezó a llevar la infusión en 2012; tiene una web, redes sociales y “puntos” en bares y restaurantes  LA NACION

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