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Así debe lucir la moneda de 25 centavos para que valga más de US$152.000: el detalle en el reverso es la clave

En el mercado de coleccionismo, los errores en la fabricación de monedas son muy codiciados, ya que estos detalles específicos las convierten en objetos únicos y deseadas. Uno de los casos más recientes de un ejemplar cuyo valor ascendió por su singularidad es el de una pieza de 25 centavos de 1796, conocida como el “Draped Bust Quarter”.

Esta pieza, que no presenta una denominación explícita como “25 C.” o “Quarter Dollar”, fue fabricada en la época de los primeros años de la Casa de la Moneda de Estados Unidos y su precio alcanzó US$152.400 en una subasta del 12 de septiembre de 2024 organizada por Heritage Auctions.

La historia del Draped Bust Quarter de 1796

El Draped Bust Quarter de 1796, una de las primeras monedas de 25 centavos de EE.UU., tiene una historia fascinante detrás. Fue producida en un momento en que aún no se habían estandarizado las prácticas para identificar las denominaciones en los ejemplares. En lugar de tener impreso su valor nominal, esta simplemente mostraba su tamaño, lo que la hacía distintiva.

En el anverso está el rostro de “Liberty”, una imagen inspirada en el retrato de Ann Willing Bingham, una conocida socialité de Filadelfia. El reverso presenta la imagen de un águila pequeña, un diseño particular que luego sería sustituido por la de un águila más grande en modelos posteriores.

¿Cuál es el error en la moneda de 25 centavos de 1796?

Este ejemplar, a pesar de su aparente sencillez, tiene un error de acuñación que lo hace especialmente valioso. Con una sutil rotura en el borde y sin estrellas en el anverso, estas imperfecciones convierte a la pieza en una rara y altamente codiciada.

También tiene la particularidad de contar con una pequeña tirada de solo 963 piezas, ya que el motivo “sin estrellas” se abandonó más tarde en ese año. La denominación con la imagen de la pequeña águila se introdujo en 1796, durante ese año se fabricaron ejemplares en dos tipos de diseño principales, con y sin estrellas en el anverso.

Este ejemplar vendido en Heritage Auctions es conocido como la variedad “BD-2″, con flechas normales que se extienden solo hasta el final de “N” en “UNITED” en el reverso. John Dannreuther, un especialista, estimó en la plataforma de subasta que los troqueles “BD-2″ se utilizaron para acuñar 897 piezas y la población sobreviviente es de 100 a 125 ejemplos en todos los grados.

El Draped Bust Quarter recibió la calificación AU50 por el Servicio Profesional de Calificación de Monedas (PCGS, por sus siglas en inglés) debido a que exhibe un ligero desgaste en los puntos altos de los elementos del diseño. Gran parte del detalle interior permanece intacto en los rizos de la Libertad y las plumas del águila.

¿Por qué este error es tan valioso en las monedas?

Los errores de acuñación son uno de los factores que más influyen en el precio de una moneda dentro del mercado de coleccionistas. Estos detalles son fallos en el proceso de fabricación, que pueden incluir roturas en el troquel, detalles incompletos o elementos mal posicionados en el diseño. Si bien para la producción masiva son defectos, se convierten en verdaderas joyas para los coleccionistas, ya que hacen que un ejemplar común se transforme en una pieza irrepetible.

En el caso del Draped Bust Quarter de 1796, su error de acuñación y su antigüedad lo convierten en un ejemplar de alto valor. Este cuarto de dólar representa no solo la historia monetaria de EE.UU., sino también un símbolo de los comienzos de la Casa de la Moneda, lo que consolida su atractivo y su elevado precio de mercado.

El interés por la moneda de 25 centavos de 1796

Los coleccionistas consideran que el Draped Bust Quarter es especial por varias razones. Además de ser una de las primeras monedas de 25 centavos, el hecho de que no tenga estrellas en el anverso, como otras de la misma tirada, la convierte en un tipo de diseño exclusivo de ese año. Este detalle sin precedentes aumenta aún más su rareza y, por ende, su precio.

Según expertos en numismática, como Ron Guth en el sitio PCGS, esta se destaca como una de las más importantes y raras en la historia. El Draped Bust Quarter de 1796 es una de las piezas de colección más destacadas y, en ocasiones, ha sido clasificado entre las 100 mejores de EE.UU.

En la década de 1930, un conocido coleccionista, Eric P. Newman, adquirió un ejemplar similar por tan solo US$100. Décadas más tarde, esa misma pieza fue vendida por US$1.5 millones en el año 2013, convirtiéndose en uno de los cuartos de dólar más caros de la historia.

Para evaluar el valor de una moneda antigua como el Draped Bust Quarter de 1796, existen varios factores a tener en cuenta. Uno de ellos es el estado de conservación de la misma, ya que un ejemplar en mejores condiciones puede cotizar mucho más altos en subastas. Los expertos en numismática utilizan un sistema de clasificación, donde las piezas pueden recibir una calificación en una escala de hasta 70 puntos. Cuanto mayor sea la puntuación, mayor será su precio.

En el mercado de coleccionismo, los errores en la fabricación de monedas son muy codiciados, ya que estos detalles específicos las convierten en objetos únicos y deseadas. Uno de los casos más recientes de un ejemplar cuyo valor ascendió por su singularidad es el de una pieza de 25 centavos de 1796, conocida como el “Draped Bust Quarter”.

Esta pieza, que no presenta una denominación explícita como “25 C.” o “Quarter Dollar”, fue fabricada en la época de los primeros años de la Casa de la Moneda de Estados Unidos y su precio alcanzó US$152.400 en una subasta del 12 de septiembre de 2024 organizada por Heritage Auctions.

La historia del Draped Bust Quarter de 1796

El Draped Bust Quarter de 1796, una de las primeras monedas de 25 centavos de EE.UU., tiene una historia fascinante detrás. Fue producida en un momento en que aún no se habían estandarizado las prácticas para identificar las denominaciones en los ejemplares. En lugar de tener impreso su valor nominal, esta simplemente mostraba su tamaño, lo que la hacía distintiva.

En el anverso está el rostro de “Liberty”, una imagen inspirada en el retrato de Ann Willing Bingham, una conocida socialité de Filadelfia. El reverso presenta la imagen de un águila pequeña, un diseño particular que luego sería sustituido por la de un águila más grande en modelos posteriores.

¿Cuál es el error en la moneda de 25 centavos de 1796?

Este ejemplar, a pesar de su aparente sencillez, tiene un error de acuñación que lo hace especialmente valioso. Con una sutil rotura en el borde y sin estrellas en el anverso, estas imperfecciones convierte a la pieza en una rara y altamente codiciada.

También tiene la particularidad de contar con una pequeña tirada de solo 963 piezas, ya que el motivo “sin estrellas” se abandonó más tarde en ese año. La denominación con la imagen de la pequeña águila se introdujo en 1796, durante ese año se fabricaron ejemplares en dos tipos de diseño principales, con y sin estrellas en el anverso.

Este ejemplar vendido en Heritage Auctions es conocido como la variedad “BD-2″, con flechas normales que se extienden solo hasta el final de “N” en “UNITED” en el reverso. John Dannreuther, un especialista, estimó en la plataforma de subasta que los troqueles “BD-2″ se utilizaron para acuñar 897 piezas y la población sobreviviente es de 100 a 125 ejemplos en todos los grados.

El Draped Bust Quarter recibió la calificación AU50 por el Servicio Profesional de Calificación de Monedas (PCGS, por sus siglas en inglés) debido a que exhibe un ligero desgaste en los puntos altos de los elementos del diseño. Gran parte del detalle interior permanece intacto en los rizos de la Libertad y las plumas del águila.

¿Por qué este error es tan valioso en las monedas?

Los errores de acuñación son uno de los factores que más influyen en el precio de una moneda dentro del mercado de coleccionistas. Estos detalles son fallos en el proceso de fabricación, que pueden incluir roturas en el troquel, detalles incompletos o elementos mal posicionados en el diseño. Si bien para la producción masiva son defectos, se convierten en verdaderas joyas para los coleccionistas, ya que hacen que un ejemplar común se transforme en una pieza irrepetible.

En el caso del Draped Bust Quarter de 1796, su error de acuñación y su antigüedad lo convierten en un ejemplar de alto valor. Este cuarto de dólar representa no solo la historia monetaria de EE.UU., sino también un símbolo de los comienzos de la Casa de la Moneda, lo que consolida su atractivo y su elevado precio de mercado.

El interés por la moneda de 25 centavos de 1796

Los coleccionistas consideran que el Draped Bust Quarter es especial por varias razones. Además de ser una de las primeras monedas de 25 centavos, el hecho de que no tenga estrellas en el anverso, como otras de la misma tirada, la convierte en un tipo de diseño exclusivo de ese año. Este detalle sin precedentes aumenta aún más su rareza y, por ende, su precio.

Según expertos en numismática, como Ron Guth en el sitio PCGS, esta se destaca como una de las más importantes y raras en la historia. El Draped Bust Quarter de 1796 es una de las piezas de colección más destacadas y, en ocasiones, ha sido clasificado entre las 100 mejores de EE.UU.

En la década de 1930, un conocido coleccionista, Eric P. Newman, adquirió un ejemplar similar por tan solo US$100. Décadas más tarde, esa misma pieza fue vendida por US$1.5 millones en el año 2013, convirtiéndose en uno de los cuartos de dólar más caros de la historia.

Para evaluar el valor de una moneda antigua como el Draped Bust Quarter de 1796, existen varios factores a tener en cuenta. Uno de ellos es el estado de conservación de la misma, ya que un ejemplar en mejores condiciones puede cotizar mucho más altos en subastas. Los expertos en numismática utilizan un sistema de clasificación, donde las piezas pueden recibir una calificación en una escala de hasta 70 puntos. Cuanto mayor sea la puntuación, mayor será su precio.

 Una moneda de 25 centavos de 1796 puede valer más de 152,000 dólares en subastas debido a un raro error en el reverso. Este ejemplar se ha convertido en un tesoro para los coleccionistas, quienes buscan piezas únicas de esta tirada histórica.  LA NACION

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