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La crítica de Marcelo Gallardo, después de la goleada que astilló la ilusión de River en la Copa

Un golpe que astilla la ilusión, una derrota que obliga a ensayar una remontada épica. La goleada 3 a 0 que sufrió River en la visita a Atlético Minero, en el Arena do Galo, de Belo Horizonte, desnudó múltiples falencias de un equipo que ofreció una pálida imagen, con errores en todas las líneas y con situaciones de juego que enseñaron desacoples que abrieron grietas para que los brasileños desataran todo su poderío y reflejaran la jerarquía de futbolistas que desequilibran en el juego y en la batalla física. Los millonarios padecieron el desarrollo y, como señaló el director técnico Marcelo Gallardo, “no salió absolutamente nada de lo que planificamos o intentamos desarrollar”. El martes próximo, en el Monumental, desde las 21.30, River deberá componer un partido sin fisuras para alimentar la esperanza de revertir la serie y clasificarse a la final de la Copa Libertadores, que tendrá al estadio de Núñez como sede, por selección de la Conmebol.

“Cuando no fluye es difícil hacer un análisis, porque de lo que habíamos pensados nada se manifestó. Un equipo que sufrió en todas las líneas, y cuando un equipo sufre en todas las líneas y el rival es de jerarquía lo pagás caro, como lo pagamos nosotros. No fuimos el equipo duro que queríamos ser y eso el rival lo vio y aprovechó”, comentó Gallardo, que en la Libertadores de 2020 sufrió también una goleada en el partido de ida de las semifinales frente a Palmeiras, en el Monumental, y a punto estuvo de redondear la remontada en San Pablo.

En los dos ciclos que el entrenador lleva en River, por primera vez cerrará una serie de semifinales en el Monumental. Con Guaraní, en 2015; frente a Lanús, en 2017; ante Gremio, en 2018; en el superclásico con Boca, en 2019, y ante Palmeiras, en 2020, los millonarios definieron fuera de casa. En tres de esas llaves se clasificaron y solamente una vez revirtieron la serie: frente a Gremio, que había celebrado un éxito por 1 a 0 en Núñez. “El partido de hoy te da una muestra de que si no hacemos el partido perfecto nos va a costar. Tenemos que revertir desde lo mental y recuperar la jerarquía futbolística. Habrá ansiedad, pero tenemos que tener criterio y ser prolijos. Tenemos que tener enjundia, pero también criterio futbolístico. Tenemos que hacer el partido que no hicimos y vamos a tener chances”, apuntó Gallardo, sobre lo que deberá el desquite.

El resumen de la derrota de River ante Atlético Mineiro

“No pudimos fluir y ellos con pelotas largas nos complicaron: sabíamos que podías ser así, hubo desacoples del equipo y la sensación es que los goles fueron muy fáciles. No fuimos duros para resistir los ataques de ellos y dañarlos cuando tuvimos la pelota. Veníamos siendo un equipo duro, fallamos ahí: en ese aspecto. Éramos duros y difíciles sin tener la calidad futbolística que pretendemos, por eso no esperábamos este resultado. No tuvimos la condición de equipo duros que somos ante un equipo que se plantó con sus armas y jerarquía. Ellos armaron un juego directo, lo sabíamos, pero no supimos contrarrestar eso de manera sólida como equipo. Y eso es lo que me da mucha impotencia. No quiero profundizar, porque es lo que se vio: tiene que haber una reacción para el partido de vuelta”, expuso Gallardo, que en la rueda de prensa con los medios estuvo junto al defensor Leandro González Pirez.

Con un juego de tenencia y con ataques directos, Atlético Mineiro lastimó y sacó una diferencia que es abultada, aunque desde el cuerpo técnico del Galo desestimaron que la serie esté cerrada. “Son potentes, y saltar líneas era una posibilidad: ellos lo hacen bien. Tienen jugadores que pueden hacer ese trabajo, sabíamos que podía pasar y nosotros nunca agarramos a la línea defensiva rival corriendo para atrás. Cuando no sale nada de lo que planificaste y encima no fuimos duro para el rival, pasa lo que pasó hoy. Es un aprendizaje, una enseñanza para todos: en esta instancia puede pasar esto si no disputás los duelos como corresponde en todas las líneas, no solo la defensiva. Y eso lo sufrimos y pagamos caro”, repitió Gallardo, que anunció que la molestia en el isquiotibial izquierdo que sufrió Marcos Acuña en la entrada en calor será evaluada durante la semana para conocer si el lateral puede estar a disposición en el desquite.

“Ellos jugaron su partido con su gente. No me voy a enfocar en el árbitro, porque sería desobedecer las cosas que hicimos como equipo, desentendernos. No tiene sentido. Hay que tratar de resolver sobre el comportamiento futbolístico y mejorar para tener una reacción futbolística. Nuestro estadio y nuestra gente va a ser un plus. La verdad es que hoy la gente acompañó de manera increíble y por eso tengo una sensación de que no pudimos responderle; gente entusiasmada e ilusionada. Tendremos que resolver para la vuelta y jugar un partido perfecto en todas las líneas e intentar dar vueltas este resultado. Nada es imposible, pero tenemos que jugar un partido perfecto. Después de la desilusión hay que masticar bronca para enfocarnos para lo que viene: debemos reflexionar sobre el partido que no pudimos jugar hoy y hacer todo lo contrario para la vuelta”, cerró Gallardo, que no encontró respuestas al juego del rival, la línea de cinco defensores no rindió y la presencia del uruguayo Nicolás Fonseca como volante central fue una apuesta de flojísimo vuelo.

Un golpe que astilla la ilusión, una derrota que obliga a ensayar una remontada épica. La goleada 3 a 0 que sufrió River en la visita a Atlético Minero, en el Arena do Galo, de Belo Horizonte, desnudó múltiples falencias de un equipo que ofreció una pálida imagen, con errores en todas las líneas y con situaciones de juego que enseñaron desacoples que abrieron grietas para que los brasileños desataran todo su poderío y reflejaran la jerarquía de futbolistas que desequilibran en el juego y en la batalla física. Los millonarios padecieron el desarrollo y, como señaló el director técnico Marcelo Gallardo, “no salió absolutamente nada de lo que planificamos o intentamos desarrollar”. El martes próximo, en el Monumental, desde las 21.30, River deberá componer un partido sin fisuras para alimentar la esperanza de revertir la serie y clasificarse a la final de la Copa Libertadores, que tendrá al estadio de Núñez como sede, por selección de la Conmebol.

“Cuando no fluye es difícil hacer un análisis, porque de lo que habíamos pensados nada se manifestó. Un equipo que sufrió en todas las líneas, y cuando un equipo sufre en todas las líneas y el rival es de jerarquía lo pagás caro, como lo pagamos nosotros. No fuimos el equipo duro que queríamos ser y eso el rival lo vio y aprovechó”, comentó Gallardo, que en la Libertadores de 2020 sufrió también una goleada en el partido de ida de las semifinales frente a Palmeiras, en el Monumental, y a punto estuvo de redondear la remontada en San Pablo.

En los dos ciclos que el entrenador lleva en River, por primera vez cerrará una serie de semifinales en el Monumental. Con Guaraní, en 2015; frente a Lanús, en 2017; ante Gremio, en 2018; en el superclásico con Boca, en 2019, y ante Palmeiras, en 2020, los millonarios definieron fuera de casa. En tres de esas llaves se clasificaron y solamente una vez revirtieron la serie: frente a Gremio, que había celebrado un éxito por 1 a 0 en Núñez. “El partido de hoy te da una muestra de que si no hacemos el partido perfecto nos va a costar. Tenemos que revertir desde lo mental y recuperar la jerarquía futbolística. Habrá ansiedad, pero tenemos que tener criterio y ser prolijos. Tenemos que tener enjundia, pero también criterio futbolístico. Tenemos que hacer el partido que no hicimos y vamos a tener chances”, apuntó Gallardo, sobre lo que deberá el desquite.

El resumen de la derrota de River ante Atlético Mineiro

“No pudimos fluir y ellos con pelotas largas nos complicaron: sabíamos que podías ser así, hubo desacoples del equipo y la sensación es que los goles fueron muy fáciles. No fuimos duros para resistir los ataques de ellos y dañarlos cuando tuvimos la pelota. Veníamos siendo un equipo duro, fallamos ahí: en ese aspecto. Éramos duros y difíciles sin tener la calidad futbolística que pretendemos, por eso no esperábamos este resultado. No tuvimos la condición de equipo duros que somos ante un equipo que se plantó con sus armas y jerarquía. Ellos armaron un juego directo, lo sabíamos, pero no supimos contrarrestar eso de manera sólida como equipo. Y eso es lo que me da mucha impotencia. No quiero profundizar, porque es lo que se vio: tiene que haber una reacción para el partido de vuelta”, expuso Gallardo, que en la rueda de prensa con los medios estuvo junto al defensor Leandro González Pirez.

Con un juego de tenencia y con ataques directos, Atlético Mineiro lastimó y sacó una diferencia que es abultada, aunque desde el cuerpo técnico del Galo desestimaron que la serie esté cerrada. “Son potentes, y saltar líneas era una posibilidad: ellos lo hacen bien. Tienen jugadores que pueden hacer ese trabajo, sabíamos que podía pasar y nosotros nunca agarramos a la línea defensiva rival corriendo para atrás. Cuando no sale nada de lo que planificaste y encima no fuimos duro para el rival, pasa lo que pasó hoy. Es un aprendizaje, una enseñanza para todos: en esta instancia puede pasar esto si no disputás los duelos como corresponde en todas las líneas, no solo la defensiva. Y eso lo sufrimos y pagamos caro”, repitió Gallardo, que anunció que la molestia en el isquiotibial izquierdo que sufrió Marcos Acuña en la entrada en calor será evaluada durante la semana para conocer si el lateral puede estar a disposición en el desquite.

“Ellos jugaron su partido con su gente. No me voy a enfocar en el árbitro, porque sería desobedecer las cosas que hicimos como equipo, desentendernos. No tiene sentido. Hay que tratar de resolver sobre el comportamiento futbolístico y mejorar para tener una reacción futbolística. Nuestro estadio y nuestra gente va a ser un plus. La verdad es que hoy la gente acompañó de manera increíble y por eso tengo una sensación de que no pudimos responderle; gente entusiasmada e ilusionada. Tendremos que resolver para la vuelta y jugar un partido perfecto en todas las líneas e intentar dar vueltas este resultado. Nada es imposible, pero tenemos que jugar un partido perfecto. Después de la desilusión hay que masticar bronca para enfocarnos para lo que viene: debemos reflexionar sobre el partido que no pudimos jugar hoy y hacer todo lo contrario para la vuelta”, cerró Gallardo, que no encontró respuestas al juego del rival, la línea de cinco defensores no rindió y la presencia del uruguayo Nicolás Fonseca como volante central fue una apuesta de flojísimo vuelo.

 El director técnico enseñó su impotencia por la floja actuación del equipo y la amplia diferencia de goles en contra  LA NACION

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