Bárbara Lanata le respondió a Elba Marcovecchio: “Por mí, que se quede con todo”
Jorge Lanata se encuentra internado desde mediados de junio. Durante este tiempo, en el que el conductor atravesó varios momentos críticos, se volvieron evidentes las diferencias entre las mujeres de su entorno más íntimo. Este martes, minutos después de que se supiera que los médicos habían determinado bajar paulatinamente su sedación, su hija Bárbara brindó una entrevista en la que se refirió, una vez más, al conflicto que mantienen ella y su hermana Lola con la actual esposa del periodista, Elba Marcovecchio.
En las cercanías del Hospital Italiano, en el que se encuentra internado su padre, Bárbara fue abordada por Oliver Quiroz, cronista del ciclo televisivo A la tarde (América TV) y, a diferencia de lo que venía pasando en el último tiempo, aceptó responder una a una las preguntas. “Estoy bien… Cansada, porque cualquiera que tiene un familiar internado sabe que es agotador física y emocionalmente, pero contenta porque las cirugías salieron bien”, indicó la productora radial.
Inmediatamente, el movilero le preguntó sobre los cambios en el listado de personas que pueden visitar al periodista en el hospital, y, concretamente, sobre la inclusión de su madre, Andrea Rodríguez. “Pudo venir, por suerte. Estaba contenta. Hasta ahora no había podido venir porque la lista de ingresos solo la podía armar Elba y a partir de ahora puedo autorizar yo también”, explicó.
La semana pasada, Marcovecchio decidió suspender a dos de los empleados de confianza de Lanata, una medida que en las últimas horas fue revertida por Sara “Kiwi” Stewart Brown, exesposa y madre de su hija menor, Lola. A través de las redes sociales, la artista plástica confirmó la existencia de un poder recíproco, firmado por Lanata, que decidió utilizar en estos momentos de tensión. “Decidí usarlo, ejerciendo la facultad de revocar un poder en particular, porque ese poder que revoqué se estaba usando para hacer cosas que Lanata jamás hubiera hecho contra personas a las que nunca hubiera perjudicado. Por lo que lo dejé sin efecto legal. Tengo la certeza que Lanata no estaría de acuerdo en que la gente que lo acompañó fiel y amorosamente por más de 20 años, y que ya son parte de su familia, se queden sin cobrar su sueldo, incluso aunque una ley se lo permita. Lanata no piensa ni actuó jamás de esta forma”, argumentó la exmujer del periodista.
Al respecto, Bárbara indicó: “Eso lo maneja la Justicia, pero sí, el poder lo tiene desde siempre, desde que estuvieron casados. Lo usamos solo para eso. No tiene otro fin. No es que Kiwi quiere hacer nada más con ese poder”. Ante la presentación de la artista, Marcovecchio respondió con una carta documento en la que señala: “Su comportamiento lejos de la hidalguía que la guio en el año 2016 encierra una actitud de irrespeto de las decisiones libres que ejerció Jorge, por ejemplo, casarse y otorgarme un poder para que dirija el barco en su ausencia. Lamento profundamente que se arrogue facultades que no le pertenecen, entre ellas cuestionar los actos conservatorios del patrimonio de mi marido que me fueran confiados por ser su esposa, por el poder otorgado y por ser cotitular de la cuenta bancaria. Procuré ajustar costos para seguir pagando su opulenta cuota alimentaria en su integridad sin siquiera reducirse… En conclusión, rechazo su revocación de poder cuyo único fin es económico”.
“Sí, respondió con una carta documento, pero no había nada que responder, porque su poder fue revocado”, indicó la hija del periodista, que también se refirió a un posteo de la abogada en las redes sociales en el que afirma que Lanata le había adelantado que sus hijas y sus exesposas se iban a “matar por la plata”. “Me parece que eso habla más de ella que de nosotras, la verdad. Además, yo estoy segura de que mi papá nunca dijo eso. Y si lo dijo, que ahora ella salga a contarlo, me parece muy bajo, sobre todo para mi hermana, que es chica. Además, nosotras nunca hablamos de plata. Nosotras cuestionamos actos. Actos en determinados momentos de la internación. No cuestiones de plata. No hay temas económicos. Para mí, que se quede con todo”, indicó Bárbara.
Y reforzó sus dichos: “Todo esto empezó por falta de comunicación familiar. Si hubiese habido una comunicación más fluida desde el principio, no hubiese pasado. Y cuestionamos actos en ciertos momentos de la internación de mi papá que no estuvieron buenos. Y además, cosas como la lista; que mi mamá no pudiera entrar”. Con respecto a la relación que mantiene desde el comienzo con la esposa de su padre, la productora señaló: “Tuve muy poca relación. Yo no vivo con mi papá. Ya estoy grande; entonces, lo veía los fines de semana. Almorzábamos juntos, solos, porque ella no venía. Lola tuvo un poco más de relación porque es chica y pasa la mitad de la semana en la casa de mi papá”.
En el final de la entrevista, el cronista le comentó que el lunes se vio a Marcovecchio en el Palacio Duhau, ubicado en el corazón del barrio porteño de Recoleta. Según se supo, la abogada había concurrido junto con su madre y una amiga muy cercana para la degustación de menú que se servirá en el cumpleaños de quince de su hija Allegra, que se celebrará a finales de noviembre. “Eso es muy personal. Me habían comentado que era el cumpleaños de 15, pero no sabía cuándo… No sé. Si lo quiere hacer, está bien. No quiero opinar de los chicos, no soy mamá y no sé qué haría en esa situación”, expresó.
“Nadie tiene ganas de pelear. Es una situación de mierda para todos. Estoy cansada igual que todos. A esta altura es muy complicado que nos sentemos a tomar un café. Lo intenté en su momento y no me contestó los mensajes. A esta altura es muy complicado, porque ya hay mucha cosa judicial de por medio”, finalizó.
Jorge Lanata se encuentra internado desde mediados de junio. Durante este tiempo, en el que el conductor atravesó varios momentos críticos, se volvieron evidentes las diferencias entre las mujeres de su entorno más íntimo. Este martes, minutos después de que se supiera que los médicos habían determinado bajar paulatinamente su sedación, su hija Bárbara brindó una entrevista en la que se refirió, una vez más, al conflicto que mantienen ella y su hermana Lola con la actual esposa del periodista, Elba Marcovecchio.
En las cercanías del Hospital Italiano, en el que se encuentra internado su padre, Bárbara fue abordada por Oliver Quiroz, cronista del ciclo televisivo A la tarde (América TV) y, a diferencia de lo que venía pasando en el último tiempo, aceptó responder una a una las preguntas. “Estoy bien… Cansada, porque cualquiera que tiene un familiar internado sabe que es agotador física y emocionalmente, pero contenta porque las cirugías salieron bien”, indicó la productora radial.
Inmediatamente, el movilero le preguntó sobre los cambios en el listado de personas que pueden visitar al periodista en el hospital, y, concretamente, sobre la inclusión de su madre, Andrea Rodríguez. “Pudo venir, por suerte. Estaba contenta. Hasta ahora no había podido venir porque la lista de ingresos solo la podía armar Elba y a partir de ahora puedo autorizar yo también”, explicó.
La semana pasada, Marcovecchio decidió suspender a dos de los empleados de confianza de Lanata, una medida que en las últimas horas fue revertida por Sara “Kiwi” Stewart Brown, exesposa y madre de su hija menor, Lola. A través de las redes sociales, la artista plástica confirmó la existencia de un poder recíproco, firmado por Lanata, que decidió utilizar en estos momentos de tensión. “Decidí usarlo, ejerciendo la facultad de revocar un poder en particular, porque ese poder que revoqué se estaba usando para hacer cosas que Lanata jamás hubiera hecho contra personas a las que nunca hubiera perjudicado. Por lo que lo dejé sin efecto legal. Tengo la certeza que Lanata no estaría de acuerdo en que la gente que lo acompañó fiel y amorosamente por más de 20 años, y que ya son parte de su familia, se queden sin cobrar su sueldo, incluso aunque una ley se lo permita. Lanata no piensa ni actuó jamás de esta forma”, argumentó la exmujer del periodista.
Al respecto, Bárbara indicó: “Eso lo maneja la Justicia, pero sí, el poder lo tiene desde siempre, desde que estuvieron casados. Lo usamos solo para eso. No tiene otro fin. No es que Kiwi quiere hacer nada más con ese poder”. Ante la presentación de la artista, Marcovecchio respondió con una carta documento en la que señala: “Su comportamiento lejos de la hidalguía que la guio en el año 2016 encierra una actitud de irrespeto de las decisiones libres que ejerció Jorge, por ejemplo, casarse y otorgarme un poder para que dirija el barco en su ausencia. Lamento profundamente que se arrogue facultades que no le pertenecen, entre ellas cuestionar los actos conservatorios del patrimonio de mi marido que me fueran confiados por ser su esposa, por el poder otorgado y por ser cotitular de la cuenta bancaria. Procuré ajustar costos para seguir pagando su opulenta cuota alimentaria en su integridad sin siquiera reducirse… En conclusión, rechazo su revocación de poder cuyo único fin es económico”.
“Sí, respondió con una carta documento, pero no había nada que responder, porque su poder fue revocado”, indicó la hija del periodista, que también se refirió a un posteo de la abogada en las redes sociales en el que afirma que Lanata le había adelantado que sus hijas y sus exesposas se iban a “matar por la plata”. “Me parece que eso habla más de ella que de nosotras, la verdad. Además, yo estoy segura de que mi papá nunca dijo eso. Y si lo dijo, que ahora ella salga a contarlo, me parece muy bajo, sobre todo para mi hermana, que es chica. Además, nosotras nunca hablamos de plata. Nosotras cuestionamos actos. Actos en determinados momentos de la internación. No cuestiones de plata. No hay temas económicos. Para mí, que se quede con todo”, indicó Bárbara.
Y reforzó sus dichos: “Todo esto empezó por falta de comunicación familiar. Si hubiese habido una comunicación más fluida desde el principio, no hubiese pasado. Y cuestionamos actos en ciertos momentos de la internación de mi papá que no estuvieron buenos. Y además, cosas como la lista; que mi mamá no pudiera entrar”. Con respecto a la relación que mantiene desde el comienzo con la esposa de su padre, la productora señaló: “Tuve muy poca relación. Yo no vivo con mi papá. Ya estoy grande; entonces, lo veía los fines de semana. Almorzábamos juntos, solos, porque ella no venía. Lola tuvo un poco más de relación porque es chica y pasa la mitad de la semana en la casa de mi papá”.
En el final de la entrevista, el cronista le comentó que el lunes se vio a Marcovecchio en el Palacio Duhau, ubicado en el corazón del barrio porteño de Recoleta. Según se supo, la abogada había concurrido junto con su madre y una amiga muy cercana para la degustación de menú que se servirá en el cumpleaños de quince de su hija Allegra, que se celebrará a finales de noviembre. “Eso es muy personal. Me habían comentado que era el cumpleaños de 15, pero no sabía cuándo… No sé. Si lo quiere hacer, está bien. No quiero opinar de los chicos, no soy mamá y no sé qué haría en esa situación”, expresó.
“Nadie tiene ganas de pelear. Es una situación de mierda para todos. Estoy cansada igual que todos. A esta altura es muy complicado que nos sentemos a tomar un café. Lo intenté en su momento y no me contestó los mensajes. A esta altura es muy complicado, porque ya hay mucha cosa judicial de por medio”, finalizó.
La hija mayor del conductor de PPT explicó por qué no se sentaría a tomar un café con la esposa de su padre y explicó cuáles fueron las situaciones que las enfrentaron LA NACION