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Ocho años de cárcel para los ideólogos de los millonarios asaltos las Galerías Pacífico y el Patio Bullrich

Fueron golpes planificados al mínimo detalle. Cada movimiento estaba sincronizado para no perder tiempo y evitar errores. Con diferencia de tres meses y seis días, la organización criminal atacó dos veces: el 12 de septiembre de 2021, el blanco fue la joyería Testorelli de Galerías Pacífico, de donde los ladrones se llevaron diez Rolex y 23 relojes Cartier valuados en 400.000 dólares; y el 18 de diciembre de ese mismo año, entraron en Sensation Du Temps, de Patio Bullrich, el shopping de la zona de Retiro, donde los delincuentes se apoderaron de 35 relojes Rolex, Cartier y Jaeger.

Una profunda investigación permitió su detención. Fueron puestos en el banquillo de los acusados y finalmente, la semana pasada, los líderes de la banda fueron condenados a ocho años de prisión.

La pena aplicada por los jueces Gustavo Valle, Eduardo Vega y Domingo Altieri recayó en Mariano José Zambrano, alias el Rubio, y Facundo Ortiz Tirabassi, apodado Jota, quienes fueron consideradores organizadores de una asociación ilícita y culpables, también, de los delitos de robo agravado por haber sido cometido con arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo tenerse por acreditada y en lugar poblado y banda, reiterado en dos ocasiones, en concurso real con portación ilegítima de armas de fuego de uso civil condicional.

Los jueces Valle, Vega y Altieri fijaron para el Rubio Zambrano una pena única de 16 años de prisión al unificarle la condena por los robos en Galerías Pacífico y Patio Bullrich con una anterior de nueve años de cárcel que le había impuesto el Tribunal Oral Federal (TOF) N°4 de San Martín.

En una investigación realizada por el fiscal José María Campagnoli y su equipo de colaboradores, junto con la ex División Robos y Hurtos de la Policía Federal Argentina (PFA), publicada por LA NACION, se le adjudicaron al Rubio Zambrano cinco robos en joyerías de Belgrano, Núñez y Saavedra.

“Se movía como un verdadero dandi. Siempre elegantemente vestido, recorría las joyerías cercanas a la avenida Cabildo y, haciéndose pasar por cliente, consultaba los precios y las características de los modelos de relojes de alta gama. Así sabía dónde se guardaban los Rolex que después iba a robar con sus cómplices”, había explicado a LA NACION un importante investigador judicial en plena pesquisa, en 2019.

Así actuaba la banda de los Rolex

Además de a los organizadores de la asociación ilícita, los magistrados condenaron a otros 13 integrantes de la gavilla conocida como la banda de los Rolex. En el debate, el Ministerio Público estuvo representado por el fiscal general Fernando Klappenbach y el auxiliar fiscal Gustavo Masson.

“La organización se valía de distintos vehículos, algunos de los cuales habían sido sustraídos previamente (y les sustituían las chapas patentes por placas falsificadas o robadas), armas de fuego de grueso calibre, chalecos antibalas, equipos de comunicación y demás elementos que han sido secuestrados, con todo lo cual arribaban a los centros comerciales y se dirigían a las joyerías que habían sido seleccionadas previamente y sobre las cuales se habían realizado diligencias de inteligencia previa. Luego de vencer los controles de ingreso, intimidar y reducir a los empleados de los establecimientos y a los eventuales clientes que pudieran encontrarse en el lugar a través de la exhibición de varias armas de fuego de distinta naturaleza y calibre, utilizando una o varias mazas rompían las vidrieras y exhibidores de los comercios para acceder a los relojes”, sostuvo la jueza Alejandra Provítola cuando procesó con prisión preventiva a Zambrano, Ortiz Tirabassi y a los otros sospechosos.

Según se explicó en aquel momento, los dos robos fueron planificados al detalle, después de “tareas” de inteligencia, para no dejar nada librado al azar.

“La organización funcionó con permanencia en el tiempo, división de roles, previa detallada ideación, planificación, inteligencia previa en los posibles objetivos, logística, obtención de documentación personal falsa y de armas de grueso calibre, ubicación de destinos donde poder esconderse después de los robos, todo lo cual les permitiera a plena luz del día y en lugares de concurrido tránsito y permanencia de personas (en particular, shoppings) la sustracción violenta y a mano armada de relojes de alta gama, principalmente en joyerías”, explicó la jueza Provítola en aquella resolución.

Zambrano fue detenido en enero de 2022 por detectives de la Policía Federal en cumplimiento de una orden de captura internacional. Fue interceptado cuando circulaba por el partido bonaerense de Florencio Varela en una camioneta 4×4. Debajo de uno de los asientos del vehículo tenía dos fusiles cargados, con munición en recámara, listos para abrir fuego.

El robo de la joyería Testorelli de Galerías Pacífico ocurrió el día que se realizaron las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de medio término de 2021. El primer delincuente que irrumpió en el local gritó “¡Quietos! ¡Quietos! ¡Al suelo!”, mientras blandía una pistola 9 milímetros.

Uno de los cómplices del asaltante, sin perder tiempo, sacó de un morral una maza de 25 kilos y comenzó a romper las vitrinas de blindex para apoderarse de diez Rolex y 23 de la firma Cartier, valuados en 400.000 dólares. El tercer ladrón se había quedado en la puerta para controlar la situación y garantizar los rápidos movimientos para la ejecución del golpe. En dos minutos, los delincuentes salieron del shopping del barrio de San Nicolás para escapar en un auto que habían dejado estacionado a pocos metros.

Algo parecido sucedió en Patio Bullrich, en Retiro. Pero esa vez fueron tres los ladrones armados que gritaron “¡Quédense quietos o los matamos a todos!”. Acto seguido comenzaron a romper con una maza los cristales de las vitrinas y se apoderaron de los relojes en exhibición “para luego darse a la fuga por la puerta del shopping que da a la avenida del Libertador”.

La jueza Provítola tuvo la colaboración de detectives de la Federal y de la Policía de la Ciudad para identificar y, posteriormente, detener a los presuntos integrantes de la organización criminal. En la pesquisa también fueron clave las cámaras de seguridad y los lectores de patentes del gobierno porteño y de las municipalidades de Vicente López y San Martín.

“Los integrantes de la banda habrían coordinado sus esfuerzos y voluntades para, conforme una precisa división de funciones, lograr, previa realización de tareas de inteligencia en los objetivos a atacar, y el aprovisionamiento, acopio de elementos destinados a cometer esa clase de ilícitos y proveerse de armamento de grueso calibre que permitiera su consumación y lograra su impunidad para el caso ser descubiertos, la sustracción violenta y a mano armada de, entre otros objetivos, relojes de alta gama”, sostuvo la magistrada en la resolución que, ahora, desembocó en las condenas.

Fueron golpes planificados al mínimo detalle. Cada movimiento estaba sincronizado para no perder tiempo y evitar errores. Con diferencia de tres meses y seis días, la organización criminal atacó dos veces: el 12 de septiembre de 2021, el blanco fue la joyería Testorelli de Galerías Pacífico, de donde los ladrones se llevaron diez Rolex y 23 relojes Cartier valuados en 400.000 dólares; y el 18 de diciembre de ese mismo año, entraron en Sensation Du Temps, de Patio Bullrich, el shopping de la zona de Retiro, donde los delincuentes se apoderaron de 35 relojes Rolex, Cartier y Jaeger.

Una profunda investigación permitió su detención. Fueron puestos en el banquillo de los acusados y finalmente, la semana pasada, los líderes de la banda fueron condenados a ocho años de prisión.

La pena aplicada por los jueces Gustavo Valle, Eduardo Vega y Domingo Altieri recayó en Mariano José Zambrano, alias el Rubio, y Facundo Ortiz Tirabassi, apodado Jota, quienes fueron consideradores organizadores de una asociación ilícita y culpables, también, de los delitos de robo agravado por haber sido cometido con arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo tenerse por acreditada y en lugar poblado y banda, reiterado en dos ocasiones, en concurso real con portación ilegítima de armas de fuego de uso civil condicional.

Los jueces Valle, Vega y Altieri fijaron para el Rubio Zambrano una pena única de 16 años de prisión al unificarle la condena por los robos en Galerías Pacífico y Patio Bullrich con una anterior de nueve años de cárcel que le había impuesto el Tribunal Oral Federal (TOF) N°4 de San Martín.

En una investigación realizada por el fiscal José María Campagnoli y su equipo de colaboradores, junto con la ex División Robos y Hurtos de la Policía Federal Argentina (PFA), publicada por LA NACION, se le adjudicaron al Rubio Zambrano cinco robos en joyerías de Belgrano, Núñez y Saavedra.

“Se movía como un verdadero dandi. Siempre elegantemente vestido, recorría las joyerías cercanas a la avenida Cabildo y, haciéndose pasar por cliente, consultaba los precios y las características de los modelos de relojes de alta gama. Así sabía dónde se guardaban los Rolex que después iba a robar con sus cómplices”, había explicado a LA NACION un importante investigador judicial en plena pesquisa, en 2019.

Así actuaba la banda de los Rolex

Además de a los organizadores de la asociación ilícita, los magistrados condenaron a otros 13 integrantes de la gavilla conocida como la banda de los Rolex. En el debate, el Ministerio Público estuvo representado por el fiscal general Fernando Klappenbach y el auxiliar fiscal Gustavo Masson.

“La organización se valía de distintos vehículos, algunos de los cuales habían sido sustraídos previamente (y les sustituían las chapas patentes por placas falsificadas o robadas), armas de fuego de grueso calibre, chalecos antibalas, equipos de comunicación y demás elementos que han sido secuestrados, con todo lo cual arribaban a los centros comerciales y se dirigían a las joyerías que habían sido seleccionadas previamente y sobre las cuales se habían realizado diligencias de inteligencia previa. Luego de vencer los controles de ingreso, intimidar y reducir a los empleados de los establecimientos y a los eventuales clientes que pudieran encontrarse en el lugar a través de la exhibición de varias armas de fuego de distinta naturaleza y calibre, utilizando una o varias mazas rompían las vidrieras y exhibidores de los comercios para acceder a los relojes”, sostuvo la jueza Alejandra Provítola cuando procesó con prisión preventiva a Zambrano, Ortiz Tirabassi y a los otros sospechosos.

Según se explicó en aquel momento, los dos robos fueron planificados al detalle, después de “tareas” de inteligencia, para no dejar nada librado al azar.

“La organización funcionó con permanencia en el tiempo, división de roles, previa detallada ideación, planificación, inteligencia previa en los posibles objetivos, logística, obtención de documentación personal falsa y de armas de grueso calibre, ubicación de destinos donde poder esconderse después de los robos, todo lo cual les permitiera a plena luz del día y en lugares de concurrido tránsito y permanencia de personas (en particular, shoppings) la sustracción violenta y a mano armada de relojes de alta gama, principalmente en joyerías”, explicó la jueza Provítola en aquella resolución.

Zambrano fue detenido en enero de 2022 por detectives de la Policía Federal en cumplimiento de una orden de captura internacional. Fue interceptado cuando circulaba por el partido bonaerense de Florencio Varela en una camioneta 4×4. Debajo de uno de los asientos del vehículo tenía dos fusiles cargados, con munición en recámara, listos para abrir fuego.

El robo de la joyería Testorelli de Galerías Pacífico ocurrió el día que se realizaron las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de medio término de 2021. El primer delincuente que irrumpió en el local gritó “¡Quietos! ¡Quietos! ¡Al suelo!”, mientras blandía una pistola 9 milímetros.

Uno de los cómplices del asaltante, sin perder tiempo, sacó de un morral una maza de 25 kilos y comenzó a romper las vitrinas de blindex para apoderarse de diez Rolex y 23 de la firma Cartier, valuados en 400.000 dólares. El tercer ladrón se había quedado en la puerta para controlar la situación y garantizar los rápidos movimientos para la ejecución del golpe. En dos minutos, los delincuentes salieron del shopping del barrio de San Nicolás para escapar en un auto que habían dejado estacionado a pocos metros.

Algo parecido sucedió en Patio Bullrich, en Retiro. Pero esa vez fueron tres los ladrones armados que gritaron “¡Quédense quietos o los matamos a todos!”. Acto seguido comenzaron a romper con una maza los cristales de las vitrinas y se apoderaron de los relojes en exhibición “para luego darse a la fuga por la puerta del shopping que da a la avenida del Libertador”.

La jueza Provítola tuvo la colaboración de detectives de la Federal y de la Policía de la Ciudad para identificar y, posteriormente, detener a los presuntos integrantes de la organización criminal. En la pesquisa también fueron clave las cámaras de seguridad y los lectores de patentes del gobierno porteño y de las municipalidades de Vicente López y San Martín.

“Los integrantes de la banda habrían coordinado sus esfuerzos y voluntades para, conforme una precisa división de funciones, lograr, previa realización de tareas de inteligencia en los objetivos a atacar, y el aprovisionamiento, acopio de elementos destinados a cometer esa clase de ilícitos y proveerse de armamento de grueso calibre que permitiera su consumación y lograra su impunidad para el caso ser descubiertos, la sustracción violenta y a mano armada de, entre otros objetivos, relojes de alta gama”, sostuvo la magistrada en la resolución que, ahora, desembocó en las condenas.

 La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°14 porteño; en uno de los golpes, los ladrones se llevaron un botín estimado en 400.000 dólares  LA NACION

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