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Axel Kicillof busca que la fractura con Cristina Kirchner no se traslade a su propio gabinete

En el gabinete del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, la presencia de funcionarios de La Cámpora es notoria. Están en las primeras líneas, pero también en posiciones de menor rango dentro del equipo gubernamental. El quiebre entre el mandatario y su mentora, Cristina Kirchner, pone a prueba la convivencia de los dos grupos dentro del gabinete. En el gobierno bonaerense, prima la mirada de que la paz se mantendrá, a pesar del duro enfrentamiento que se desató de modo abierto con las elecciones internas del Partido Justicialista entre Cristina, a quien Kicillof evitó respaldar, y el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, de buena sintonía con su par bonaerense.

En el equipo de Kicillof se desempeñan los camporistas Daniela Vilar (ministra de Ambiente) y Nicolás Kreplak (ministro de Salud). También, el ministro de Justicia, Juan Martín Mena, que no pertenece a la organización de Máximo Kirchner, pero es un dirigente de extrema lealtad a Cristina. En puestos de menor rango también hay dirigentes camporistas, como Florencia Saintout (presidenta del Instituto Cultural bonaerense) o Santiago “Lalo” Révora (subsecretario de Asuntos Municipales). Révora integra la lista de Cristina en el PJ (al igual que Teresa García, jefa del bloque de senadores bonaerenses de Unión por la Patria y apoderada de la nómina de la expresidenta).

En el gobierno bonaerense, refuerzan el mensaje que Kicillof dejó para los camporistas de su gabinete en su comunicado del sábado, que emitió horas antes de que se cerrara el plazo para presentar las listas en el PJ. “Sobre quienes forman parte del gabinete, estoy orgulloso del trabajo que vienen haciendo y que deseo que sigan realizando”, afirmó el gobernador en ese documento, titulado “Construir un escudo y una alternativa: para eso, unidad”. Ese pronunciamiento al filo del plazo para entregar las candidaturas para el consejo partidario fue el único que prevé Kicillof sobre la interna, aseguraron a su lado a LA NACION.

“Estamos contentos con sus desempeños”, afirmó a LA NACION una fuente cercana a Kicillof ante la consulta sobre la continuidad de los funcionarios enrolados en La Cámpora. La convivencia entre funcionarios kicillofistas y cristinistas, según la fuente, no debería alterarse. “Por nuestro lado, sí. Nosotros no estamos en ninguna interna”, respondió cuando se le preguntó si se podrá mantener una buena relación entre los grupos luego del conflictivo desenlace de la presentación de listas en el justicialismo.

Para un funcionario kicillofista, la convivencia con los camporistas seguirá “como fue hasta ahora”. Y remarcó: “Axel lo explica bien en el texto”. En la misma sintonía se expresó otro dirigente alineado con el gobernador: “En la carta de Axel, se deduce que no los van a ‘rajar’. [La convivencia] se va a tratar de ir llevando. Salvo que se tense nuevamente por algo, creo que se puede llevar”.

“Sigue todo bárbaro, la gestión es otra cosa”, diferenció una fuente de trato permanente con el ala camporista del gabinete bonaerense.

En la Legislatura de la provincia, las diferencias entre los dos sectores no emergieron aún, pero existen en proyectos puntuales, como el que La Cámpora impulsa para recalcular el alza del monto de las indemnizaciones que se pagan en territorio bonaerense y que el gobernador no promueve. Tras lograr media sanción en la Cámara de Diputados provincial, a iniciativa transita las comisiones del Senado bonaerense, pero todavía no llegó al recinto.

El desafío que perturba al Gobierno

En el escenario del acto de Kicillof por el Día de la Lealtad Peronista, el jueves, en Berisso, se apersonaron varios dirigentes que integran la nómina con la que Quintela desafía a Cristina. Algunos de ellos son Victoria Tolosa Paz, Santiago Cafiero y Carlos Caserio. Kicillof, en su comunicado del sábado, procuró subrayar que el riojano no es su postulante: “Es un error pensar que se trata de un dirigente al que yo ‘subo o bajo’, pero sobre todo, es un gran error atacarlo. La lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados”.

Tras las frenéticas horas del cierre de listas, Quintela aterrizo el domingo por la mañana en La Rioja y tenía en su agenda algunas reuniones. En su entorno afirmaban que no habían quedado resquicios para el diálogo con Cristina y su grupo. “Ellos tenían que poner lugar y hora para lo del viernes, y no hubo respuesta”, dijeron a LA NACION, al recordar una reunión entre el gobernador riojano y la expresidenta que no se concretó, a pesar de la promoción que el propio Quintela le había dado.

En el gabinete del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, la presencia de funcionarios de La Cámpora es notoria. Están en las primeras líneas, pero también en posiciones de menor rango dentro del equipo gubernamental. El quiebre entre el mandatario y su mentora, Cristina Kirchner, pone a prueba la convivencia de los dos grupos dentro del gabinete. En el gobierno bonaerense, prima la mirada de que la paz se mantendrá, a pesar del duro enfrentamiento que se desató de modo abierto con las elecciones internas del Partido Justicialista entre Cristina, a quien Kicillof evitó respaldar, y el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, de buena sintonía con su par bonaerense.

En el equipo de Kicillof se desempeñan los camporistas Daniela Vilar (ministra de Ambiente) y Nicolás Kreplak (ministro de Salud). También, el ministro de Justicia, Juan Martín Mena, que no pertenece a la organización de Máximo Kirchner, pero es un dirigente de extrema lealtad a Cristina. En puestos de menor rango también hay dirigentes camporistas, como Florencia Saintout (presidenta del Instituto Cultural bonaerense) o Santiago “Lalo” Révora (subsecretario de Asuntos Municipales). Révora integra la lista de Cristina en el PJ (al igual que Teresa García, jefa del bloque de senadores bonaerenses de Unión por la Patria y apoderada de la nómina de la expresidenta).

En el gobierno bonaerense, refuerzan el mensaje que Kicillof dejó para los camporistas de su gabinete en su comunicado del sábado, que emitió horas antes de que se cerrara el plazo para presentar las listas en el PJ. “Sobre quienes forman parte del gabinete, estoy orgulloso del trabajo que vienen haciendo y que deseo que sigan realizando”, afirmó el gobernador en ese documento, titulado “Construir un escudo y una alternativa: para eso, unidad”. Ese pronunciamiento al filo del plazo para entregar las candidaturas para el consejo partidario fue el único que prevé Kicillof sobre la interna, aseguraron a su lado a LA NACION.

“Estamos contentos con sus desempeños”, afirmó a LA NACION una fuente cercana a Kicillof ante la consulta sobre la continuidad de los funcionarios enrolados en La Cámpora. La convivencia entre funcionarios kicillofistas y cristinistas, según la fuente, no debería alterarse. “Por nuestro lado, sí. Nosotros no estamos en ninguna interna”, respondió cuando se le preguntó si se podrá mantener una buena relación entre los grupos luego del conflictivo desenlace de la presentación de listas en el justicialismo.

Para un funcionario kicillofista, la convivencia con los camporistas seguirá “como fue hasta ahora”. Y remarcó: “Axel lo explica bien en el texto”. En la misma sintonía se expresó otro dirigente alineado con el gobernador: “En la carta de Axel, se deduce que no los van a ‘rajar’. [La convivencia] se va a tratar de ir llevando. Salvo que se tense nuevamente por algo, creo que se puede llevar”.

“Sigue todo bárbaro, la gestión es otra cosa”, diferenció una fuente de trato permanente con el ala camporista del gabinete bonaerense.

En la Legislatura de la provincia, las diferencias entre los dos sectores no emergieron aún, pero existen en proyectos puntuales, como el que La Cámpora impulsa para recalcular el alza del monto de las indemnizaciones que se pagan en territorio bonaerense y que el gobernador no promueve. Tras lograr media sanción en la Cámara de Diputados provincial, a iniciativa transita las comisiones del Senado bonaerense, pero todavía no llegó al recinto.

El desafío que perturba al Gobierno

En el escenario del acto de Kicillof por el Día de la Lealtad Peronista, el jueves, en Berisso, se apersonaron varios dirigentes que integran la nómina con la que Quintela desafía a Cristina. Algunos de ellos son Victoria Tolosa Paz, Santiago Cafiero y Carlos Caserio. Kicillof, en su comunicado del sábado, procuró subrayar que el riojano no es su postulante: “Es un error pensar que se trata de un dirigente al que yo ‘subo o bajo’, pero sobre todo, es un gran error atacarlo. La lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis y que viene causando malos resultados”.

Tras las frenéticas horas del cierre de listas, Quintela aterrizo el domingo por la mañana en La Rioja y tenía en su agenda algunas reuniones. En su entorno afirmaban que no habían quedado resquicios para el diálogo con Cristina y su grupo. “Ellos tenían que poner lugar y hora para lo del viernes, y no hubo respuesta”, dijeron a LA NACION, al recordar una reunión entre el gobernador riojano y la expresidenta que no se concretó, a pesar de la promoción que el propio Quintela le había dado.

 El gobernador espera que la convivencia se mantenga a flote tras el quiebre por la elección partidaria y les envió un mensaje conciliador a los camporistas; diferencias en la Legislatura  LA NACION

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