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Asamblea de la SIP. Autócratas cool, el efecto contagio en la región y otros peligros para la democracia

CÓRDOBA.- ¿Está en peligro la democracia? Daniel Zovatto -jurista y analista político- y Fabián Medina -editor de La Prensa de Nicaragua en el exilio y premio SIP a la libertad de prensa– advirtieron que hay deterioros muy notorios en la calidad de los sistemas institucionales de la región.

Moderados por Carlos Jornet -director del diario La Voz del Interior-, ambos instaron a los medios interamericanos a que actúen de inmediato ante la aparición de líderes totalitarios que quieren minar la libertad de expresión y de prensa. “No podemos entrar en la última etapa donde las medidas que hay que tomar son extremas y las soluciones del pasado ya no tienen el mismo nivel de eficacia. El efecto de contagio va de país en país. No basta con lamentarse, con decir, es condición necesaria, pero no suficiente, hay que accionar”, dijo Zovatto en la 80 Asamblea General de la entidad de medios interamericanos.

El jurista y analista político afirmó que muchos ciudadanos de la región están optando por modelos políticos a los que se les exige la solución de problemas urgentes, sin importar que presentan rasgos autoritarios: “La ciudadanía opta por la eficracia, es decir que con tal de que le solucionen sus problemas está dispuesta a tolerar el avance sobre las instituciones democráticas y a sacrificar la libertad de expresión y prensa, Pero los medios tienen una gran responsabilidad en la recuperación de los valores, de lo contrario vamos a pagar un precio muy alto porque dos terceras partes de los países de América Latina han dejado de ser democracias plenas”.

El columnista sostuvo que hay tres situaciones de alarma a considerar: un tema de geopolítica mundial en donde los conflictos alimentan la emergencia de estos modelos como en el caso de Venezuela y Nicaragua donde las reacciones terminaron en la nada; el fin de la historia que no se dio, pero que ha creado un mundo complejo donde el elemento democracia está debilitado; y la imposibilidad de combatir con eficacia este tipo de autoritarismos cuando se privilegian factores económicos por sobre la institucionalidad y los valores cívicos.

La ciudadanía opta por la eficracia, es decir que con tal de que le solucionen sus problemas está dispuesta a tolerar el avance sobre las instituciones democráticas y a sacrificar la libertad de expresión y prensa

Daniel Zovatto, jurista y analista político

Por su parte, Medina -que dirige La Prensa de Nicaragua, un sitio de noticias con una redacción exiliada por la represión ejercida por la dictadura de Daniel Ortega- dijo que hay sentimiento compartido de sorpresa por la rapidez con la que se llegó al nivel de deterioro de la democracia en América latina y que es necesario anticiparse con soluciones concretas: “Es un cáncer que está haciendo metástasis. Hay un efecto dominó de los personajes autoritarios de copiar modelos que tuvieron éxito para controlar el poder y avanzar sobre la democracia. Mi llamado es para trabajar en equipo, ellos, los líderes autoritarios, trabajan en equipo”.

La SIP presentó en su asamblea los resultados del Índice de Chapultepec de Libertad de Expresión y de Prensa para el período comprendido entre el 1 de agosto del 2023 y la misma fecha de este año. Arrojó un resultado de 48,1 de un máximo de 100, lo que lo ubica por debajo de los rangos intermedios del barómetro. El número -que deriva del análisis de la situación en 22 países- establece que estas libertades sufren una “restricción de manera generalizada” en la región. Ningún país se ubicó en la franja “con libertad de expresión”. Chile, que en la anterior quedó segundo, lidera ahora la tabla y comparte con otros siete (República Dominicana, Canadá, Estados Unidos, Brasil, Uruguay, Jamaica y Panamá) la franja de “baja restricción”.

“Algunos países que están en naranja en el índice van a pasar a rojo en cualquier momento”, dijo Medina y agregó: “Hay que apelar al instinto de conservación como un equipo de países que queremos la democracia. Y la libertad de expresión es algo intrínseco. Un país que no tiene libertad de expresión no tiene democracia. Los gobiernos autoritarios que se rigen por la zanahoria y el garrote tienen una capacidad de respuesta mucho mayor que otro mandatario que respeta los pasos de la democracia. Necesitan tener control total en el parlamento y en los procesos eleccionarios. Por eso ONG, prensa libre y la Iglesia son perseguidos porque distorsionan el modelo de control que ellos tienen”.

Hay sentimiento compartido de sorpresa por la rapidez con la que se llegó al nivel de deterioro de la democracia en América latina y que es necesario anticiparse con soluciones concretas

Fabián Medina, editor de La Prensa de Nicaragua

Para Jornet, si en la década del 80 se había vivido “una multinacional de la democracia, en los últimos años asistimos a una multinacional del autoritarismo”. En ese sentido, también se observa con preocupación la campaña electoral en los Estados Unidos y la posición que adopte Donald Trump frente a los resultados, tanto si resultara ganador como si le tocara perder la elección: “Podría tener un efecto devastador en la democracia en la región y a nivel global”.

¿Cómo se puede trabajar desde los medios de comunicación para hacer una tarea de docencia que permita a la región volver a un proceso democrático pleno? Para Zovatto hay que “defender, proteger y reeducar a la ciudadanía en los valores fundamentales” de la democracia a través del trabajo periodístico: “Hay que diferenciar el malestar con democracia o sin democracia. Gran parte de lo que estamos viendo es por el fracaso de la política. Tenemos que darles soluciones democráticas a los problemas de la democracia, sin cargarnos el sistema. El verdadero peligro de la democracia está en los Bukeles, que seducen a la ciudadanía, los autócratas cool, que usan las redes sociales para generar polarización. Y con alto nivel de apoyo popular”.

La lucha contra la desinformación

En otro panel del encuentro en Córdoba, el sitio argentino Chequeado.com y la agencia de noticias AFP compartieron algunas de sus estrategias para combatir uno de los grandes problemas de esta era: la desinformación. Se trata de un fenómeno que no es nuevo, pero que encuentra un contexto más propicio en la expansión digital y en la revolución tecnológica de la inteligencia artificial.

Activar el pensamiento crítico es la mejor tecnología para luchar contra la desinformación

Franco Piccato, director ejecutivo de Chequeado.com

Nadia Nasanovsky, coordinadora de formación en investigación digital en AFP para América Latina, dijo que nos enfrentamos a “un fenómeno global sumamente eficaz y polifacético en donde la desinformación es cada vez más barata de producir, es omnipresente y tiene una enorme capacidad para esparcirse a gran velocidad”. Esta situación pone en riesgo de amenazas y ataques continuos al periodismo porque se impulsan narrativas que desinforman en un contexto en el que los medios tienen dificultades en el acceso a la información ante el silencio de las fuentes oficiales y el temor a hablar de las independientes del poder de turno”.

La periodista explicó que son fundamentales los programas de capacitación en este tema: “La idea es que los programas tengan en cuenta problemáticas locales, que las herramientas permitan actuar en forma rápida, y que las estrategias del mundo del fact checking se trasladen al periodismo”.

Chequeado.com, representado por su director ejecutivo Franco Piccato, recordó los cinco principios fundamentales para la integridad de la información de la ONU que son necesarios en el presente: más confianza social en los medios y noticias; incentivos positivos de anunciantes y plataformas; ciudadanos más empoderados; medios de comunicación independientes, libres y plurales; mayor transparencia e investigación. “Esto es posible con credibilidad -una metodología de verificación-, una certificación internacional, una política de correcciones, transparencia en la rendición de cuentas y financiamiento; y mucho más periodismo basado en datos”, dijo el periodista.

Para Piccato es clave “activar el pensamiento crítico” que es la mejor tecnología para luchar contra la desinformación. Además, “exigir transparencia” del contenido que circula en redes de dudosa procedencia, profundizando los esfuerzos para contar con estándares de proveniencia digital: “El desafío es reconstruir la confianza para que sea más fácil producir y distribuir información”.

CÓRDOBA.- ¿Está en peligro la democracia? Daniel Zovatto -jurista y analista político- y Fabián Medina -editor de La Prensa de Nicaragua en el exilio y premio SIP a la libertad de prensa– advirtieron que hay deterioros muy notorios en la calidad de los sistemas institucionales de la región.

Moderados por Carlos Jornet -director del diario La Voz del Interior-, ambos instaron a los medios interamericanos a que actúen de inmediato ante la aparición de líderes totalitarios que quieren minar la libertad de expresión y de prensa. “No podemos entrar en la última etapa donde las medidas que hay que tomar son extremas y las soluciones del pasado ya no tienen el mismo nivel de eficacia. El efecto de contagio va de país en país. No basta con lamentarse, con decir, es condición necesaria, pero no suficiente, hay que accionar”, dijo Zovatto en la 80 Asamblea General de la entidad de medios interamericanos.

El jurista y analista político afirmó que muchos ciudadanos de la región están optando por modelos políticos a los que se les exige la solución de problemas urgentes, sin importar que presentan rasgos autoritarios: “La ciudadanía opta por la eficracia, es decir que con tal de que le solucionen sus problemas está dispuesta a tolerar el avance sobre las instituciones democráticas y a sacrificar la libertad de expresión y prensa, Pero los medios tienen una gran responsabilidad en la recuperación de los valores, de lo contrario vamos a pagar un precio muy alto porque dos terceras partes de los países de América Latina han dejado de ser democracias plenas”.

El columnista sostuvo que hay tres situaciones de alarma a considerar: un tema de geopolítica mundial en donde los conflictos alimentan la emergencia de estos modelos como en el caso de Venezuela y Nicaragua donde las reacciones terminaron en la nada; el fin de la historia que no se dio, pero que ha creado un mundo complejo donde el elemento democracia está debilitado; y la imposibilidad de combatir con eficacia este tipo de autoritarismos cuando se privilegian factores económicos por sobre la institucionalidad y los valores cívicos.

La ciudadanía opta por la eficracia, es decir que con tal de que le solucionen sus problemas está dispuesta a tolerar el avance sobre las instituciones democráticas y a sacrificar la libertad de expresión y prensa

Daniel Zovatto, jurista y analista político

Por su parte, Medina -que dirige La Prensa de Nicaragua, un sitio de noticias con una redacción exiliada por la represión ejercida por la dictadura de Daniel Ortega- dijo que hay sentimiento compartido de sorpresa por la rapidez con la que se llegó al nivel de deterioro de la democracia en América latina y que es necesario anticiparse con soluciones concretas: “Es un cáncer que está haciendo metástasis. Hay un efecto dominó de los personajes autoritarios de copiar modelos que tuvieron éxito para controlar el poder y avanzar sobre la democracia. Mi llamado es para trabajar en equipo, ellos, los líderes autoritarios, trabajan en equipo”.

La SIP presentó en su asamblea los resultados del Índice de Chapultepec de Libertad de Expresión y de Prensa para el período comprendido entre el 1 de agosto del 2023 y la misma fecha de este año. Arrojó un resultado de 48,1 de un máximo de 100, lo que lo ubica por debajo de los rangos intermedios del barómetro. El número -que deriva del análisis de la situación en 22 países- establece que estas libertades sufren una “restricción de manera generalizada” en la región. Ningún país se ubicó en la franja “con libertad de expresión”. Chile, que en la anterior quedó segundo, lidera ahora la tabla y comparte con otros siete (República Dominicana, Canadá, Estados Unidos, Brasil, Uruguay, Jamaica y Panamá) la franja de “baja restricción”.

“Algunos países que están en naranja en el índice van a pasar a rojo en cualquier momento”, dijo Medina y agregó: “Hay que apelar al instinto de conservación como un equipo de países que queremos la democracia. Y la libertad de expresión es algo intrínseco. Un país que no tiene libertad de expresión no tiene democracia. Los gobiernos autoritarios que se rigen por la zanahoria y el garrote tienen una capacidad de respuesta mucho mayor que otro mandatario que respeta los pasos de la democracia. Necesitan tener control total en el parlamento y en los procesos eleccionarios. Por eso ONG, prensa libre y la Iglesia son perseguidos porque distorsionan el modelo de control que ellos tienen”.

Hay sentimiento compartido de sorpresa por la rapidez con la que se llegó al nivel de deterioro de la democracia en América latina y que es necesario anticiparse con soluciones concretas

Fabián Medina, editor de La Prensa de Nicaragua

Para Jornet, si en la década del 80 se había vivido “una multinacional de la democracia, en los últimos años asistimos a una multinacional del autoritarismo”. En ese sentido, también se observa con preocupación la campaña electoral en los Estados Unidos y la posición que adopte Donald Trump frente a los resultados, tanto si resultara ganador como si le tocara perder la elección: “Podría tener un efecto devastador en la democracia en la región y a nivel global”.

¿Cómo se puede trabajar desde los medios de comunicación para hacer una tarea de docencia que permita a la región volver a un proceso democrático pleno? Para Zovatto hay que “defender, proteger y reeducar a la ciudadanía en los valores fundamentales” de la democracia a través del trabajo periodístico: “Hay que diferenciar el malestar con democracia o sin democracia. Gran parte de lo que estamos viendo es por el fracaso de la política. Tenemos que darles soluciones democráticas a los problemas de la democracia, sin cargarnos el sistema. El verdadero peligro de la democracia está en los Bukeles, que seducen a la ciudadanía, los autócratas cool, que usan las redes sociales para generar polarización. Y con alto nivel de apoyo popular”.

La lucha contra la desinformación

En otro panel del encuentro en Córdoba, el sitio argentino Chequeado.com y la agencia de noticias AFP compartieron algunas de sus estrategias para combatir uno de los grandes problemas de esta era: la desinformación. Se trata de un fenómeno que no es nuevo, pero que encuentra un contexto más propicio en la expansión digital y en la revolución tecnológica de la inteligencia artificial.

Activar el pensamiento crítico es la mejor tecnología para luchar contra la desinformación

Franco Piccato, director ejecutivo de Chequeado.com

Nadia Nasanovsky, coordinadora de formación en investigación digital en AFP para América Latina, dijo que nos enfrentamos a “un fenómeno global sumamente eficaz y polifacético en donde la desinformación es cada vez más barata de producir, es omnipresente y tiene una enorme capacidad para esparcirse a gran velocidad”. Esta situación pone en riesgo de amenazas y ataques continuos al periodismo porque se impulsan narrativas que desinforman en un contexto en el que los medios tienen dificultades en el acceso a la información ante el silencio de las fuentes oficiales y el temor a hablar de las independientes del poder de turno”.

La periodista explicó que son fundamentales los programas de capacitación en este tema: “La idea es que los programas tengan en cuenta problemáticas locales, que las herramientas permitan actuar en forma rápida, y que las estrategias del mundo del fact checking se trasladen al periodismo”.

Chequeado.com, representado por su director ejecutivo Franco Piccato, recordó los cinco principios fundamentales para la integridad de la información de la ONU que son necesarios en el presente: más confianza social en los medios y noticias; incentivos positivos de anunciantes y plataformas; ciudadanos más empoderados; medios de comunicación independientes, libres y plurales; mayor transparencia e investigación. “Esto es posible con credibilidad -una metodología de verificación-, una certificación internacional, una política de correcciones, transparencia en la rendición de cuentas y financiamiento; y mucho más periodismo basado en datos”, dijo el periodista.

Para Piccato es clave “activar el pensamiento crítico” que es la mejor tecnología para luchar contra la desinformación. Además, “exigir transparencia” del contenido que circula en redes de dudosa procedencia, profundizando los esfuerzos para contar con estándares de proveniencia digital: “El desafío es reconstruir la confianza para que sea más fácil producir y distribuir información”.

 La 80° Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa reflexionó sobre la relación simbiótica entre la libertad de expresión y los valores democráticos; el pensamiento crítico como antídoto contra la desinformación  LA NACION

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