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Isabel Salomón: siguió los pasos de su hermana Beatriz, fue tapa de Playboy y murió joven de una dura enfermedad

Vivió con el estigma de ser la hermana de Beatriz, pero Isabel Salomón tuvo su propio brillo. Nació en la provincia de San Juan, el 11 de febrero de 1959 y creció en una familia de descendencia siria y admirando a su hermana seis años mayor. Modelo, actriz y vedette, murió a los 54 años, el 18 de octubre de 2013, de una enfermedad que no tiene cura: ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica).

De gran belleza, Isabel empezó a modelar de muy chica, de la mano de Beatriz. Participaba de muchos concursos de belleza de la provincia y siempre se quedaba con algún premio. En 1978 se anotó en el concurso de Miss Argentina y se quedó con el título de Miss Elegancia. Fue modelo de pasarela, al igual que su hermana, con quien viajó a Buenos Aires buscando oportunidades de trabajo. Tuvieron suerte y cuando volvieron a San Juan ya era dos celebrities y la atracción de cuanto desfile hubiera. “Me presenté en un concurso de belleza donde salí primera princesa, después fui elegida Miss Siete Días e inmediatamente me conecté con la moda para hacer desfiles”, contaba Isabel en las entrevistas que daba en los 90.

Susana Romero fue una de las primeras en conocer a las hermanas Salomón. “Tenemos una historia maravillosa. Cuando nos conocimos yo estaba haciendo la gira de Virginia Slims e iba por las provincias organizando los desfiles, eligiendo a la gente, la música. Me tocó ir a San Juan y una de las chicas era Beatriz que estaba con su hermana Isabel. Cuando las vi, las elegí porque sabía que tenían futuro. Y cuando nos despedimos les di mi teléfono, les dije que cuando fueran a Buenos Aires me llamaran. Y así fue. Acá les hice los contactos para que trabajaran y muchas veces me cubrían en desfiles a los que no podía ir. Las dos eran muy amorosas”, aseguró Romero a LA NACIÓN.

En televisión, Isabel Salomón también debutó junto a su hermana Beatriz, en 1984, en Tatus, una comedia que pasó sin pena ni gloria, pero les sirvió para entrar al mundo del espectáculo. También estuvo en Calabromas, Hiperhumor, Las gatitas y los ratones de Porcel, Dos al toque, Los Benvenutto, El humor es más fuerte. Una de las últimas veces que se la vio públicamente fue en El muro infernal, ciclo de entretenimientos que conducía Marley.

En teatro hizo Locas por Dolores, una comedia junto a Adriana Aguirre y Ricardo García, que no llegó a estrenarse y eso la deprimió, pero inmediatamente la convocaron para hacer temporada en el Teatro del Sol de Carlos Paz, con el Negro Álvarez. También fue parte del elenco de Hay efectivo, Los bellos y las bestias, junto a Nito Artaza y Miguel Ángel Cherutti; El negro las prefiere rubias, Desocupados al borde de un ataque de nervios y El precio del pudor.

También tuvo su momento en el cine con Comandos azules en acción, con Jorge Martínez, Germán Kraus y su hermana Beatriz, La galería del terror, con Alberto Olmedo y Jorge Porcel y otra vez con Beatriz. Y en pleno apogeo fue tapa de Playboy.

Un sueño cumplido y un paso al costado

A mediados de 2000 abandonó su carrera para dedicarse a su familia. En 2001, se casó con el ingeniero Oscar Garay, con quien tuvo a Juan Cruz, en 2003, luego de someterse a un tratamiento de estimulación hormonal. Ser mamá fue un sueño que tuvo desde niña, por eso decidió dejar su profesión para dedicarse de lleno a su hijo. “Me gustaría que sea ingeniero como el papá, pero voy a dejar que él decida. Y voy a ser feliz con la carrera y con la persona que elija. Aunque me voy a poner un poquito celosa. Yo ya cumplí mi sueño: tengo a mi marido y a mi hijo, y espero que él también llegue a cumplir los suyos”, decía en una entrevista cuando todavía no había dado a luz.

La cruel enfermedad la sorprendió cuando todavía estaba criando a su hijo. En 2009 le diagnosticaron ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), una enfermedad terminal y progresiva. A pesar de los tratamientos médicos no hubo nada que hacer, la enfermedad avanzó y en 2012 le hicieron una traqueotomía y le colocaron un botón gástrico. Pasó los últimos meses internada, con tratamientos paliativos. Murió el 18 de octubre de 2013, a los 54 años.

Beatriz la acompañó siempre y recién en 2011 contó qué le pasaba a Isabel. “Es muy triste. Mi mamá, Leonor, murió a los 83 años, no pudo superar lo de mi hermana… Un día, Isabel se torció el tobillo y descubrieron que tenía ELA, que de a poco va atrofiándole la musculatura. De repente, querés levantar el pie o querés ir al baño y no podés hasta que no caminás y no te movilizás más. Isabel está en cama hace un año y medio. La atrofia va subiendo desde los pies y cuando llega a los pulmones, se detiene. Te tienen que hacer una traqueotomía y así está mi hermana. Está conectada a un respirador artificial y si la desconectan, se muere”, contaba con mucho dolor. Tiempo después, Beatriz pidió una cadena de oración para su hermana: “Ella ya no habla hace seis meses, está con una traqueotomía y un botón gástrico. Ya no puede ver, está conectada a un pulmotor”, agregó entre lágrimas.

La muerte de su hermana fue un duro golpe para la actriz. “Son los días más tristes de mi vida, mi hermana se fue, tengo un dolor muy grande, es un vacío que lo siento en lo más profundo de mi alma. Hoy mi único refugio son mis hijas. Dormimos las tres juntas en la misma cama y son el motor que me levanta un poco en este momento tan, pero tan difícil de llevar. La verdad es que necesito del afecto de ellas, pero tampoco puedo dejar que me vean quebrada. Es todo muy duro. Estoy tratando de salir adelante como puedo. Siempre la voy a llevar en mi corazón hasta mis últimos días”, aseguraba Beatriz por entonces.

Vivió con el estigma de ser la hermana de Beatriz, pero Isabel Salomón tuvo su propio brillo. Nació en la provincia de San Juan, el 11 de febrero de 1959 y creció en una familia de descendencia siria y admirando a su hermana seis años mayor. Modelo, actriz y vedette, murió a los 54 años, el 18 de octubre de 2013, de una enfermedad que no tiene cura: ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica).

De gran belleza, Isabel empezó a modelar de muy chica, de la mano de Beatriz. Participaba de muchos concursos de belleza de la provincia y siempre se quedaba con algún premio. En 1978 se anotó en el concurso de Miss Argentina y se quedó con el título de Miss Elegancia. Fue modelo de pasarela, al igual que su hermana, con quien viajó a Buenos Aires buscando oportunidades de trabajo. Tuvieron suerte y cuando volvieron a San Juan ya era dos celebrities y la atracción de cuanto desfile hubiera. “Me presenté en un concurso de belleza donde salí primera princesa, después fui elegida Miss Siete Días e inmediatamente me conecté con la moda para hacer desfiles”, contaba Isabel en las entrevistas que daba en los 90.

Susana Romero fue una de las primeras en conocer a las hermanas Salomón. “Tenemos una historia maravillosa. Cuando nos conocimos yo estaba haciendo la gira de Virginia Slims e iba por las provincias organizando los desfiles, eligiendo a la gente, la música. Me tocó ir a San Juan y una de las chicas era Beatriz que estaba con su hermana Isabel. Cuando las vi, las elegí porque sabía que tenían futuro. Y cuando nos despedimos les di mi teléfono, les dije que cuando fueran a Buenos Aires me llamaran. Y así fue. Acá les hice los contactos para que trabajaran y muchas veces me cubrían en desfiles a los que no podía ir. Las dos eran muy amorosas”, aseguró Romero a LA NACIÓN.

En televisión, Isabel Salomón también debutó junto a su hermana Beatriz, en 1984, en Tatus, una comedia que pasó sin pena ni gloria, pero les sirvió para entrar al mundo del espectáculo. También estuvo en Calabromas, Hiperhumor, Las gatitas y los ratones de Porcel, Dos al toque, Los Benvenutto, El humor es más fuerte. Una de las últimas veces que se la vio públicamente fue en El muro infernal, ciclo de entretenimientos que conducía Marley.

En teatro hizo Locas por Dolores, una comedia junto a Adriana Aguirre y Ricardo García, que no llegó a estrenarse y eso la deprimió, pero inmediatamente la convocaron para hacer temporada en el Teatro del Sol de Carlos Paz, con el Negro Álvarez. También fue parte del elenco de Hay efectivo, Los bellos y las bestias, junto a Nito Artaza y Miguel Ángel Cherutti; El negro las prefiere rubias, Desocupados al borde de un ataque de nervios y El precio del pudor.

También tuvo su momento en el cine con Comandos azules en acción, con Jorge Martínez, Germán Kraus y su hermana Beatriz, La galería del terror, con Alberto Olmedo y Jorge Porcel y otra vez con Beatriz. Y en pleno apogeo fue tapa de Playboy.

Un sueño cumplido y un paso al costado

A mediados de 2000 abandonó su carrera para dedicarse a su familia. En 2001, se casó con el ingeniero Oscar Garay, con quien tuvo a Juan Cruz, en 2003, luego de someterse a un tratamiento de estimulación hormonal. Ser mamá fue un sueño que tuvo desde niña, por eso decidió dejar su profesión para dedicarse de lleno a su hijo. “Me gustaría que sea ingeniero como el papá, pero voy a dejar que él decida. Y voy a ser feliz con la carrera y con la persona que elija. Aunque me voy a poner un poquito celosa. Yo ya cumplí mi sueño: tengo a mi marido y a mi hijo, y espero que él también llegue a cumplir los suyos”, decía en una entrevista cuando todavía no había dado a luz.

La cruel enfermedad la sorprendió cuando todavía estaba criando a su hijo. En 2009 le diagnosticaron ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), una enfermedad terminal y progresiva. A pesar de los tratamientos médicos no hubo nada que hacer, la enfermedad avanzó y en 2012 le hicieron una traqueotomía y le colocaron un botón gástrico. Pasó los últimos meses internada, con tratamientos paliativos. Murió el 18 de octubre de 2013, a los 54 años.

Beatriz la acompañó siempre y recién en 2011 contó qué le pasaba a Isabel. “Es muy triste. Mi mamá, Leonor, murió a los 83 años, no pudo superar lo de mi hermana… Un día, Isabel se torció el tobillo y descubrieron que tenía ELA, que de a poco va atrofiándole la musculatura. De repente, querés levantar el pie o querés ir al baño y no podés hasta que no caminás y no te movilizás más. Isabel está en cama hace un año y medio. La atrofia va subiendo desde los pies y cuando llega a los pulmones, se detiene. Te tienen que hacer una traqueotomía y así está mi hermana. Está conectada a un respirador artificial y si la desconectan, se muere”, contaba con mucho dolor. Tiempo después, Beatriz pidió una cadena de oración para su hermana: “Ella ya no habla hace seis meses, está con una traqueotomía y un botón gástrico. Ya no puede ver, está conectada a un pulmotor”, agregó entre lágrimas.

La muerte de su hermana fue un duro golpe para la actriz. “Son los días más tristes de mi vida, mi hermana se fue, tengo un dolor muy grande, es un vacío que lo siento en lo más profundo de mi alma. Hoy mi único refugio son mis hijas. Dormimos las tres juntas en la misma cama y son el motor que me levanta un poco en este momento tan, pero tan difícil de llevar. La verdad es que necesito del afecto de ellas, pero tampoco puedo dejar que me vean quebrada. Es todo muy duro. Estoy tratando de salir adelante como puedo. Siempre la voy a llevar en mi corazón hasta mis últimos días”, aseguraba Beatriz por entonces.

 Dejó su San Juan natal para cumplir el sueño de ser actriz; luego, se retiró para criar a su hijo, pero un inesperado diagnóstico le cambió la vida  LA NACION

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