Otra baja en Capital Humano: Leila Gianni dejará el ministerio de Pettovello
La subsecretaria Legal del Ministerio de Capital Humano, Leila Gianni, quien supo ser mano derecha de la titular del área, Sandra Pettovello, y venía de la gestión anterior, dejará su cargo. Así lo confirmaron fuentes del Gobierno a LA NACION. Alegaron en el Ejecutivo que esta decisión tiene que ver con sus intenciones de abocarse a la política territorial en La Matanza. Mientras tanto, fuentes cercanas a la funcionaria dijeron que ella está dispuesta a hacer lo que requiera el presidente Javier Milei y su equipo.
“Esto es algo consensuado, ya que Leila quiere dedicarse a la política territorial, lo cual es incompatible con los tiempos que requiere su cargo actual”, explicaron fuentes del Gobierno, que al respecto de la partida formal indicaron: “Tarde o temprano va a suceder”.
Justificaron también que se harán cambios en el esquema del Ministerio de Capital Humano que “influyeron” en esta medida. La megaestructura que tiene bajo su órbita Pettovello tuvo problemas, polémicas, goteo y recambio de funcionarios desde sus albores. Algunos dicen que esto se debe a la alta desconfianza de la ministra.
“Es solo una reorganización”, señalaron desde la Casa Rosada para dejar de lado cualquier rispidez entre Gianni y Pettovello. Incluso desde ambos lados destacaron que la relación entre ambas está “re bien”. Esto pese a los rumores que sonaron al menos entre aliados clave del Ejecutivo en el Congreso sobre ciertas diferencias que se habrían dado entre las dos y que, decían ayer por la tarde, derivarían en una eyección de Gianni.
Se irá también junto a la subsecretaria toda la “brigada anticorrupción”, como llamaban al equipo que llevó a la Justicia las irregularidades que Pettovello dice haber detectado en el ministerio y que están en trámite. Cerca de la funcionaria saliente -que tuvo su momento de mayor exposición cuando se cruzó con el dirigente social Juan Grabois en los pasillos de Comodoro Py- explicaban esta mañana que no podían dejar las filas públicas de Capital Humano de un día para el otro por la “sensibilidad” de los casos que manejaban.
“Leila y los suyos harán lo que indique el Presidente y su equipo, con el que toma todas las decisiones, tanto en el ministerio como en la provincia de Buenos Aires”, dejaron trascender desde su entorno.
La exladera de Pettovello tuvo un pasaje de altísimo perfil mediático durante su gestión, en que sus detractores también aprovecharon para enrostrarle un pasado kirchnerista. La funcionaria pasó por la tabula rasa de Milei, pese a que algunos todavía la miraban con desconfianza. Grabois le llegó a decir que tenía un pingüino tatuado. “Al pingüino se lo comió el león, boludo”, le gritó ella, que llevaba el animal con el que se identifica el Presidente estampado en una remera negra.
Su viraje discursivo y la alta fidelidad que todavía dice jurarle a este espacio oficialista hicieron que en el último tiempo se mostrara activa en la política matancera, eje del poder peronista, junto a Sebastián Pareja, aliado de la secretaria general, Karina Milei, en el armado bonaerense. Cerca de la próximamente exfuncionaria decían que no hará nada que perjudique la estrategia del “triángulo de poder”, es decir: de los hermanos Milei y el estratega Santiago Caputo.
La acción más visible de corte partidario-libertario de quien ya será exsubsecretaria fue cuando el Presidente hizo el acto en Parque Lezama, al que desembarcó en la cabeza de una columna que llevaba una bandera de La Matanza, el distrito más poblado del conurbano donde el Partido Justicialista (PJ) no logra ser desbancado. En tanto, también participó en la actividad que Karina Milei encabezó en La Plata, junto a un grupo de militancia y colaboradores.
La subsecretaria Legal del Ministerio de Capital Humano, Leila Gianni, quien supo ser mano derecha de la titular del área, Sandra Pettovello, y venía de la gestión anterior, dejará su cargo. Así lo confirmaron fuentes del Gobierno a LA NACION. Alegaron en el Ejecutivo que esta decisión tiene que ver con sus intenciones de abocarse a la política territorial en La Matanza. Mientras tanto, fuentes cercanas a la funcionaria dijeron que ella está dispuesta a hacer lo que requiera el presidente Javier Milei y su equipo.
“Esto es algo consensuado, ya que Leila quiere dedicarse a la política territorial, lo cual es incompatible con los tiempos que requiere su cargo actual”, explicaron fuentes del Gobierno, que al respecto de la partida formal indicaron: “Tarde o temprano va a suceder”.
Justificaron también que se harán cambios en el esquema del Ministerio de Capital Humano que “influyeron” en esta medida. La megaestructura que tiene bajo su órbita Pettovello tuvo problemas, polémicas, goteo y recambio de funcionarios desde sus albores. Algunos dicen que esto se debe a la alta desconfianza de la ministra.
“Es solo una reorganización”, señalaron desde la Casa Rosada para dejar de lado cualquier rispidez entre Gianni y Pettovello. Incluso desde ambos lados destacaron que la relación entre ambas está “re bien”. Esto pese a los rumores que sonaron al menos entre aliados clave del Ejecutivo en el Congreso sobre ciertas diferencias que se habrían dado entre las dos y que, decían ayer por la tarde, derivarían en una eyección de Gianni.
Se irá también junto a la subsecretaria toda la “brigada anticorrupción”, como llamaban al equipo que llevó a la Justicia las irregularidades que Pettovello dice haber detectado en el ministerio y que están en trámite. Cerca de la funcionaria saliente -que tuvo su momento de mayor exposición cuando se cruzó con el dirigente social Juan Grabois en los pasillos de Comodoro Py- explicaban esta mañana que no podían dejar las filas públicas de Capital Humano de un día para el otro por la “sensibilidad” de los casos que manejaban.
“Leila y los suyos harán lo que indique el Presidente y su equipo, con el que toma todas las decisiones, tanto en el ministerio como en la provincia de Buenos Aires”, dejaron trascender desde su entorno.
La exladera de Pettovello tuvo un pasaje de altísimo perfil mediático durante su gestión, en que sus detractores también aprovecharon para enrostrarle un pasado kirchnerista. La funcionaria pasó por la tabula rasa de Milei, pese a que algunos todavía la miraban con desconfianza. Grabois le llegó a decir que tenía un pingüino tatuado. “Al pingüino se lo comió el león, boludo”, le gritó ella, que llevaba el animal con el que se identifica el Presidente estampado en una remera negra.
Su viraje discursivo y la alta fidelidad que todavía dice jurarle a este espacio oficialista hicieron que en el último tiempo se mostrara activa en la política matancera, eje del poder peronista, junto a Sebastián Pareja, aliado de la secretaria general, Karina Milei, en el armado bonaerense. Cerca de la próximamente exfuncionaria decían que no hará nada que perjudique la estrategia del “triángulo de poder”, es decir: de los hermanos Milei y el estratega Santiago Caputo.
La acción más visible de corte partidario-libertario de quien ya será exsubsecretaria fue cuando el Presidente hizo el acto en Parque Lezama, al que desembarcó en la cabeza de una columna que llevaba una bandera de La Matanza, el distrito más poblado del conurbano donde el Partido Justicialista (PJ) no logra ser desbancado. En tanto, también participó en la actividad que Karina Milei encabezó en La Plata, junto a un grupo de militancia y colaboradores.
La subsecretaria de Legal, que supo ser mano derecha de la ministra, quedará afuera del Gobierno, donde alegan que tiene intenciones de hacer política territorial LA NACION
