Meteorólogos anticipan un “aumento dramático” en la formación de huracanes en septiembre: “No llegamos al pico”
Con la transición del verano hacia el otoño boreal, la actividad tropical en el océano Atlántico está a punto de intensificarse. A menos de dos semanas del pico de la temporada de huracanes 2024, los meteorólogos anticipan un aumento ostensible en la formación de ciclones tropicales destructivos. En este contexto, señalan a las costas de Texas, Florida, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Louisiana como los principales puntos donde es probable que toquen tierra.
La temporada de huracanes 2024 se mantuvo relativamente tranquila durante agosto –con la excepción de los huracanes Debby y Ernesto–, sobre todo si se tiene en cuenta que se espera que esta sea una de las más hiperactivas de la historia. Según los especialistas de AccuWeather, estas condiciones de calma parcial se dieron producto de la presencia de aire seco y polvoriento proveniente del Atlántico, algo que limita la formación de tormentas.
Sin embargo, se aproxima un cambio significativo en las condiciones meteorológicas que podría generar un “aumento dramático” de la actividad. “Creo que las cosas podrían volverse muy activas muy rápidamente aquí tan pronto como desaparezca el aire seco”, comentó Alex DaSilva, experto principal en huracanes de AccuWeather, que advirtió que, si bien se experimentó una reducción de aire seco durante la última semana, sigue habiendo grandes cantidades, y se espera que termine de disiparse más cerca del 10 de septiembre, el día previsto para el pico climatológico de la temporada.
Así, los expertos pronostican entre seis y diez sistemas tropicales en la cuenca del Atlántico durante septiembre, un ritmo comparable únicamente al de la histórica temporada de 2020, cuando se registraron 10 tormentas con nombre propio en septiembre. “Existe la posibilidad de que veamos múltiples tormentas tropicales y huracanes en la cuenca del Atlántico el mismo día”, añadió DaSilva. Las condiciones para el desarrollo de estas tormentas son particularmente favorables debido a las actuales temperaturas récord en la superficie del mar en gran parte de la región.
Las zonas de mayor riesgo de impacto de los huracanes de septiembre
Entre las áreas en mayor riesgo de impacto señaladas por los especialistas, se destaca la costa en el sureste de Texas, desde Brownsville hasta Houston y Beaumont. También el suroeste de Louisiana, por donde azotó a comienzos de julio pasado el huracán Beryl, que más tarde siguió su camino como tormenta, provocando tornados e importantes inundaciones hasta en Vermont, a más de 1600 kilómetros de distancia del lugar donde tocó tierra.
Otra de las zonas de gran amenaza señaladas son el sur de Florida, tanto en su costa este, de cara al Atlántico, y en sus costas del noroeste, con salida al Golfo de México; y las zonas ribereñas de Carolina del Sur y Carolina del Norte, por donde atravesó el devastador huracán Debby a principios de agosto.
“Este ya ha sido un año costoso en cuanto a daños e impactos por huracanes, y aún no hemos llegado al pico de la temporada”, señaló Jon Porter, meteorólogo jefe de AccuWeather. Además, los especialistas advirtieron no solo octubre seguirá siendo un mes agitado en cuanto a su actividad, sino que también podría llegar a haber entre uno y tres ciclones tropicales más en noviembre, cerca de la finalización de la temporada, prevista oficialmente el 30 de noviembre de 2024.
Cómo sigue la temporada de huracanes 2024 en los próximos días
A pesar de que el fin de semana del Labor Day o Día del Trabajo es tradicionalmente un período de alta actividad, este año no hubo tormentas con nombre en la cuenca entre el 21 de agosto y el 2 de septiembre, por lo que fue la primera vez en 27 años en donde esto ocurre. Sin embargo, los expertos del Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC, por sus siglas en inglés) vigilan de cerca dos ondas tropicales.
La primera avanza desde la costa de África hacia el oeste, mientras que la segunda está localizada en el Caribe y se espera que se desplace hacia el Golfo de México. Ambas podrían intensificarse significativamente debido a las cálidas temperaturas del agua. En tanto, estas perturbaciones, combinadas con una reducción en el aire seco, podrían desencadenar una actividad mucho mayor a la de las últimas semanas.
Con la transición del verano hacia el otoño boreal, la actividad tropical en el océano Atlántico está a punto de intensificarse. A menos de dos semanas del pico de la temporada de huracanes 2024, los meteorólogos anticipan un aumento ostensible en la formación de ciclones tropicales destructivos. En este contexto, señalan a las costas de Texas, Florida, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Louisiana como los principales puntos donde es probable que toquen tierra.
La temporada de huracanes 2024 se mantuvo relativamente tranquila durante agosto –con la excepción de los huracanes Debby y Ernesto–, sobre todo si se tiene en cuenta que se espera que esta sea una de las más hiperactivas de la historia. Según los especialistas de AccuWeather, estas condiciones de calma parcial se dieron producto de la presencia de aire seco y polvoriento proveniente del Atlántico, algo que limita la formación de tormentas.
Sin embargo, se aproxima un cambio significativo en las condiciones meteorológicas que podría generar un “aumento dramático” de la actividad. “Creo que las cosas podrían volverse muy activas muy rápidamente aquí tan pronto como desaparezca el aire seco”, comentó Alex DaSilva, experto principal en huracanes de AccuWeather, que advirtió que, si bien se experimentó una reducción de aire seco durante la última semana, sigue habiendo grandes cantidades, y se espera que termine de disiparse más cerca del 10 de septiembre, el día previsto para el pico climatológico de la temporada.
Así, los expertos pronostican entre seis y diez sistemas tropicales en la cuenca del Atlántico durante septiembre, un ritmo comparable únicamente al de la histórica temporada de 2020, cuando se registraron 10 tormentas con nombre propio en septiembre. “Existe la posibilidad de que veamos múltiples tormentas tropicales y huracanes en la cuenca del Atlántico el mismo día”, añadió DaSilva. Las condiciones para el desarrollo de estas tormentas son particularmente favorables debido a las actuales temperaturas récord en la superficie del mar en gran parte de la región.
Las zonas de mayor riesgo de impacto de los huracanes de septiembre
Entre las áreas en mayor riesgo de impacto señaladas por los especialistas, se destaca la costa en el sureste de Texas, desde Brownsville hasta Houston y Beaumont. También el suroeste de Louisiana, por donde azotó a comienzos de julio pasado el huracán Beryl, que más tarde siguió su camino como tormenta, provocando tornados e importantes inundaciones hasta en Vermont, a más de 1600 kilómetros de distancia del lugar donde tocó tierra.
Otra de las zonas de gran amenaza señaladas son el sur de Florida, tanto en su costa este, de cara al Atlántico, y en sus costas del noroeste, con salida al Golfo de México; y las zonas ribereñas de Carolina del Sur y Carolina del Norte, por donde atravesó el devastador huracán Debby a principios de agosto.
“Este ya ha sido un año costoso en cuanto a daños e impactos por huracanes, y aún no hemos llegado al pico de la temporada”, señaló Jon Porter, meteorólogo jefe de AccuWeather. Además, los especialistas advirtieron no solo octubre seguirá siendo un mes agitado en cuanto a su actividad, sino que también podría llegar a haber entre uno y tres ciclones tropicales más en noviembre, cerca de la finalización de la temporada, prevista oficialmente el 30 de noviembre de 2024.
Cómo sigue la temporada de huracanes 2024 en los próximos días
A pesar de que el fin de semana del Labor Day o Día del Trabajo es tradicionalmente un período de alta actividad, este año no hubo tormentas con nombre en la cuenca entre el 21 de agosto y el 2 de septiembre, por lo que fue la primera vez en 27 años en donde esto ocurre. Sin embargo, los expertos del Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC, por sus siglas en inglés) vigilan de cerca dos ondas tropicales.
La primera avanza desde la costa de África hacia el oeste, mientras que la segunda está localizada en el Caribe y se espera que se desplace hacia el Golfo de México. Ambas podrían intensificarse significativamente debido a las cálidas temperaturas del agua. En tanto, estas perturbaciones, combinadas con una reducción en el aire seco, podrían desencadenar una actividad mucho mayor a la de las últimas semanas.
Los meteorólogos advierten sobre un ‘aumento dramático’ en la formación de huracanes en el Atlántico este septiembre, anticipando que aún no se ha alcanzado el pico de la temporada 2024. LA NACION