La emotiva historia de McMuffin: la perrita a la que dieron por muerta y hoy vive una vida increíble en Alemania
En Tailandia, un país con 71 millones de habitantes, una perra callejera, como tantas otras que existen en el mundo, se encontraba totalmente abandonada, a la deriva. Su aspecto parecía el de un animal moribundo, con una sentencia casi definitiva. Su cuerpo, rodeado de garrapatas y afectado por tumores, la tenía a maltraer.
Víctima de la negligencia humana, la perra quedó apartada del mundo hasta que encontró en su camino a un alma caritativa que se ofreció a darle una nueva oportunidad. De nombre Niall Harbinson, esta persona quedó completamente shockeado al ver como este animal estaba pronto a morir, consumido por varias pestes que le carcomieron parte de sus órganos.
Según el testimonio de Niall en su cuenta de X (@NiallHarbison), la vida de McMuffin -nombre con el que la bautizó- pasó por todos los estados posibles. Hasta la dieron por muerta.
Sin embargo, el hombre buscó un mensaje esperanzador, una mínima señal de un profesional de la salud que pudiera cambiarle el rumbo a este animal al que solamente le quedaba agonizar en las calles de Tailandia.
Tras pasar por dos veterinarios, el rescatista encontró la persona indicada que le indicó que existía una pequeña chance de salvarle la vida. “La lucha había comenzado”, destacó el hombre en un hilo de X que contó de manera pormenorizada cómo McMuffin pasó de estar en la marginalidad de las calles tailandesas a recuperar su vida para navegar en una tabla de paddle surf en un río de Alemania.
Un proceso lento que incluyó quimioterapia y la extirpación de un ojo
Arropada entre vendas amarillas y rojas, McMuffin -en honor a la hamburguesa de McDonalds- comenzó un proceso médico invasivo que la sacó del letargo.
“Comenzó con cinco rondas de quimioterapia, pero terminaron siendo 10. Su pequeño cuerpo quedó totalmente destruido, pero de alguna manera los tumores comenzaron a hacerse más pequeños con el paso de las semanas”, aclaró el hombre que quedó a cargo de esta perrita.
Internada durante tres meses, McMuffin empezó a padecer los virus intrahospitalarios que le hicieron retroceder unos casilleros en cuanto a su recuperación. Al tener su cuerpo débil debido al proceso de quimioterapia, cada afección era un retroceso en su larga y costosa mejoría.
Twittervid.com Niallharbison 179992
Una vez culminadas las sesiones, la protagonista de esta historia fue trasladada a un refugio tailandés llamado Happy Dogo donde empezó a recibir un trato humano más cercano, respetando sus espacios y los plazos de recuperación indicada por los profesionales. Este mimo al alma fue un bálsamo para este animal que siguió padeciendo su atroz pasado.
“Tuvo glaucoma y tuvieron que sacarle un ojo. En un momento dado, se le infectó la pierna y casi tuvieron que amputársela”, explicó el rescatista, quien destacó a viva voz la resiliencia del animal para superar los duros obstáculos de su vida.
La pareja alemana que visitó el refugio y adoptó a McMuffin
A 8000 kilómetros del refugio, la historia de McMuffin llegó al celular de una pareja alemana. Las redes sociales, un fenómeno moderno que sirve para conectar personas a lo largo y ancho del mundo, actuaron de intermediario para que Sabrina y Dom visiten el refugio y conozcan en persona a esta cariñosa mascota que se convirtió en un ejemplo de vida.
Al acceder a los requerimientos médicos y el costoso operativo de mantenerla saludable a la perra, Sabrina y Dom tomaron la decisión de adoptarla con la condición de que la mascota viva con ellos en Alemania.
“Era un riesgo, pero se merecía una oportunidad”, declaró Niall, convencido de que este nuevo giro iba a ser determinante para cambiarle la calidad de vida.
Niall aún conserva la nostalgia de todo el proceso. Recuerda su mirada y su olor. Parte de su corazón está en Alemania, a miles de kilómetros de distancia. Al observar las redes sociales se sorprende al ver a McMuffin caminar por senderos rocosos de Alemania como una suerte de acompañante de alpinista; esboza una sonrisa al ver cómo la abrazan y conserva aún el escalofriante recuerdo del diagnóstico del veterinario que le indicó que le quedaban pocas horas de vida.
En Tailandia, un país con 71 millones de habitantes, una perra callejera, como tantas otras que existen en el mundo, se encontraba totalmente abandonada, a la deriva. Su aspecto parecía el de un animal moribundo, con una sentencia casi definitiva. Su cuerpo, rodeado de garrapatas y afectado por tumores, la tenía a maltraer.
Víctima de la negligencia humana, la perra quedó apartada del mundo hasta que encontró en su camino a un alma caritativa que se ofreció a darle una nueva oportunidad. De nombre Niall Harbinson, esta persona quedó completamente shockeado al ver como este animal estaba pronto a morir, consumido por varias pestes que le carcomieron parte de sus órganos.
Según el testimonio de Niall en su cuenta de X (@NiallHarbison), la vida de McMuffin -nombre con el que la bautizó- pasó por todos los estados posibles. Hasta la dieron por muerta.
Sin embargo, el hombre buscó un mensaje esperanzador, una mínima señal de un profesional de la salud que pudiera cambiarle el rumbo a este animal al que solamente le quedaba agonizar en las calles de Tailandia.
Tras pasar por dos veterinarios, el rescatista encontró la persona indicada que le indicó que existía una pequeña chance de salvarle la vida. “La lucha había comenzado”, destacó el hombre en un hilo de X que contó de manera pormenorizada cómo McMuffin pasó de estar en la marginalidad de las calles tailandesas a recuperar su vida para navegar en una tabla de paddle surf en un río de Alemania.
Un proceso lento que incluyó quimioterapia y la extirpación de un ojo
Arropada entre vendas amarillas y rojas, McMuffin -en honor a la hamburguesa de McDonalds- comenzó un proceso médico invasivo que la sacó del letargo.
“Comenzó con cinco rondas de quimioterapia, pero terminaron siendo 10. Su pequeño cuerpo quedó totalmente destruido, pero de alguna manera los tumores comenzaron a hacerse más pequeños con el paso de las semanas”, aclaró el hombre que quedó a cargo de esta perrita.
Internada durante tres meses, McMuffin empezó a padecer los virus intrahospitalarios que le hicieron retroceder unos casilleros en cuanto a su recuperación. Al tener su cuerpo débil debido al proceso de quimioterapia, cada afección era un retroceso en su larga y costosa mejoría.
Twittervid.com Niallharbison 179992
Una vez culminadas las sesiones, la protagonista de esta historia fue trasladada a un refugio tailandés llamado Happy Dogo donde empezó a recibir un trato humano más cercano, respetando sus espacios y los plazos de recuperación indicada por los profesionales. Este mimo al alma fue un bálsamo para este animal que siguió padeciendo su atroz pasado.
“Tuvo glaucoma y tuvieron que sacarle un ojo. En un momento dado, se le infectó la pierna y casi tuvieron que amputársela”, explicó el rescatista, quien destacó a viva voz la resiliencia del animal para superar los duros obstáculos de su vida.
La pareja alemana que visitó el refugio y adoptó a McMuffin
A 8000 kilómetros del refugio, la historia de McMuffin llegó al celular de una pareja alemana. Las redes sociales, un fenómeno moderno que sirve para conectar personas a lo largo y ancho del mundo, actuaron de intermediario para que Sabrina y Dom visiten el refugio y conozcan en persona a esta cariñosa mascota que se convirtió en un ejemplo de vida.
Al acceder a los requerimientos médicos y el costoso operativo de mantenerla saludable a la perra, Sabrina y Dom tomaron la decisión de adoptarla con la condición de que la mascota viva con ellos en Alemania.
“Era un riesgo, pero se merecía una oportunidad”, declaró Niall, convencido de que este nuevo giro iba a ser determinante para cambiarle la calidad de vida.
Niall aún conserva la nostalgia de todo el proceso. Recuerda su mirada y su olor. Parte de su corazón está en Alemania, a miles de kilómetros de distancia. Al observar las redes sociales se sorprende al ver a McMuffin caminar por senderos rocosos de Alemania como una suerte de acompañante de alpinista; esboza una sonrisa al ver cómo la abrazan y conserva aún el escalofriante recuerdo del diagnóstico del veterinario que le indicó que le quedaban pocas horas de vida.
La perra estaba en estado de abandono en la vía pública de Tailandia; la ardua tarea de un rescatista que se puso al hombro la misión de revivirla; el complejo proceso que terminó con final feliz LA NACION