Celiaquía: la ciencia identificó “la chispa” que enciende la respuesta del organismo al gluten
“El epitelio juega un papel crucial en la activación del sistema inmune en la enfermedad celíaca”. La afirmación es una de las conclusiones centrales de un reciente estudio publicado en la revista ‘Gastroenterology’, que supone un avance sustantivo para buscar nuevos tratamientos para la enfermedad.
Realizado por un equipo internacional de médicos bajo la coordinación de la Universidad McMaster de Canadá la investigación logró, luego de seis años de trabajo, determinar cómo y dónde comienzan las reacciones inmunológicas al gluten.
A partir del estudio se abre un nuevo universo de posibilidades para explorar terapias médicas, ya que se determinó que el epitelio, que reviste el intestino superior, posee un papel activo en la respuesta inflamatoria al gluten que caracteriza a la enfermedad.
“La única forma de tratar la enfermedad celíaca en la actualidad es eliminar por completo el gluten de la dieta. Algo difícil de hacer y sobre lo que los expertos coinciden que es insuficiente”, explicó Elena Verdu, directora del Instituto de Investigación donde se llevó a cabo el estudio.
La gastroenteróloga detalló que al identificar “la chispa” que enciende la respuesta del organismo al gluten se abre un campo para la investigación de tratamientos farmacológicos para inhibirla, según declaraciones reproducidas por ABC.
Por otra parte, el estudio también logró probar que luego de detectar el gluten, en caso de que haya patógenos presentes, “el epitelio envía señales más fuertes a las células inmunes”, lo que implica todo un campo de investigaciones para prevenir la enfermedad en las personas con riesgo, pero que aún no la padecen.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad celíaca?
La patología celíaca es un trastorno gastrointestinal e inmunológico crónico que afecta al intestino delgado y cuyas consecuencias se presentan al consumir alimentos con gluten, destacan desde el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas de los Estados Unidos.
Según los datos oficiales, la enfermedad afecta a unas 2 millones de personas en los Estados Unidos y alrededor del 1 % de las personas en todo el mundo. Hasta ahora, el único tratamiento eficaz para la dolencia es que las personas que la padecen eliminen el gluten de la dieta, lo que implica la supresión de todas las preparaciones que poseen trigo, avena, cebada y centeno, como panificados o pastas.
Desde el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas de los Estados Unidos precisan que los síntomas de la enfermedad varían muchísimo de persona a persona. Además, detallan que es muy frecuente, que las manifestaciones aparezcan y desaparezcan a lo largo de la vida.
En general, las patologías digestivas son los síntomas más comunes de la enfermedad e incluyen desde hinchazón, diarrea crónica o estreñimiento, hasta náuseas y vómitos recurrentes.
Para los niños, por la imposibilidad de absorber nutrientes esenciales para el crecimiento, la celiaquía provoca daños en los dientes, retraso en el crecimiento, crecimiento lento y estatura baja y pérdida de peso sistemática.
Además, si la patología no es tratada a tiempo y adecuadamente, produce trastornos que afectan el sistema reproductivo, la piel, las articulaciones y los huesos, y el sistema nervioso.
El diagnóstico precoz es una herramienta fundamental para que algunos síntomas como la baja estatura y los defectos dentales no se tornen irreversibles. Por otra parte, hay un gran número de personas que posee la enfermedad bajo una modalidad asintomática por lo que, según especifican desde el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas de los Estados Unidos, “pueden desarrollar complicaciones con el tiempo si no reciben tratamiento”.
“El epitelio juega un papel crucial en la activación del sistema inmune en la enfermedad celíaca”. La afirmación es una de las conclusiones centrales de un reciente estudio publicado en la revista ‘Gastroenterology’, que supone un avance sustantivo para buscar nuevos tratamientos para la enfermedad.
Realizado por un equipo internacional de médicos bajo la coordinación de la Universidad McMaster de Canadá la investigación logró, luego de seis años de trabajo, determinar cómo y dónde comienzan las reacciones inmunológicas al gluten.
A partir del estudio se abre un nuevo universo de posibilidades para explorar terapias médicas, ya que se determinó que el epitelio, que reviste el intestino superior, posee un papel activo en la respuesta inflamatoria al gluten que caracteriza a la enfermedad.
“La única forma de tratar la enfermedad celíaca en la actualidad es eliminar por completo el gluten de la dieta. Algo difícil de hacer y sobre lo que los expertos coinciden que es insuficiente”, explicó Elena Verdu, directora del Instituto de Investigación donde se llevó a cabo el estudio.
La gastroenteróloga detalló que al identificar “la chispa” que enciende la respuesta del organismo al gluten se abre un campo para la investigación de tratamientos farmacológicos para inhibirla, según declaraciones reproducidas por ABC.
Por otra parte, el estudio también logró probar que luego de detectar el gluten, en caso de que haya patógenos presentes, “el epitelio envía señales más fuertes a las células inmunes”, lo que implica todo un campo de investigaciones para prevenir la enfermedad en las personas con riesgo, pero que aún no la padecen.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad celíaca?
La patología celíaca es un trastorno gastrointestinal e inmunológico crónico que afecta al intestino delgado y cuyas consecuencias se presentan al consumir alimentos con gluten, destacan desde el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas de los Estados Unidos.
Según los datos oficiales, la enfermedad afecta a unas 2 millones de personas en los Estados Unidos y alrededor del 1 % de las personas en todo el mundo. Hasta ahora, el único tratamiento eficaz para la dolencia es que las personas que la padecen eliminen el gluten de la dieta, lo que implica la supresión de todas las preparaciones que poseen trigo, avena, cebada y centeno, como panificados o pastas.
Desde el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas de los Estados Unidos precisan que los síntomas de la enfermedad varían muchísimo de persona a persona. Además, detallan que es muy frecuente, que las manifestaciones aparezcan y desaparezcan a lo largo de la vida.
En general, las patologías digestivas son los síntomas más comunes de la enfermedad e incluyen desde hinchazón, diarrea crónica o estreñimiento, hasta náuseas y vómitos recurrentes.
Para los niños, por la imposibilidad de absorber nutrientes esenciales para el crecimiento, la celiaquía provoca daños en los dientes, retraso en el crecimiento, crecimiento lento y estatura baja y pérdida de peso sistemática.
Además, si la patología no es tratada a tiempo y adecuadamente, produce trastornos que afectan el sistema reproductivo, la piel, las articulaciones y los huesos, y el sistema nervioso.
El diagnóstico precoz es una herramienta fundamental para que algunos síntomas como la baja estatura y los defectos dentales no se tornen irreversibles. Por otra parte, hay un gran número de personas que posee la enfermedad bajo una modalidad asintomática por lo que, según especifican desde el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas de los Estados Unidos, “pueden desarrollar complicaciones con el tiempo si no reciben tratamiento”.
Un estudio de seis años de la Universidad McMaster reveló el origen de la celiaquía y cómo el epitelio desencadena la respuesta inmune al gluten. Este avance abre la puerta a nuevas terapias para una enfermedad que afecta al 1 % de la población mundial. LA NACION