La trama detrás de los sorpresivos elogios de Santiago Caputo antes de que Macri apuntara al “entorno” de Milei
Luego de conversar durante casi cuatro horas con Mauricio Macri -el lunes, en el atardecer de Olivos- Javier Milei le pidió a Santiago Caputo, el estratega de su “riñón”, que reestableciera el contacto con el líder de Pro. El presidente le encargó a su asesor estrella que aclarara con el exmandatario algunos asuntos políticos y de gestión que habían generado ruido entre ambas terminales en los últimos meses.
Macri y Caputo habían intercambiado mensajes vía chat por última vez el 15 de abril. En esa ocasión, dicen testigos al tanto de la trama, los dos estaban conversando la idea de verse. Pero la cita finalmente nunca se concretó. El clima de críticas cruzadas –subrepticias y mediáticas- entre el líder de Pro y la mesa chica de Milei estaba muy enrarecido. Y no había sintonía para verse cara a cara. Desde entonces no cruzaron más palabra.
Pese al encargo presidencial de esta semana, Caputo hizo otra cosa. En lugar de llamarlo al expresidente, este miércoles (horas después de la cumbre en Olivos y un día antes de la reaparición de Macri en un escenario) el estratega presidencial rompió el silencio y en una entrevista con TN.com dijo: “Tengo una excelente opinión del presidente Macri. Conmigo en particular siempre ha sido extremadamente generoso. Creo que sentó las bases para que la Argentina finalmente pudiera cambiar. Admiro la construcción que hizo el Pro los últimos años y aparte yo vengo de esa escuela”. “Estamos enormemente agradecidos por su apoyo incondicional al cambio que está llevando adelante el presidente Milei. Hemos tenido muy buenas charlas privadas, siempre es interesante escuchar a una persona que logró tantas cosas”, abundó.
En el Gobierno circularon dos versiones sobre los motivos que llevaron a Caputo a elogiar a Macri. La primera es que, luego del malestar que transmitió el líder de Pro en Olivos, fue necesario que Caputo bajara la espuma y pusiera paños fríos. “Se hizo un globo demasiado grande en la prensa, había que pincharlo”, dijo un importante colaborador en la Casa Rosada.
La otra versión -que tomó más forma con el correr de las horas- es que en rigor el asesor presidencial hizo una movida anticipatoria porque sospechaba que Macri lo apuntaría –con una fórmula elíptica al “entorno” o incluso con nombre y apellido- en su discurso en La Boca y en su raid mediático posterior. Los elogios públicos, entonces, habrían buscado dejar la hostilidad únicamente del lado del líder de Pro.
Finalmente Macri en La Boca pasó el mensaje, sin personalizar. Y habló del “entorno” presidencial. “Lo que logramos ayudar [al Presidente] fue a pesar de su entorno”, lanzó pese a la sobreactuación de elogios de Caputo.
“Milei tiene pendiente la construcción de un equipo. Hay personas valiosas, pero la organización es clave en el ejercicio del poder. No puede haber áreas grises”, dijo Macri. El líder de Pro reveló: “El Presidente nos ha propuesto una fusión, pero por la relación de afecto que tenemos, nadie se casa sin antes conocerse y convivir. Le sugerí que vayamos de menor a mayor. Nuestra única vocación es ayudar a que el cambio se haga realidad”.
Tensiones irresueltas
Todos en Casa Rosada aseguran que Milei, dentro del Gobierno, es quien le tiene el “mayor afecto” a Macri. Muchos en Balcarce 50 creen que probablemente haya algo del orden de lo personal, del respeto por la experiencia que tuvo el líder de Pro en la cúpula del poder.
Pero más allá de los gestos públicos y privados que el Presidente tuvo en las últimas horas hacia Macri (y los pedidos de “fusión”) lo cierto es que todavía hay un rosario de tensiones irresueltas entre las dos terminales. Todas son hijas del tema principal, que es que el Gobierno no quiere entregar cuotas de poder y quiere monopolizar el espectro político de derecha, mientras que Macri no quiere diluir a su partido político, de 20 años de historia, con el oficialismo libertario.
Cerca de Milei están convencidos, en base a las encuestas que leen, que La Libertad Avanza va a llegar más fortalecida que Pro a los comicios de 2025. Por eso pretenden avanzar con una estrategia política propia sin hacer un acuerdo político de cúpula con Macri. Parte de ese plan consiste en atraer a las filas libertarias a distintos dirigentes amarillos, de a uno. Al diputado Martín Maqueyra, por ejemplo, en los últimos días le habrían ofrecido una silla en el directorio de YPF. Habrá que ver si finalmente eso decanta.
Un factor nuevo de tensión que apareció entre Macri y la mesa chica de Milei es el lugar que está ocupando Sandra Pettovello. La ministra de Capital Humano entabló un buen diálogo con el expresidente –ya se vieron más de una vez- y hay quienes dicen que no solo conversó con el exmandatario sobre posibles nuevos cuadros técnicos para su gestión sino también sobre el frente judicial. La ministra presentó un paquete de denuncias contra los movimientos sociales, pero también viene acumulando causas en contra de su cartera.
Pettovello, además, también entró en tensión con Santiago Caputo en las últimas semanas por múltiples desconfianzas cruzadas. Todo eso le permitió tener puntos en común con el expresidente.
El otro cortocircuito irresuelto entre LLA y Macri es el vinculado a la gestión. El expresidente apuntó en La Boca a los funcionarios que siguen de la gestión anterior, especialmente a los de extracción massista. Otro tiro por elevación a Caputo luego de que fuera apartado el titular de Trenes, Luis Adrián Luque, que fue candidato a concejal del Frente Renovador en San Miguel y sobrevivió en la gestión de Milei gracias a generar un buen vínculo con Caputo. Esta semana, tal como reveló LA NACION, Luque fue desplazado de su cargo en medio de sospechas por la proliferación de gastos sin control y pagos irregulares a acreedores.
En la Casa Rosada aseguran que Macri siempre le pidió a Milei que contemplara a figuras de Pro con experiencia en la gestión. Y que esos dirigentes fueron escuchados, pero nunca quisieron formar parte del gabinete en un contexto de déficit cero, en donde no hay presupuesto para obras ni grandes anuncios.
Ya sea como gesto de paz o como movimiento táctico, Caputo hizo esta semana, por primera vez, declaraciones públicas, toda una novedad para una figura que viene concentrando cada vez más poder, siempre desde las sombras.
El estratega aprovechó, en esa misma entrevista, para decir que no tuvo “ningún rol formal en la reestructuración de la SIDE” y que “la reestructuración fue producto de la visión del Presidente de reformar el sistema de inteligencia”. El titular de la SIDE, Sergio Neiffert, sin embargo, llegó a su cargo de la mano del asesor presidencial y lo visita casi a diario en la Casa Rosada. Y hay nombramientos clave que están pendientes en los servicios –en particular la designación del titular de la División de Asuntos Internos que va a controlar el espionaje ilegal- que vienen siendo seguido de cerca por el asesor presidencial. Todo esto también es algo que genera mucha inquietud en Macri.
Luego de conversar durante casi cuatro horas con Mauricio Macri -el lunes, en el atardecer de Olivos- Javier Milei le pidió a Santiago Caputo, el estratega de su “riñón”, que reestableciera el contacto con el líder de Pro. El presidente le encargó a su asesor estrella que aclarara con el exmandatario algunos asuntos políticos y de gestión que habían generado ruido entre ambas terminales en los últimos meses.
Macri y Caputo habían intercambiado mensajes vía chat por última vez el 15 de abril. En esa ocasión, dicen testigos al tanto de la trama, los dos estaban conversando la idea de verse. Pero la cita finalmente nunca se concretó. El clima de críticas cruzadas –subrepticias y mediáticas- entre el líder de Pro y la mesa chica de Milei estaba muy enrarecido. Y no había sintonía para verse cara a cara. Desde entonces no cruzaron más palabra.
Pese al encargo presidencial de esta semana, Caputo hizo otra cosa. En lugar de llamarlo al expresidente, este miércoles (horas después de la cumbre en Olivos y un día antes de la reaparición de Macri en un escenario) el estratega presidencial rompió el silencio y en una entrevista con TN.com dijo: “Tengo una excelente opinión del presidente Macri. Conmigo en particular siempre ha sido extremadamente generoso. Creo que sentó las bases para que la Argentina finalmente pudiera cambiar. Admiro la construcción que hizo el Pro los últimos años y aparte yo vengo de esa escuela”. “Estamos enormemente agradecidos por su apoyo incondicional al cambio que está llevando adelante el presidente Milei. Hemos tenido muy buenas charlas privadas, siempre es interesante escuchar a una persona que logró tantas cosas”, abundó.
En el Gobierno circularon dos versiones sobre los motivos que llevaron a Caputo a elogiar a Macri. La primera es que, luego del malestar que transmitió el líder de Pro en Olivos, fue necesario que Caputo bajara la espuma y pusiera paños fríos. “Se hizo un globo demasiado grande en la prensa, había que pincharlo”, dijo un importante colaborador en la Casa Rosada.
La otra versión -que tomó más forma con el correr de las horas- es que en rigor el asesor presidencial hizo una movida anticipatoria porque sospechaba que Macri lo apuntaría –con una fórmula elíptica al “entorno” o incluso con nombre y apellido- en su discurso en La Boca y en su raid mediático posterior. Los elogios públicos, entonces, habrían buscado dejar la hostilidad únicamente del lado del líder de Pro.
Finalmente Macri en La Boca pasó el mensaje, sin personalizar. Y habló del “entorno” presidencial. “Lo que logramos ayudar [al Presidente] fue a pesar de su entorno”, lanzó pese a la sobreactuación de elogios de Caputo.
“Milei tiene pendiente la construcción de un equipo. Hay personas valiosas, pero la organización es clave en el ejercicio del poder. No puede haber áreas grises”, dijo Macri. El líder de Pro reveló: “El Presidente nos ha propuesto una fusión, pero por la relación de afecto que tenemos, nadie se casa sin antes conocerse y convivir. Le sugerí que vayamos de menor a mayor. Nuestra única vocación es ayudar a que el cambio se haga realidad”.
Tensiones irresueltas
Todos en Casa Rosada aseguran que Milei, dentro del Gobierno, es quien le tiene el “mayor afecto” a Macri. Muchos en Balcarce 50 creen que probablemente haya algo del orden de lo personal, del respeto por la experiencia que tuvo el líder de Pro en la cúpula del poder.
Pero más allá de los gestos públicos y privados que el Presidente tuvo en las últimas horas hacia Macri (y los pedidos de “fusión”) lo cierto es que todavía hay un rosario de tensiones irresueltas entre las dos terminales. Todas son hijas del tema principal, que es que el Gobierno no quiere entregar cuotas de poder y quiere monopolizar el espectro político de derecha, mientras que Macri no quiere diluir a su partido político, de 20 años de historia, con el oficialismo libertario.
Cerca de Milei están convencidos, en base a las encuestas que leen, que La Libertad Avanza va a llegar más fortalecida que Pro a los comicios de 2025. Por eso pretenden avanzar con una estrategia política propia sin hacer un acuerdo político de cúpula con Macri. Parte de ese plan consiste en atraer a las filas libertarias a distintos dirigentes amarillos, de a uno. Al diputado Martín Maqueyra, por ejemplo, en los últimos días le habrían ofrecido una silla en el directorio de YPF. Habrá que ver si finalmente eso decanta.
Un factor nuevo de tensión que apareció entre Macri y la mesa chica de Milei es el lugar que está ocupando Sandra Pettovello. La ministra de Capital Humano entabló un buen diálogo con el expresidente –ya se vieron más de una vez- y hay quienes dicen que no solo conversó con el exmandatario sobre posibles nuevos cuadros técnicos para su gestión sino también sobre el frente judicial. La ministra presentó un paquete de denuncias contra los movimientos sociales, pero también viene acumulando causas en contra de su cartera.
Pettovello, además, también entró en tensión con Santiago Caputo en las últimas semanas por múltiples desconfianzas cruzadas. Todo eso le permitió tener puntos en común con el expresidente.
El otro cortocircuito irresuelto entre LLA y Macri es el vinculado a la gestión. El expresidente apuntó en La Boca a los funcionarios que siguen de la gestión anterior, especialmente a los de extracción massista. Otro tiro por elevación a Caputo luego de que fuera apartado el titular de Trenes, Luis Adrián Luque, que fue candidato a concejal del Frente Renovador en San Miguel y sobrevivió en la gestión de Milei gracias a generar un buen vínculo con Caputo. Esta semana, tal como reveló LA NACION, Luque fue desplazado de su cargo en medio de sospechas por la proliferación de gastos sin control y pagos irregulares a acreedores.
En la Casa Rosada aseguran que Macri siempre le pidió a Milei que contemplara a figuras de Pro con experiencia en la gestión. Y que esos dirigentes fueron escuchados, pero nunca quisieron formar parte del gabinete en un contexto de déficit cero, en donde no hay presupuesto para obras ni grandes anuncios.
Ya sea como gesto de paz o como movimiento táctico, Caputo hizo esta semana, por primera vez, declaraciones públicas, toda una novedad para una figura que viene concentrando cada vez más poder, siempre desde las sombras.
El estratega aprovechó, en esa misma entrevista, para decir que no tuvo “ningún rol formal en la reestructuración de la SIDE” y que “la reestructuración fue producto de la visión del Presidente de reformar el sistema de inteligencia”. El titular de la SIDE, Sergio Neiffert, sin embargo, llegó a su cargo de la mano del asesor presidencial y lo visita casi a diario en la Casa Rosada. Y hay nombramientos clave que están pendientes en los servicios –en particular la designación del titular de la División de Asuntos Internos que va a controlar el espionaje ilegal- que vienen siendo seguido de cerca por el asesor presidencial. Todo esto también es algo que genera mucha inquietud en Macri.
El estratega presidencial hizo una movida anticipatoria y alabó al exmandatario horas antes de su reaparición en La Boca; el pedido de Milei y los cortocircuitos entre ambas terminales LA NACION