“Live and Let Die”: la canción a pedido que compuso Paul McCartney y el mal momento de George Martin cuando le recordaron la tradición de James Bond
Considerada una de las mejores canciones de su etapa solista con los Wings, Paul McCartney escribió “Live and Let Die” junto a su esposa Linda McCartney para la banda sonora de la octava película de James Bond, producida por Eon Productions, Vivir y dejar morir. Se grabó en AIR Studios, para el álbum Red Rose Speedway, en octubre de 1973, y se convirtió en un éxito inmediato. Vendió un millón de copias solo en Estados Unidos y luego dio la vuelta al mundo.
“La idea me la sugirió Ron Cass, de Apple Records. Me preguntó si alguna vez había considerado trabajar para una película de Bond, y le respondí: ‘Sí, claro, ¡pero nadie me lo pidió!’ Así que habló con los productores de la película y me contactaron para darme el título: Live and Let Die”, reveló tiempo atrás Paul McCartney en su sitio oficial.
La película, un thriller de espías de 1973 dirigida por Guy Hamilton, fue la primera protagonizada por Roger Moore como el agente ficticio del MI6 James Bond y está basada en la novela homónima de 1954 de Ian Fleming. La trama involucra a un narcotraficante de Harlem conocido como Mr. Big, que planea distribuir dos toneladas de heroína de forma gratuita para sacar del negocio a los narcotraficantes rivales y luego convertirse en un proveedor monopolista. Se revela que Mr. Big es el álter ego del Dr. Kananga, un dictador caribeño corrupto que gobierna San Monique, una isla ficticia donde se cultivan en secreto amapolas de opio. Bond está investigando la muerte de tres agentes británicos, lo que lo lleva a Kananga, y pronto queda atrapado en un mundo de gánsteres y vudús mientras lucha para detener el plan del narcotraficante.
Así las cosas, una vez que los productores Harry Saltzman y Albert R. Broccoli convocaron al ex Beatle para componer la canción, Paul les pidió una copia de la novela de Ian Fleming para empaparse de su historia. “La leí y pensé que estaba bastante bien. Esa misma tarde comencé a escribir la canción. Fue un trabajo en cierto modo, porque escribir una canción con un título así no es lo más fácil que hay. Me fui y comencé a pensar en esa frase, una frase que primero me hizo pensar en el dicho de siempre, ‘Vive y deja vivir’, para luego llegar al opuesto, que es, ‘Vive y deja morir’. Fue un pequeño acertijo, pero lo disfruté. Fue como armar una historia corta o algo así. Luego me puse en contacto con George Martin, que la produjo”, añadió McCartney en referencia al histórico productor de The Beatles.
La canción se divide en dos partes bien diferenciadas: una suave introducción con Paul al piano, y una segunda escrita por Linda donde adopta una cadencia más cercana al reggae. Al igual que algunos temas de los Beatles, Martin sumó a la canción arreglos sinfónicos y hasta algún efecto explosivo al mejor estilo de James Bond. Desde entonces, “Live and Let Die” fue incorporada a sus shows en vivo, con esas grandes explosiones pirotécnicas como atracción principal.
En sus memorias de 1979, All You Need is Ears, Martin recordó la primera vez que le hizo escuchar la grabación a Harry Saltzman, quien produjo las películas de Bond con Albert “Cubby” Broccoli: “Me sentó y me dijo: ‘Genial. Me gusta lo que hiciste, muy buen disco, al igual que la partitura. Ahora dime, ¿quién crees que debería cantarla? Eso me tomó completamente desconcertado. Después de todo, tenía en la mano la grabación de Paul McCartney que habíamos hecho. Y Paul McCartney era… Paul McCartney. Pero claramente lo estaba tratando como un disco de demostración. ‘No lo sigo. Tienes a Paul McCartney”, dije. ‘Sí, sí, eso es bueno. ¿Pero a quién vamos a conseguir para que la cante en la película? Todavía no te entiendo’, dije, sintiendo que tal vez había algo que no me habían dicho. ‘Ya sabes, tenemos que tener una niña, ¿no?’”
Si bien el contrato de grabación establecía que McCartney interpretaría la canción del título bajo los créditos iniciales, la tradición era que las canciones de Bond fueran cantadas principalmente por solistas femeninas, así que la cantante B.J. Arnau fue contratada para grabar una versión soul del tema, que también aparece en el film. Fue lanzada por RCA Records como un sencillo a finales de junio de 1973 e incluida en el álbum de la banda sonora de la película junto a dos piezas instrumentales compuestas por George Martin, “Fillet of Soul – New Orleans” y “Fillet of Soul – Harlem”.
Luego siguieron otras tantas versiones de diversos artistas como Stan Kenton, The Pretenders; Fergie de Black Eyed Peas, Celine Dion en su show de Las Vegas, Geri Halliwell y Rata Blanca, aunque sin dudas la versión más destacada fue la que lanzó Guns N’ Roses en 1992, período en que la banda de Los Ángeles se dedicó a grabar tributos a quienes fueron sus influencias más grandes, como Bob Dylan, Misfits, The Damned y el propio Paul McCartney.
Paul se refirió a aquel cover en una entrevista con The New York Times. “Es divertido, porque cuando salió su versión mis hijos estaban en el colegio y tuvieron que defender mi versión mucho. Los otros niños les decían: ‘Live and Let Die es una gran canción’, y ellos tenían que explicar que era mía”. También aseguró estar feliz de que la banda hubiera realizado esa versión y que le gustaba saber que su alcance haya sido tan grande.
El track finalmente terminó publicándose en el álbum de 1991, Use Your Ilusión I, donde también apareció la canción “November Rain”. Un año después, fue nominada al Premio Grammy a la Mejor Interpretación de Hard Rock. Luego de su lanzamiento en 1973, “Live and Let Die” ganó el premio al Mejor Arreglo Acompañando a Vocalista(s) en la 16ª Entrega Anual de los Grammy en 1974, y hasta fue nominada al Oscar como Mejor Canción Original, aunque finalmente el galardón fue para Barbra Streisand por “The Way We Were”, el tema de la banda sonora de la película Nuestros años felices.
“Live and Let Die” no volvió a aparecer en un álbum del ex Beatle hasta la recopilación de Wings Greatest (1978) y posteriormente en All the Best! (1987). En vivo se convirtió en un infaltable, en una pieza única dentro de sus listas de temas.
Considerada una de las mejores canciones de su etapa solista con los Wings, Paul McCartney escribió “Live and Let Die” junto a su esposa Linda McCartney para la banda sonora de la octava película de James Bond, producida por Eon Productions, Vivir y dejar morir. Se grabó en AIR Studios, para el álbum Red Rose Speedway, en octubre de 1973, y se convirtió en un éxito inmediato. Vendió un millón de copias solo en Estados Unidos y luego dio la vuelta al mundo.
“La idea me la sugirió Ron Cass, de Apple Records. Me preguntó si alguna vez había considerado trabajar para una película de Bond, y le respondí: ‘Sí, claro, ¡pero nadie me lo pidió!’ Así que habló con los productores de la película y me contactaron para darme el título: Live and Let Die”, reveló tiempo atrás Paul McCartney en su sitio oficial.
La película, un thriller de espías de 1973 dirigida por Guy Hamilton, fue la primera protagonizada por Roger Moore como el agente ficticio del MI6 James Bond y está basada en la novela homónima de 1954 de Ian Fleming. La trama involucra a un narcotraficante de Harlem conocido como Mr. Big, que planea distribuir dos toneladas de heroína de forma gratuita para sacar del negocio a los narcotraficantes rivales y luego convertirse en un proveedor monopolista. Se revela que Mr. Big es el álter ego del Dr. Kananga, un dictador caribeño corrupto que gobierna San Monique, una isla ficticia donde se cultivan en secreto amapolas de opio. Bond está investigando la muerte de tres agentes británicos, lo que lo lleva a Kananga, y pronto queda atrapado en un mundo de gánsteres y vudús mientras lucha para detener el plan del narcotraficante.
Así las cosas, una vez que los productores Harry Saltzman y Albert R. Broccoli convocaron al ex Beatle para componer la canción, Paul les pidió una copia de la novela de Ian Fleming para empaparse de su historia. “La leí y pensé que estaba bastante bien. Esa misma tarde comencé a escribir la canción. Fue un trabajo en cierto modo, porque escribir una canción con un título así no es lo más fácil que hay. Me fui y comencé a pensar en esa frase, una frase que primero me hizo pensar en el dicho de siempre, ‘Vive y deja vivir’, para luego llegar al opuesto, que es, ‘Vive y deja morir’. Fue un pequeño acertijo, pero lo disfruté. Fue como armar una historia corta o algo así. Luego me puse en contacto con George Martin, que la produjo”, añadió McCartney en referencia al histórico productor de The Beatles.
La canción se divide en dos partes bien diferenciadas: una suave introducción con Paul al piano, y una segunda escrita por Linda donde adopta una cadencia más cercana al reggae. Al igual que algunos temas de los Beatles, Martin sumó a la canción arreglos sinfónicos y hasta algún efecto explosivo al mejor estilo de James Bond. Desde entonces, “Live and Let Die” fue incorporada a sus shows en vivo, con esas grandes explosiones pirotécnicas como atracción principal.
En sus memorias de 1979, All You Need is Ears, Martin recordó la primera vez que le hizo escuchar la grabación a Harry Saltzman, quien produjo las películas de Bond con Albert “Cubby” Broccoli: “Me sentó y me dijo: ‘Genial. Me gusta lo que hiciste, muy buen disco, al igual que la partitura. Ahora dime, ¿quién crees que debería cantarla? Eso me tomó completamente desconcertado. Después de todo, tenía en la mano la grabación de Paul McCartney que habíamos hecho. Y Paul McCartney era… Paul McCartney. Pero claramente lo estaba tratando como un disco de demostración. ‘No lo sigo. Tienes a Paul McCartney”, dije. ‘Sí, sí, eso es bueno. ¿Pero a quién vamos a conseguir para que la cante en la película? Todavía no te entiendo’, dije, sintiendo que tal vez había algo que no me habían dicho. ‘Ya sabes, tenemos que tener una niña, ¿no?’”
Si bien el contrato de grabación establecía que McCartney interpretaría la canción del título bajo los créditos iniciales, la tradición era que las canciones de Bond fueran cantadas principalmente por solistas femeninas, así que la cantante B.J. Arnau fue contratada para grabar una versión soul del tema, que también aparece en el film. Fue lanzada por RCA Records como un sencillo a finales de junio de 1973 e incluida en el álbum de la banda sonora de la película junto a dos piezas instrumentales compuestas por George Martin, “Fillet of Soul – New Orleans” y “Fillet of Soul – Harlem”.
Luego siguieron otras tantas versiones de diversos artistas como Stan Kenton, The Pretenders; Fergie de Black Eyed Peas, Celine Dion en su show de Las Vegas, Geri Halliwell y Rata Blanca, aunque sin dudas la versión más destacada fue la que lanzó Guns N’ Roses en 1992, período en que la banda de Los Ángeles se dedicó a grabar tributos a quienes fueron sus influencias más grandes, como Bob Dylan, Misfits, The Damned y el propio Paul McCartney.
Paul se refirió a aquel cover en una entrevista con The New York Times. “Es divertido, porque cuando salió su versión mis hijos estaban en el colegio y tuvieron que defender mi versión mucho. Los otros niños les decían: ‘Live and Let Die es una gran canción’, y ellos tenían que explicar que era mía”. También aseguró estar feliz de que la banda hubiera realizado esa versión y que le gustaba saber que su alcance haya sido tan grande.
El track finalmente terminó publicándose en el álbum de 1991, Use Your Ilusión I, donde también apareció la canción “November Rain”. Un año después, fue nominada al Premio Grammy a la Mejor Interpretación de Hard Rock. Luego de su lanzamiento en 1973, “Live and Let Die” ganó el premio al Mejor Arreglo Acompañando a Vocalista(s) en la 16ª Entrega Anual de los Grammy en 1974, y hasta fue nominada al Oscar como Mejor Canción Original, aunque finalmente el galardón fue para Barbra Streisand por “The Way We Were”, el tema de la banda sonora de la película Nuestros años felices.
“Live and Let Die” no volvió a aparecer en un álbum del ex Beatle hasta la recopilación de Wings Greatest (1978) y posteriormente en All the Best! (1987). En vivo se convirtió en un infaltable, en una pieza única dentro de sus listas de temas.
A comienzos de los años 70, el beatle aceptó con gusto el desafío de componer para un nuevo film de la saga del agente británico; la canción se convirtió en una pieza clave de sus shows y en una de las más versionadas de su períodos porterior a los “Fab Four” LA NACION