Woodstock ‘99: la desastrosa vuelta del festival que marcó la historia de la música y terminó con muertes e incendios
Se cumplen 25 años de Woodstock ‘99, el desastre que manchó el nombre del festival pionero que se realizó en 1969. Este se llevó a cabo entre el 22 y el 25 de julio de ese año, casi en el brinco del milenio, y culminó en fuertes incidentes entre los jóvenes que asistieron al festival. Fue tal el caso, que nunca más se puedo organizar otra edición desde entonces, aunque hubo algún que otro intento de revivirlo.
Woodstock es sin duda uno de los eventos más importantes en la historia de la música. Aunque ocurrió hace 55 años, aún se escucha sobre la increíble experiencia que vivieron las personas que asistieron para ver algunos de los artistas más renombrados del siglo pasado: Jimi Hendrix, Santana, Creedence Clearwater Revival, The Who, Janis Joplin, por mencionar algunos. Inspirado en los ideales hippies que empezaron a circular en Estados Unidos durante la década de 1960, se trató de una cumbre contracultural donde las ideas de liberación y paz congeniaban. Fue el semillero que originó los grandes festivales musicales.
Hubo otras ediciones, pero ninguna tuvo el impacto que tuvo la original. Entre ellas, sobresale la del año 1999, pero por razones totalmente negativas. Más allá de su desastroso final, fue la total antítesis del evento en que se inspiró. Se perdió el sentido de unidad y libertad que promovía su primera edición. En cambio, se transformó en una oportunidad para exprimir a los adolescentes y jóvenes adultos estadounidenses que querían vivir el festival que marcó la historia y que sus padres recordaban como uno de los mejores momentos de su vida. Fue tan pobre la organización de este, que los peores escenarios que podía llegar a ocurrir se dieron.
Al finalizar el festival, se reportaron varias personas lesionadas y tres muertes. En tanto, la policía investigó cuatro instancias supuestas de violación que ocurrieron durante el concierto. En tanto, muchos sufrieron problemas de salud por los pocos cuidados sanitarios que hubo en sus tres días.
Woodstock 1999 terminó violentamente con un público que se rebeló y destruyó todo a su alrededor. Se llegó a describirlo como “el día en que la música murió” en la prensa. ¿Cuáles fueron las causas que dieron a tal trágico final?
La pobre organización de Woodstock ´99
Michael Lang, uno de los cofundadores de Woodstock, estuvo involucrado en el resurgimiento del festival. Sin embargo, se alió a un socio que no estaba alineado con los valores originales que inspiraron a generaciones. Se trataba de la productora Metropolitan Entertainment, conocida por hacer eventos multitudinarios en Estados Unidos y organizar giras mundiales de artistas destacados. Pero justamente se trataba una empresa que buscaba una sola cosa: ganancias. Este fue lo que impulsó al John Scher, el CEO de la empresa, a organizar Woodstock ‘99, especialmente después del fiasco de la edición de 1994, que también había llevado adelante. Aunque las actuaciones de los cantantes y bandas que formaban parte de la nómina fueron buenas, el clima no ayudó por las fuertes lluvias. El predio elegido terminó siendo un barrial y los promotores terminaron perdiendo dinero en el proceso.
A pesar de este precedente, Scher quiso darle una segunda oportunidad al festival nada más y menos en el aniversario de 30 años del fenómeno. Pero varias malas decisiones fueron la chispa que necesitaba el público para enfurecerse y literalmente prender fuego Woodstock ‘99. Principalmente, al tener un presupuesto limitado, subcontrataron algunos servicios para recortar costos.
Uno de estos casos fue la venta de los alimentos y otros productos que se vendían dentro del festival, que pusieron precios muy altos. Teniendo en cuenta que se trataba de un grupo demográfico con pocos recursos, los altos precios de los platos que ofrecían enfurecieron a los jóvenes, que se sentían estafados. Además, la seguridad del lugar obligaba a los asistentes a tirar la comida y las bebidas que llevaban con ellos al ingresar, así que estaban obligados a pagar por ello o pasar hambre y sed.
Por otro lado, estuvo la cuestión de la limpieza. Ya en el segundo día se podía ver el suelo del predio lleno de basura y los baños químicos totalmente sucios. A medida que pasaron los días, los suministros del agua se fueron contaminando hasta el punto de ser insalubre. Pero, de vuelta, la productora a cargo no estaba preparado para esto porque habían contratado a alguien más para ello.
Pero lo más evidente fue la falta de seguridad, que claramente no era suficiente para calmar la furia de las 250.000 personas que atendieron. Al tratarse de Woodstock, no querían involucrar a la policía ni ninguna fuerza armada, así que contrataron jóvenes para supervisar a otros jóvenes. Pero nadie se encargó de organizarlos ni asegurarse de que hicieran su trabajo.
Claramente, los promotores no estaban concentrados en la experiencia de los asistentes, sino en ganar la mayor cantidad de dinero posible. Una vez terminado el fallido festival, tanto la productora como Lang minimizaron lo ocurrido y no se hicieron cargo de lo ocurrido.
La elección del predio
Otra causa que desató la ira de los asistentes del festival fue la elección del predio en que se llevó a cabo, que no encajaba para nada con la mística del famoso evento. Se trataba de una exbase militar la Fuerza Aérea estadounidense que se encontraba en Rome, Nueva York. En ella predominaba una gran pista de aterrizaje de asfalto y grandes hangares: un escenario gris comparado al colorido que caracterizó a Woodstock ´69.
Aunque no inspiraba el espíritu hippie de 1969, era ideal para albergar a los 250.000 jóvenes que se estimaba que iban a congregarse en esta ocasión. Además, el perímetro estaba rodeado de muros altos de concreto, ideal para evitar que gente entrara sin pagar entradas, como había sucedido en la edición de 1994. Sin embargo, nadie se imaginó que, en realidad, lo que iba a hacer era evitar que la gente escape el caos del último día.
Vale recordar que Woodstock ‘99 se llevó a cabo en el mes de julio, que es pleno verano en el hemisferio norte. Las altas temperaturas de esas fechas se hicieron sentir en un lugar donde reinaba el asfalto y pocos lugares para cubrirse. Así es que más de 1000 personas fueron atendidas por deshidratación en la duración del festival.
Una juventud enfurecida y hedonista
Los jóvenes que atendieron a la edición de 1999 no eran los mismos que estuvieron presentes en 1969. Se trataba de una juventud estadounidense muy contrariada que creció con mucha estructura, pero quedó marcados por el escándalo de Bill Clinton con Monica Lewinsky que sucedió en 1998 y sacudió a todo el país. Tras este suceso, había un gran descontento en la sociedad contra las autoridades.
Además, los contenidos de mainstream que se consumían en ese entonces estaban marcados por la violencia, la masculinidad y el consumismo. El festival fue el lugar ideal para que explote la violencia contenida en los jóvenes.
Aunque en el Woodstock original no era tan inocente, el abuso de drogas, la falta de respeto y las agresiones era palpable entre los jóvenes, que buscaban una forma de liberación muy distinta a la de la primera edición. No había un sentido de comunidad, sino de hedonismo y descontrol a toda costa. Esto se podía evidenciar en el rave hangar, un espacio en donde se pasaba electrónica una vez que finalizaban las presentaciones principales hasta altas horas de la noche.
Las bandas y un clima tenso
Los artistas que participaron del line up del Woodstock ´99 eran algunas de las mayores estrella de fines del siglo XX: Korn, Rage Against the Machine, Sheryl Crow, James Brown, Willie Nelson, Kid Rock, Fatboy Slim. En su mayoría se trataba de bandas de heavy metal que transmitían ira y descontrol, reflejando el clima social de ese entonces en Estados Unidos. Y claramente, no era nada parecido a la música que se escuchó en 1969.
En varias de las presentaciones de los tres días del festival se observaron actos violentos por parte del público. Aunque varios artistas no avalaban estas actitudes, otros las fomentaban hasta terminar en los incidentes e incendios del 25 de julio. Ya el sábado por la noche, durante la actuación de Limp Bizkit y de Metallica se habían registrado los incidentes más graves, en los que fallecieron dos personas tras ser atendidos y trasladados a centros de salud. En varias ocasiones, se percibía que se estaba a un paso del caos.
El final sorpresa que decepcionó
De todos modos, el detonante de todo fue el homenaje a Jimi Hendrix, una de las estrellas del Woodstock de 1969. Había muchos rumores que, tras el show de Red Hot Chili Peppers que iba a cerrar el concierto, iba a haber un show sorpresa de algún artista de alto calibre. Por lo que muchas de las personas que aún estaban presentes el domingo 25 estaban muy ilusionadas.
El tan esperado tributo estuvo compuesto solo de una pantalla que reprodujo la imagen del guitarrista interpretando el himno estadounidense. “Esto fue todo, vuelvan a sus casas en paz y no se descontrolen”, se aconsejó desde el escenario cuando finalizó. Ante esta decepción, sumado al cansancio por la negligencia de los organizadores, el calor y los gastos, algunos asistentes aislados empezaron a destrozar las instalaciones y prender fuego carpas, autos, montañas de basura y torres de sonido. Una gran cantidad de gente se sumó a los disturbios, mientras que otros intentaban huir. Este escenario desbordó a la policía y a los bomberos, por lo que los incendios recién terminaron de extinguirse cuatro horas después. Aproximadamente 12 tráileres, un bus pequeño, y un número de cabinas y baños portátiles fueron quemados.
Así fue el trágico final de Woodstock ‘99, que manchó la imagen de uno de los momentos musicales más importantes de la historia.
Bonus track: Woodstock 50, el intento fallido de revivir su espíritu
Tras este episodio, hubo varios intentos de revivir Woodstock, pero ninguno se llegó a realizar. El que más cerca estuvo de llevarse adelante fue el de 2019, en que se iba a celebrar los 50 años de la primera edición, una iniciativa del propio Michael Lang. El evento iba a realizarse los días 16, 17 y 18 de agosto en Watkins Glen, Nueva York. Este iba a contar con la participación de The Killers, Santana, Dead & Company, Jay-Z, Chance the Rapper, Miley Cyrus y The Black Keys, entre muchos otros.
Sin embargo, no se logró por no contar con los fondos suficientes. Como los artistas no recibieron el adelante pautado y la venta de entradas no fue la esperada, 50 inversionistas que estaban involucrados en el evento decidieron retirar su apoyo. A partir de esto, se cayeron varios de los artistas que iban a participar y, por problemas presupuestarios, hicieron la reubicación del evento al el Merriweather Post Pavilion, en Columbia, Maryland. Además, la convocatoria contaba con una baja venta de entradas.
Ante todos los contratiempo, Lang anunció la cancelación definitiva de Woodstock 50 el miércoles 31 de julio, tan solo unas semanas antes de la celebración.
Se cumplen 25 años de Woodstock ‘99, el desastre que manchó el nombre del festival pionero que se realizó en 1969. Este se llevó a cabo entre el 22 y el 25 de julio de ese año, casi en el brinco del milenio, y culminó en fuertes incidentes entre los jóvenes que asistieron al festival. Fue tal el caso, que nunca más se puedo organizar otra edición desde entonces, aunque hubo algún que otro intento de revivirlo.
Woodstock es sin duda uno de los eventos más importantes en la historia de la música. Aunque ocurrió hace 55 años, aún se escucha sobre la increíble experiencia que vivieron las personas que asistieron para ver algunos de los artistas más renombrados del siglo pasado: Jimi Hendrix, Santana, Creedence Clearwater Revival, The Who, Janis Joplin, por mencionar algunos. Inspirado en los ideales hippies que empezaron a circular en Estados Unidos durante la década de 1960, se trató de una cumbre contracultural donde las ideas de liberación y paz congeniaban. Fue el semillero que originó los grandes festivales musicales.
Hubo otras ediciones, pero ninguna tuvo el impacto que tuvo la original. Entre ellas, sobresale la del año 1999, pero por razones totalmente negativas. Más allá de su desastroso final, fue la total antítesis del evento en que se inspiró. Se perdió el sentido de unidad y libertad que promovía su primera edición. En cambio, se transformó en una oportunidad para exprimir a los adolescentes y jóvenes adultos estadounidenses que querían vivir el festival que marcó la historia y que sus padres recordaban como uno de los mejores momentos de su vida. Fue tan pobre la organización de este, que los peores escenarios que podía llegar a ocurrir se dieron.
Al finalizar el festival, se reportaron varias personas lesionadas y tres muertes. En tanto, la policía investigó cuatro instancias supuestas de violación que ocurrieron durante el concierto. En tanto, muchos sufrieron problemas de salud por los pocos cuidados sanitarios que hubo en sus tres días.
Woodstock 1999 terminó violentamente con un público que se rebeló y destruyó todo a su alrededor. Se llegó a describirlo como “el día en que la música murió” en la prensa. ¿Cuáles fueron las causas que dieron a tal trágico final?
La pobre organización de Woodstock ´99
Michael Lang, uno de los cofundadores de Woodstock, estuvo involucrado en el resurgimiento del festival. Sin embargo, se alió a un socio que no estaba alineado con los valores originales que inspiraron a generaciones. Se trataba de la productora Metropolitan Entertainment, conocida por hacer eventos multitudinarios en Estados Unidos y organizar giras mundiales de artistas destacados. Pero justamente se trataba una empresa que buscaba una sola cosa: ganancias. Este fue lo que impulsó al John Scher, el CEO de la empresa, a organizar Woodstock ‘99, especialmente después del fiasco de la edición de 1994, que también había llevado adelante. Aunque las actuaciones de los cantantes y bandas que formaban parte de la nómina fueron buenas, el clima no ayudó por las fuertes lluvias. El predio elegido terminó siendo un barrial y los promotores terminaron perdiendo dinero en el proceso.
A pesar de este precedente, Scher quiso darle una segunda oportunidad al festival nada más y menos en el aniversario de 30 años del fenómeno. Pero varias malas decisiones fueron la chispa que necesitaba el público para enfurecerse y literalmente prender fuego Woodstock ‘99. Principalmente, al tener un presupuesto limitado, subcontrataron algunos servicios para recortar costos.
Uno de estos casos fue la venta de los alimentos y otros productos que se vendían dentro del festival, que pusieron precios muy altos. Teniendo en cuenta que se trataba de un grupo demográfico con pocos recursos, los altos precios de los platos que ofrecían enfurecieron a los jóvenes, que se sentían estafados. Además, la seguridad del lugar obligaba a los asistentes a tirar la comida y las bebidas que llevaban con ellos al ingresar, así que estaban obligados a pagar por ello o pasar hambre y sed.
Por otro lado, estuvo la cuestión de la limpieza. Ya en el segundo día se podía ver el suelo del predio lleno de basura y los baños químicos totalmente sucios. A medida que pasaron los días, los suministros del agua se fueron contaminando hasta el punto de ser insalubre. Pero, de vuelta, la productora a cargo no estaba preparado para esto porque habían contratado a alguien más para ello.
Pero lo más evidente fue la falta de seguridad, que claramente no era suficiente para calmar la furia de las 250.000 personas que atendieron. Al tratarse de Woodstock, no querían involucrar a la policía ni ninguna fuerza armada, así que contrataron jóvenes para supervisar a otros jóvenes. Pero nadie se encargó de organizarlos ni asegurarse de que hicieran su trabajo.
Claramente, los promotores no estaban concentrados en la experiencia de los asistentes, sino en ganar la mayor cantidad de dinero posible. Una vez terminado el fallido festival, tanto la productora como Lang minimizaron lo ocurrido y no se hicieron cargo de lo ocurrido.
La elección del predio
Otra causa que desató la ira de los asistentes del festival fue la elección del predio en que se llevó a cabo, que no encajaba para nada con la mística del famoso evento. Se trataba de una exbase militar la Fuerza Aérea estadounidense que se encontraba en Rome, Nueva York. En ella predominaba una gran pista de aterrizaje de asfalto y grandes hangares: un escenario gris comparado al colorido que caracterizó a Woodstock ´69.
Aunque no inspiraba el espíritu hippie de 1969, era ideal para albergar a los 250.000 jóvenes que se estimaba que iban a congregarse en esta ocasión. Además, el perímetro estaba rodeado de muros altos de concreto, ideal para evitar que gente entrara sin pagar entradas, como había sucedido en la edición de 1994. Sin embargo, nadie se imaginó que, en realidad, lo que iba a hacer era evitar que la gente escape el caos del último día.
Vale recordar que Woodstock ‘99 se llevó a cabo en el mes de julio, que es pleno verano en el hemisferio norte. Las altas temperaturas de esas fechas se hicieron sentir en un lugar donde reinaba el asfalto y pocos lugares para cubrirse. Así es que más de 1000 personas fueron atendidas por deshidratación en la duración del festival.
Una juventud enfurecida y hedonista
Los jóvenes que atendieron a la edición de 1999 no eran los mismos que estuvieron presentes en 1969. Se trataba de una juventud estadounidense muy contrariada que creció con mucha estructura, pero quedó marcados por el escándalo de Bill Clinton con Monica Lewinsky que sucedió en 1998 y sacudió a todo el país. Tras este suceso, había un gran descontento en la sociedad contra las autoridades.
Además, los contenidos de mainstream que se consumían en ese entonces estaban marcados por la violencia, la masculinidad y el consumismo. El festival fue el lugar ideal para que explote la violencia contenida en los jóvenes.
Aunque en el Woodstock original no era tan inocente, el abuso de drogas, la falta de respeto y las agresiones era palpable entre los jóvenes, que buscaban una forma de liberación muy distinta a la de la primera edición. No había un sentido de comunidad, sino de hedonismo y descontrol a toda costa. Esto se podía evidenciar en el rave hangar, un espacio en donde se pasaba electrónica una vez que finalizaban las presentaciones principales hasta altas horas de la noche.
Las bandas y un clima tenso
Los artistas que participaron del line up del Woodstock ´99 eran algunas de las mayores estrella de fines del siglo XX: Korn, Rage Against the Machine, Sheryl Crow, James Brown, Willie Nelson, Kid Rock, Fatboy Slim. En su mayoría se trataba de bandas de heavy metal que transmitían ira y descontrol, reflejando el clima social de ese entonces en Estados Unidos. Y claramente, no era nada parecido a la música que se escuchó en 1969.
En varias de las presentaciones de los tres días del festival se observaron actos violentos por parte del público. Aunque varios artistas no avalaban estas actitudes, otros las fomentaban hasta terminar en los incidentes e incendios del 25 de julio. Ya el sábado por la noche, durante la actuación de Limp Bizkit y de Metallica se habían registrado los incidentes más graves, en los que fallecieron dos personas tras ser atendidos y trasladados a centros de salud. En varias ocasiones, se percibía que se estaba a un paso del caos.
El final sorpresa que decepcionó
De todos modos, el detonante de todo fue el homenaje a Jimi Hendrix, una de las estrellas del Woodstock de 1969. Había muchos rumores que, tras el show de Red Hot Chili Peppers que iba a cerrar el concierto, iba a haber un show sorpresa de algún artista de alto calibre. Por lo que muchas de las personas que aún estaban presentes el domingo 25 estaban muy ilusionadas.
El tan esperado tributo estuvo compuesto solo de una pantalla que reprodujo la imagen del guitarrista interpretando el himno estadounidense. “Esto fue todo, vuelvan a sus casas en paz y no se descontrolen”, se aconsejó desde el escenario cuando finalizó. Ante esta decepción, sumado al cansancio por la negligencia de los organizadores, el calor y los gastos, algunos asistentes aislados empezaron a destrozar las instalaciones y prender fuego carpas, autos, montañas de basura y torres de sonido. Una gran cantidad de gente se sumó a los disturbios, mientras que otros intentaban huir. Este escenario desbordó a la policía y a los bomberos, por lo que los incendios recién terminaron de extinguirse cuatro horas después. Aproximadamente 12 tráileres, un bus pequeño, y un número de cabinas y baños portátiles fueron quemados.
Así fue el trágico final de Woodstock ‘99, que manchó la imagen de uno de los momentos musicales más importantes de la historia.
Bonus track: Woodstock 50, el intento fallido de revivir su espíritu
Tras este episodio, hubo varios intentos de revivir Woodstock, pero ninguno se llegó a realizar. El que más cerca estuvo de llevarse adelante fue el de 2019, en que se iba a celebrar los 50 años de la primera edición, una iniciativa del propio Michael Lang. El evento iba a realizarse los días 16, 17 y 18 de agosto en Watkins Glen, Nueva York. Este iba a contar con la participación de The Killers, Santana, Dead & Company, Jay-Z, Chance the Rapper, Miley Cyrus y The Black Keys, entre muchos otros.
Sin embargo, no se logró por no contar con los fondos suficientes. Como los artistas no recibieron el adelante pautado y la venta de entradas no fue la esperada, 50 inversionistas que estaban involucrados en el evento decidieron retirar su apoyo. A partir de esto, se cayeron varios de los artistas que iban a participar y, por problemas presupuestarios, hicieron la reubicación del evento al el Merriweather Post Pavilion, en Columbia, Maryland. Además, la convocatoria contaba con una baja venta de entradas.
Ante todos los contratiempo, Lang anunció la cancelación definitiva de Woodstock 50 el miércoles 31 de julio, tan solo unas semanas antes de la celebración.
A 25 años de este evento, estas fueron las causas que dieron a los incidentes e incendios que arruinó uno de los festivales más recodados en la historia de la música; ¿qué fue lo que pasó? LA NACION