El VAR confirmó el gol que definió la Eurocopa: la rodilla de Stones habilitó a Mikel Oyarzabal y España fue campeón

España gritó campeón de la Eurocopa 2024 merecidamente. Los dirigidos por Luis De la Fuente derrotaron por 2 a 1 a Inglaterra en la final y obtuvieron el título ganando todos sus partidos. Es la cuarta corona de los españoles que se convierten en los máximos ganadores del certamen. Los futbolistas de España se acercaron a la tribuna donde estaban los fanáticos de su selección y celebraron el título que también habían conquistado en las ediciones de 1964, 2008 y 2012.
El partido fue de menor a mayor, las emociones se las guardaron para un segundo tiempo que respondió más a las expectativas que se habían hecho los hinchas de unos y otros en el estadio de Berlín. España había sido muy superior y ganaba por 1-0 gracias a un zurdazo cruzado de Nico Williams, pero parecía que el encuentro iba a continuar en el alargue porque Cole Palmer había empatado en una “jugada de otro partido”, con un zurdazo bajo que venció la resistencia de Unai Simón.
El gol de Oyarzabal
Faltaban 17 minutos para el final del encuentro y más allá de que los españoles no acusaron el golpe ni dejaron de intentar por la victoria hasta el final, no iba a resultar sencillo dar el golpe nuevamente antes del alargue.
Sin embargo, el coraje y la jerarquía del ganador se hizo presente una vez más para no sólo merecer la victoria, sino también encontrar las herramientas definitivas para conseguirla. Ahí fue cuando Mikel Oyarzabal, delantero que había ingresado por Alvaro Morata a los 22 minutos de la segunda etapa, atacó al espacio llegando desde atrás en dirección al punto penal y conectó de manera perfecta un centro rasante de Cucurellla. Ya en el festejo parecía algo contenido. ¿Estaba habilitado? Si bien España celebró con una montaña humana, incluso con jugadores con pechera amarilla que corrieron desde el banco de suplentes para tirarse encima de Oyarzabal, el protagonista principal del campeón fue el VAR.
El sistema de monitoreo de videoarbitraje repasó la jugada, muy fina por cierto, y detectó que Oyarzabal estaba habilitado por la “rodilla” de John Stones, el primer central de Inglaterra. El árbitro principal, el francés François Letexier, no necesitó ver la acción, ya que cuando se trata de jugadas que no requieren interpretación, se resuelve desde la oficina de video. Si es o no posición adelantada, se trazan las líneas y punto. Diferente es si se trata de una acción de interpretación por un supuesto penal o jugada que podría ser más para expulsión que para amonestación. Una vez que los asistentes del VAR trazaron las líneas, se detectó en la imagen que ilustra la nota que la rodilla de Stones termina habilitando a Oyarzabal.
Si bien arrancó lenta, luego se hizo una final de ida y vuelta desde el ritmo impuesto por ambos equipos, pero casi no tuvo necesidad de intervenir el VAR. De hecho, sólo lo hizo en la acción del 2-1.
Una de las figuras del partido era el arquero Jordan Pickford, que le había sacado con grandes atajadas situaciones de gol a Lamine Yamal en dos oportunidades, y también se había mostrado seguro saliendo a cortar los centros. Pero en las finales siempre se sufre, incluso el que gana. Con el 2-1 a favor, España salvó el empate en la línea tras un córner desde la izquierda en el que cabeceó Rice: primero salvó Unai Simón y en la segunda chance fue el habilidoso Dani Olmo quien sacó la pelota sobre la línea.
España gritó campeón de la Eurocopa 2024 merecidamente. Los dirigidos por Luis De la Fuente derrotaron por 2 a 1 a Inglaterra en la final y obtuvieron el título ganando todos sus partidos. Es la cuarta corona de los españoles que se convierten en los máximos ganadores del certamen. Los futbolistas de España se acercaron a la tribuna donde estaban los fanáticos de su selección y celebraron el título que también habían conquistado en las ediciones de 1964, 2008 y 2012.
El partido fue de menor a mayor, las emociones se las guardaron para un segundo tiempo que respondió más a las expectativas que se habían hecho los hinchas de unos y otros en el estadio de Berlín. España había sido muy superior y ganaba por 1-0 gracias a un zurdazo cruzado de Nico Williams, pero parecía que el encuentro iba a continuar en el alargue porque Cole Palmer había empatado en una “jugada de otro partido”, con un zurdazo bajo que venció la resistencia de Unai Simón.
El gol de Oyarzabal
Faltaban 17 minutos para el final del encuentro y más allá de que los españoles no acusaron el golpe ni dejaron de intentar por la victoria hasta el final, no iba a resultar sencillo dar el golpe nuevamente antes del alargue.
Sin embargo, el coraje y la jerarquía del ganador se hizo presente una vez más para no sólo merecer la victoria, sino también encontrar las herramientas definitivas para conseguirla. Ahí fue cuando Mikel Oyarzabal, delantero que había ingresado por Alvaro Morata a los 22 minutos de la segunda etapa, atacó al espacio llegando desde atrás en dirección al punto penal y conectó de manera perfecta un centro rasante de Cucurellla. Ya en el festejo parecía algo contenido. ¿Estaba habilitado? Si bien España celebró con una montaña humana, incluso con jugadores con pechera amarilla que corrieron desde el banco de suplentes para tirarse encima de Oyarzabal, el protagonista principal del campeón fue el VAR.
El sistema de monitoreo de videoarbitraje repasó la jugada, muy fina por cierto, y detectó que Oyarzabal estaba habilitado por la “rodilla” de John Stones, el primer central de Inglaterra. El árbitro principal, el francés François Letexier, no necesitó ver la acción, ya que cuando se trata de jugadas que no requieren interpretación, se resuelve desde la oficina de video. Si es o no posición adelantada, se trazan las líneas y punto. Diferente es si se trata de una acción de interpretación por un supuesto penal o jugada que podría ser más para expulsión que para amonestación. Una vez que los asistentes del VAR trazaron las líneas, se detectó en la imagen que ilustra la nota que la rodilla de Stones termina habilitando a Oyarzabal.
Si bien arrancó lenta, luego se hizo una final de ida y vuelta desde el ritmo impuesto por ambos equipos, pero casi no tuvo necesidad de intervenir el VAR. De hecho, sólo lo hizo en la acción del 2-1.
Una de las figuras del partido era el arquero Jordan Pickford, que le había sacado con grandes atajadas situaciones de gol a Lamine Yamal en dos oportunidades, y también se había mostrado seguro saliendo a cortar los centros. Pero en las finales siempre se sufre, incluso el que gana. Con el 2-1 a favor, España salvó el empate en la línea tras un córner desde la izquierda en el que cabeceó Rice: primero salvó Unai Simón y en la segunda chance fue el habilidoso Dani Olmo quien sacó la pelota sobre la línea.
En una final que fue de menor a mayor, el seleccionado de De la Fuente se impuso sobre el epílogo ante Inglaterra por 2-1 LA NACION