El girasol proviene de los montes tibetanos y crece de manera silvestre, pero sus cultivos se han extendido a diversas partes del mundo. Lo más importante de esta flor está en su semilla, la cual tiene diversas propiedades que aportan beneficios para la salud.

La planta cuenta con diversas variedades, por lo que sus semillas pueden ser de diversos colores, como rojas, blancas, amarillas o las más conocidas que tienen franjas blancas, todos estos ejemplares tienen ácidos grasos y minerales.

Dentro de sus propiedades se puede encontrar que contienen fósforo, potasio, magnesio, calcio, proteínas, grasas saludables, fibras, vitamina E, selenio, cobre, zinc, ácido fólico, hierro y fitoquímicos, según ‘Tua Saúde’.

Beneficios de consumir la semilla de girasol

Estas semillas pueden ofrecerle diversos beneficios como proteger su salud cardiovascular, ya que sus grasas mono y poliinsaturadas regulan los niveles de colesterol total, disminuyendo el malo, además disminuye los niveles de triglicéridos, de acuerdo con ‘Tua Saúde’.

@casidelivery La costumbre de comer semillas de girasol 🌻 viene de España durante la crisis agraria y política en la Guerra Civil. Debido a la escasez de alimentos durante ese período, la gente empezó a incluir en su dieta todo lo que tenía a mano, incluidas las pipas de girasol. En un principio, su consumo generó cierta controversia, ya que algunos sectores más conservadores consideraban que era una «comida de pobres». En esos tiempos, incluso llegó a estar mal visto que las mujeres comieran pipas en público. Muchas gracias @argensunsa y @pipas_ok por hacerme llegar este 🌻. #girasol #argensun #pipas #semillas #semillasdegirasol #girasoles #frutossecos ♬ sonido original – Casi Delivery + que recetas

Sus macronutrientes, vitaminas antioxidantes ácido fólico y fibras protegen las células, disminuyen la presión arterial y regulan el azúcar en la sangre. Lo que también favorece al estreñimiento, pues reduce el tiempo del tránsito intestinal y aumenta el volumen fecal.

El magnesio y el fósforo que contienen las semillas de girasol, son dos de los componentes que se conocen por los beneficiosos que brindan para el funcionamiento cerebral, puesto que mejoran la concentración y la memoria, según ‘Mejor con salud’.

Además de los lácteos, las semillas tienen la capacidad de reducir la osteoporosis, esto porque dentro de sus propiedades se puede encontrar el calcio, que se encarga de evitar las quebraduras o fisuras que se genera con la descalcificación de los huesos.

Su consumo hace más lenta la digestión y la absorción de carbohidratos luego de las comidas, lo cual ayuda a regular el azúcar en la sangre, evita enfermedades como la hipoglucemia y regula los niveles de insulina en la sangre, según ‘Tua Saúde’.

Cabe destacar que las semillas de girasol pueden causar estreñimiento si se consume la cáscara o el producto en general, pero en grandes cantidades, por esto es importante regular su ingesta y consultar con un profesional para que observe si puede ser beneficioso o no en su caso.

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El girasol proviene de los montes tibetanos y crece de manera silvestre, pero sus cultivos se han extendido a diversas partes del mundo. Lo más importante de esta flor está en su semilla, la cual tiene diversas propiedades que aportan beneficios para la salud.

La planta cuenta con diversas variedades, por lo que sus semillas pueden ser de diversos colores, como rojas, blancas, amarillas o las más conocidas que tienen franjas blancas, todos estos ejemplares tienen ácidos grasos y minerales.

Dentro de sus propiedades se puede encontrar que contienen fósforo, potasio, magnesio, calcio, proteínas, grasas saludables, fibras, vitamina E, selenio, cobre, zinc, ácido fólico, hierro y fitoquímicos, según ‘Tua Saúde’.

Beneficios de consumir la semilla de girasol

Estas semillas pueden ofrecerle diversos beneficios como proteger su salud cardiovascular, ya que sus grasas mono y poliinsaturadas regulan los niveles de colesterol total, disminuyendo el malo, además disminuye los niveles de triglicéridos, de acuerdo con ‘Tua Saúde’.

@casidelivery La costumbre de comer semillas de girasol 🌻 viene de España durante la crisis agraria y política en la Guerra Civil. Debido a la escasez de alimentos durante ese período, la gente empezó a incluir en su dieta todo lo que tenía a mano, incluidas las pipas de girasol. En un principio, su consumo generó cierta controversia, ya que algunos sectores más conservadores consideraban que era una «comida de pobres». En esos tiempos, incluso llegó a estar mal visto que las mujeres comieran pipas en público. Muchas gracias @argensunsa y @pipas_ok por hacerme llegar este 🌻. #girasol #argensun #pipas #semillas #semillasdegirasol #girasoles #frutossecos ♬ sonido original – Casi Delivery + que recetas

Sus macronutrientes, vitaminas antioxidantes ácido fólico y fibras protegen las células, disminuyen la presión arterial y regulan el azúcar en la sangre. Lo que también favorece al estreñimiento, pues reduce el tiempo del tránsito intestinal y aumenta el volumen fecal.

El magnesio y el fósforo que contienen las semillas de girasol, son dos de los componentes que se conocen por los beneficiosos que brindan para el funcionamiento cerebral, puesto que mejoran la concentración y la memoria, según ‘Mejor con salud’.

Además de los lácteos, las semillas tienen la capacidad de reducir la osteoporosis, esto porque dentro de sus propiedades se puede encontrar el calcio, que se encarga de evitar las quebraduras o fisuras que se genera con la descalcificación de los huesos.

Su consumo hace más lenta la digestión y la absorción de carbohidratos luego de las comidas, lo cual ayuda a regular el azúcar en la sangre, evita enfermedades como la hipoglucemia y regula los niveles de insulina en la sangre, según ‘Tua Saúde’.

Cabe destacar que las semillas de girasol pueden causar estreñimiento si se consume la cáscara o el producto en general, pero en grandes cantidades, por esto es importante regular su ingesta y consultar con un profesional para que observe si puede ser beneficioso o no en su caso.

 Qué pasa si como semillas de girasol todos los días: ¿mejora el funcionamiento del cerebro?  LA NACION