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El gobierno de Axel Kicillof minimizó una protesta policial en reclamo de salarios convocada para el miércoles: “Son grupos de exonerados”

LA PLATA.- El gobierno de Axel Kicillof quitó entidad a la protesta policial convocada para el miércoles próximo por un grupo de uniformados anónimos de la provincia de Buenos Aires.

“Respecto de supuestos reclamos que existen, la policía no tiene sindicato. Hoy los aumentos están atados a las paritarias que se cierran en la provincia. Los reclamos no son oficiales. No corresponden a nuestra fuerza policial, sino a distintos grupos de exonerados”, dijo el ministro de Gobierno, Carlos Bianco. Así, el funcionario relativizó las versiones de un supuesto reclamo, pasado mañana.

“No hay ningún tipo de reclamo en la provincia de Buenos Aires. En la gestión Kicillof se ha equiparado los salarios a los de la policía federal. Nosotros seguimos sosteniendo los salarios como lo hacemos con el resto de los estatales y vamos a seguir en ese sendero”, expresó Bianco en una conferencia de prensa que tuvo lugar en la Casa de Gobierno. Kicillof hará una gira por el interior esta semana lejos de los supuestos reclamos de uniformados: visitará Lavalle, Tordillo, Bolivar y Saladillo.

Citan a indagatoria a Eduardo Belliboni y otros dirigentes sociales acusados de administración fraudulenta de los fondos del Potenciar Trabajo

El grupo autodenominado “Policías Reclamando” convocó a una movilización para el miércoles 29 del mes en curso en la sede del comando operativo de la policía bonaerense, en Puente 12 (La Matanza), más puntos de protesta en San Martín, San Isidro, Tigre, Mar del Plata y el Cruce de Florencio Varela. El reclamo salarial coincide con el que lleva adelante hace diez días la policía de Misiones.

Los escenarios convocados para las movilizaciones son prácticamente los mismos que se convirtieron en focos de las protestas de septiembre de 2020. En Puente 12, en el cruce del Camino de Cintura y la Autopista Riccheri, tenía su despacho el entonces ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni. Allí también está la Estación de Policía de La Matanza y la sede de la Unidad Táctica Operativa de Intervención (UTOI), una división a la que Berni fortaleció durante su gestión y que en los días de las protestas policiales cubrió las zonas que los efectivos en huelga dejaron de patrullar.

En el petitorio que se presentará ante el gobernador bonaerense, los policías bonaerenses reclaman el aumento de sueldo de un 80% en todas las jerarquías. “Dicha solicitud es porque en el año 2023 los haberes de los efectivos se devaluaron un 76,4% tomando en cuenta los aumentos otorgados y la inflación. El porcentaje que solicitamos es para que un oficial del escalafón más bajo su salario supere la línea de la pobreza y pueda cubrir sus necesidades básicas. Actualmente, en el recibo de haberes del mes de abril, para un oficial con un año de antigüedad su sueldo fue de $472.720, mientras que la línea de la pobreza, según el Indec, es de $828.000″, se indicó en el petitorio.

Los reclamos de los efectivos de la fuerza de seguridad bonaerense no terminan en la cuestión del aumento de sueldos. También solicitan una readecuación de los destinos y dependencias en las que se desempeñan los policías.

“Los efectivos no deberán prestar servicio a más de 100 kilómetros de su lugar de residencia porque les genera un gasto innecesario en sus salarios, ya que tienen que abonar los pasajes en micros y remises o estar arriesgando sus vidas por la posibilidad de un accidente por ir en vehículos particulares o a dedo, como ocurrió en varias ocasiones”, se indicó en el petitorio elaborado por el grupo “Policías reclamando”.

Otro de los reclamos de los integrantes de la fuerza radica en los uniformes. Dado que la policía bonaerense no tiene proveeduría, los efectivos deben comprarse sus uniformes. Para que puedan adquirir la ropa se incluyó en su sueldo un suplemento que, en algunos casos, llega a $18.000.

“Con 18.000 pesos no compramos nada. Un par de borceguíes buenos cuestan 150.000 pesos. Muchos de los policías tienen que sacar préstamos personales para comprar el calzado y la ropa de abrigo para prestar servicio. Esto significa que el policía bonaerense paga de su bolsillo gran parte del uniforme y, además, se tiene que endeudar para poder comer”, explicó un efectivo que se desempeña en la agrupación Comandos y solicitó mantener su nombre en reserva. Una de las quejas de los efectivos sobre los uniformes apunta a que deben comprarlos en cooperativas específicas que pertenecen a algunos jefes policiales.

Entre los integrantes de la tropa también está el reclamo de las horas Cores (Compensación por Recargo de Servicio), cuyo valor es de $600, mientras que la hora por el servicio de policía adicional bancario (Polad) se paga $1200.

“Hay varios problemas con las Cores y las Polad. Lo que se cobra por una hora Cores no alcanza ni para comprar un alfajor. Además, en muchos casos, los efectivos son obligados por sus jefes a quedarse, como mínimo, cuatro horas más, hasta que llegue el relevo. Con respecto a las horas Polad, como se pagan mejor, algunos oficiales les cobran coimas a los subordinados para darles la posibilidad de incrementar sus ingresos con esas horas extra. El problema es que las cobran a los 60 días, debido a los atrasos en los pagos. Por las coimas ya se radicaron muchas denuncias contra oficiales superiores”, indicó un comisario inspector que representa a policías.

La cuestión de los sueldos en la policía bonaerense tiene otra problemática: el amesetamiento de los haberes. Por ejemplo, la diferencia entre un policía recién egresado de alguna de las escuelas de formación es de 14.000 pesos con respecto a lo que percibe un sargento con 28 años de servicio.

Según consta en un recibo de sueldo de un policía bonaerense, el salario básico es de $475.000, a lo que se suman $143.000 en concepto de riesgo profesional. Agregados otros suplementos, el sueldo bruto de un efectivo en el escalafón más bajo es de $730.00, y con los descuentos cobra $472.000. Todos los efectivos tienen la atención médica de IOMA y las quejas son constantes debido a las demoras en los turnos.

Un comisario general de la fuerza de seguridad bonaerense, con 34 años de antigüedad y cargo de superintendente, cobra un sueldo básico de $1.160.000; un oficial subayudante $447.000, y un sargento mayor con 34 años en la policía recibe $626.000 de salario básico.

Por el momento, la convocatoria realizada por el mismo grupo que organizó la movilización de 2020 tuvo un efecto esencialmente enunciativo. Es que aunque las quejas por los sueldos bajos, supuestos malos tratos de los oficiales jefes hacia sus subalternos, los recargos de servicio, los atrasos en los pagos de las horas adicionales y la falta de una cobertura médica son reales y concretas, no habría en el grueso de los 95.000 efectivos que integran la fuerza voluntad de encarar una protesta similar a la de hace casi cuatro años.

Según un sondeo realizado por LA NACION, la principal razón por la que la convocatoria no sería tan masiva como la de 2020 radicaría en la posibilidad de que los efectivos que participen de una eventual movilización sean echados.

Permanecen latentes los 5000 sumarios administrativos que, durante la gestión de Berni, se iniciaron contra los efectivos que realizaron la protesta frente la Quinta Presidencial de Olivos, los que usaron móviles para cortar el tránsito frente a la Estación de Policía en Puente 12 y los que participaron de las protestas en los Comandos de Patrullas de Florencio Varela, Quilmes, Tigre, San Martín, La Matanza, Mar del Plata y Bahía Blanca.

“Con los cinco mil sumarios, los policías acusados en esos expedientes administrativos están en una situación similar a la de tener un respirador artificial: si los activan, los echan. Un motivo para firmar la expulsión es una nueva convocatoria a una movilización”, explicó un comisario inspector retirado de la policía bonaerense que representa a varios de los efectivos sometidos a esos sumarios.

Esos expedientes se iniciaron por abandono de servicio y retención de vehículos de la institución. Se trata de faltas graves que, una vez finalizados los procesos, terminan con la expulsión de los policías sumariados. Por el momento, esos 5000 efectivos figuran como pasados a disponibilidad, con sugerencia de cesantía, es decir, a un paso de ser exonerados.

LA PLATA.- El gobierno de Axel Kicillof quitó entidad a la protesta policial convocada para el miércoles próximo por un grupo de uniformados anónimos de la provincia de Buenos Aires.

“Respecto de supuestos reclamos que existen, la policía no tiene sindicato. Hoy los aumentos están atados a las paritarias que se cierran en la provincia. Los reclamos no son oficiales. No corresponden a nuestra fuerza policial, sino a distintos grupos de exonerados”, dijo el ministro de Gobierno, Carlos Bianco. Así, el funcionario relativizó las versiones de un supuesto reclamo, pasado mañana.

“No hay ningún tipo de reclamo en la provincia de Buenos Aires. En la gestión Kicillof se ha equiparado los salarios a los de la policía federal. Nosotros seguimos sosteniendo los salarios como lo hacemos con el resto de los estatales y vamos a seguir en ese sendero”, expresó Bianco en una conferencia de prensa que tuvo lugar en la Casa de Gobierno. Kicillof hará una gira por el interior esta semana lejos de los supuestos reclamos de uniformados: visitará Lavalle, Tordillo, Bolivar y Saladillo.

Citan a indagatoria a Eduardo Belliboni y otros dirigentes sociales acusados de administración fraudulenta de los fondos del Potenciar Trabajo

El grupo autodenominado “Policías Reclamando” convocó a una movilización para el miércoles 29 del mes en curso en la sede del comando operativo de la policía bonaerense, en Puente 12 (La Matanza), más puntos de protesta en San Martín, San Isidro, Tigre, Mar del Plata y el Cruce de Florencio Varela. El reclamo salarial coincide con el que lleva adelante hace diez días la policía de Misiones.

Los escenarios convocados para las movilizaciones son prácticamente los mismos que se convirtieron en focos de las protestas de septiembre de 2020. En Puente 12, en el cruce del Camino de Cintura y la Autopista Riccheri, tenía su despacho el entonces ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni. Allí también está la Estación de Policía de La Matanza y la sede de la Unidad Táctica Operativa de Intervención (UTOI), una división a la que Berni fortaleció durante su gestión y que en los días de las protestas policiales cubrió las zonas que los efectivos en huelga dejaron de patrullar.

En el petitorio que se presentará ante el gobernador bonaerense, los policías bonaerenses reclaman el aumento de sueldo de un 80% en todas las jerarquías. “Dicha solicitud es porque en el año 2023 los haberes de los efectivos se devaluaron un 76,4% tomando en cuenta los aumentos otorgados y la inflación. El porcentaje que solicitamos es para que un oficial del escalafón más bajo su salario supere la línea de la pobreza y pueda cubrir sus necesidades básicas. Actualmente, en el recibo de haberes del mes de abril, para un oficial con un año de antigüedad su sueldo fue de $472.720, mientras que la línea de la pobreza, según el Indec, es de $828.000″, se indicó en el petitorio.

Los reclamos de los efectivos de la fuerza de seguridad bonaerense no terminan en la cuestión del aumento de sueldos. También solicitan una readecuación de los destinos y dependencias en las que se desempeñan los policías.

“Los efectivos no deberán prestar servicio a más de 100 kilómetros de su lugar de residencia porque les genera un gasto innecesario en sus salarios, ya que tienen que abonar los pasajes en micros y remises o estar arriesgando sus vidas por la posibilidad de un accidente por ir en vehículos particulares o a dedo, como ocurrió en varias ocasiones”, se indicó en el petitorio elaborado por el grupo “Policías reclamando”.

Otro de los reclamos de los integrantes de la fuerza radica en los uniformes. Dado que la policía bonaerense no tiene proveeduría, los efectivos deben comprarse sus uniformes. Para que puedan adquirir la ropa se incluyó en su sueldo un suplemento que, en algunos casos, llega a $18.000.

“Con 18.000 pesos no compramos nada. Un par de borceguíes buenos cuestan 150.000 pesos. Muchos de los policías tienen que sacar préstamos personales para comprar el calzado y la ropa de abrigo para prestar servicio. Esto significa que el policía bonaerense paga de su bolsillo gran parte del uniforme y, además, se tiene que endeudar para poder comer”, explicó un efectivo que se desempeña en la agrupación Comandos y solicitó mantener su nombre en reserva. Una de las quejas de los efectivos sobre los uniformes apunta a que deben comprarlos en cooperativas específicas que pertenecen a algunos jefes policiales.

Entre los integrantes de la tropa también está el reclamo de las horas Cores (Compensación por Recargo de Servicio), cuyo valor es de $600, mientras que la hora por el servicio de policía adicional bancario (Polad) se paga $1200.

“Hay varios problemas con las Cores y las Polad. Lo que se cobra por una hora Cores no alcanza ni para comprar un alfajor. Además, en muchos casos, los efectivos son obligados por sus jefes a quedarse, como mínimo, cuatro horas más, hasta que llegue el relevo. Con respecto a las horas Polad, como se pagan mejor, algunos oficiales les cobran coimas a los subordinados para darles la posibilidad de incrementar sus ingresos con esas horas extra. El problema es que las cobran a los 60 días, debido a los atrasos en los pagos. Por las coimas ya se radicaron muchas denuncias contra oficiales superiores”, indicó un comisario inspector que representa a policías.

La cuestión de los sueldos en la policía bonaerense tiene otra problemática: el amesetamiento de los haberes. Por ejemplo, la diferencia entre un policía recién egresado de alguna de las escuelas de formación es de 14.000 pesos con respecto a lo que percibe un sargento con 28 años de servicio.

Según consta en un recibo de sueldo de un policía bonaerense, el salario básico es de $475.000, a lo que se suman $143.000 en concepto de riesgo profesional. Agregados otros suplementos, el sueldo bruto de un efectivo en el escalafón más bajo es de $730.00, y con los descuentos cobra $472.000. Todos los efectivos tienen la atención médica de IOMA y las quejas son constantes debido a las demoras en los turnos.

Un comisario general de la fuerza de seguridad bonaerense, con 34 años de antigüedad y cargo de superintendente, cobra un sueldo básico de $1.160.000; un oficial subayudante $447.000, y un sargento mayor con 34 años en la policía recibe $626.000 de salario básico.

Por el momento, la convocatoria realizada por el mismo grupo que organizó la movilización de 2020 tuvo un efecto esencialmente enunciativo. Es que aunque las quejas por los sueldos bajos, supuestos malos tratos de los oficiales jefes hacia sus subalternos, los recargos de servicio, los atrasos en los pagos de las horas adicionales y la falta de una cobertura médica son reales y concretas, no habría en el grueso de los 95.000 efectivos que integran la fuerza voluntad de encarar una protesta similar a la de hace casi cuatro años.

Según un sondeo realizado por LA NACION, la principal razón por la que la convocatoria no sería tan masiva como la de 2020 radicaría en la posibilidad de que los efectivos que participen de una eventual movilización sean echados.

Permanecen latentes los 5000 sumarios administrativos que, durante la gestión de Berni, se iniciaron contra los efectivos que realizaron la protesta frente la Quinta Presidencial de Olivos, los que usaron móviles para cortar el tránsito frente a la Estación de Policía en Puente 12 y los que participaron de las protestas en los Comandos de Patrullas de Florencio Varela, Quilmes, Tigre, San Martín, La Matanza, Mar del Plata y Bahía Blanca.

“Con los cinco mil sumarios, los policías acusados en esos expedientes administrativos están en una situación similar a la de tener un respirador artificial: si los activan, los echan. Un motivo para firmar la expulsión es una nueva convocatoria a una movilización”, explicó un comisario inspector retirado de la policía bonaerense que representa a varios de los efectivos sometidos a esos sumarios.

Esos expedientes se iniciaron por abandono de servicio y retención de vehículos de la institución. Se trata de faltas graves que, una vez finalizados los procesos, terminan con la expulsión de los policías sumariados. Por el momento, esos 5000 efectivos figuran como pasados a disponibilidad, con sugerencia de cesantía, es decir, a un paso de ser exonerados.

 Carlos Bianco, ministro de Gobierno, mencionó “supuestos reclamos” que estarían empujados por grupos “no oficiales”  LA NACION

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