Todo bajo el mismo techo: la revancha de las tiendas departamentales
A tres años de la salida de Falabella, el negocio de las tiendas por departamento quiere volver a dar pelea en el mercado argentino. Las trabas para importar que llevaron a la cadena chilena a abandonar el país en mayo de 2021, de a poco empezaron a desarmarse y en el sector se ilusionan con que una reactivación de la economía en los próximos meses podría generar una fuerte recuperación del consumo en rubros que vienen muy golpeados, con años de una oferta muy postergada.
Las tiendas departamentales son locales de grandes dimensiones, en los que se puede encontrar una amplia variedad de artículos, con una oferta que puede incluir desde indumentaria hasta artículos para el hogar, pasando por muebles, blanco, electrodomésticos, juguetes y gastronomía. En la Argentina, este modelo vivió una época de esplendor a principios del siglo pasado, con propuestas como Harrods y Gath & Chavez, y ahora busca revancha de la mano de nuevos jugadores.
Efecto delay: la baja de la inflación recién se sentirá a fin de año en el consumo
“Somos optimistas y vemos un resurgimiento del retail para 2024. Hay muchas marcas que se quemaron con la Argentina y que difícilmente quieran volver al país en forma directa, pero que están abiertas a venir con una licencia o un socio local”, explica Federico Arslanian, gerente general de Landmark.
Landmark nació hace diez años como una tienda de decoración en Barrio Norte, pero el gran salto lo dio hace dos años cuando inauguró su primera tienda departamental en Unicenter, ocupando precisamente el lugar que había dejado vacante Falabella.
La propuesta de Falabella funcionó muy bien en la Argentina hasta que se volvió insostenible la operación por los problemas para importar. La lectura que ahora hacen en el sector es que la flexibilización del comercio exterior representa una oportunidad para las cadenas y marcas que busquen atender esa demanda insatisfecha, trabajando en gran parte con mercadería importada. “Originalmente, Landmark trabajaba con un 85% de productos importados. Pero durante el gobierno anterior llegamos a estar con un mix de 50 y 50%, e incluso montamos una planta de producción en Tortuguitas donde hoy trabajan 100 personas. Ahora la idea es tener un esquema de 70% de productos importados y 30% nacional, pero manteniendo la fábrica”.
Los planes de Landmark contemplan la apertura de una segunda tienda departamental en el shopping Palmas del Pilar, que pertenece al grupo Cencosud, los mismos dueños de Unicenter. “Antes de fin de año vamos a abrir con Pilar, con una inversión de US$2 millones. La idea es que funcione como tienda ancla del shopping, con un posicionamiento muy competitivo, similar al que tuvo Falabella”, explicó. Landmark además se prepara para debutar a nivel internacional, con una primera sucursal en la ciudad de México, donde ya está participando como una plataforma de e-commerce. “En México comenzamos operando con la venta online y ahora vamos a abrir una tienda física. Además estamos cerrando un acuerdo con la marca estadounidense Rugs, que es el principal jugador en el mercado de alfombras de EE.UU., para convertirnos en sus socios en el mercado mexicano”, señaló Arlsanian.
Martín Migoya: “Queremos llevar la experiencia de Fórmula 1 a otro nivel”
Otra de las cadenas que apostó a ocupar (literalmente) el lugar vació que dejó Falabella es el grupo Enter, que lidera el empresario gastronómico y que controla entre otros emprendimientos los restaurantes Paradiso, Aribau, Maldini y Banda. Con la marca Ronda, Enter acaba de inaugurar un “espacio multipropósito” en el shopping DOT. “Se trata de una propuesta que fusiona gastronomía, entretenimiento, arte y moda y representa un segmento único en Latinoamérica”, explica Nicolás Bargagna, fundador de Enter.
Con una inversión de US$5 millones, Ronda cuenta con más de 4000 m2 cubiertos -ocupando el espacio que dejaron libre Falabella y Walmart en el Dot- y 1500 m2 al aire libre, en los que habrá 15 espacios de gastronomía, once pistas de bowling operadas por Paloko, tres anfiteatros de obras breves, 18 hoyos de mini golf, tres espacios de indumentaria curados por BAF y más de 10 obras e instalaciones artísticas. “El proyecto nació como un mercado y a medida que le fuimos sumando propuestas se transformó en una categoría nueva, como una suerte de tienda departamental que combina rubros que hasta el momento no convivían juntas”, señaló el presidente de Enter.
Bargagna no es un inquilino más del Dot. El empresario puso un pie en el shopping en diciembre de 2019 con la apertura de Maldini, que se convirtió en un foco de atracción del público joven con su propuesta de after office.
Avanzada sueca
Más allá de los planes de Landmark y Ronda, en el sector no descartan el ingreso de nuevos jugadores, con propuestas que apuntan a cubrir parte del mismo segmento de mercado. En el caso puntual de artículos para el hogar, el competidor internacional más relevante es la cadena sueca Ikea, que ya puso un pie en Santiago de Chile y hace unos meses inauguró su primera sucursal en Bogotá.
A nivel regional, Ikea tiene como socio al grupo Solari, los dueños de Falabella y Sodimac, aunque el acuerdo contempla -al menos por ahora- el desarrollo de tres mercados: Chile, Perú y Colombia. En el sector se especula con que los suecos están a la búsqueda de socios para llegar a otras plazas y que incluso ya hubo algún sondeo con el empresario argentino Manuel Antelo para analizar la posibilidad de abrir un Ikea en Uruguay.
A tres años de la salida de Falabella, el negocio de las tiendas por departamento quiere volver a dar pelea en el mercado argentino. Las trabas para importar que llevaron a la cadena chilena a abandonar el país en mayo de 2021, de a poco empezaron a desarmarse y en el sector se ilusionan con que una reactivación de la economía en los próximos meses podría generar una fuerte recuperación del consumo en rubros que vienen muy golpeados, con años de una oferta muy postergada.
Las tiendas departamentales son locales de grandes dimensiones, en los que se puede encontrar una amplia variedad de artículos, con una oferta que puede incluir desde indumentaria hasta artículos para el hogar, pasando por muebles, blanco, electrodomésticos, juguetes y gastronomía. En la Argentina, este modelo vivió una época de esplendor a principios del siglo pasado, con propuestas como Harrods y Gath & Chavez, y ahora busca revancha de la mano de nuevos jugadores.
Efecto delay: la baja de la inflación recién se sentirá a fin de año en el consumo
“Somos optimistas y vemos un resurgimiento del retail para 2024. Hay muchas marcas que se quemaron con la Argentina y que difícilmente quieran volver al país en forma directa, pero que están abiertas a venir con una licencia o un socio local”, explica Federico Arslanian, gerente general de Landmark.
Landmark nació hace diez años como una tienda de decoración en Barrio Norte, pero el gran salto lo dio hace dos años cuando inauguró su primera tienda departamental en Unicenter, ocupando precisamente el lugar que había dejado vacante Falabella.
La propuesta de Falabella funcionó muy bien en la Argentina hasta que se volvió insostenible la operación por los problemas para importar. La lectura que ahora hacen en el sector es que la flexibilización del comercio exterior representa una oportunidad para las cadenas y marcas que busquen atender esa demanda insatisfecha, trabajando en gran parte con mercadería importada. “Originalmente, Landmark trabajaba con un 85% de productos importados. Pero durante el gobierno anterior llegamos a estar con un mix de 50 y 50%, e incluso montamos una planta de producción en Tortuguitas donde hoy trabajan 100 personas. Ahora la idea es tener un esquema de 70% de productos importados y 30% nacional, pero manteniendo la fábrica”.
Los planes de Landmark contemplan la apertura de una segunda tienda departamental en el shopping Palmas del Pilar, que pertenece al grupo Cencosud, los mismos dueños de Unicenter. “Antes de fin de año vamos a abrir con Pilar, con una inversión de US$2 millones. La idea es que funcione como tienda ancla del shopping, con un posicionamiento muy competitivo, similar al que tuvo Falabella”, explicó. Landmark además se prepara para debutar a nivel internacional, con una primera sucursal en la ciudad de México, donde ya está participando como una plataforma de e-commerce. “En México comenzamos operando con la venta online y ahora vamos a abrir una tienda física. Además estamos cerrando un acuerdo con la marca estadounidense Rugs, que es el principal jugador en el mercado de alfombras de EE.UU., para convertirnos en sus socios en el mercado mexicano”, señaló Arlsanian.
Martín Migoya: “Queremos llevar la experiencia de Fórmula 1 a otro nivel”
Otra de las cadenas que apostó a ocupar (literalmente) el lugar vació que dejó Falabella es el grupo Enter, que lidera el empresario gastronómico y que controla entre otros emprendimientos los restaurantes Paradiso, Aribau, Maldini y Banda. Con la marca Ronda, Enter acaba de inaugurar un “espacio multipropósito” en el shopping DOT. “Se trata de una propuesta que fusiona gastronomía, entretenimiento, arte y moda y representa un segmento único en Latinoamérica”, explica Nicolás Bargagna, fundador de Enter.
Con una inversión de US$5 millones, Ronda cuenta con más de 4000 m2 cubiertos -ocupando el espacio que dejaron libre Falabella y Walmart en el Dot- y 1500 m2 al aire libre, en los que habrá 15 espacios de gastronomía, once pistas de bowling operadas por Paloko, tres anfiteatros de obras breves, 18 hoyos de mini golf, tres espacios de indumentaria curados por BAF y más de 10 obras e instalaciones artísticas. “El proyecto nació como un mercado y a medida que le fuimos sumando propuestas se transformó en una categoría nueva, como una suerte de tienda departamental que combina rubros que hasta el momento no convivían juntas”, señaló el presidente de Enter.
Bargagna no es un inquilino más del Dot. El empresario puso un pie en el shopping en diciembre de 2019 con la apertura de Maldini, que se convirtió en un foco de atracción del público joven con su propuesta de after office.
Avanzada sueca
Más allá de los planes de Landmark y Ronda, en el sector no descartan el ingreso de nuevos jugadores, con propuestas que apuntan a cubrir parte del mismo segmento de mercado. En el caso puntual de artículos para el hogar, el competidor internacional más relevante es la cadena sueca Ikea, que ya puso un pie en Santiago de Chile y hace unos meses inauguró su primera sucursal en Bogotá.
A nivel regional, Ikea tiene como socio al grupo Solari, los dueños de Falabella y Sodimac, aunque el acuerdo contempla -al menos por ahora- el desarrollo de tres mercados: Chile, Perú y Colombia. En el sector se especula con que los suecos están a la búsqueda de socios para llegar a otras plazas y que incluso ya hubo algún sondeo con el empresario argentino Manuel Antelo para analizar la posibilidad de abrir un Ikea en Uruguay.
Tras la salida de Falabella, nuevas propuestas buscan ocupar su lugar, con un mix comercial renovado que incluye más rubros y categorías LA NACION