YPF espera la sanción de la ley Bases para destrabar una inversión millonaria para exportar gas licuado
“¿Qué se sabe del RIGI?”, preguntan con ansia en la torre de YPF, cada vez que hay alguna novedad acerca del tratamiento del proyecto de ley Bases en el Congreso. El RIGI es el “Régimen de incentivo para grandes inversiones”, un capítulo dentro de la ley que diseñó el Gobierno para movilizar obras que requieren mucho financiamiento y son de largo plazo, como el proyecto que tiene en carpeta YPF para exportar de manera masiva gas natural licuado (GNL).
“Sin el RIGI, no hay proyecto de GNL”, se escucha con firmeza en el sector energético. El RIGI ofrece beneficios impositivos a inversiones de más de US$200 millones, como la baja de la alícuota de Ganancias de 35% a 25% o la recuperación anticipada del pago de IVA. A través de este instrumento, YPF espera poner en funcionamiento el proyecto para que la Argentina se convierta en exportar de GNL, que debería comenzar en junio.
El plan ya comenzó a diseñarse meses atrás. En sociedad con la petrolera estatal de Malasia, Petronas, YPF está evaluando dónde construir el puerto en donde se llenarán los buques de licuefacción, que harán el proceso de convertir el gas de Vaca Muerta en estado líquido para su comercialización marítima. Las dos alternativas posibles son Bahía Blanca (Buenos Aires) o el puerto Punta Colorada de Sierra Grande (Río Negro).
El próximo mes se definirá la zona, que dependerá de los beneficios impositivos que ofrezca cada provincia. Si bien Bahía Blanca tiene la ventaja de ya contar con la infraestructura, su desventaja es que el gran tráfico que genera la comercialización de granos podría complicar el desarrollo del mega proyecto de energía.
Sierra Grande, en cambio, tiene todas las condiciones para convertirse en el nuevo hub del sector energético. Además de enfocarse en el GNL, en septiembre, YPF también comenzará a construir el oleoducto Vaca Muerta Sur, que conectará el reservorio de mayor producción con el futuro puerto de Río Negro. Al tener aguas más profundas que Bahía Blanca, habilitará la llegada de buques de mayor porte, lo que hará más competitiva la exportación petrolera.
Para la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur y el puerto, se espera una inversión total de US$2200 millones, que desembolsará principalmente YPF junto con otro grupo de empresas petroleras.
Entre las mayores exportaciones de petróleo y de GNL, en YPF calculan que la Argentina podría exportar el equivalente a US$30.000 millones de energía en 2031, similar a lo que se espera este año de exportación de granos. De ese total, la petrolera con control estatal exportaría entre US$10.000 millones y US$12.000 millones. “El desarrollo del GNL sería el mayor proyecto de infraestructura de la historia argentina”, dicen en la petrolera, pero aclaran que para eso hace falta la aprobación del RIGI.
En el próximo semestre se espera también que YPF concluya la venta de las 55 áreas maduras de producción convencional, con lo cual tendrá caja para enfocarse en los proyectos de Vaca Muerta. Alrededor de 71 grupos de empresas se anotaron para adquirir los activos. Muchos de los interesados son compañías de servicios petroleros que podrían convertirse en productores. Así nacieron, por ejemplo, en su momento, el Grupo Perez Companc o Pan American Energy (antes Bridas, de la familia Bulgheroni).
En el corto plazo, YPF también seguirá con la venta de algunas empresas que son propiedad de la petrolera, como las filiales de YPF Brasil, donde se producen lubricantes, e YPF Chile. Para más adelante, cuando los activos argentinos se revaloricen, se avanzará con el proceso de venta de la distribuidora Metrogas, de la cual YPF tiene el 70% de las acciones.
Las empresas que seguirán con seguridad bajo control de la petrolera son YPF Luz y Profertil, que son activos estratégicos, ya sea por su rol en la transición energética o por la rentabilidad que genera en un país productor de granos. YPF Litio, si bien no tuvo el posicionamiento minero que se esperaba y solo tiene un pozo exploratorio en Catamarca, seguirá bajo el radar de la petrolera.
Tampoco hay planes en YPF de desprenderse de Y-TEC, la empresa de investigación y desarrollo creada en 2013 junto con el Conicet, aunque hubo algunos cambios: la compañía debe enfocarse exclusivamente en la investigación de temas energéticos, como la producción de celdas de litios o de proyectos de hidrógeno.
Caída en las ventas de nafta
Luego de aumentar los precios de los combustibles casi 120% en los últimos cinco meses, YPF empezó a sentir la caída en las ventas de nafta y gasoil en un 9% y 11%, respectivamente, en comparación con abril de 2023. Ante esta situación, en la petrolera moderaron las subas de precios.
Sin embargo, en la empresa señalan que los valores actuales a los que adquieren el barril de petróleo, US$68, no están lejos del valor de paridad de importación (lo que costaría el barril si hubiese que importarlo). “La brecha es de menos de un dígito”, dicen.
Hacia adelante, en la petrolera seguirán analizando la evolución de las ventas para aplicar mayores subas de precio, aunque también se tomará en cuenta si el Ministerio de Economía posterga o aplica una nueva actualización del impuesto a los combustibles. En ese caso, los precios subirán al menos 7% a partir del primero de junio.
“¿Qué se sabe del RIGI?”, preguntan con ansia en la torre de YPF, cada vez que hay alguna novedad acerca del tratamiento del proyecto de ley Bases en el Congreso. El RIGI es el “Régimen de incentivo para grandes inversiones”, un capítulo dentro de la ley que diseñó el Gobierno para movilizar obras que requieren mucho financiamiento y son de largo plazo, como el proyecto que tiene en carpeta YPF para exportar de manera masiva gas natural licuado (GNL).
“Sin el RIGI, no hay proyecto de GNL”, se escucha con firmeza en el sector energético. El RIGI ofrece beneficios impositivos a inversiones de más de US$200 millones, como la baja de la alícuota de Ganancias de 35% a 25% o la recuperación anticipada del pago de IVA. A través de este instrumento, YPF espera poner en funcionamiento el proyecto para que la Argentina se convierta en exportar de GNL, que debería comenzar en junio.
El plan ya comenzó a diseñarse meses atrás. En sociedad con la petrolera estatal de Malasia, Petronas, YPF está evaluando dónde construir el puerto en donde se llenarán los buques de licuefacción, que harán el proceso de convertir el gas de Vaca Muerta en estado líquido para su comercialización marítima. Las dos alternativas posibles son Bahía Blanca (Buenos Aires) o el puerto Punta Colorada de Sierra Grande (Río Negro).
El próximo mes se definirá la zona, que dependerá de los beneficios impositivos que ofrezca cada provincia. Si bien Bahía Blanca tiene la ventaja de ya contar con la infraestructura, su desventaja es que el gran tráfico que genera la comercialización de granos podría complicar el desarrollo del mega proyecto de energía.
Sierra Grande, en cambio, tiene todas las condiciones para convertirse en el nuevo hub del sector energético. Además de enfocarse en el GNL, en septiembre, YPF también comenzará a construir el oleoducto Vaca Muerta Sur, que conectará el reservorio de mayor producción con el futuro puerto de Río Negro. Al tener aguas más profundas que Bahía Blanca, habilitará la llegada de buques de mayor porte, lo que hará más competitiva la exportación petrolera.
Para la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur y el puerto, se espera una inversión total de US$2200 millones, que desembolsará principalmente YPF junto con otro grupo de empresas petroleras.
Entre las mayores exportaciones de petróleo y de GNL, en YPF calculan que la Argentina podría exportar el equivalente a US$30.000 millones de energía en 2031, similar a lo que se espera este año de exportación de granos. De ese total, la petrolera con control estatal exportaría entre US$10.000 millones y US$12.000 millones. “El desarrollo del GNL sería el mayor proyecto de infraestructura de la historia argentina”, dicen en la petrolera, pero aclaran que para eso hace falta la aprobación del RIGI.
En el próximo semestre se espera también que YPF concluya la venta de las 55 áreas maduras de producción convencional, con lo cual tendrá caja para enfocarse en los proyectos de Vaca Muerta. Alrededor de 71 grupos de empresas se anotaron para adquirir los activos. Muchos de los interesados son compañías de servicios petroleros que podrían convertirse en productores. Así nacieron, por ejemplo, en su momento, el Grupo Perez Companc o Pan American Energy (antes Bridas, de la familia Bulgheroni).
En el corto plazo, YPF también seguirá con la venta de algunas empresas que son propiedad de la petrolera, como las filiales de YPF Brasil, donde se producen lubricantes, e YPF Chile. Para más adelante, cuando los activos argentinos se revaloricen, se avanzará con el proceso de venta de la distribuidora Metrogas, de la cual YPF tiene el 70% de las acciones.
Las empresas que seguirán con seguridad bajo control de la petrolera son YPF Luz y Profertil, que son activos estratégicos, ya sea por su rol en la transición energética o por la rentabilidad que genera en un país productor de granos. YPF Litio, si bien no tuvo el posicionamiento minero que se esperaba y solo tiene un pozo exploratorio en Catamarca, seguirá bajo el radar de la petrolera.
Tampoco hay planes en YPF de desprenderse de Y-TEC, la empresa de investigación y desarrollo creada en 2013 junto con el Conicet, aunque hubo algunos cambios: la compañía debe enfocarse exclusivamente en la investigación de temas energéticos, como la producción de celdas de litios o de proyectos de hidrógeno.
Caída en las ventas de nafta
Luego de aumentar los precios de los combustibles casi 120% en los últimos cinco meses, YPF empezó a sentir la caída en las ventas de nafta y gasoil en un 9% y 11%, respectivamente, en comparación con abril de 2023. Ante esta situación, en la petrolera moderaron las subas de precios.
Sin embargo, en la empresa señalan que los valores actuales a los que adquieren el barril de petróleo, US$68, no están lejos del valor de paridad de importación (lo que costaría el barril si hubiese que importarlo). “La brecha es de menos de un dígito”, dicen.
Hacia adelante, en la petrolera seguirán analizando la evolución de las ventas para aplicar mayores subas de precio, aunque también se tomará en cuenta si el Ministerio de Economía posterga o aplica una nueva actualización del impuesto a los combustibles. En ese caso, los precios subirán al menos 7% a partir del primero de junio.
La petrolera depende de que salga el capítulo del Régimen de incentivo para grandes inversiones (RIGI), que ofrece una reducción en el pago de Ganancias, para poner en marcha el mayor proyecto de infraestructura de la historia del país; avanza la venta de yacimientos y otras empresas LA NACION