Bullrich habló sobre la baja de edad de imputabilidad: “Se está discutiendo si es 14, 13 o 12″
La ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, se refirió este miércoles a la intención del Gobierno de bajar la edad de imputabilidad y adelantó que evalúan si se impondrá en 14, 13 o 12 años, en base a la experiencia de países de la región en cada franja etaria. Asimismo remarcó que buscarán la pena máxima para delitos de sangre, mientras que si el acusado comete un delito menor, la intención será lograr que “recapacite” y no vuelva a incurrirse en ilícitos.
“Todavía se está discutiendo la edad: si es 14, 13 como en Uruguay o 12 como Brasil. Estamos discutiendo cuál es la edad. Nos parece que hay dos cosas: en los delitos gravísimos tiene que haber imputabilidad; porque si es un asesinato, tiene que haber imputabilidad a la edad en que ese delito se cometa, si realmente hay conciencia del menor. En caso de delitos menores eso ayuda a que los jóvenes no sigan en su carrera. 13 tiene Uruguay y 12, Brasil; estamos estudiado cómo ha impactado eso sobre la población”, comentó la ministra en Radio Mitre, al respecto del proyecto de ley que debería presentar el Ejecutivo en el Congreso si pretende avanzar en ese sentido.
De momento, aclaró que en la Argentina no se puede aplicar la metodología de darle una pena de adulto a quien cometa delitos de adulto debido a que lo impiden acuerdos firmados de carácter “supranacional”, que tienen rango constitucional. Esos tratados, según explicó, establecen “un tope” ante estas cuestiones.
“Lo estamos ordenando, además depende del delito. Hay delitos de sangre, donde nosotros queremos la máxima pena; hay delitos menores, donde uno puede tratar que el menor recapacite: [por ejemplo], un pequeño hurto”, detalló la funcionaria de Javier Milei, que acotó al respecto: “Ahí trataremos de que recapaciten. Así como en la teoría de las ventanas rotas de Estados Unidos, que comenzaban con un delito menor y se iniciaba un tratamiento especial para que no vuelvan a cometer el delito, en su momento fue muy exitoso. Luego eso se ablandó y volvió nuevamente el delito menor en Nueva York. Hay que tener una de cal y una de arena. A los que cometen delitos menores, tratar de que no cometan delitos mayores. Y a los que cometen un delito fuerte, de sangre, muy violento, esos tienen que tener una pena mucho más dura”.
Esa teoría a la que se refirió Bullrich nació de los científicos sociales James Wilson y George Kelling, y se hizo popular en la década del 90 en Nueva York. Establece que si en un edificio hay una ventana rota y no se arregla, el resto termina igual; lo que implicaría que abordar los delitos menores ayuda a crear un clima que desincentiva el resto de las acciones ilegales.
Por otra parte, la ministra dijo que trabaja junto a Migraciones para perfeccionar los mecanismos que permitan deportar a los extranjeros que integran organizaciones criminales o cometen ilícitos en la Argentina.
La ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, se refirió este miércoles a la intención del Gobierno de bajar la edad de imputabilidad y adelantó que evalúan si se impondrá en 14, 13 o 12 años, en base a la experiencia de países de la región en cada franja etaria. Asimismo remarcó que buscarán la pena máxima para delitos de sangre, mientras que si el acusado comete un delito menor, la intención será lograr que “recapacite” y no vuelva a incurrirse en ilícitos.
“Todavía se está discutiendo la edad: si es 14, 13 como en Uruguay o 12 como Brasil. Estamos discutiendo cuál es la edad. Nos parece que hay dos cosas: en los delitos gravísimos tiene que haber imputabilidad; porque si es un asesinato, tiene que haber imputabilidad a la edad en que ese delito se cometa, si realmente hay conciencia del menor. En caso de delitos menores eso ayuda a que los jóvenes no sigan en su carrera. 13 tiene Uruguay y 12, Brasil; estamos estudiado cómo ha impactado eso sobre la población”, comentó la ministra en Radio Mitre, al respecto del proyecto de ley que debería presentar el Ejecutivo en el Congreso si pretende avanzar en ese sentido.
De momento, aclaró que en la Argentina no se puede aplicar la metodología de darle una pena de adulto a quien cometa delitos de adulto debido a que lo impiden acuerdos firmados de carácter “supranacional”, que tienen rango constitucional. Esos tratados, según explicó, establecen “un tope” ante estas cuestiones.
“Lo estamos ordenando, además depende del delito. Hay delitos de sangre, donde nosotros queremos la máxima pena; hay delitos menores, donde uno puede tratar que el menor recapacite: [por ejemplo], un pequeño hurto”, detalló la funcionaria de Javier Milei, que acotó al respecto: “Ahí trataremos de que recapaciten. Así como en la teoría de las ventanas rotas de Estados Unidos, que comenzaban con un delito menor y se iniciaba un tratamiento especial para que no vuelvan a cometer el delito, en su momento fue muy exitoso. Luego eso se ablandó y volvió nuevamente el delito menor en Nueva York. Hay que tener una de cal y una de arena. A los que cometen delitos menores, tratar de que no cometan delitos mayores. Y a los que cometen un delito fuerte, de sangre, muy violento, esos tienen que tener una pena mucho más dura”.
Esa teoría a la que se refirió Bullrich nació de los científicos sociales James Wilson y George Kelling, y se hizo popular en la década del 90 en Nueva York. Establece que si en un edificio hay una ventana rota y no se arregla, el resto termina igual; lo que implicaría que abordar los delitos menores ayuda a crear un clima que desincentiva el resto de las acciones ilegales.
Por otra parte, la ministra dijo que trabaja junto a Migraciones para perfeccionar los mecanismos que permitan deportar a los extranjeros que integran organizaciones criminales o cometen ilícitos en la Argentina.
La ministra de Seguridad dijo que analizan las experiencias de los países de la región; también distinguió entre delitos “de sangre” y “menores” LA NACION