60 MUERTOS Y 140 HERIDOS POR LA OLA DE ATENTADOS EN KABUL
El Estado Islámico reivindicó el «ataque complejo» en el aeropuerto, como lo describió el Pentágono, que dejó bajas estadounidenses. Los talibanes informaron que entre los muertos hay niños. Otras dos detonaciones fueron registradas en el hotel Baron.
Una de las puertas de entrada al aeropuerto de Kabul fue alcanzada por una gran explosión horas después de que las agencias de inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido advirtieran sobre una amenaza terrorista inminente del grupo terrorista Estado Islámico (EI). Actualmente, se confirmaron 60 muertos y al menos 140 personas heridas tras lo sucedido, entre ellos varios niños y soldados estadounidenses.
Paralelamente, el jefe del Mando Central de EE.UU, Kenneth McKenzie, dio un reporte especial sobre lo que sucede en Afganistán en el Pentágono. «Hay 12 soldados estadounidenses fallecidos, un médico militar y 15 heridos», confirmó McKenzie. A las 18, Joe Biden dará una conferencia de prensa.
Asimismo, confirmó que continuarán con el plan de evacuación de la manera más segura posible. Actualmente, el tránsito aéreo se encuentra interrumpido. «Iremos tras los responsables de este ataque suicida». «Isis se está preparando para más atentados de la región», añadió.
Por su parte, Boris Johnson confirmó que el Reino Unido continuará transportando por aire a refugiados afganos elegibles desde el aeropuerto internacional de Kabul.
El secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, dijo que la explosión fue el resultado de un «ataque complejo» que resultó en varias muertes, entre ellos estadounidenses. La detonación fue seguida de disparos.
También confirmó que hubo al menos otra explosión cerca del hotel Baron.
De acuerdo a las primeras informaciones, un atacante suicida se detonó en medio de la fila de miles de personas que esperaba para entrar al aeropuerto y tomar uno de los vuelos de evacuación de las potencias occidentales.
El Estado Islámico (EI) reivindicó el ataque, informó Politico en base a fuentes militares estadounidenses. Paralelamente, en el Congreso estadounidense las reuniones informativas también dieron cuenta de que las sospechas recaen sobre el grupo ISIS-Khorasan (ISKP), la filial afgana del grupo yihadista.
Entre los heridos hay soldados estadounidenses, que asisten en las tareas de funcionamiento del aeropuerto de Kabul, y ciudadanos británicos, confirmaron Reuters y The Guardian.
Joe Biden, ya fue informado de lo sucedido, dijo la Casa Blanca. La embajada de Estados Unidos en Kabul ordenó a sus ciudadanos alejarse del área tras los reportes.
Otras dos explosiones fueron informadas en el hotel Baron, donde se encontraban diplomáticos y refugiados afganos que iban a ser evacuados por Reino Unido.
En una alerta emitida el miércoles por la noche, la embajada de Estados Unidos en Kabul aconsejó a los ciudadanos que evitaran viajar al aeropuerto y dijo que quienes ya estaban en las puertas debían irse de inmediato, citando «amenazas a la seguridad» no especificadas.
En un aviso similar, Reino Unido pidió a la gente que se alejara del área del aeropuerto. Su ministro de las Fuerzas Armadas, James Heappey, dijo que la inteligencia sobre un posible ataque suicida con bomba por parte de milicianos del Estado Islámico se había vuelto «mucho más firme».
«No puedo enfatizar lo suficiente lo desesperante de la situación. La amenaza es creíble, es inminente, es letal. No estaríamos diciendo esto si no estuviéramos realmente preocupados por ofrecer a Estado Islámico un objetivo que es simplemente inimaginable», afirmó Heappey a la radio BBC.
Un diplomático occidental en Kabul dijo que las áreas fuera de las puertas del aeropuerto estaban «increíblemente abarrotadas» de nuevo a pesar de las advertencias.
Australia también emitió una advertencia para que la gente se mantuviera alejada del aeropuerto, mientras Bélgica finalizó sus operaciones de evacuación debido al peligro de un ataque.
Las advertencias se produjeron en un contexto caótico en Kabul y su aeropuerto, donde ha habido un transporte aéreo masivo de ciudadanos extranjeros y sus familias, así como algunos afganos, desde que los talibanes capturaron la ciudad el 15 de agosto, culminando un avance relámpago en todo el país cuando las tropas estadounidenses y aliadas se retiraron.
Los talibanes, cuyos combatientes vigilan el perímetro exterior del aeropuerto, son enemigos de la filial afgana de Estado Islámico, conocido como Estado Islámico Khorasan (ISIS-K), en referencia a un antiguo nombre de la región.
«Nuestros guardias también están arriesgando sus vidas en el aeropuerto de Kabul, también enfrentan una amenaza del grupo Estado Islámico», dijo un funcionario talibán, que habló bajo condición de anonimato.
Ahmedulá Rafiqzai, un funcionario de aviación civil en el aeropuerto, dijo que la gente seguía apiñándose alrededor de las puertas a pesar de las advertencias de ataque.
«La gente no quiere moverse, es tal su determinación de dejar este país que no tienen miedo ni siquiera de morir», dijo a Reuters.