ALIMENTOS: ¿CUÁNTO MÁS SE ENCARECERÁN EN EL AÑO?
Los esfuerzos oficiales por contener el tipo de cambio y las tarifas no tuvieron un impacto suficiente sobre el precio de los alimentos: esta categoría subió un 4,3% en abril (por encima del IPC) y ya acumula un avance del casi 20% sólo en el primer cuatrimestre de este año, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) conocidos esta semana.
Hernán Letcher, titular del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) puntualizó que el precio de los alimentos “se movió a la par de la inflación, pero la preocupación reside en que, a pesar del esfuerzo por contener las tarifas y el tipo de cambio, esto no ofició de ancla nominal para que esta categoría moderara su suba”.
Resaltó que “esto es aún más complicado para sectores de menores ingresos dado que el incremento de precios de alimentos los afecta particularmente porque dedican ingentes recursos a este tipo de gastos”.
Consultado por Ámbito sobre sus proyecciones sobre los precios de los alimentos para todo 2021, el economista destacó que “dependerá de cuánto se logra disciplinar a los grandes oligopolios alimenticios argentinos ya que la suba de los precios hoy no refleja el aumento de los costos”.
“De hecho, esta disociado en buena parte de ellos. En abril, por ejemplo, la variación del dólar fue de sólo el 1,9% pero el índice sumó un 4,1%. Las causas del aumento hay que buscarlas por otro lado”, planteó.
Letcher mencionó como causas del incremento de los precios: “es cierto que una de las principales causas es el precio de los commodities. La inflación mayorista a marzo, productos agrícolas aumentaron 96%. Lógicamente van a presionar al alza los precios”.
“Pero no es la única razón. Como mencionaba anteriormente, ni el tipo de cambio, ni las tarifas, tampoco los salarios podrían explicar los aumentos de precios. Es decir, hay una decisión de remarcar y un escaso compromiso a moderar las subas de precios de los sectores que producen y venden oligopólicamente en Argentina. Te ponen el precio”, dijo.
Agregó: “En esta etapa encuentran plafón porque se está en un momento de negociación paritaria y de recuperación nominal del ingreso. El precio es el mecanismo de transferencia de ingresos por excelencia y la remarcación oficia de mecanismo de apropiación de lo discutido en paritaria”.
Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, por otra parte, vinculó la suba de alimentos a distintos factores: “evolución del precio de los comodities, la emisión monetaria que está actualizando con rezago, el aumento de los costos de distribución –la nafta se incrementó más de un 60% interanual-, y las restricciones de acceso al dólar para la importación de insumos para la industria y de packaging”.
Además, el especialista planteó en diálogo con Ámbito como factor adicional que “las líneas de producción están trabajando de manera discontinua en medio de la pandemia, por ejemplo porque cuando se debe aislar a un grupo de trabajadores. Por eso, el volumen de producción no es constante».
El precio de la carne
El precio de la carne tuvo incrementos significativos durante enero (7,6%), marzo (5,6%), abril (9,2%), noviembre (7,7%), diciembre (20,2%) todos de 2020, y enero y marzo de 2021 (6,3% y 7,3% respectivamente). Luego de la fuerte dinámica alcista, en abril el incremento de los cortes de carne vacuna anotó una sensible desaceleración, aunque en niveles elevados, alcanzando 3,5%.
Los datos se desprenden del Monitor de Precios de Carnes, Frutas y Hortalizas publicado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
De acuerdo a este informe, los cortes intermedios y caros son los que más han aumentado, 3,7% y 3,6% respectivamente, mientras que el incremento de los cortes económicos se mantuvo levemente por debajo, en el orden de 2,8%. Junto a ello, el pollo, prácticamente no tuvo variaciones, ya que incrementó su precio apenas 0,1%.
Sólo a modo de referencia y considerando todos los cortes: la tapa de asado fue la que más se encareció (6,4%), seguida de cuadrada y roast beef (4,4%) y osobuco (4,6%).
En términos interanuales, es decir respecto, a abril 2020, la variación de precios nominales de la carne (+66,1%) se movió muy por encima de la variación de precios del período (+45,6% aproximadamente)
Frente a este panorama, el Gobierno implementó un acuerdo de cortes seleccionados a precios accesibles con la cadena de producción y comercialización de la carne, en el marco del cual además de las canales habituales de venta se incorporó la venta a través del mercado federal ambulante con camiones itinerantes”.
Para mayo se estima un volumen inicial de comercialización 8 millones de kilos que podrán incrementarse en función de los niveles de ventas.
El precio de las frutas y hortalizas
Durante abril, la principal variación positiva es la de la lechuga (93%). Lejos de ese porcentaje, pero con leves incrementos, se destaca la papa (6%) y la naranja (5%). Por otra parte, también resalta la caída del tomate redondo (-27%), el limón (-25%), la batata (-21%), y la cebolla y la mandarina (con caídas del 18 y 11% respectivamente).
Cabe mencionar que mercado de frutas y hortalizas, ya que sufren diversos movimientos de precios vinculados a la estacionalidad de la cosecha y las condiciones climáticas, entre otros eventos circunstanciales posibles.
Si se elimina la estacionalidad, comparando abril con igual mes de un año antes, los principales incrementos se dieron en la manzana (107%), la cebolla (106%) la lechuga (103%), la naranja (85%), el zapallo (71%) y la papa (68%).
En el caso de la banana, la pera y el limón los incrementos fueron sustancialmente menores (4%, 35% y 39% respectivamente), quedando por debajo de la inflación del período (42,7%). También cabe resaltar el precio del tomate redondo que se mantiene sin modificación interanual, y destacar la baja interanual del precio promedio de la zanahoria (-55%).
Así, el promedio de variaciones mensuales se ubicó en el orden del 1,4%, mientras que el promedio de variaciones interanuales se ubicó en 51%.
En el escenario planteado el gobierno nacional puso en marcha el Programa Mercado Federal Ambulante, el cual consiste en acercar a las diferentes localidades del país bolsones de 5kg de hortalizas, verduras y frutas de estación, con el objetivo de que los precios mayoristas del mercado central lleguen a los consumidores con precios razonables al evitar los intermediarios.
Precios Cuidados y cortes populares de carne
El director de Focus Market planteó que estas políticas (en las que también incluyó a Precios Cuidados), por el volumen de participación respecto consumo total, son “poco representativas y no son determinante en el nivel general de precios”.
Explicó, en este sentido, que “si consideramos grandes superficies comerciales, que hoy acaparan el 30% de las ventas de productos de consumo masivo, esos programas sólo representan el 7%”.
Para Letcher, en tanto, “estas políticas son buenas. Precios Cuidados en particular, ha sido una gran herramienta. Para mi forma de ver debería recuperar la referencia de precios en sus productos para que condicione el aumento de precios de los productos que no están en el Programa. Creo además que debería tener mucha publicidad, porque ello permite convertir a la sociedad en socio del control”.
El director de CEPA recordó una nota de Ámbito Financiero titulada Cottage: la revolución israelí y su lección para la Argentina, de 2018. Contaba que en Israel la gente salió a la calle cuando aumentó el precio del queso, en lo que se denominó la revolución del Cottage.
“Y esto es aún más interesante: salieron a la calle porque había aumentado el queso pero además porque ese queso costaba 35% más que en Europa porque la empresa dominaba el 90% del mercado, y pertenecía a una familia rica de Israel. Fijate: la gente salió a la calle. Y terminaron discutiendo todos los precios de la comida porque pasaba lo mismo en buena parte de los productos que se comercializaban”, recordó Letcher.
“Necesitamos que en Argentina haya conciencia de quiénes remarcan, cuál es su rentabilidad y transparentar las prácticas que tienen por ser oligopólicas y que les permite ganar más a costa de los consumidores e incluso de los pequeños eslabones de la cadena de producción y comercialización. Ojo, esto no es para que pierdan plata. Hoy no pierden. Es para que ganen menos y que los argentinos podamos vivir un poco mejor”.