Mónica Beatriz Lloret
La noche el 5 de febrero, Diego Alberto Loscalzo discutió con su esposa Romina Maguna -oficial de policía- y la mató con su propia arma, junto a su hermana Vanesa Maguna, su cuñado José Maguna, su concuñado Darío Daniel Díaz, su suegra Juana Paiva y al bebé de nueve meses (Mateo) a punto de salir del vientre de Mónica Beatriz Lloret, la sobreviviente del segundo capítulo de esta espeluznante historia.
En una entrevista con el programa «Arriba Argentinos» de Canal 13, la mujer revivió el infierno que le tocó vivir a punto de dar a luz y con su pequeña hija de 12 años -que sufrió cinco disparos y se salvó de milagro- en el asiento trasero: «Fue una noche aberrante, porque nunca nos esperamos esta situación, las heridas se van curando pero cuesta muchísimo curar el corazón», confesó.
En su relato, Mónica recordó que ese día su marido José le había pedido a su madre Juana que fuera a su casa en Hurlingham a acompañarlos: «Juana vino a estar conmigo porque yo había perdido el tapón mucoso y estaba con contracciones. Por eso, Vanesa, Romina y Uriel (hijo de Romina), también habían venido a comer con nosotros. Ellos estaban constantemente conmigo a la espera de la llegada de Mateo. Era su sobrino y estaban felices por su llegada», explicó.
Vanesa propuso salir a caminar, por recomendación del médico obstetra: «Fuimos Vanesa, Romina, mi hija Camila, Juana y yo hasta una heladería. En eso aparece esta persona (por Loscalzo) y se la lleva a Romina. Nosotros volvimos a mi casa, porque ya estaba cansada, y Romina se fue en su moto hacia su casa», recordó.
La discusión que desató la tormenta sucedió en la casa de Loscalzo y Romina, en William Morris: después de acabar con su pareja, mató a Vanesa e hirió a una vecina que estaba con ellos, más tarde asesinó a Díaz, marido de Vanesa, que había acudido por los disparos.
«Media hora después, él (por Loscalzo) viene a mi casa y toca timbre. Sale José a atenderlo y le dice que Romina se había caído por las escaleras, que se había golpeado, que estaba inconsciente. El decía que estaba asustado y pedía por Juana. El quería que salga Juana, estaba empecinado con ella», explicó.
Según Mónica, su pareja le dijo a Loscalzo que llevaría a Juana en su auto: «Nosotros íbamos adelante en el auto. José manejando, yo al lado y Juana y mi hija Camila atrás. En eso, este hombre empieza a tocar la bocina de la moto para que nos detengamos porque dijo que se sentía mareado», dijo.
«José se baja del auto y cuando él se baja de la moto, veo que tiene el arma en la cintura. Siembre andaba con el arma en la cintura. Pero esta vez llevaba dos armas, una de él que tenía en la cintura y otra adelante que le había robado a Romina», explicó.
«Le dijo ‘vieja de mierda’ y le disparó. Fue a la primera que ataca. José se le abalanzó pero este hombre le disparó. Después pega la vuelta y empieza a efectuar tiros adentro del auto. Le pegó a Camila en las piernas. Yo ahí me bajo y le digo ‘Chino, por favor pará'», recordó.
«Ahí es cuando termina con la vida de Mateo. Yo no perdí a mi hijo, porque mi hijo estaba por nacer, se movía dentro mío hasta hacía poco. Yo sentí cuando la bala entró y se desparramó algo caliente. El mató a mi hijo. Le hicieron la autopsia y tiene una bala que atravesó su cuerpito», dijo.
La mujer pidió que Loscalzo «no tenga privilegios y que lo lleven a un penal con otros presos comunes, porque nosotros no tuvimos privilegios, nos mató y no le importó a nada, arruinó a muchas familias y dejó a muchos chicos huérfanos».