NacionalesUltimas Noticias

Los cinco gobernadores apuestan a largo plazo y parten de un diagnóstico común: “El modelo de Milei no cierra”

“El mensaje es que con el equilibrio fiscal solo no alcanza”. La frase fue pronunciada este jueves, con tono de sentencia, por uno de los cinco gobernadores que se agruparon en un frente electoral nacional de cara a los comicios legislativos del 26 de octubre. El mandatario habló en reserva tras una jornada en la que junto a otros cuatro colegas protagonizaron uno de los hechos políticos más relevantes y disruptivos de 2025.

La irrupción de este grupo de gobernadores en el escenario nacional parte, en los hechos, de un diagnóstico en común que surgió en las provincias: la motosierra del presidente Javier Milei era necesaria para ajustar el gasto y sanear las cuentas públicas, pero al modelo libertario le falta apoyarse en otra pata fundamental, la de la “producción” y el “desarrollo”. En palabras del gobernador: “Nosotros somos el litio, la soja, los granos y el petróleo”.

No se trata de una definición ligera, sino que se basa en la actividad económica de las regiones del país en las que gobiernan Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba), Ignacio Torres (Chubut), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Carlos Sadir (Jujuy). “El modelo de Milei funcionó en 2024, pero ya no lo hace en 2025, lo que nos permite inferir que, a futuro, el modelo de Milei no cierra”, afirma el gobernador consultado por LA NACION.

Ignacio Torres ofició de vocero del encuentro en la Casa de Chubut

De acuerdo a lo conversado en la mesa de gobernadores, los planes a largo plazo -que incluyen la posibilidad de poner un candidato a presidente en 2027– chocan en lo inmediato con definiciones perentorias: la elección de un nombre para el “frente federal” que se inscriba en el cierre de las alianzas electorales; y la designación de candidatos en las listas para diputados y senadores nacionales que representen al espacio y no se conviertan en “librepensadores”.

Por eso, según explicaron voceros del espacio, los cinco gobernadores no se quisieron meter en el barro de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, dos distritos centrales que están signados por la puja entre los libertarios y el peronismo de sesgo kirchnerista. Por el contrario, intentarán que la construcción política sea desde el interior al centro del país, para tener una representación en el Congreso que se exprese con claridad tras el recambio del 10 de diciembre.

Uno de los gobernadores consultados admitió, por lo bajo, que la jugada que ensayaron el miércoles responde a la necesidad de que en las elecciones nacionales no les suceda lo que a Pro en la ciudad de Buenos Aires, donde la fuerza que lidera el expresidente Mauricio Macri quedó tercera detrás de La Libertad Avanza (LLA) y el PJ porteño. “La elección que viene es difícil para nosotros, por la polarización nacional, pero será peor si nos quedamos cada uno en la suya”, advirtió.

Los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Martín Llaryora (Córdoba)

Los cinco gobernadores esperaban una convocatoria más amplia. De hecho, según pudo saber este medio, los nombres de Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Gustavo Valdés (Corrientes) están en carpeta para futuras incorporaciones. “Posiblemente haya más que se empiecen a sumar”, dice en tono enigmático uno de los mandatarios, que asegura comprender la situación de sus pares que tienen problemas de financiamiento y afrontan, a la par, fuertes desafíos electorales.

Pero lo que tienen claro los cinco mandatarios es que no quieren un amontonamiento político-electoral. “¿De qué nos serviría hacer una alianza ahora para fracasar en 2026 y ni llegar a 2027?“, se pregunta el gobernador. Y suma: ”Yo voy a poner mi capital político en esta bolsa», con lo cual se toma en serio el incipiente armado. De ahí que el espacio buscará posicionarse lejos del kirchnerismo, pero también de sectores que “luego hacen un juego propio” cuando llegan a Congreso.

Entre los nombres propios que suenan fuerte entre los “federales” están el de “Nacho” Torres -que no descarta una proyección nacional en 2027- y el de Juan Schiaretti. “Por él hay respeto y consenso de que hizo una buena elección nacional”, dice sobre el “Gringo” una fuente del espacio, que lo ubica como futuro referente en el Congreso. Aunque no tienen la misma opinión de Florencio Randazzo, Facundo Manes y Miguel Pichetto, con quienes el cordobés tiene acuerdos.

Juan Schiaretti y Martín Llaryora, ayer al arribar a la Casa de Chubut en Buenos Aires

Pullaro y Llaryora son dos gobernadores fuertes, que van por su primer mandato y que tienen “responsabilidad de gestión”, sostienen los voceros, para dar a entender que no se plegarían a una “aventura electoralista”. El santafesino está abocado a sancionar la cláusula de reelección en la Convención Constituyente provincial, en la que tiene mayoría tras haber ganado las elecciones. Mientras que el cordobés volvió a levantar el perfil con el aumento a los jubilados, en la antesala de las urnas.

Ambos coinciden en que no deben convertirse en “el nuevo Juntos por el Cambio” -una alianza que se desgajó ante el fenómeno libertario- ni tampoco “quedar pegados al kirchnerismo” en el Congreso, sobregirados en una postura de “opositores acérrimos”. “A nosotros no nos votaría nadie si nos asocian al kirchnerismo en nuestras provincias”, advierte el gobernador. Eso lo tiene claro el santacruceño Vidal, quien destronó al kirchnerismo luego de más de 30 años el poder.

Un factor que aceleró los tiempos del anuncio fueron las encuestas que marcan, según las fuentes, “mayor disposición” de la ciudadanía a hablar de temas relacionados a la producción, la infraestructura, la educación y la salud. También los reunió un motivo más práctico: “Faltan pocos días para el cierre de las alianzas”, admite uno de ellos, mientras sorbe un café en la mañana porteña, antes de regresar a su provincia, con la sensación de que tendrá que aguantar una embestida libertaria.

“El mensaje es que con el equilibrio fiscal solo no alcanza”. La frase fue pronunciada este jueves, con tono de sentencia, por uno de los cinco gobernadores que se agruparon en un frente electoral nacional de cara a los comicios legislativos del 26 de octubre. El mandatario habló en reserva tras una jornada en la que junto a otros cuatro colegas protagonizaron uno de los hechos políticos más relevantes y disruptivos de 2025.

La irrupción de este grupo de gobernadores en el escenario nacional parte, en los hechos, de un diagnóstico en común que surgió en las provincias: la motosierra del presidente Javier Milei era necesaria para ajustar el gasto y sanear las cuentas públicas, pero al modelo libertario le falta apoyarse en otra pata fundamental, la de la “producción” y el “desarrollo”. En palabras del gobernador: “Nosotros somos el litio, la soja, los granos y el petróleo”.

No se trata de una definición ligera, sino que se basa en la actividad económica de las regiones del país en las que gobiernan Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Martín Llaryora (Córdoba), Ignacio Torres (Chubut), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Carlos Sadir (Jujuy). “El modelo de Milei funcionó en 2024, pero ya no lo hace en 2025, lo que nos permite inferir que, a futuro, el modelo de Milei no cierra”, afirma el gobernador consultado por LA NACION.

Ignacio Torres ofició de vocero del encuentro en la Casa de Chubut

De acuerdo a lo conversado en la mesa de gobernadores, los planes a largo plazo -que incluyen la posibilidad de poner un candidato a presidente en 2027– chocan en lo inmediato con definiciones perentorias: la elección de un nombre para el “frente federal” que se inscriba en el cierre de las alianzas electorales; y la designación de candidatos en las listas para diputados y senadores nacionales que representen al espacio y no se conviertan en “librepensadores”.

Por eso, según explicaron voceros del espacio, los cinco gobernadores no se quisieron meter en el barro de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, dos distritos centrales que están signados por la puja entre los libertarios y el peronismo de sesgo kirchnerista. Por el contrario, intentarán que la construcción política sea desde el interior al centro del país, para tener una representación en el Congreso que se exprese con claridad tras el recambio del 10 de diciembre.

Uno de los gobernadores consultados admitió, por lo bajo, que la jugada que ensayaron el miércoles responde a la necesidad de que en las elecciones nacionales no les suceda lo que a Pro en la ciudad de Buenos Aires, donde la fuerza que lidera el expresidente Mauricio Macri quedó tercera detrás de La Libertad Avanza (LLA) y el PJ porteño. “La elección que viene es difícil para nosotros, por la polarización nacional, pero será peor si nos quedamos cada uno en la suya”, advirtió.

Los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Martín Llaryora (Córdoba)

Los cinco gobernadores esperaban una convocatoria más amplia. De hecho, según pudo saber este medio, los nombres de Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Gustavo Valdés (Corrientes) están en carpeta para futuras incorporaciones. “Posiblemente haya más que se empiecen a sumar”, dice en tono enigmático uno de los mandatarios, que asegura comprender la situación de sus pares que tienen problemas de financiamiento y afrontan, a la par, fuertes desafíos electorales.

Pero lo que tienen claro los cinco mandatarios es que no quieren un amontonamiento político-electoral. “¿De qué nos serviría hacer una alianza ahora para fracasar en 2026 y ni llegar a 2027?“, se pregunta el gobernador. Y suma: ”Yo voy a poner mi capital político en esta bolsa», con lo cual se toma en serio el incipiente armado. De ahí que el espacio buscará posicionarse lejos del kirchnerismo, pero también de sectores que “luego hacen un juego propio” cuando llegan a Congreso.

Entre los nombres propios que suenan fuerte entre los “federales” están el de “Nacho” Torres -que no descarta una proyección nacional en 2027- y el de Juan Schiaretti. “Por él hay respeto y consenso de que hizo una buena elección nacional”, dice sobre el “Gringo” una fuente del espacio, que lo ubica como futuro referente en el Congreso. Aunque no tienen la misma opinión de Florencio Randazzo, Facundo Manes y Miguel Pichetto, con quienes el cordobés tiene acuerdos.

Juan Schiaretti y Martín Llaryora, ayer al arribar a la Casa de Chubut en Buenos Aires

Pullaro y Llaryora son dos gobernadores fuertes, que van por su primer mandato y que tienen “responsabilidad de gestión”, sostienen los voceros, para dar a entender que no se plegarían a una “aventura electoralista”. El santafesino está abocado a sancionar la cláusula de reelección en la Convención Constituyente provincial, en la que tiene mayoría tras haber ganado las elecciones. Mientras que el cordobés volvió a levantar el perfil con el aumento a los jubilados, en la antesala de las urnas.

Ambos coinciden en que no deben convertirse en “el nuevo Juntos por el Cambio” -una alianza que se desgajó ante el fenómeno libertario- ni tampoco “quedar pegados al kirchnerismo” en el Congreso, sobregirados en una postura de “opositores acérrimos”. “A nosotros no nos votaría nadie si nos asocian al kirchnerismo en nuestras provincias”, advierte el gobernador. Eso lo tiene claro el santacruceño Vidal, quien destronó al kirchnerismo luego de más de 30 años el poder.

Un factor que aceleró los tiempos del anuncio fueron las encuestas que marcan, según las fuentes, “mayor disposición” de la ciudadanía a hablar de temas relacionados a la producción, la infraestructura, la educación y la salud. También los reunió un motivo más práctico: “Faltan pocos días para el cierre de las alianzas”, admite uno de ellos, mientras sorbe un café en la mañana porteña, antes de regresar a su provincia, con la sensación de que tendrá que aguantar una embestida libertaria.

 Buscan tener una voz propia en un escenario que perfila una polarización entre los libertarios y el peronismo; estrategia legislativa, posibles aliados y planes con la mira en 2027  LA NACION

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
Cerrar