Ya vende por US$150 millones: los superaranceles de Estados Unidos a Brasil abren una gran oportunidad para un sector exportador
CÓRDOBA.- Donald Trump, argumentando no solo el déficit comercial, sino el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro por golpe de Estado, aumentó a 50% los aranceles a Brasil. La decisión -frente a la que la administración de Luiz Inácio Lula da Silva dice estar dispuesta a negociar-, abre oportunidades para el sector foresto industrial argentino.
En agosto, sino hay solución antes, comenzará a regir el arancel del 50%, lo que más allá de la potencial reducción en el mediano plazo del déficit comercial entre Estados Unidos y Brasil, «en el corto plazo generará una desviación de comercio» entre los principales productores de los rubros afectados.
La definición es del economista Gerardo Alonso Schwarz, jefe del Ieral NEA, de la Fundación Mediterránea. En 2024, las exportaciones brasileñas a Estados Unidos alcanzaron los US$40.000 millones, mientras que las de Argentina llegaron a los US$6400 millones.
“Como, seguramente, la producción interna estadounidense no podrá abastecer esa demanda en el corto plazo, se generará una oportunidad para los países que ya exportan estos productos con menores tarifas para acceder al mercado», dice. Los aranceles vigentes para la mayor parte de los productos argentinos es del 10%.
Por otro lado, también enfatiza que la política comercial será “más activa» por parte de los productores brasileños, que “buscarán colocar esos productos en mercados alternativos” y, en este marco, es esperable que miren a la Argentina. “Estas dos fuerzas actuarán en simultáneo y dependerán de los sectores y productos que consideremos, pero sin duda veremos este doble impacto”, apunta.
Situación
Un ejemplo es el del sector foresto industrial, ya que el año pasado las exportaciones de Brasil a Estados Unidos explicaron el 8% del total (US$3300 millones), especialmente por pasta celulósica y derivados de la madera. Las argentinas, en cambio, sumaron US$150 millones.
En función de esos datos, Alonso Schwarz sostiene que el primer rubro que se destaca por su potencial es el de pasta celulósica. Las operaciones brasileñas fueron por US$1674 millones, mientras que la variedad elaborada por la Argentina -pasta celulosa de coníferas- alcanzó los US$130 millones.
En el grupo de productos derivados de la madera, donde hay “mayores oportunidades de mercado” para la Argentina y donde ya existen industrias locales exportadoras, se cuentan las maderas perfiladas (US$400 millones); puertas y marcos de madera (US$342 millones) y maderas aserradas de coníferas (US$230 millones).
En cambio, los rubros que también serían afectados por esta desviación del comercio y en los que la Argentina ya es importador neto están maderas y tableros laminados y contrachapados (Brasil manda a Estados Unidos unos US$300 millones anuales).
“El escenario internacional genera importantes oportunidades que serán aprovechadas por aquellas empresas con historial exportador en los rubros correspondientes, habiéndose ya adaptado a las exigencias de calidad, certificaciones ambientales y logísticas del comercio internacional”, resume el economista.
Los sectores con mayor presión por la posible competencia son los orientados al mercado interno (como tableros laminados), que ya enfrentaban importados y que vienen reclamando líneas de crédito blanda para el consumo, mejoras logísticas y reducción de la presión tributaria para recuperar la competitividad.
CÓRDOBA.- Donald Trump, argumentando no solo el déficit comercial, sino el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro por golpe de Estado, aumentó a 50% los aranceles a Brasil. La decisión -frente a la que la administración de Luiz Inácio Lula da Silva dice estar dispuesta a negociar-, abre oportunidades para el sector foresto industrial argentino.
En agosto, sino hay solución antes, comenzará a regir el arancel del 50%, lo que más allá de la potencial reducción en el mediano plazo del déficit comercial entre Estados Unidos y Brasil, «en el corto plazo generará una desviación de comercio» entre los principales productores de los rubros afectados.
La definición es del economista Gerardo Alonso Schwarz, jefe del Ieral NEA, de la Fundación Mediterránea. En 2024, las exportaciones brasileñas a Estados Unidos alcanzaron los US$40.000 millones, mientras que las de Argentina llegaron a los US$6400 millones.
“Como, seguramente, la producción interna estadounidense no podrá abastecer esa demanda en el corto plazo, se generará una oportunidad para los países que ya exportan estos productos con menores tarifas para acceder al mercado», dice. Los aranceles vigentes para la mayor parte de los productos argentinos es del 10%.
Por otro lado, también enfatiza que la política comercial será “más activa» por parte de los productores brasileños, que “buscarán colocar esos productos en mercados alternativos” y, en este marco, es esperable que miren a la Argentina. “Estas dos fuerzas actuarán en simultáneo y dependerán de los sectores y productos que consideremos, pero sin duda veremos este doble impacto”, apunta.
Situación
Un ejemplo es el del sector foresto industrial, ya que el año pasado las exportaciones de Brasil a Estados Unidos explicaron el 8% del total (US$3300 millones), especialmente por pasta celulósica y derivados de la madera. Las argentinas, en cambio, sumaron US$150 millones.
En función de esos datos, Alonso Schwarz sostiene que el primer rubro que se destaca por su potencial es el de pasta celulósica. Las operaciones brasileñas fueron por US$1674 millones, mientras que la variedad elaborada por la Argentina -pasta celulosa de coníferas- alcanzó los US$130 millones.
En el grupo de productos derivados de la madera, donde hay “mayores oportunidades de mercado” para la Argentina y donde ya existen industrias locales exportadoras, se cuentan las maderas perfiladas (US$400 millones); puertas y marcos de madera (US$342 millones) y maderas aserradas de coníferas (US$230 millones).
En cambio, los rubros que también serían afectados por esta desviación del comercio y en los que la Argentina ya es importador neto están maderas y tableros laminados y contrachapados (Brasil manda a Estados Unidos unos US$300 millones anuales).
“El escenario internacional genera importantes oportunidades que serán aprovechadas por aquellas empresas con historial exportador en los rubros correspondientes, habiéndose ya adaptado a las exigencias de calidad, certificaciones ambientales y logísticas del comercio internacional”, resume el economista.
Los sectores con mayor presión por la posible competencia son los orientados al mercado interno (como tableros laminados), que ya enfrentaban importados y que vienen reclamando líneas de crédito blanda para el consumo, mejoras logísticas y reducción de la presión tributaria para recuperar la competitividad.
Algunos rubros del sector foresto industrial argentino podrían recibir una mayor demanda tras la tasa del 50% que Donald Trump aplicó al vecino país LA NACION