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Los gobernadores no peronistas convierten la elección de octubre en un test para la presidencial​Los gobernadores no peronistas convierten la elección de octubre en un test para la presidencial 

A tres semanas del cierre de alianzas, el esquema que conforman los gobernadores no peronistas imagina a la elección de octubre como una «Paso» del espacio para definir liderazgos, con la mira puesta en una cosecha nacional de 30 puntos que quedan por fuera de la grieta Milei-kichnerismo.

Los esquemas de Martín Llaryora, Maximiliano Pullaro, Gustavo Valdés, Ignacio Torres y Rogelio Frigerio abrevan esta idea de fortalecer los «provincialismos» y que estos confluyen hacia 2027. Salvo Valdés, que no tiene reelección, el resto de los gobernadores buscará repetir ese año. En este grupo están Juan Schiaretti y Facundo Manes, con la idea de catalizar esa cosecha.

Los acuerdos están en marcha. Además de la estrategia conjunta frente a Javier Milei, en varias provincias Schiaretti cerró alianzas electorales. Los casos emblemáticos son Santa Fe y Corrientes, las dos provincias que administra el radicalismo. Si Juan Pablo Valdés retiene Corrientes el 31 de agosto, Schiaretti será parte de la alianza ganadora.

Con esa hipótesis, los gobernadores proyectan un interbloque de 25 diputados para que Milei «no los lleve puesto» si gana la elección. En números gruesos, imaginan que La Libertad Avanza tendrá 40 puntos nacionales, el kirchnerismo 20 y los esquemas provinciales 30. La lectura no es electoral, sino política: la conformación del próximo Congreso.

Como contó LPO; Management & Fit midió a nivel nacional y LLA mide 40,6% y el peronismo 28,4%. El objetivo del 30% para los gobernadores no kirchneristas aparece como posible. Esa es la narrativa que está en marcha, y que se exterioriza en la «radicalización del discurso» de los gobernadores en contra de las políticas nacionales.

Los gobernadores proyectan un interbloque de 25 diputados para que Milei no se los lleve puestos si gana la elección

Así, Hacemos Unidos por Córdoba, Vamos Corrientes, Unidos para Cambiar Santa Fe, Despierta Chubut, Juntos por Entre Ríos, Somos Buenos Aires y Hacemos por Argentina como nuevo partido nacional buscarán la suma de resultados provinciales para ubicarse exactamente al medio del electorado nacional.

La estrategia fue confirmada por fuentes del Gobierno cordobés y del larretismo, que tiene una estructura nacional, pese al daño que sufrió en 2023. No está claro qué pasará en Caba: una reunión en el estudio de Jorge Triaca entre Schiaretti, Miguel Ángel Pichetto y Mauricio Macri terminó sin definiciones. Hay desconfianza de Schiaretti y Pichetto con el expresidente, quien perdió el control del PRO bonaerense. En síntesis, no lo ven enfocado en la construcción de una alternativa.

Como sea, una eventual campaña de Schiaretti estará enfocada en medios porteños y redes sociales. Con esas armas espera captar el voto más allá de Córdoba. «Se discutirá qué modelo necesita el país. Schiaretti propondrá el ‘modelo Córdoba’, de articulación entre lo público y lo privado y la premisa de ‘tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario'», insisten en el Gobierno de Córdoba. Hay entusiasmo en que Schiaretti dirá que sí, pero aún no lo hizo.

Distintos dirigentes que trabajan en el armado de Schiaretti coinciden en que «nunca hasta ahora» el peronismo de Córdoba estuvo «tan cerca como ahora» de ser parte de un proyecto nacional. «A diferencia de otros intentos, esta vez hay un tiempo de desarrollo que permite entusiasmarse con la idea de ser competitivos en 2027», explica un schiarettista. De hecho, Hacemos por Argentina es desde hace pocas semanas un sello nacional, una situación inédita para el peronismo cordobés.

A tres semanas del cierre de alianzas, el esquema que conforman los gobernadores no peronistas imagina a la elección de octubre como una «Paso» del espacio para definir liderazgos, con la mira puesta en una cosecha nacional de 30 puntos que quedan por fuera de la grieta Milei-kichnerismo.

Los esquemas de Martín Llaryora, Maximiliano Pullaro, Gustavo Valdés, Ignacio Torres y Rogelio Frigerio abrevan esta idea de fortalecer los «provincialismos» y que estos confluyen hacia 2027. Salvo Valdés, que no tiene reelección, el resto de los gobernadores buscará repetir ese año. En este grupo están Juan Schiaretti y Facundo Manes, con la idea de catalizar esa cosecha.

Los acuerdos están en marcha. Además de la estrategia conjunta frente a Javier Milei, en varias provincias Schiaretti cerró alianzas electorales. Los casos emblemáticos son Santa Fe y Corrientes, las dos provincias que administra el radicalismo. Si Juan Pablo Valdés retiene Corrientes el 31 de agosto, Schiaretti será parte de la alianza ganadora.

Con esa hipótesis, los gobernadores proyectan un interbloque de 25 diputados para que Milei «no los lleve puesto» si gana la elección. En números gruesos, imaginan que La Libertad Avanza tendrá 40 puntos nacionales, el kirchnerismo 20 y los esquemas provinciales 30. La lectura no es electoral, sino política: la conformación del próximo Congreso.

Como contó LPO; Management & Fit midió a nivel nacional y LLA mide 40,6% y el peronismo 28,4%. El objetivo del 30% para los gobernadores no kirchneristas aparece como posible. Esa es la narrativa que está en marcha, y que se exterioriza en la «radicalización del discurso» de los gobernadores en contra de las políticas nacionales.

Los gobernadores proyectan un interbloque de 25 diputados para que Milei no se los lleve puestos si gana la elección

Así, Hacemos Unidos por Córdoba, Vamos Corrientes, Unidos para Cambiar Santa Fe, Despierta Chubut, Juntos por Entre Ríos, Somos Buenos Aires y Hacemos por Argentina como nuevo partido nacional buscarán la suma de resultados provinciales para ubicarse exactamente al medio del electorado nacional.

La estrategia fue confirmada por fuentes del Gobierno cordobés y del larretismo, que tiene una estructura nacional, pese al daño que sufrió en 2023. No está claro qué pasará en Caba: una reunión en el estudio de Jorge Triaca entre Schiaretti, Miguel Ángel Pichetto y Mauricio Macri terminó sin definiciones. Hay desconfianza de Schiaretti y Pichetto con el expresidente, quien perdió el control del PRO bonaerense. En síntesis, no lo ven enfocado en la construcción de una alternativa.

Como sea, una eventual campaña de Schiaretti estará enfocada en medios porteños y redes sociales. Con esas armas espera captar el voto más allá de Córdoba. «Se discutirá qué modelo necesita el país. Schiaretti propondrá el ‘modelo Córdoba’, de articulación entre lo público y lo privado y la premisa de ‘tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario'», insisten en el Gobierno de Córdoba. Hay entusiasmo en que Schiaretti dirá que sí, pero aún no lo hizo.

Distintos dirigentes que trabajan en el armado de Schiaretti coinciden en que «nunca hasta ahora» el peronismo de Córdoba estuvo «tan cerca como ahora» de ser parte de un proyecto nacional. «A diferencia de otros intentos, esta vez hay un tiempo de desarrollo que permite entusiasmarse con la idea de ser competitivos en 2027», explica un schiarettista. De hecho, Hacemos por Argentina es desde hace pocas semanas un sello nacional, una situación inédita para el peronismo cordobés.

 Los esquemas provinciales buscan los 30 puntos nacionales que quedan por fuera de la grieta e integrarse en un bloque en el Congreso. Schiaretti acelera.  Leer más

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