El Congreso, en pausa: Milei dilata los vetos y la oposición se reagrupa en silencio

Con el calendario electoral en marcha, el Congreso entra en una pausa silenciosa que se extenderá hasta principios de agosto. Ese letargo será aprovechado tanto por el oficialismo como por la oposición para reordenarse y definir sus próximos pasos.
Javier Milei dilatará los vetos a tres leyes clave con el objetivo de ganar tiempo y negociar con los gobernadores. Sus rivales legislativos, mientras tanto, buscarán limar asperezas internas y capitalizar lo que podría ser una de sus últimas oportunidades para incomodar al Gobierno antes de las elecciones.
El Senado giró este martes por la noche a Diputados las tres normas sancionadas la semana pasada: un aumento jubilatorio, una nueva moratoria previsional y un incremento de las prestaciones por discapacidad. Para que comiencen a correr los diez días hábiles que tiene el Presidente para vetarlas, se necesita la firma del titular de la Cámara baja, Martín Menem, y la notificación formal al Poder Ejecutivo.
“Todo proceso parlamentario es protocolar. Siempre se chequea que todo esté acorde a lo que sancionó cada Cámara”, señalaron en el despacho de Menem. Allí estiman que las leyes serán comunicadas “a más tardar” el viernes o el lunes. Milei tendrá entonces hasta principios de agosto para vetarlas. Una eternidad en términos políticos.
También ingresaron a Diputados los dos proyectos impulsados por los gobernadores –la redistribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y del impuesto a los combustibles líquidos-, que ya cuentan con media sanción del Senado. Junto con ellos, se giró la insistencia a la emergencia en Bahía Blanca, que Milei ya vetó. La decisión final sobre estas tres iniciativas dependerá de la Cámara baja. Fuentes parlamentarias anticiparon que los giros se concretarían en las próximas horas y que las comisiones de Presupuesto y Energía serán las encargadas de su tratamiento.
En paralelo, los principales referentes del bloque de Unión por la Patria (UP) iniciaron contactos con otros sectores para evaluar la posibilidad de una nueva sesión. “Queríamos sesionar el 23, pero no hubo mucho entusiasmo. Vamos a presionar para que sea el 30 y convocarla con los del medio”, explicó un dirigente peronista. Además de los temas pendientes, buscarán aprobar el financiamiento universitario y la emergencia pediátrica.
El @SenadoArgentina convirtió en Ley el aumento de los haberes jubilatorios, la actualización del bono, la prórroga de la Moratoria y la Emergencia en Discapacidad.
La lucha siempre tiene sentido. Frente al modelo de miseria, desguace y represión, más organización que nunca.
— Paula Penacca (@PaulaPenacca) July 10, 2025
Ese “medio” es el que integran los radicales de Democracia, el bloque de Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Federal) y la Coalición Cívica. Desde allí aseguran que el peronismo debe tomar la iniciativa: “Nosotros estamos siempre”, replican. También advierten que UP atraviesa turbulencias internas, tras la detención de Cristina Fernández de Kirchner y en medio de un cierre de listas conflictivo en la provincia de Buenos Aires, donde se enfrentan Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa.
La fecha límite para la presentación de candidaturas bonaerenses es este sábado y, aunque nadie lo admita en público, todos coinciden en que la discusión será ardua hasta el final. Los libertarios apuestan a derrotar al kirchnerismo en su bastión como señal de fortaleza política y económica frente a los mercados, que en los últimos días encendieron alarmas con una nueva suba del dólar. En el PJ, en cambio, buscan consolidarse con la mirada puesta en 2027.
La batalla, sin embargo, no es solo electoral. Hacia adentro, cada fuerza lidia con sus propias tensiones. En el oficialismo, conviven -y chocan- dos núcleos de poder: el ala institucional que encarnan Eduardo y Martín Menem bajo el ala de Karina Milei, y la de la militancia tuitera apadrinada por Santiago Caputo y las ”Fuerzas del Cielo». A esto se suma la relación tensa con Pro, que aún oscila entre la alianza y el recelo.
El peronismo, por su parte, intenta sostener una unidad frágil que le permita competir con chances. Las diferencias también se proyectan en los bloques parlamentarios, donde la pausa legislativa actúa como un velo que oculta tensiones latentes, aunque listas para reaparecer si se retoma la actividad formal.
Con el calendario electoral en marcha, el Congreso entra en una pausa silenciosa que se extenderá hasta principios de agosto. Ese letargo será aprovechado tanto por el oficialismo como por la oposición para reordenarse y definir sus próximos pasos.
Javier Milei dilatará los vetos a tres leyes clave con el objetivo de ganar tiempo y negociar con los gobernadores. Sus rivales legislativos, mientras tanto, buscarán limar asperezas internas y capitalizar lo que podría ser una de sus últimas oportunidades para incomodar al Gobierno antes de las elecciones.
El Senado giró este martes por la noche a Diputados las tres normas sancionadas la semana pasada: un aumento jubilatorio, una nueva moratoria previsional y un incremento de las prestaciones por discapacidad. Para que comiencen a correr los diez días hábiles que tiene el Presidente para vetarlas, se necesita la firma del titular de la Cámara baja, Martín Menem, y la notificación formal al Poder Ejecutivo.
“Todo proceso parlamentario es protocolar. Siempre se chequea que todo esté acorde a lo que sancionó cada Cámara”, señalaron en el despacho de Menem. Allí estiman que las leyes serán comunicadas “a más tardar” el viernes o el lunes. Milei tendrá entonces hasta principios de agosto para vetarlas. Una eternidad en términos políticos.
También ingresaron a Diputados los dos proyectos impulsados por los gobernadores –la redistribución automática de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y del impuesto a los combustibles líquidos-, que ya cuentan con media sanción del Senado. Junto con ellos, se giró la insistencia a la emergencia en Bahía Blanca, que Milei ya vetó. La decisión final sobre estas tres iniciativas dependerá de la Cámara baja. Fuentes parlamentarias anticiparon que los giros se concretarían en las próximas horas y que las comisiones de Presupuesto y Energía serán las encargadas de su tratamiento.
En paralelo, los principales referentes del bloque de Unión por la Patria (UP) iniciaron contactos con otros sectores para evaluar la posibilidad de una nueva sesión. “Queríamos sesionar el 23, pero no hubo mucho entusiasmo. Vamos a presionar para que sea el 30 y convocarla con los del medio”, explicó un dirigente peronista. Además de los temas pendientes, buscarán aprobar el financiamiento universitario y la emergencia pediátrica.
El @SenadoArgentina convirtió en Ley el aumento de los haberes jubilatorios, la actualización del bono, la prórroga de la Moratoria y la Emergencia en Discapacidad.
La lucha siempre tiene sentido. Frente al modelo de miseria, desguace y represión, más organización que nunca.
— Paula Penacca (@PaulaPenacca) July 10, 2025
Ese “medio” es el que integran los radicales de Democracia, el bloque de Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Federal) y la Coalición Cívica. Desde allí aseguran que el peronismo debe tomar la iniciativa: “Nosotros estamos siempre”, replican. También advierten que UP atraviesa turbulencias internas, tras la detención de Cristina Fernández de Kirchner y en medio de un cierre de listas conflictivo en la provincia de Buenos Aires, donde se enfrentan Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Sergio Massa.
La fecha límite para la presentación de candidaturas bonaerenses es este sábado y, aunque nadie lo admita en público, todos coinciden en que la discusión será ardua hasta el final. Los libertarios apuestan a derrotar al kirchnerismo en su bastión como señal de fortaleza política y económica frente a los mercados, que en los últimos días encendieron alarmas con una nueva suba del dólar. En el PJ, en cambio, buscan consolidarse con la mirada puesta en 2027.
La batalla, sin embargo, no es solo electoral. Hacia adentro, cada fuerza lidia con sus propias tensiones. En el oficialismo, conviven -y chocan- dos núcleos de poder: el ala institucional que encarnan Eduardo y Martín Menem bajo el ala de Karina Milei, y la de la militancia tuitera apadrinada por Santiago Caputo y las ”Fuerzas del Cielo». A esto se suma la relación tensa con Pro, que aún oscila entre la alianza y el recelo.
El peronismo, por su parte, intenta sostener una unidad frágil que le permita competir con chances. Las diferencias también se proyectan en los bloques parlamentarios, donde la pausa legislativa actúa como un velo que oculta tensiones latentes, aunque listas para reaparecer si se retoma la actividad formal.
Mientras el Gobierno busca negociar con los gobernadores, la oposición se repliega para disimular sus fisuras; el cierre de listas en Buenos Aires y la disputa por el liderazgo en el peronismo atraviesan el letargo LA NACION