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La misteriosa historia de los niños verdes que desconcertó al mundo

En el siglo XII, los habitantes de Woolpit, un tranquilo pueblo inglés ubicado en Suffolk, Inglaterra, fueron testigos de un inusual hallazgo en un pozo cercano que desconcertó a todos y aún no logra ser explicado.

Cuenta la leyenda que en el año 1150, varios campesinos se encontraban en las zonas de cosecha cuando se percataron de la presencia de un niño y una niña, ambos con piel de color verde y unas prendas extrañas.

Sin embargo, lo que más sorprendió a los aldeanos fue el idioma desconocido con el que hablaban los menores, su nerviosismo constante y el rechazo que mostraron hacia los alimentos que les ofrecían.

Según los testimonios de ciudadanos que conocen la historia, los pequeños fueron trasladados a la casa de Sir Richard de Calne, donde por días se negaron a comer cualquier otro producto que no fuera de color verde.

Con el paso de los años, Agnes sobrevivió y aprendió a comunicarse con algunas palabras en inglés, por lo que, curiosos de saber cuál era su origen, los campesinos le preguntaron a la niña cómo habían llegado al pozo de Woolpit.

De acuerdo con la joven, tanto ella como su hermano, provenían de una tierra conocida como San Martín, un lugar en el que pocas veces la luz del sol lograba brillar y que limitaba con otra región por un río.

A medida que la pequeña entró en confianza, reveló detalles de su vida en la misteriosa tierra. Según ella, un día se encontraba con su hermano alimentando el rebaño de su padre y de repente empezaron a escuchar un sonido fuerte que los transportó al lugar en el que los encontraron.

De acuerdo con la joven, tanto ella como su hermano, provenían de una tierra conocida como San Martín, un lugar en el que pocas veces la luz del sol lograba brillar

Si bien la verdad sobre la procedencia de los niños verdes sigue siendo un enigma para historiadores y aficionados del folklore, una de las teorías que manejan en Suffolk es que los menores estaban desnutridos y por eso tenían esa coloración en su piel.

La idea de una posible clorosis tomó fuerza con cada siglo, debido a que los pequeños mostraron un cambio físico tras su adaptación a las condiciones del pueblo y las mejoras en su dieta.

A pesar de ello, hay personas que aún sugieren que la enfermedad no produce un tono tan intenso en el cuerpo, por más grave que sea, dando paso a especulaciones sobre una posible relación con inmigrantes flamencos.

Por Stephany Guzman Ayala

En el siglo XII, los habitantes de Woolpit, un tranquilo pueblo inglés ubicado en Suffolk, Inglaterra, fueron testigos de un inusual hallazgo en un pozo cercano que desconcertó a todos y aún no logra ser explicado.

Cuenta la leyenda que en el año 1150, varios campesinos se encontraban en las zonas de cosecha cuando se percataron de la presencia de un niño y una niña, ambos con piel de color verde y unas prendas extrañas.

Sin embargo, lo que más sorprendió a los aldeanos fue el idioma desconocido con el que hablaban los menores, su nerviosismo constante y el rechazo que mostraron hacia los alimentos que les ofrecían.

Según los testimonios de ciudadanos que conocen la historia, los pequeños fueron trasladados a la casa de Sir Richard de Calne, donde por días se negaron a comer cualquier otro producto que no fuera de color verde.

Con el paso de los años, Agnes sobrevivió y aprendió a comunicarse con algunas palabras en inglés, por lo que, curiosos de saber cuál era su origen, los campesinos le preguntaron a la niña cómo habían llegado al pozo de Woolpit.

De acuerdo con la joven, tanto ella como su hermano, provenían de una tierra conocida como San Martín, un lugar en el que pocas veces la luz del sol lograba brillar y que limitaba con otra región por un río.

A medida que la pequeña entró en confianza, reveló detalles de su vida en la misteriosa tierra. Según ella, un día se encontraba con su hermano alimentando el rebaño de su padre y de repente empezaron a escuchar un sonido fuerte que los transportó al lugar en el que los encontraron.

De acuerdo con la joven, tanto ella como su hermano, provenían de una tierra conocida como San Martín, un lugar en el que pocas veces la luz del sol lograba brillar

Si bien la verdad sobre la procedencia de los niños verdes sigue siendo un enigma para historiadores y aficionados del folklore, una de las teorías que manejan en Suffolk es que los menores estaban desnutridos y por eso tenían esa coloración en su piel.

La idea de una posible clorosis tomó fuerza con cada siglo, debido a que los pequeños mostraron un cambio físico tras su adaptación a las condiciones del pueblo y las mejoras en su dieta.

A pesar de ello, hay personas que aún sugieren que la enfermedad no produce un tono tan intenso en el cuerpo, por más grave que sea, dando paso a especulaciones sobre una posible relación con inmigrantes flamencos.

Por Stephany Guzman Ayala

 Los chicos fueron encontrados cerca de un pozo con ropas extrañas y hablando un idioma desconocido; el caso, hasta el día de hoy, siembra dudas  LA NACION

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