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Por la ola polar, se alcanzó al récord de consumo de gas y aumentaron los cortes de servicio

El día más frío desde 1991 en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) también tuvo impacto en el consumo de gas. La demanda residencial alcanzó este miércoles un récord histórico y llegó a los 100,3 millones de metros cúbicos (m³) diarios, cuando en los últimos años no había superado los 96 millones.

Como ocurre cada invierno —y especialmente durante una ola polar—, el sistema de distribución de gas entra en tensión.

Sin embargo, particularmente este año, las temperaturas extremas registradas en todo el país hizo aumentar un 25% el consumo de gas respecto del mismo período del año pasado.

En este contexto, el Gobierno, en conjunto con las licenciatarias, dispuso un conjunto de “medidas extraordinarias“ para asegurar el abastecimiento a los usuarios prioritarios del sistema: residencias, hospitales y establecimientos educativos.

Esto incluyó interrumpir el suministro a usuarios con contratos en firme —que pagan más caro el servicio para no sufrir cortes—, en las regiones de Buenos Aires Norte, Centro Norte, Litoral, Norte, Noroeste, Cuyo y Sur.

“En el resto del país, se restringe el corte de suministro a contratos interrumpibles y en algunos localidades a mínimos técnicos de los contratos firmes. Esta coyuntura vuelve a poner en evidencia los problemas estructurales que arrastra el sistema energético: durante más de dos décadas, la ausencia de inversión sostenida, la falta de señales de precio y un esquema de tarifas congeladas impidieron el desarrollo de la infraestructura necesaria para dar respuesta a este tipo de situaciones críticas”, dijo la Secretaría de Energía.

A diferencia del petróleo, el consumo de gas no es constante: en los meses fríos, la demanda residencial puede quintuplicarse, y la demanda total del país pasa de 130 millones de m³ diarios a cerca de 190 millones.

Para cubrir estos picos, el sistema energético recurre a dos medidas principales. Por un lado, se incrementan las importaciones de gas natural licuado (GNL), que arriba en buques al puerto de Escobar. Estas importaciones continuarán todos los años, a pesar del crecimiento sostenido en la producción de Vaca Muerta. El motivo es económico: resulta muy costoso construir infraestructura de gasoductos para una demanda que solo se alcanza durante tres meses del año.

Por otro lado, las distribuidoras aplican cortes de suministro. Esto no solo afecta a estaciones de servicio de GNC, sino también a ciertas industrias y exportaciones a Chile, en forma preventiva.

Hasta este miércoles por la tarde, solo se le había cortado el flujo de gas a los usuarios con contratos interrumpibles, que justamente prevén la posibilidad de interrupciones cuando es necesario administrar la capacidad del sistema. Debido a que se extendió los días de temperatura extrema, el Gobierno decidió cortar el servicio también a las industrias y estaciones de GNC con contratos no interrumpibles.

“La zona más complicada es la cordillerana, aunque también hay problemas en otras localidades ubicadas al final de la red”, indicaron fuentes oficiales.

La mayor demanda coincidió con problemas técnicos en la producción de algunos yacimientos de Vaca Muerta y el transporte, lo que provocó que el gasoducto Perito Moreno (ex Néstor Kirchner), que conecta Neuquén con Buenos Aires, opere al 70% de su capacidad. “Faltan entre 6 y 7 millones de m3/d de gas neuquino, cuando la capacidad del gasoducto es 22 millones. Todavía no pudimos identificar de donde exactamente está faltando”, dijeron fuentes oficiales.

Nieve en Miramar: la ola polar se extiende a varias ciudades

Las temperaturas extremadamente bajas continuarán hasta mañana. Por eso, no se descarta que los cortes se extiendan a más empresas.

Las industrias con contratos “firmes, pero con ventana” también se habían visto afectadas el martes y miércoles. Este tipo de contrato permite a la distribuidora reducir el suministro de forma temporal hasta el mínimo técnico necesario para evitar daños en los equipos.

En estos casos, la distribuidora puede interrumpir parte del suministro por un tiempo determinado durante los meses de bajas temperaturas —de mayo a septiembre—, una vez que ya se haya suspendido el servicio a los usuarios con contratos interrumpibles. Entre los sectores afectados figuran el textil, el de bebidas, el maderero y el cerámico.

“El sistema está en emergencia. Hubo complicaciones en las productoras, en los puntos de inyección y en el transporte, todo vinculado a las bajas temperaturas. Desde el lunes el sistema está muy tensionado. Veremos cómo evoluciona en los próximos días. Si sube un poco la temperatura —como se espera para el fin de semana—, eso podría ayudar a recuperar capacidad. Pero, por ahora, se está consumiendo más gas del que se entrega, y no alcanza. Llevamos muchos, muchos días con temperaturas bajo cero”, describió una fuente del sector.

La situación también provocó cortes de electricidad. Ayer por la mañana, la distribuidora Edesur emitió un comunicado informando que, “por problemas en la generación de energía ajenos a la compañía, se llevan a cabo cortes preventivos de suministro en algunos barrios dentro de la zona de concesión”.

En mayo del año pasado también hubo cortes de GNC en contratos interrumpibles

En cuanto al GNC, la situación es particularmente crítica en la ciudad de La Plata, donde 35 de las 40 estaciones de servicio tienen contrato interrumpible. Las cinco con contrato firme no alcanzan a cubrir la demanda total cuando se restringe el suministro al resto.

En Mar del Plata, el panorama es algo menos grave: un tercio de las estaciones tiene contratos interrumpibles. Sin embargo, si los cortes se prolongan por varios días, también podría haber desabastecimiento.

“En la Ciudad de Buenos Aires, el 98% de las estaciones de GNC cuenta con contratos firmes, así que no hay mayores inconvenientes. Pero en La Plata o Mar del Plata sí puede haber complicaciones. Optar por un contrato interrumpible es una decisión empresarial: se paga menos durante el año, pero se asume el riesgo de cortes en momentos de alta demanda”, explicó Pedro González, vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC.

Actualmente, el precio del metro cúbico (m³) de GNC en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ronda entre los $500 y $570. Un tanque de 60 kilos —que equivale a unos 13 metros cúbicos y es el más usado por los taxis— cuesta entre $6000 y $7410.

El día más frío desde 1991 en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) también tuvo impacto en el consumo de gas. La demanda residencial alcanzó este miércoles un récord histórico y llegó a los 100,3 millones de metros cúbicos (m³) diarios, cuando en los últimos años no había superado los 96 millones.

Como ocurre cada invierno —y especialmente durante una ola polar—, el sistema de distribución de gas entra en tensión.

Sin embargo, particularmente este año, las temperaturas extremas registradas en todo el país hizo aumentar un 25% el consumo de gas respecto del mismo período del año pasado.

En este contexto, el Gobierno, en conjunto con las licenciatarias, dispuso un conjunto de “medidas extraordinarias“ para asegurar el abastecimiento a los usuarios prioritarios del sistema: residencias, hospitales y establecimientos educativos.

Esto incluyó interrumpir el suministro a usuarios con contratos en firme —que pagan más caro el servicio para no sufrir cortes—, en las regiones de Buenos Aires Norte, Centro Norte, Litoral, Norte, Noroeste, Cuyo y Sur.

“En el resto del país, se restringe el corte de suministro a contratos interrumpibles y en algunos localidades a mínimos técnicos de los contratos firmes. Esta coyuntura vuelve a poner en evidencia los problemas estructurales que arrastra el sistema energético: durante más de dos décadas, la ausencia de inversión sostenida, la falta de señales de precio y un esquema de tarifas congeladas impidieron el desarrollo de la infraestructura necesaria para dar respuesta a este tipo de situaciones críticas”, dijo la Secretaría de Energía.

A diferencia del petróleo, el consumo de gas no es constante: en los meses fríos, la demanda residencial puede quintuplicarse, y la demanda total del país pasa de 130 millones de m³ diarios a cerca de 190 millones.

Para cubrir estos picos, el sistema energético recurre a dos medidas principales. Por un lado, se incrementan las importaciones de gas natural licuado (GNL), que arriba en buques al puerto de Escobar. Estas importaciones continuarán todos los años, a pesar del crecimiento sostenido en la producción de Vaca Muerta. El motivo es económico: resulta muy costoso construir infraestructura de gasoductos para una demanda que solo se alcanza durante tres meses del año.

Por otro lado, las distribuidoras aplican cortes de suministro. Esto no solo afecta a estaciones de servicio de GNC, sino también a ciertas industrias y exportaciones a Chile, en forma preventiva.

Hasta este miércoles por la tarde, solo se le había cortado el flujo de gas a los usuarios con contratos interrumpibles, que justamente prevén la posibilidad de interrupciones cuando es necesario administrar la capacidad del sistema. Debido a que se extendió los días de temperatura extrema, el Gobierno decidió cortar el servicio también a las industrias y estaciones de GNC con contratos no interrumpibles.

“La zona más complicada es la cordillerana, aunque también hay problemas en otras localidades ubicadas al final de la red”, indicaron fuentes oficiales.

La mayor demanda coincidió con problemas técnicos en la producción de algunos yacimientos de Vaca Muerta y el transporte, lo que provocó que el gasoducto Perito Moreno (ex Néstor Kirchner), que conecta Neuquén con Buenos Aires, opere al 70% de su capacidad. “Faltan entre 6 y 7 millones de m3/d de gas neuquino, cuando la capacidad del gasoducto es 22 millones. Todavía no pudimos identificar de donde exactamente está faltando”, dijeron fuentes oficiales.

Nieve en Miramar: la ola polar se extiende a varias ciudades

Las temperaturas extremadamente bajas continuarán hasta mañana. Por eso, no se descarta que los cortes se extiendan a más empresas.

Las industrias con contratos “firmes, pero con ventana” también se habían visto afectadas el martes y miércoles. Este tipo de contrato permite a la distribuidora reducir el suministro de forma temporal hasta el mínimo técnico necesario para evitar daños en los equipos.

En estos casos, la distribuidora puede interrumpir parte del suministro por un tiempo determinado durante los meses de bajas temperaturas —de mayo a septiembre—, una vez que ya se haya suspendido el servicio a los usuarios con contratos interrumpibles. Entre los sectores afectados figuran el textil, el de bebidas, el maderero y el cerámico.

“El sistema está en emergencia. Hubo complicaciones en las productoras, en los puntos de inyección y en el transporte, todo vinculado a las bajas temperaturas. Desde el lunes el sistema está muy tensionado. Veremos cómo evoluciona en los próximos días. Si sube un poco la temperatura —como se espera para el fin de semana—, eso podría ayudar a recuperar capacidad. Pero, por ahora, se está consumiendo más gas del que se entrega, y no alcanza. Llevamos muchos, muchos días con temperaturas bajo cero”, describió una fuente del sector.

La situación también provocó cortes de electricidad. Ayer por la mañana, la distribuidora Edesur emitió un comunicado informando que, “por problemas en la generación de energía ajenos a la compañía, se llevan a cabo cortes preventivos de suministro en algunos barrios dentro de la zona de concesión”.

En mayo del año pasado también hubo cortes de GNC en contratos interrumpibles

En cuanto al GNC, la situación es particularmente crítica en la ciudad de La Plata, donde 35 de las 40 estaciones de servicio tienen contrato interrumpible. Las cinco con contrato firme no alcanzan a cubrir la demanda total cuando se restringe el suministro al resto.

En Mar del Plata, el panorama es algo menos grave: un tercio de las estaciones tiene contratos interrumpibles. Sin embargo, si los cortes se prolongan por varios días, también podría haber desabastecimiento.

“En la Ciudad de Buenos Aires, el 98% de las estaciones de GNC cuenta con contratos firmes, así que no hay mayores inconvenientes. Pero en La Plata o Mar del Plata sí puede haber complicaciones. Optar por un contrato interrumpible es una decisión empresarial: se paga menos durante el año, pero se asume el riesgo de cortes en momentos de alta demanda”, explicó Pedro González, vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC.

Actualmente, el precio del metro cúbico (m³) de GNC en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ronda entre los $500 y $570. Un tanque de 60 kilos —que equivale a unos 13 metros cúbicos y es el más usado por los taxis— cuesta entre $6000 y $7410.

 La demanda residencial superó los 100 millones de metros cúbicos diarios; las distribuidoras activaron medidas de emergencia para priorizar el abastecimiento a los hogares, mientras se registraron interrupciones en el servicio de industrias y GNC a usuarios con contratos en firme  LA NACION

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