Receta exprés: cómo preparar deliciosos pastelitos de queso y hierbas

Hay recetas que transportan a la infancia o a momentos especiales, y esta en particular, originaria de Brasil, tiene esa magia. Los pastelitos salados de lluvia con queso y hierbas se destacan por su masa densa y sabrosa, distinta a la de los clásicos buñuelos, y por su textura crujiente por fuera y cremosa por dentro.
Con el sabor justo del queso y el frescor de las hierbas, se fríen en pequeñas porciones hasta quedar doraditos, ideales para una picada, una merienda salada o como acompañamiento de una sopa. Se pueden preparar con distintos tipos de quesos, sumar perejil, ciboulette o lo que tengas a mano, y ajustar el picante al gusto.
Cómo hacer los pastelitos salados de queso
Ingredientes (para 24 pastelitos):
- 2 tazas de harina de trigo común (aproximadamente 250 g)
- 1 taza de leche
- 1 huevo
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- ½ taza de queso parmesano rallado
- ½ taza de queso mozzarella rallado (opcional)
- 1 cucharada de hierbas frescas picadas (puede ser perejil, cebollita de verdeo o ciboulette)
- ½ cucharadita de sal
- ½ cucharadita de pimienta negra molida
- Aceite para freír (cantidad necesaria)
Paso a paso:
- En un bowl grande, batí el huevo con la leche hasta que se integren bien. No necesitás batidora eléctrica: con un batidor de mano o un tenedor alcanza.
- Sumá la harina, el polvo de hornear, la sal y la pimienta. Mezclá con cuchara o espátula hasta lograr una masa densa, parecida a la de los buñuelos. Si queda un poco pegajosa, está perfecto.
- Agregá el queso parmesano, la mozzarella (si la usás) y las hierbas frescas picadas. Mezclá para que todo quede bien distribuido.
- Calentá abundante aceite en una sartén profunda o cacerola chica, a fuego medio. Para saber si está listo, podés probar con un poquito de masa: si burbujea enseguida, es momento de freír.
- Agarrá porciones pequeñas con una cuchara y dejalas caer con cuidado en el aceite caliente. Evitá poner muchas juntas para que el aceite no pierda temperatura.
- Freí los pastelitos de ambos lados hasta que estén dorados. Retiralos con espumadera y dejalos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Tip final: para sumar un extra de sabor si lo usas para alguna picada, estos pastelitos van perfecto con salsas caseras como mayonesa con limón y perejil, salsa de yogur con ajo, kétchup picante o un dip de queso crema con ciboulette.
Hay recetas que transportan a la infancia o a momentos especiales, y esta en particular, originaria de Brasil, tiene esa magia. Los pastelitos salados de lluvia con queso y hierbas se destacan por su masa densa y sabrosa, distinta a la de los clásicos buñuelos, y por su textura crujiente por fuera y cremosa por dentro.
Con el sabor justo del queso y el frescor de las hierbas, se fríen en pequeñas porciones hasta quedar doraditos, ideales para una picada, una merienda salada o como acompañamiento de una sopa. Se pueden preparar con distintos tipos de quesos, sumar perejil, ciboulette o lo que tengas a mano, y ajustar el picante al gusto.
Cómo hacer los pastelitos salados de queso
Ingredientes (para 24 pastelitos):
- 2 tazas de harina de trigo común (aproximadamente 250 g)
- 1 taza de leche
- 1 huevo
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- ½ taza de queso parmesano rallado
- ½ taza de queso mozzarella rallado (opcional)
- 1 cucharada de hierbas frescas picadas (puede ser perejil, cebollita de verdeo o ciboulette)
- ½ cucharadita de sal
- ½ cucharadita de pimienta negra molida
- Aceite para freír (cantidad necesaria)
Paso a paso:
- En un bowl grande, batí el huevo con la leche hasta que se integren bien. No necesitás batidora eléctrica: con un batidor de mano o un tenedor alcanza.
- Sumá la harina, el polvo de hornear, la sal y la pimienta. Mezclá con cuchara o espátula hasta lograr una masa densa, parecida a la de los buñuelos. Si queda un poco pegajosa, está perfecto.
- Agregá el queso parmesano, la mozzarella (si la usás) y las hierbas frescas picadas. Mezclá para que todo quede bien distribuido.
- Calentá abundante aceite en una sartén profunda o cacerola chica, a fuego medio. Para saber si está listo, podés probar con un poquito de masa: si burbujea enseguida, es momento de freír.
- Agarrá porciones pequeñas con una cuchara y dejalas caer con cuidado en el aceite caliente. Evitá poner muchas juntas para que el aceite no pierda temperatura.
- Freí los pastelitos de ambos lados hasta que estén dorados. Retiralos con espumadera y dejalos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
Tip final: para sumar un extra de sabor si lo usas para alguna picada, estos pastelitos van perfecto con salsas caseras como mayonesa con limón y perejil, salsa de yogur con ajo, kétchup picante o un dip de queso crema con ciboulette.
Se trata de una preparación sencilla y rápida que sorprende por su textura crujiente, ideal para merendar; qué ingredientes lleva y cómo hacerla LA NACION